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You are my Lollipop por Akari_Yuu

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Notas del fanfic:

 

Notas del capitulo:

En un principio este fic iba a ser un three-shot dedicado cada uno de los capítulos a las 3 parejas, pero la historia de la pareja principal me gusto tanto que al final he decidido dedicarle un fic aunque también hablare de las otras parejas secundarias.


Me he basado en la cancion de Big Bang titulada como el fic.


Espero que os guste

Terminé de dar los últimos rasgos a mi guitarra y suspiré, realmente había sido desastroso este ensayo, no podíamos haber estado tan poco compenetrados. Ruki hizo un trabajo excepcional, irradiaba gran cantidad de pasión en cada palabra que salía de su boca. Hoy se había empeñado en tocar las canciones más sensuales que tenemos, por llamarlas de alguna manera... para mi desgracia… hoy la verdad es que no estoy de humor para tener que escuchar letras tan… tan… ¿comprometedoras? la verdad es que ha cogido un día perfecto para ello, nótese mi ironía por favor. Yo me moría por tocar Cassis pero…

 

Miré hacia mi derecha hacia el hueco vacío que había en el, Aoi hacía cosa de tres semanas que no aparecía por el estudio. Esto ocurrió de un momento para otro, comenzó a retrasarse un par de minutos en los ensayos, los minutos se alargaron, de diez pasaron a veinte y de treinta a una o dos horas y estas… a la ausencia total de su persona.

 

Por supuesto contesta a nuestras llamadas, cuando empezó a faltar nos ponía excusas como que estaba enfermo, en un principio quizá fue cierto, pero un resfriado no puede durar tres semanas, o al menos estando en cama. Decidí que hoy iría a verlo. Kai lo había intentado hace ya una semana, pero Aoi no le abrió la puerta con la excusa de contagiarlo con su mucosidad. Seguramente no tenga éxito, pero esta vez, le costará echarme más que al líder.

 

Me quité la guitarra de encima y la dejé en una esquina bien colocada con el resto de ellas, las de Aoi estaban al lado de las mías… sacudí la cabeza, no puedo ir a verle así o sufriré más de lo que cada día hago. Ruki rió, parecía que me había visto y se acercó a mí jugando con el micro entre las manos.

 

-¿Vas a ir a verle no?- puso su mano sobre el mástil de una de las guitarras de Aoi y la acarició con uno de sus dedos.

 

-Sí- asentí.

 

-Se está escaqueando demasiado- se acercó Reita un poco malhumorado. Kai no quitaba la mirada de sus baquetas distraídamente mientras nos escuchabas. Desvié la mirada desde Kai hasta la mesa vi un par de lollipops… creo que así los llaman. -Bueno dile al yakuza este que se deje de tonterías y que venga a ensayar que el lanzamiento del próximo single esta a la de ya.

 

-No te preocupes Reita, voy a llevarle las nuevas partituras y a ver si se anima al menos  a que ensayemos un rato juntos-. Él asintió, al pensar en Aoi no pude evitar ponerme nervioso, sólo Ruki lo notó, él sabe que muero por mi compañero desde hace muchos años… pero… él…

 

No sé por qué, pero no podía dejar de mirar esos chupa chups, y como estaba nervioso, se me ocurrió que quizás un poco de azúcar no me vendría mal para relajar un poco mis nervios, así que me dirigí a la mesa y cogí el primero que vi, me despedí de mis compañeros sin muchas ganas con la mano en la que tenía el lollipop y salí del estudio.

 

Caminaba por los pasillos cuando me choqué con alguien. Nos inclinamos levemente para pedirnos disculpas.

 

-¿Vas risueño Uruha?- me sonrió.

 

-Hacía mucho que no te veía, ¿Cómo andas?- pregunté al moreno vocalista interesado, no es de esta compañía pero coincidíamos de vez en cuando, nos llevamos realmente bien con él. Guardé el lollipop, no quería que viera a un chico como yo con uno, se reiría de mí y más con lo loco que está este hombre.

 

-El sábado tenemos concierto y creo que vosotros también, sólo vine a confirmarlo, quizá luego podamos ir a tomarnos algo todos ¿te parece?

 

-Por mi genial Satoshi, se lo diré a los chicos o si no, aun siguen en el estudio número dos, ve tú mismo y así los ves- le sonreí poniendo morritos.

 

-Ok, gracias Uru, nos vemos- se despidió con una amable sonrisa y pasó por mi lado para seguir su camino.

 

Bajé en el ascensor hasta el garaje y me dirigí a mi aparcamiento reservado, el de Aoi es el que tengo a la derecha del mío. No me resultó raro encontrarlo vacío, me subí a mi coche y arranqué tras encender la radio rumbo al piso de Aoi.

 

Tras veinte largos minutos en los que ignoraba la música por completo y me comía la cabeza con como vería a Aoi estacioné el coche frente al edificio de este. No lo veo desde que dejó de venir al estudio, he hablado con él un par de veces, pero siempre conversaciones rápidas, secas o con monosílabos… me encendí un cigarro y seguí divagando en mis pensamientos un rato más mirando el volante de mi coche.

 

Hay dos opciones, una de ellas que me abra y la otra que no lo haga, la segunda es la más probable y la peor de todas, en cuanto al grupo se refiere, tenemos que ensayar todos juntos cuanto antes. Le doy a Aoi tres días y si no da señales de vida apuesto a que Kai y el manager tirarán su puerta abajo y le saludarán con una gran sonrisa y un machete del mismo tamaño. Así que más le vale que elija la primera opción… aunque, sinceramente, yo prefiero la segunda de ellas, prefiero haber perdido esta media hora de mi vida y regresarme a casa sin haber convencido a Aoi de la gravedad de su ausencia antes de tener que enfrentarme a lo que sé que me toca enfrentar si entro en su casa.

 

Al rato terminé mi cigarro y me bajé del coche, cogí la guitarra que siempre llevo en el maletero y me paré frente al edificio en donde vive mi compañero. ¡Venga Uruha por kami que no vas a hablar con el diablo!

 

Respiré hondo cogiendo fuerzas e intentando dejar atrás mi desgano y presioné el portero.

 

-¿Sí, quién es? - me habló una voz aguda y robótica por culpa del telefonillo.

 

-Hola An, soy… Uruha… ¿está Aoi?- tragué saliva, volví a ponerme de los nervios, tanta música en el coche, tanto cigarro y tantos ejercicios de respiración para que al final no sirvieran de nada.

 

-Hola Uru, pues no sé si es buen momento…

 

-Yo… es que vengo a traerle las partituras del nuevo single… no podemos retrasarnos, dile que es importante, por favor An…

 

-Está bien, espera un segundo que hablo con él.- Noté como despersionaba el botón por el ruido que este hizo. Aoi no tiene ganas de vernos ¿por qué? Quizá sea porque con la compañía de An le sobra… pero somos sus amigos o al menos somos sus compañeros si es que él ya no nos considera sus amigos y tenemos un grupo, es cuestión de trabajo… No quiere vernos… no quiere verme. Me entraron ganas de llorar pero respiré hondo, tengo que ser fuerte.

 

-¿Uruha sigues ahí?

 

-S-sí, aquí sigo.- No contestó, oí el ruido de la puerta que me indicaba que podía abrirla y así lo hice, cerré tras de mí y subí en el ascensor presionando el botón del quinto piso. Ojalá el ascensor tardara más, metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón tras colocarme bien la correa de la guitarra al hombro y salí de este.

 

La puerta estaba abierta, toqué con los nudillos a modo de educación y entré mirando a todos lados, cerré la puerta y dejé la guitarra en el salón, apoyando el mástil en el negro sofá. Qué raro no encontrarme a nadie si sabían que subía… Decidí caminar por el pasillo, me asomé a la habitación a ver si encontraba a alguien y… sí, así fue.

 

Ella le abrazaba por el cuello, él a ella por la cintura y mostraban su amor con apasionados besos, no se habían percatado de mi presencia, así que desanduve mis pasos cabizbajo, quería llorar, apartarla de él… que fuera a mí a quien besara pero antes de salir de la habitación, no sé cómo se percataron de mi presencia.

 

-¡Ah! Uru –se abrazó a Aoi con una sincera sonrisa, se la ve muy enamorada, le devolví la sonrisa.

 

-Lo siento… es que no vi a nadie y… bueno…

 

-Hola compañero, cuánto tiempo- Aoi me interrumpió.

 

-Hola Yuu- compañero… me acaba de llamar compañero… Intenté no parecer triste por lo que acababa de ver y escuchar.

 

-Bueno chicos yo me marcho que tengo que hacer la compra para la cena.

 

-No… no te vayas, no me dejes aquí solito- ¿solito? ¿y yo qué soy?¿un mueble? Apreté el puño dentro del bolsillo de mi chaqueta.

 

-Tenéis que ensayar… no te preocupes amor, intentaré no retrasarme mucho en casa de Mae, a la hora de la cena estoy de vuelta y te hago tu plato favorito ¿vale?-le puso un puchero mientras acariciaba los labios de mi… amigo… desvié la mirada, esto me está desgarrando.

 

-Está bien pero lo has prometido- volvió a besarla, oía sus labios devorarse… por favor… mátenme. Me fui, no lo aguantaba más, fui al salón y saqué de la funda mi guitarra y me entretuve como pude afinándola, vale… algo de mentira hay en esto, más bien la estaba desafinando para no oír las risitas de los dos tortolitos que se oían desde el cuarto.

 

-Bueno Uruha, nos vemos otro día- An se despidió de mí y salió por la puerta apurada, Aoi la había seguido hasta terminado el pasillo y me observaba apoyado en la esquina.

 

-¿Cómo estás Uruha?- bien… ahora es cuando saco las fuerzas de donde no las tengo y le sonrío y así lo hice.

 

-Muy bien Aoi, gracias por preguntar- ahora si que comencé a afinar la guitarra.

 

-¿Cuánto hace que no la usas? El sonido es atroz.

 

-Hace bastante tiempo- le mentí y seguí afinando el instrumento sin mirarle- ¿y tú cómo estás? No te veo enfermo.

 

-Ya bueno… -se está excusando- hoy estoy mejor…

 

-¿Cuándo vas a volver al estudio?-le miré fijamente a los ojos, a ver si se atreve a responder o como siempre huye del tema.

 

-¿Me enseñas las partituras?-fue hacía el ordenador del salón y lo encendió sentándose en la silla, yo suspiré, lo ha esquivado.

 

-Claro… Aoi… -me levanté y saqué el pen drive del bolsillo y noté el lollipop, me había olvidado. Puse el pen y saqué luego el caramelo y empecé a abrirlo intentando no hacer mucho ruido con el envoltorio.

 

-¿Desde cuándo comes chupetes?

 

-¿Y a ti qué te importa?- noté como se sobresaltó por mi respuesta, nunca le había tratado así, ni yo mismo me reconozco pero… es lo que pasa después de todo lo que he aguantado.

 

-Mmmm ¿estás son las partituras?- dejó de mirarme y se centró en la pantalla del ordenador haciendo como si no le hubiera afectado mi trato, como si no se hubiera dado cuenta, cosa que sé que es mentira por la cara que instintivamente puso en cuando le hablé de esa forma, pero Aoi es implacable a la hora de huir de cosas como estas, o eso se cree él.

 

-Pues claro que lo son, ¿no ves el titulo Yuu?

 

-¿Qué demonios te pasa Uruha?- se separó de la pantalla del ordenador y me miró de manera acusadora, ya empieza a enfadarse, es de las personas que se enfadan con rapidez.

 

-Eso quiero saber yo ¿desde cuándo me llamas compañero o Uruha? ¿Qué pasó con Shima o Uru?- intenté no fulminarle con la más dura de mis miradas. No quiero que se crea importante ante mí, al menos… no quiero que descubra lo realmente importante que es  en verdad para mí y para este estúpido corazón que desde siempre sólo late por él.

 

Desvió la mirada de mis ojos y volvió a mirar la pantalla del ordenador, nuevamente vuelve a no contestarme. Suspiré realmente triste y terminé de abrir el lollipop tirando el envoltorio a la papelera que hay bajo la mesa y me incliné a su lado para ver mejor las notas.

 

-¿Qué te parece?- pregunté con un tono de voz algo bajo, empezaba a plantearme seriamente el marcharme de aquí y dejarle a la suerte de Kai y de nuestro manager.

 

-Mmm no está nada mal- comentó mirando detenidamente las notas mientras acariciaba de forma pensativa su mentón.

 

-Lo hice todo yo… y bueno también me tomé la libertad en tu ausencia de hacer parte de tu melodía, pero sólo la hice a medias por si querías modificarla y cambiar cosas, cuando lo tengas pásate por el estudio y comparamos o vente a mi casa y ensayamos con tranquilidad si lo prefieres.- No quiero volver a venir a esta casa… si está ella, cosa que por desgracia sé que no cumpliré, si Yuu no viniera ni al estudio ni a mi casa… tendría que venir.- Dale al reproductor, está ya la parte de los demás chicos, hasta Ruki tiene ya parte de la letra compuesta, pero sin ti, está claro que no podemos terminar ni él ni yo.

 

-Mmm, pues no tenías que haberte molestado y ahora que me fijo, no me parece tan buena como pensada y no tendrías que haber compuesto nada de mi parte, tú lo has dicho, es mi parte, no la tuya Uruha.-¿Son cosas mías o acaba de cambiar de opinión porque le dije que la hice yo? Aunque sinceramente, no sé por qué me sorprendo, hoy está tan irascible que me estoy empezando a acostumbrar a sus malos tratos hacia mi persona- Y en cuanto a lo ensayar, ensayamos por nuestra cuenta y ya te vienes un día y ensayamos tu y yo juntos y así nos ve mi novia y nos dice que le parece, nada mejor que tenerla como publico… ¿no crees? y ya luego iré al estudio.

 

Me miró con una sonrisa, hizo demasiado énfasis en la palabra novia, eso me dolía, aunque no es consciente de ello, no hace más que recordarme cada dos por tres a esa mujer por todos lados. La pobre no tiene culpa de nada, es la novia de Yuu, si él la eligió fue porque es la mejor entre todas para estar a su lado… y entre todos.

 

-¿Uruha, espabilas y me contestas?- me llamó la atención con el ceño fruncido.

 

-¿Pero qué demonios te ocurre Yuu? Tú… no eras así conmigo, nunca has sido así de cruel conmigo ¿qué coño te he hecho?

 

-No sé de qué me hablas- dijo con tono sereno volviendo otra maldita vez su rostro hacía el ordenador.

 

-Mira ¿sabes qué te digo? Que me marcho, aquí te quedas con tu puta guitarra y tu novia. Justo cuando iba a recoger mis cosas me agarró del brazo e hizo que me sentara en sus piernas, yo me quedé impactado y le miré directamente a los ojos.

 

-Perdona Uru… no estoy pasando buenos momentos… -susurró acercándose a mis labios. –perdóname patito.- Noté como se acercaba a mis labios y por inercia me puse el chupa chups en la boca para impedir que se acercara más. Luego por supuesto me arrepentí, él se quedó quieto mirándome o eso creo porque yo no podía dejar de mirar sus labios con deseo, con muchísimo deseo y arrepentimiento. Sin darme cuenta había empezado a jugar con el caramelito en mi boca, lo mordisqueaba y lo lamía con mi lengua de un lado a otro y en círculos sin sacármelo de la boca.

 

-¿Qué tal está?-susurró mirando mi boca.

 

-¿El qué?-me miró por fin a los ojos un buen tato y volvió a descender su mirada hacia mi boca- ¿el lollipop?- él asintió despacio, tragando saliva sin decir nada.- Sí, mucho, creo que es de mora, hacía mucho que no comía uno.- ¿Qué tiene de importante ahora el caramelo? No lo entiendo, o mejor dicho, no le entiendo, no le entiendo a él.

 

-Quiero… probarlo Shima…

 

Me sorprendió aun más su petición, tanto rollo con que qué hago yo comiendo una golosina de estas y mira, ahora es él el que quiere probarla, a veces es literalmente un crío. Asentí despacio sin asimilar muy bien su petición y llevé mi mano hacia el palito blanco del pequeño chupete morado oscuro comenzando a sacarlo muy despacio de mi boca, demostrándole así que no estaba muy seguro de su petición, es que en serio… ¿qué hace Yuu queriendo mi chupa chups?

 

-No… así no patito… así no…- Parpadeé varias veces aun con el caramelo en mis labios y él comenzó a acercarse lentamente sin dejar de mirar el caramelo… o quizás… no es el caramelo lo que está mirando. Comenzó a entrecerrar los ojos e instintivamente, sin saber por qué, ni siquiera sin saber lo que iba a ocurrir, empecé a cerrarlos yo también.

 

Nuestros labios se acercaban cada vez más, notaba su tranquilo pero entrecortado aliento sobre los míos, contrarrestando con mi acelerada y nerviosa respiración pudiendo notar de esa manera el maravilloso aliento que quita el mío nada más notarlo.

 

Cuando creo que estábamos casi al ras sacó su lengua y puso la punta de esta sobre una pequeña parte de mi pequeño chupete. ¿Por qué sé que pasó esto? Porque sentí sobre la parte central de mi labio superior, que es ligeramente más baja que la cercanía de mis comisuras, la humedad de su lengua.

 

Pasados unas milésimas de segundos, noté como movía su lengua de manera cauta y lenta sobre este, rozando aun sólo con la punta de su lengua la parte de mis labios pegadas al caramelo. Cuando pensé que se separaría el introduzco mínimamente su lengua entre mis labios y rodó con cuidado el chupete hacia la comisura derecha de mis labios y sin pensárselo dos veces comenzó a introducir cada vez más su lengua en mi boca. ¿Qué está pasando?

 

Abrí los ojos del tirón al notar como Aoi empezaba… empezaba… no… empezaba no… ya me estaba besando. Sin pensarlo mucho fui cerrando mis ojos dejándome hacer y cuando los tuve completamente cerrados comencé a corresponderle al beso moviendo con dificultad mi lengua en el interior de mi cavidad por culpa del maldito chupa chups.

 

No aguantamos mucho tiempo así, puesto que con el caramelo estorbando nos faltó aire demasiado rápido y lentamente sentí como se separaba de mi boca para reclamar aire. Entreabrimos los ojos y dirigiendo nuestras miradas a los ojos entrecerrados del otro. Sin prisa alzó su mano para sacarme el lollipop de mi boca y dejarlo en el cenicero de la mesa sin mirarlo si quiera, puesto que no aparataba sus ojos de los míos y me sonrió, esa sonrisa que hacía mucho tiempo que no me dirigía, esa sonrisa que antes me dedicaba día a día, esa sonrisa por la que yo moría, esa sonrisa que me moría por ver de hace mucho tiempo.

 

Yo se la devolví, realmente feliz de sentirla mía, porque esa sonrisa en este momento, es sólo mía, de nadie más, me mira a mí y me la dedica a mí. No pude evitar sonrojarme, es el segundo beso que nos damos desde que nos conocemos, el primero fue en aquel directo en el que no pude controlar mis instintos y mis deseos de besarlo, es tanto el amor que guarda mi frágil cuerpo, mi pequeño corazón.

 

-Qué lindo te ves cuando te sonrojas patito… -susurró a la altura de mis labios alejándose poco a poco para poder mirar la totalidad de mi rostro.

 

-No me digas esas cosas Yuu que me sonrojo más- hice un pequeño puchero suplicante, me vuelve a llamar patito, solía llamarme así cuando estábamos a solas, en los pocos momentos en los que alguna vez se ponía cariñoso conmigo.

 

-Lo siento… pero me gusta llamarte así patito- se burló de mi con una sonrisa y volvió a acercarse a mis labios, yo nuevamente enrojecí de inmediato y antes de poder decir algo volvió a posar sus labios sobre los míos.

 

Rodeó mi cadera con uno de sus brazos atrayéndome hacia él, yo le contesté rodeando su cuello con ambos brazos apegándome totalmente. No puedo creer que esto esté sucediendo… y ahora… ¿qué va a pasar?

Notas finales:

Para las que hayais llegado hasta aquí, muchas gracias por haber leído.

 

En este fic las cosas no serán sencillas para nuestro querido Uru, asi que, preparaos para llorar y reir con el… o al menos, espero conseguir la mitad de eso.

 

Aclaro que “Mi segundo último año” no quedara abandonado por este fic pero también le dedicare todo mi esfuerzo y pasión a este.

 

Me dejais un review diciendo q os pareció? ;_; Si no os gusta, lo dejare y sigo solo con mi otro fic D: para no perder el tiempo y esas cosas T^T pero creo q podre hacer una buena historia :D

 

Sayo por hoy, Akari Yuu


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