Todavía lo recuerdo, tenía 12 años cuando me había dado cuenta, y 14 cuando intente decirle lo que sentía y rompió mi corazón.
Tres años habían pasado y no lo había vuelto a ver, quizás haya sido lo mejor, sin embargo, aun no lo superaba, todavía lo amaba…
- Santiago la cena está servida
- Ya voy má
Como verán, mi nombre es Santiago Villár, tengo 17 años, no soy muy alto, para ser exactos 1.72, soy de piel blanca, tengo cabello y ojos negros, una gran combinación. Mi vida es normal, en muchos sentidos, familia normal, amigos normales, y un amor no correspondido. En fin, lo normal.
- Y, ¿como te ha ido en la escuela? – pregunto mi padre una vez que me senté en la mesa
- Bien como siempre
La cena iba transcurriendo normal, mi hermana hablando de temas que la verdad no me importaban nada, ni si quiera sabia de que hablaban, todo iba como siempre hasta que mi mamá me pregunto…
- Y bien hijo… ¿Como se llama mi nuera? – pregunto mi madre haciéndome atragantar al instante.
- ¿a-a que viene esa pregunta? – pregunte extrañado por ese tipo de pregunta.
- Vamos hijo, puedes confiar en mí, últimamente te he visto más triste de lo normal, y algo me dice que son problemas de amor - me decía mientras esbozaba una sonrisa que no lograba entender.
- Santiago tiene novia, Santiago tiene novia – decía burlándose mi hermana.
- Cállate Melisa - dicho eso me levante deprisa de la mesa.
A que venía eso, cierto que era mi mamá, pero tanto me había dado a notar que sufría por amor?, tenía miedo, necesitaba de su consuelo, hablar de nuevo con ella, la extrañaba mucho, era la única que me entendía y sabia todo de mi.
Me apresure a subir rápido a mi cuarto intentando evitar el interrogatorio que me iba a imponerme mi madre, rápidamente busque mi celular en mi mochila para llamarla, solo ella me podría ayudar ahora…
- Uhm… diga – decía una voz del otro lado del teléfono.
- Rose… y-ya no puedo mas – dije ya con la voz destrozada y llorando.
- ¿Santi?, Santi que te sucede porque lloras – la escuche preocupada y alterada.
-...
- Vamos dime que sucede, ¿es por él cierto?
- S-si – apenas logre articular, tenía un nudo grande en mi garganta.
- Tranquilízate, dime ¿que sucedió?
- Pu-pues, hace poco…
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Acababa de llegar a casa, fue un día normal en la escuela
- Mamá ya llegue
- Hola hijo, el almuerzo esta en el horno, sírvete jugo estoy ocupada en el teléfono
- De acuerdo
- Por cierto ahora necesito que vengas a la sala, debemos hablar – dijo con un tono algo serio el cual hizo preocuparme.
15 minutos después mientras lavaba mi plato escuche decirle a mi mama
-Hijo, ven acá
Algo me decía que no era nada bueno, el tono con el que hablaba no era habitual, no lo sé, creo que era una corazonada, y al parecer tenía razón cuando la vi sentada con las piernas cruzadas y cara seria.
- Hijo, tu tía Monique va a cumplir 41 en 1 mes.
Yo asentí, ya sabía ese dato, pero aun así ¿a que venía eso a esta conversación?
- Pues mira, ella ha invitado a melisa y a ti unas semanas con ella a Londres, por que lleva tres años sin verlos y los extraña además quiere que la acompañen en su cumpleaños.
- QUE, QUE!! pero porque, yo no quiero ir, ya tengo planes con Alicia y Franco, además, aun no he salido de la escuela.
- Hijo escucha, falta poco para las vacaciones de verano, y tus amigos seguirán acá, además tu tía desea verlos, tu padre está de acuerdo y yo también además nosotros iremos pero unos días antes del cumpleaños porque tu papá no puede dejar el trabajo mucho tiempo.
- Pero mamá, yo no...
- Santiago no es si quieres, tu y melisa irán de viaje y debes cuidar de tu hermana – dijo muy decidida mi madre.
-… – no dije nada pero aun así le puse mala cara.
- Y míralo de esta forma, son vacaciones en otro país y además podrás ver a tus primos.
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- Y desde ese día no me puedo sacar de la cabeza, pu-puedes creerlo, lo volveré a ver – dije esto último con mucho dolor.
- Uhm, ya veo, Santi pero no te preocupes, se que ha de ser muy doloroso, pero no debes ponerte así, o ¿acaso piensas hacer lo mismo delante de él?, ¿piensas darle el gusto a ella?
- N-no - decía mientras me limpiaba la cara – por supuesto que no.
- Así debe ser, no debes quebrarte tan fácil, además míralo de esta manera, ¿es Londres no?, no te parece genial –exclamaba emocionada.
- Si lo sé, me emociona ir de viaje, sabes que me encanta, pero, no sé si pueda soportar verlo con ella.
- Santi se que hemos hablado esto muchas veces pero no crees que lo mejor que puedes hacer es salir con alguien para olvidarlo.
- No puedo rose, seria engañar a alguien más y a mí mismo, no soy capaz – dije muy triste
- Tienes razón, además no sufras por él, no se lo merece, si él no te quiere, se lo pierde.
- Gra…gracias – decía un poco apenado
- Santi sabes que puedes contar conmigo siempre, somos grandes amigos desde hace unos 3 años no?
- Como olvidarlo, jajaja – ya al menos me sentía mejor
- Te extraño bastante, New York es muy aburrida sin ti, aunque ya tengo una buena amiga a mi lado.
- Yo también te extraño y bueno – dije mirando la hora - Son las 11:26 PM, te dejo ya me da pena contigo.
- No tendría por qué darte, sabes que me gusta hablar contigo, pero si está un poco tarde, hablamos luego ok
- De acuerdo, y rose…
- ¿Si?
- Gracias
Al menos estaba un poco aliviado, hablar con mi gran amiga siempre me aliviaba el dolor, sin embargo no puedo evitar acordarme de él y que se forme un nudo en la garganta….
Aquel que me robo el corazón y me lo rompió, mi adorado primo.....