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Las complicaciones de Kaito por Izuspp

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Notas del fanfic:

Hola! este es el primer fanfic que escribo y publico, espero que con todas sus críticas pueda ir mejorando mi escritura poco a poco.

Es para mí todo un honor que lean mi fanfic, no es algo extraordinario pero espero que sea de su agrado.

Todo comentario y crítica constructiva son aceptados.

Los personajes que utilizo en este fanfic son los de Vocaloid, el programa sintetizador de voz, todos los derechos sobre estos personajes, pertenecen a sus respectivas compañías (Yamaha, Internet Co, Crypton Future Media )


Sin más que agregar les presento el primer capítulo de espero sean muchos más!!

-Ahhhh… ¡sí tan solo  me mirara!- un joven  de cabello azul se encontraba sentado a la mesa de la cocina de su casa. En su mano derecha tenía una cuchara y frente a él, un bote de helado de chocolate el cual estaba ya casi vacío. Su mentón reposaba sobre su mano izquierda mientras su mirada permanecía fija en el postre y luego de tragar cada porción dejaba escapar un profundo suspiro…

 

 

   Hacía ya bastante tiempo que Gakupo había llegado a la casa de los vocaloid. El nuevo integrante causó revuelo entre los habitantes de la casa. Poseía un cabello largo de un hermoso tono que combinaba perfectamente con violeta azulado de sus orbes y creando perfecta armonía junto con el níveo color de su piel de porcelana. Pero no solo su aspecto era hermoso, poseía una melódica y varonil voz que podía interpretar las más bellas canciones. Todo esto sumado a su carisma, elegancia, una delicadeza casi femenina q aun así no le hacía perder su porte y firmeza, hacían de él una persona encantadora a quien todos recibieron con los brazos abiertos y una cálida sonrisa en sus rostros. 

 

   La vida transcurría tranquila para los integrantes del grupo. Aún con sus gustos y caracteres diferentes, eran capaces de convivir juntos en perfecta armonía, con una que otra discusión o situación complicada de cuando en cuando. Mas todos se querían como si fuesen una verdadera familia. Sin embargo, el joven peliazul que ahora suspiraba en la cocina, mantenía oculto a los demás, el sentimiento que había desarrollado hace bastante tiempo hacia Gakupo. Era cierto que el pelivioleta la mayoría del tiempo era amable con todos, pero en ocasiones  dejaba salir una conducta algo exagerada y dramática. En realidad sus pensamientos y emociones simulaban a una montaña rusa con sus altibajos, curvas y vueltas. Era una persona sumamente impredecible, pero a Kaito todo eso le parecía encantador. Sin darse cuenta, poco a poco fué creciendo en él un cariño diferente por ese hombre, no era la misma manera en la que quería a los demás miembros d la familia, era algo mucho más fuerte.

 

  Le costó un poco darse cuenta de qué era lo que le ocurría. "él es un hombre y yo también, no es posible que yo esté enamorado... de otro hombre" era lo que se repetía constantemente. Cada vez que sus ojos se clavaban en Gakupo, caía en un encanto del cual le era muy difícil salir. Más de una vez Gakupo le golpeó levemente en la cabeza con su abanico, tras haberlo llamado varias veces sin obtener respuesta del "hipnotizado" Kaito. El joven peliazul, luego de un tiempo,  al fin aceptó sus sentimientos hacia esa persona.

 

   "Lo amo... lo amo pero… como puedo hacer que él me ame a mí?". Allí sentado con su bote de helado, pensaba en si al menos tenía una leve oportunidad de hacer siquiera que Gakupo se fijara en él.

-Mis cualidades? mmm bueno sé cantar bien... Aunque todos aquí lo hacen.,.. ahgg- dejó su cuchara de lado para revolver su cabello algo frustrado. Él mismo sabía que no se le podía calificar como inteligente. Y aún si lo era aún quedaba eso:

-Somos hombres...-

 

   Kaito no podía dormir por las noches. Le daba vueltas a su problema una y otra vez, y  constantemente soñaba despierto con el día en que su deseo se hiciese realidad. Mas eran solo sueños, y ya se había ganado regaños por parte de todos los habitantes de la casa a causa de los problemas que causaba sin intención.

 -¿Qué demonios te ocurre?!!- preguntó una enojada Meiko mientras le reprendía en su habitación

.-Platos y adornos rotos, comida quemada, canciones arruinadas y objetos fuera de lugar! - enumeraba con sus dedos algunos de los tantos errores del peliazul.

-¿Y ya viste como se puso Rin cuando lavaste su blusa favorita con mi falda y se tiñó de rosa?!- continuaba reprendiendole.

-¡Discúlpame! ¡Discúlpame Meiko-san! Prometo que no volverá a pasar- un sumiso Kaito se extendía sobre el piso de la habitación, haciendo una reverencia frente a la chica, la cual le observaba reprobatoriamente.

-¡Disculpándote no arreglas nada tonto! Tienes que comenzar a poner atención en lo que haces- le hablaba con tono imperativo y evidente molestia.

-Está bien... Lo intentaré...-dijo Kaito cual niño travieso a quien su madre acababa de regañar.

-¡Más te vale comenzar a comportarte! Porque la próxima semana una nueva integrante se nos unirá y no quiero que le causes molestias desde el principio- anunció la mujer.

-Una nueva chica?- en efecto, Meiko había recibido la noticia de que una nueva chica se les uniría.       

 

  El día de la llegada de la nueva integrante, todos se levantaron temprano al escuchar los golpes de Gakupo sobre las puertas de sus habitaciones.

-¡Hoy es el día! ¡Levántense todos! Tenemos que hacer los preparativos para recibir a nuestra nueva integrante-exclamaba el pelivioleta mientras golpeteaba en las puertas.

 

  La mañana transcurrió de manera agitada. Gakupo les obligó hasta a limpiar sus habitaciones. Ya en la tarde todos se encontraban descansando de la limpieza anterior. Rin y Len jugaban un videojuego, Meiko leía una revista y Kaito observaba a los gemelos mientras comía su helado. Pero Gakupo se encontraba en la cocina preparando una gran cena, ayudado por Miku.

 

 -Estás muy emocionado con todo esto Gakupo-san..- comentó la chica, sonriéndole.

-¿Eh?...bueno, me sentí muy feliz cuando llegué aquí y todos me recibieron tan cálidamente, ¡y quiero que nuestra nueva amiga se sienta igual que yo!- confesó esbozando una hermosa sonrisa a la cual la chica contestó con una muy alegre.

 

La noche calló y con ella la espectativa de la llegada de la chica.

-¿Cómo será? ¡Espero que podamos ser buenas amigas!- exclamó Rin emocionada.

 -Ojalá y no le guste el helado..-comentó Kaito temeroso de que le pudiese quitar su provisión del frío postre.

-¡Tú deja de decir estupideces! ¡Yo espero que le gusten las fiestas!- exclamó Meiko muy animada.

 

   Todos estaban sumamente emocionados, entonces el timbre de la puerta se escuchó

-¡Yo abro! ¡yo abro!- exclamó Rin y corrió a la puerta para abrirla.

-Pasa por aquí, ¡todos te están esperando!- se escuchó la voz de la rubia e inmediatamente apareció en el portal de la puerta halando de una mano femenina, de la cual el cuerpo apareció seguidamente.

 

  Todos los vocaloid adoptaron una expresión de sorpresa, al admirar a la nueva joven que integraría su grupo. Esta era realmente hermosa, su cabello rosa era largo y sedoso, su piel tersa y su rostro simulaba al de una muñequita de porcelana, en sí ella era casi perfecta.

 

-Muy buenas noches tengan todos, mi nombre es Megurine Luka y es un placer conocerlos, ¡espero que podamos ser una gran familia!- la chica habló con voz tenue pero firme, poseía una muy bella voz y de seguro cantaba espléndidamente, de eso no les quedó duda alguna.

 

   Uno a uno los demás habitantes de la casa se fueron presentando con la chica, cada uno explicándole su nombre, sus gustos y dedicándole cariñosos abrazos y sinceras sonrisas, todos estaban realmente felices de poder recibir a la joven en su familia.

 

-Luka-dono… hemos preparado una cena especial con motivo de tu llegada, haznos el honor de pasar al comedor para poder comer….- Gakupo habló educadamente a la chica,  sonriéndole de manera amable, la pelirosa quedó enseguida prendida de aquella bella sonrisa, y en sí, de todos los vocaloid, Gakupo le había llamado mucho más la atención. Un sonrojo leve se apoderó de sus mejillas, dándole un bello tono a su piel, se limitó a sonreír y a pasar al comedor, seguida por todos los demás quienes ocuparon su lugar a la mesa.

 

 

   Luka se había adaptado perfectamente a la vida en la casa, hablaba con las chicas y con los chicos por igual, cantaba con ellos, y se divertían mucho, aunque a veces podía ser un poco vanidosa, eso no les importaba a los demás quienes la acogieron perfectamente y en unas pocas semanas ya era parte de la familia.

 

-Tengo que hacer algo… no quiero que esto se quede así pero si le digo… puede que llegue a odiarme y no quiero eso… me conformaría con ser su amigo para siempre si de ese modo pudiera estar siempre a su lado…-Kaito se encontraba solo en su habitación, hablándole a un muñeco de peluche, el cual abrazó fuertemente al pronuncia la última frase.

 

  Aún se encontraba bastante confuso, no sabía que hacer, una parte de él deseaba con todas sus ganas confesarle sus sentimientos a Gakupo, pero tenía muchísimo miedo que él dejara de tenerle estima por semejante ocurrencia, si ya últimamente el pelivioleta se había vuelto más agresivo para con él de lo normal y todo debido a sus torpezas.

Tampoco podía contarle de su problema a nadie de la familia, no sabía como iban a tomar eso de que fuera gay.

“¿Gay? ¡Yo... yo no soy gay! Simplemente me he enamorado de él… pero no tiene nada de malo… uno no puede mandar en su corazón y no se puede controlar de quien se enamora…” trataba de convencerse a sí mismo. Se recostó en la cama y comenzaba a quedarse dormido cuando el sonido de un leve golpeteo en la puerta de su cuarto le despertó.

 

-¡Kaito-san!! ¿Puedo pasar?- la voz de  Luka se escuchó del otro lado de la puerta, Kaito se puso de pie de inmediato y abrió la puerta, sonriendo alegremente.

 

-Luka-chan! Pasa por favor…- dejó que la joven entrara y se sentara sobre la cama y cerró la puerta nuevamente.

 

-Es extraño que me visites en mi habitación, pero dime,¿Qué se te ofrece?- interrogó curioso, ya que en efecto, era algo inusual que la chica llamara a su puerta, de hecho, era la primera vez que pasaba.

 

-Bueno… verás…-la chica se notaba algo nerviosa y en sus mejillas se podía observar un evidente sonrojo.

-Sé que acabamos de conocernos… y que no está del todo bien… pero ya he hablado con las chicas y ¡ellas me apoyan!- desvió su mirada de la confusa cara de Kaito quien no estaba comprendiendo nada de lo que la jovencita decía.

 

-En fin… solo quería que supieras que… ¡ que estoy enamorada!!!!-

 

 

Continuará...

Notas finales:

Espero que les haya agradado el capítulo, repito que fué el primero que he escrito en toda mi vida, de manera que tiene muchas imperfecciones y por eso necesito de las críticas de todos ustedes para continuar mejorando.


Muchas gracias por leerlo!!!


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