Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El poder de su mirada por anzu_brief

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Un pequeño one-shot dedicado a la pareja más candente de Death Note.

¿My hell?

 

Cada día y cada noche, en sus pesadillas y en sus pensamientos más conscientes, Raito tenía miedo. Pero no era un miedo común, de ese que tan frecuentemente visita a los imperfectos seres mortales en las tinieblas que preceden al alba: miedo a la muerte, miedo a la soledad, miedo al dinero... Se trataba de algo distinto: más simple, más profundo, muchísimo más peligroso.

Raito se temía a sí mismo.

A veces, cuando el día era hermoso y la esperanza brillaba en el aire, se encontraba dudando si es que dicho sentimiento no sería nada más que la materialización de loas oscuras sospechas de aquel azabache que lo acosaba. Pero por más que deseara creerlo, la ilusión apenas duraba un instante, y al segundo siguiente la verdad volvía a cernirse sobre él, clara, concisa, amenazante.

Porque él era Kira.

Podía continuar negándoselo al mundo, a su padre, a sus discípulos, incluso a él... mas no a sí mismo. Él era Kira. O lo había sido. O más correcto sería decir que, con toda probabilidad, volvería a serlo en el futuro. ¡Y Dios! ¡Cuánto odiaba aquel nombre! Nadie podría sospechar jamás hasta qué punto lo odiaba.

Cada vez que él lo expulsaba de sus labios... en cualquier momento. De día o de noche, mientras sus mentes se hallaban inmersas en el proceso del caso, o mientras sus cuerpos se encontraban sumidos en el del contrario. Entonces... esa palabra, y Raito deseaba matarlo.

Lo deseaba porque sabía que era cierto. Aún contra su voluntad, la tentación era demasiado poderosa para ser rechazada. No sabía cómo, pero lo sabía. Lo había sido en el pasado y volvería a serlo en el futuro. Y él, L, saldría de su vida para siempre.

A veces, Raito despertaba agitado en mitad de la noche y contemplaba a la figura sin nombre que velaba desnuda a su lado. Se preguntaba en qué punto del camino habían comenzado aquella relación física y tormentosa que únicamente servía para discutir el ego entre ambos.

Por qué permitió que fuera él quien lo tomara aquella primera vez (tal vez considerando que Kira se sentiría ultrajado a causa de ello), y por qué continuaban luchando por la supremacía desde entonces.

Se preguntó si acaso L gustaría de llamarlo Kira en medio de la posesión para recordarse a sí mismo quién era él, y el límite estricto al que debía someter a sus sentimientos; y si acaso el nunca pronunciaba nombre alguno, a falta del verdadero, por motivos similares.

Por encima de todo, la cuestión que abordaba su mente cada noche, era la tormenta de no saber nunca qué habría sido de ellos si el arma de Kira, cualquiera que fuese, hubiera llegado antes a manos de L que a las suyas.

¿La habría aceptado el detective? ¿Se habría propuesto limpiar el mundo con la misma determinación y conciencia del primer Kira?

L juraría que no, pero Raito nunca encontraría consuelo en aquella respuesta, no mientras no supiera con total seguridad que era la verdadera.

Y aquella noche, estando tan cerca de atrapar a Kyousuke Higuchi, el joven superdotado presintió que el fin se acercaba y clavó sus uñas en la espalda de L con más fuerza que nunca, deseando dejar muda huella de su presencia, aún si esta no fuera otra cosa que un rastro de dolor y agonía.

Tal vez L también intuyera algo extraño, pues sus embestidas se tornaron profundas y letales, y sus dientes mordieron el cuello de su único rival, compañero, amigo y amante hasta palpar y chupar el sabor de su sangre. Sus cuerpos fusionándose en uno una vez más.

...

 

 

 

El plan tuvo éxito y ni una cosa resultó fuera de lo planeado. Capturaron a Higuchi y Raito fijó sus ojos en el cuaderno de tapas negras, al alcance de su mano. Un escalofrío recorrió su cuerpo y deseó tocarlo más que cualquier otra cosa. Pero la inteligencia y premeditación del genio, fueron sencillamente vencidos por los sentimientos que inspiraban en él un par de ojerosos ojos negros.

- Raito-kun, ¿ocurre algo?

L había posado la mano sobre su hombro y lo observaba con auténtica y genuina preocupación, sin rastro de la habitual suspicacia en sus gestos. Raito agitó la cabeza sin atreverse a pronunciar respuesta..

No. Nada estaba bien. Pero podría estarlo.

- Ryuzaki, por favor – suplicó al azabache por primera vez –. No acerques a mi ese cuaderno. No dejes que lo toque. ¡Destrúyelo! ¡Quémalo! Haz que desaparezca para siempre.

L fijó la vista en sus ojos con un brillo y una comprensión que superaba la normal, y Raito estuvo seguro, por más de un instante, que se negaría, reiteraría sus sospechas, y lo obligaría a tocar el Death Note para confirmarlas.

Pero quizá, por primera vez, el detective la sorprendió.

- Matsuda-kun – se dirigió al policía en cuyas manos reposaba el cuaderno en aquellos instantes –: quémalo.

Y ante las muecas de sorpresa y disconformidad, puesto que el policía no parecía dispuesto a obedecer tempranamente, el propio L se acercó, tomó el encendedor de su bolsillo, lo prendió y acercándose, dejó que la llama contagiara al cuaderno y lo consumiera hasta que no quedara otra cosa que sus sucias cenizas.

L miró a Raito y no dijo ni una palabra, pero aquella noche, en la oscuridad de su dormitorio, con las muñecas aún unidas de forma inexplicable, L pronunció su nombre por primera vez. Y entre resuellos, con sus cuerpos entrelazados, él mismo se delató.

- Raito...

- Elle...

Por vez primera, las barreras invisibles que los separaban se habían desvanecido, y Raito pensó que había esperanza para ellos.

Notas finales:

¿Qué os ha parecido? ¿Reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).