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Nuestro futuro por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!!! Ahh, todavía recuerdo el día que me puse a planear cómo serían los hijos de Sasuke y Naruto y cree toda una nueva generación (Kyuu: Mentira, en realidad no se acuerda, sólo quería empezar el fic diciendo algo profundo ¬¬0). Cofcof, dejando eso de lado, hoy tengo el placer de darles la bienvenida a lo que muchas pidieron, ¡la secuela de Hacia nuestro futuro! Está ubicada 4 años después de la primera parte. Aquí les pongo un link, es el documento con los nuevos perfiles de los niños; les recomiendo que lo lean para que entiendan mejor la trama. Ahora sí: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer:Los personajes de la serie Naruto lamentablemente no son míos, pero todos los niños me pertenecen, ¡así que no te quieras llevar el crédito por ellos también, Kishi-sensei!

CAPÍTULO 1: UN NUEVO COMIENZO

 

La sublime aldea de Konoha, la cual desde años atrás vivía en una gran calma y paz con las otras aldeas Ninja, próspera en el desarrollo de sus habitantes, todo llevado de la mano gracias a su formidable líder, el Rokudaime Hokage, uno de los grandes héroes de la aldea a quien todos sus subordinados seguirían hasta el mismo infierno.

 

Namikaze Uzumaki Naruto, el actual Hokage, estaba sentado en su escritorio contemplando la ventana. Nara Shikamaru, su asistente, llegó con algunos documentos.

-Disculpe, Hokage-sama... ¿Qué sucede?

-Nada –suspiró

-Pareces melancólico.

-Mmm... Puede que un poco –sonrió-. Es que me cuesta un poco de trabajo creer que el tiempo vuele tan pronto.

-Es parte de la vida. Deberías estar contento, ya tienen fecha, ¿no?

-Sí, el veintidós de Julio, día que Yuuzuki cumplirá dieciocho años. Y claro que estoy contento, mi hijo lleva años soñando con ello. Es sólo que comienzo a sentirme viejo, supongo.

-Baka, si muchos te envidian porque pareces varios años más joven de lo que eres. Míralo por este lado: supongo que luego de la ceremonia pasará poco tiempo para que tengas nietos corriendo detrás de ti.

La imagen de dos pequeños, uno azabache y otro pelirrojo, cruzó por su mente. Ambos corrían hacia él gritando "Naruto Ojii-chan, Naruto Ojii-chan". Una sonrisa boba adornó al ojiazul.

-Jejeje, eso será algo fantástico.

 

Mientras tanto, un joven y atractivo azabache de ojos azules caminaba por el barrio Uchiha. Su nombre era Uchiha Shizui, el primogénito del Rokudaime Hokage y del Capitán de la fuerza Anbu, un admirable y respetado jounin, actual maestro del equipo siete. Venía de regreso luego de haber estado dos semanas en una misión con otros jounin. Tomó la perilla de la puerta y sonrió, pues sabía quién lo recibiría.

-Estoy en casa –anunció empujando la puerta

-¡Bienvenido, Shi-chan!

Un guapo pelirrojo de ojos color aguamarina corrió hacia él y lo abrazó con fuerza. Se trataba de Sabaku no Yuuzuki, el hijo menor del actual Kazekage y su esposo y guardaespaldas. Shizui lo tomó del mentón y le plantó un apasionado y cariñoso beso.

-Te extrañé tanto, Yuuzuki.

-Yo también –lo miró de arriba a abajo-. ¿Estás herido?

-Tuve unos cuantos rasguños, pero ya sanaron.

Tomó de la mano al menor y lo llevó a sentarse en la sala para apresarlo entre sus brazos.

-Me moría por verte –le susurró, besando su nuca-. Ya no puedo esperar los días que faltan.

-Son sólo dos meses más –rió y miró con ternura el anillo en su mano izquierda-. En cuanto cumpla los dieciocho años finalmente podremos casarnos.

Así es, luego de haberle pedido matrimonio de manera indirecta, Shizui fue a Suna para hablar seriamente con Sai y Gaara. Sasuke decidió acompañarlo por si las cosas se salían de control. El pintor estaba encantado con la idea de entregarle la mano de su pequeño al primogénito de su amigo más preciado (Naruto), Gaara dijo que como Yuuzuki también lo deseaba no había problema, pero debían esperar hasta que él fuera mayor de edad. Y Hayate... bueno, digamos que Shizui entendió en carne propia por qué decían que su mejor amigo podía volverse más temible que su papá cuando solía tener a Shukaku. Sin embargo, como el Uchiha estaba tan feliz porque sus suegros le concedieran la mano de su novio, ni siquiera reaccionó cuando el primogénito Sabaku estuvo a punto de hacerle un ataúd de arena, cosa que no logró gracias a la oportuna intervención de Yuuzuki.

-Ah, sí. Mi-chan me dijo que cuando volvieras fuéramos a cenar con ellos.

-Me parece bien –arrugó el ceño-. Debo aprovechar a mi imouto antes de que Hayate me la quiera robar.

-Bueno, no puedes culparlo –rió-. Tú le arrebataste a su único y adorado otouto.

 

-¡Itachi, deja eso!

-Tengo hambre, nee-chan.

-Sí, pero todavía no está listo.

-Ya terminé la sopa, nee-san.

-¡Gracias, Fu-chan!

Uchiha Miku, una excelente jounin que se encontraba en pruebas para entrar al Anbu; Namikaze Fumiya, considerado un genio, él ya perteneciente al grupo de reconocimiento del Anbu (aunque cuando no va a ese tipo de misiones se la pasa con su antiguo equipo) y Uchiha Itachi, a punto de graduarse de la Academia Ninja, reconocido como uno de los mejores de su generación aunque es algo perezoso y bromista; ellos eran los otros tres orgullos de Sasuke y Naruto, pues cada uno se las había arreglado para ganar el respeto de los aldeanos por sus propios méritos más que por sus apellidos. Oyeron tocar la puerta mientras seguían preparando la cena.

-Yo voy –dijo Itachi y corrió a abrir con alegría-. ¡Hola, aniki, Yuu nii!

-Buenas noches, Ita-chan –saludó el pelirrojo

-¡Shi-chan aniki! –corrió Miku a abrazarlo-. Qué bueno que volviste. Te echamos de menos.

-Gracias, Miku –le acarició el cabello-, yo a ustedes también.

-La casa no es lo mismo sin ti, aniki –añadió el rubio

-Bienvenidos –saludó Fumiya llegando con ellos

-Otouto, no sabía que también habías vuelto de tu misión.

-Apenas regresé ayer. Vamos a la sala, Otou-san y Otou-chan no deben tardar.

 

Sasuke y Naruto caminaban por el barrio Uchiha; ambos habían tenido un largo día de trabajo y sólo querían llegar a casa, cenar con sus hijos y descansar.

-Los chicos ya deben estarnos esperando –comentó el rubio

-Sí –su esposo lo tomó de la mano-. Últimamente van escaseando los días que podemos verlos a todos juntos.

-Era de esperarse. Están creciendo, cada uno formando su vida –suspiró-. Se acerca el día en que dejarán la casa y tendrán sus propias familias.

-Cuando lo dices así suena deprimente.

-Lo sé. Pero miremos el lado bueno –sonrió-: tendremos muchos nietos a los cuales consentir.

-Dobe –sonrió también-. Aunque tú ya tienes nietos, ¿no? Los hijos de esos mocosos.

-Ay, teme, no puedo creer que los sigas llamando así. Takuma e Izumi ya son todos unos adultos y hasta tienen a sus mellizos. Creo que están buscando emparejar a Yashiro, dicen que ya es hora de que asiente cabeza.

-Seguro él está con las mismas ideas liberales de Kai y Shiro.

 

Llegaron a la puerta de su casa y escucharon muchas voces alegres provenir desde adentro.

-Ya vinimos, chicos –sonrió Naruto

-¡Bienvenidos, Otou-chan, Otou-san!

-Buenas noches, Sasuke-san, Naruto-san.

-Huele delicioso –dijo el rubio

-Por supuesto, si la gran Uchiha Miku hizo la cena, jajajaja. Con ayuda de Fu-chan, claro.

-¿Quieres que ya pongamos la mesa? –preguntó el pelirrojo

-Sí,  muero de hambre.

-Yo igual –apoyó Itachi

-¿Qué tal la misión, hijo? –preguntó Sasuke a su primogénito

-Sin problemas, Otou-san.

-Ahh –habló Itachi-, eso me recuerda –estiró la mano hacia sus otros dos hermanos-, páguenme.

-Rayos. Te tardaste mucho, Shi-chan aniki –dijo la chica dándole unos billetes al menor

-¿De qué hablan? –preguntó Yuuzuki

-Apostamos cuánto tardarías en regresar –explicó el rubio pequeño-. Nee-chan dijo que como Yuu nii ya vive aquí te tardarías una semana, y nii-chan dijo que serían semana y media.

El azabache miró a Fumiya, incrédulo.

-¿Tú también, otouto?

-Me obligaron a participar –se encogió de hombros y le pagó a su hermanito

-Es un poco deprimente que mi familia haga apuestas a costa mía –murmuró

-Jejeje, no es para tanto –consoló su novio

 

Se sentaron a cenar en total tranquilidad, platicando amenamente. Shizui miraba a Sasuke intentando detener una de las habituales peleas entre Miku e Itachi, a Naruto hablando feliz de la vida con Fumiya y Yuuzuki. Sonrió, amaba tanto a su familia. Y muy pronto su querido pelirrojo formaría oficialmente parte de ella.

-Oh, sí –habló Miku-, mañana iré a ver las flores para la boda y las telas para los trajes. ¿Seguros que puedo escogerlas a mi gusto?

-Sí, nosotros no somos buenos para eso –dijo su hermano

-Lamento que tengas que encargarte de todo a pesar de estar muy ocupada, Mi-chan.

-Ni siquiera lo digas, Yuu-chan. Es la boda de mi aniki y mi cuñadito, todo debe salir perfecto.

-Eso me trae recuerdos –sonrió Naruto a su esposo, quien se avergonzó un poco

-¿Qué tal fue su boda, Otou-chan? –preguntó Itachi

-Pues bastante sencilla, sólo invitamos a nuestros amigos más cercanos.

-A nosotros nos hubiera gustado algo así –comentó Shizui-, pero Otou-san tiene razón.

-El hijo del Hokage y el del Kazekage contraerán nupcias -recitó Sasuke las mismas palabras con las que convenció a su primogénito-, es un evento muy importante para ambas aldeas.

 

Tras la cena platicaron otro poco y luego los futuros esposos se despidieron del resto de la familia.

-Que pasen buenas noches –deseó Yuuzuki

-Ustedes igual –dijo Naruto

-Nos vemos mañana –dijeron Miku e Itachi, Fumiya sólo asintió

-Se ven muy felices –comentó Sasuke al verlos alejarse

-Claro, están con su ser amado –sonrió su esposo-. Espero que con el tiempo Shizui no pierda el romanticismo, así como tú.

-Oye, usuratonkachi, nunca fui precisamente romántico. Sólo recuerda mi patética declaración de amor.

-Jajaja, tienes razón.

 

Tomados de la mano, los otros dos caminaban rumbo a su hogar.

-Sólo llevas tres semanas aquí, Yuuzuki, pero veo que te has adaptado muy bien.

-Bueno, vine muchas veces antes, Konoha siempre ha sido mi segundo hogar. Además todos han sido muy amables conmigo, me han hecho sentir cómodo y bienvenido.

Shizui sonrió. Sabía que sería difícil para su novio dejar Suna, a su familia y amigos, pero le alegraba ver que estaba dando su mayor esfuerzo.

-Lo que me sorprendió fue que aceptaras la casa aquí en el barrio Uchiha, Shi-chan. Al inicio estabas un poco renuente.

-Sí, creía que de hacerlo seguiría dependiendo de mis padres, pero luego de que Otou-chan habló conmigo me pareció la mejor decisión.

 

Llegaron a su casa. Cada quien se puso su pijama y fueron a acostarse. Yuuzuki tenía recargada la cabeza en el pecho de su novio, el cual le rodeaba con sus brazos la cintura.

-Me encanta tenerte así –declaró el ojiazul

-Shi-chan, haces comentarios pervertidos.

-Culpa a mis genes Uchiha –lo besó-. Sabes que te lo prometí, que no haríamos el amor hasta no estar casados así tenga que aguantarme las ganas.

-Me gustaría decir que eres muy respetuoso –le acarició la mejilla-, pero sé que tomaste esa decisión porque Naruto-san ya estaba embarazado de ti antes de casarse y todo porque no sabía que tomó el tratamiento de fertilidad.

-No me lo recuerdes –contestó con tristeza

-Tienes complejos muy curiosos, Shi-chan –besó su mejilla-. Mejor descansa, mañana debes trabajar.

-Seguro te aburres aquí solo en casa.

-Un poco –admitió-, pero en cuanto nos casemos seré aceptado como Ninja de Konoha y podré volver a hacer misiones. Buenas noches.

-Que descanses, Yuuzuki.

 

La mañana llegó con tranquilidad. Desayunaron juntos y luego el moreno salió de casa. En el camino se topó con Fumiya, quien iba a la oficina del Hokage para que le asignaran misión, pues estaba libre de su trabajo como rastreador.

-Nee-san salió muy temprano –dijo el pelirrojo-. Parece que Madoka iba acompañarla a ver los preparativos de tu boda.

-Creo que está más emocionada que yo. Por cierto, ¿a ti cómo te ha ido con Kazuomi?

-Es un baka y lo sabes –contestó-. No sé por qué me preguntas por él.

-Simple curiosidad –sonrió divertido, pues su hermano seguía negándose sus sentimientos

 

Shizui llegó al campo de entrenamiento donde dos niños (uno de cabello castaño claro y otro de cabello azul) y una niña (pelinegra) lo esperaban. Sus nombres eran Kuon, Masaru y Aoi, el actual equipo siete, sus orgullosos alumnos.

-Buenos días, sensei –saludó Aoi

-Buenos días, chicos.

-Ya estamos listos para el entrenamiento –declaró Kuon

-Sí, ya verán los del equipo ocho que nosotros somos los mejores –dijo Masaru

-¡Cierto, cierto! –apoyaron sus compañeros

-Tranquilos, sé que tienen prisa por volverse fuertes, pero hay que tomarnos las cosas con calma.

-¿Iremos de misión o entrenaremos? –preguntó Masaru

-Hoy sólo entrenaremos taijutsu porque es donde todavía tienen muchos puntos que perfeccionar. Demos nuestro mayor esfuerzo, ¿entendido?

-¡Sí! –gritaron emocionados

Tal y como alguna vez se lo prometió a su maestro Yashiro, ya estaba más que listo para entrar al Anbu, pero primero seguiría la tradición dejada por sus antecesores y entrenaría a un equipo genin.

-<<Ahora comprendo por qué Otou-chan se encariñó tanto con sus alumnos>> -pensó, sonriendo

Cierto, ya habían pasado varios años, pero hasta ese momento la vida en Konoha era plena y feliz.

 

~~~~~~~~~~ MEMORIAS DE FAMILIA ~~~~~~~~~~

 

***** MEMORIA I *****

 

Shizui (16 años) sonreía bobamente mirando hacia la nada. El resto de su familia lo observaba con preocupación.

-Hijo –llamó Naruto-... ¿estás bien?

No obtuvo respuesta.

-Ha estado así desde que Yuuzuki regresó a Suna –señaló Sasuke

-Aniki –habló Itachi-, tu comida se está enfriando.

Miku se levantó y lo zarandeó.

-¡Shi-chan aniki! ¡No vayas hacia la luz!

-Dudo que sea para tanto, nee-san –comentó Fumiya y miró al mayor-. Aniki, ¿ahora qué hiciste? O mejor dicho, ¿ahora por qué esperaremos a que Hayate baka venga a intentar asesinarte?

-Jejeje –reaccionó-, no es nada que no sepan que pasaría algún día.

Sus padres voltearon a verse, desconcertados.

-Explícate, Shizui –exigió Sasuke

-Otou-san, tú una vez me dijiste que hay momentos en que debemos tomar decisiones que marquen el rumbo de nuestras vidas.

-Lo recuerdo. ¿Eso qué tiene que ver?

Pero fue Naruto quien entrecerró los ojos, comprendiendo algo.

-Shizui... No me digas que por eso me preguntaste sobre anillos de...

Los tres menores miraron la amplia sonrisa de su hermano, quien asintió feliz.

-¡Kyaaa! –gritó emocionada la pelinegra- ¡Shi-chan aniki va a casarse con Yuu-chan!

-¡Yuu nii será por fin miembro oficial de la familia! –apoyó Itachi

-Felicidades, aniki.

-Gracias, otouto.

-Cofcof –tosió su padre-, Shizui, siempre te hemos dejado tomar tus decisiones porque eres consciente de tus actos aunque a veces no lo parezca.

-Es cierto –apoyó Naruto-. La verdad es que hemos tratado de mentalizarnos de que saliste demasiado espontáneo para tu edad, pero esto es demasiado... drástico.

-No nos oponemos a que suceda. Al contrario, sabemos que para ti sólo existe Yuuzuki. Pero quiero que recuerdes que tienes dieciséis años y él sólo tiene catorce.

-Y la edad mínima para casarse es a los dieciocho años –le recordó su esposo

-Tranquilos, todo eso lo sé. Simplemente quería asegurarme de tener algo para que ninguna otra persona pueda arrebatármelo.

Ambos adultos suspiraron más tranquilos.

-¡Me muero por tener sobrinos! –dijo la chica- Serán unos niños hermosos.

-Yo los llevaré al Ichiraku a comer ramen -comentó Itachi

-Y les enseñaremos a usar el Sharingan –apoyó su hermana

-¿De qué te ríes, dobe?

-Nos casamos y tuvimos hijos muy jóvenes. Tendremos mucho tiempo para disfrutar a nuestros nietos, jajajaja.

Sasuke miró a su primogénito haciendo planes con sus hermanos y sonrió. Naruto tenía razón, ver jugar a sus nietos y consentirlos iba a ser un placer.

 

***** MEMORIA II *****

 

Shizui (20 años) se encontraba entrenando en el bosque. Finalmente en un par de meses Yuuzuki llegaría a Konoha para comenzar a vivir juntos. Necesitaba meditar, pues el día anterior su padre le había dicho que acondicionara una casa en el barrio Uchiha para que vivieran ahí, sólo que el azabache no estaba convencido del todo. Lanzó un kunai, pero no dio en el blanco.

-Qué raro verte tan distraído.

-¡Otou-chan!

Naruto le sonreía recargado en un árbol.

-¿Por qué estás aquí? Deberías estar en la oficina.

-Bueno, decidí darme una escapada.

-Shikamaru-san y Otou-san volverán a regañarte.

-Jajaja, no le des importancia –caminó hacia él y tomó asiento en el suelo-. ¿Y? ¿Vas a decirme qué es lo que te tiene así?

El Uchiha se sentó a su lado sin mirarlo.

-Es por lo que Sasuke te dijo ayer, ¿verdad?

-Sí, es que... Admito me tomó por sorpresa.

-Yo no le veo nada de malo a su oferta.

-Lo que pasa es que yo supongo que cuando una pareja se casa es para independizarse. Siento que si acepto la oferta de Otou-san seguiré dependiendo de ustedes.

El rubio comprendió su preocupación. Su primogénito siempre había querido hacer las cosas por él mismo, desde pequeño. Pero también, existía una parte de la historia familiar que no conocía del todo.

-Shizui, tú sabes que hace muchos años hubo una masacre en el barrio Uchiha, ¿verdad?

-Sí, cometida por Itachi Oji-san aunque él tuvo sus razones. Eso es todo lo que Otou-san nos ha dicho.

-Y yo no voy a añadir nada más –aclaró, viendo la desilusión en el rostro del joven-. Tanto Sasuke como yo tuvimos una infancia muy difícil, no creo que puedan imaginarse cuánto y tampoco quiero que lo hagan. Por eso mismo cuando formamos una familia él dijo que algún día le gustaría ver de nuevo con vida ese lugar.

-Vaya...

-Él perdió a toda su familia, yo nunca pude hacer recuerdos con la mía, por eso queremos que ustedes sean felices. Te pido que lo comprendas y entonces sí tomes una decisión.

 

Por la noche se reunieron a cenar, sólo faltaba el pelirrojo quien se encontraba de misión.

-Otou-san –llamó el ojiazul menor-, estuve pensándolo y decidí aceptar vivir aquí en el barrio Uchiha con Yuuzuki.

-¿De verdad?

-Sí –sonrió-. No te prometo tener cuatro hijos, aunque me encantaría, pero ayudaré para que este lugar vuelva a estar lleno de vida.

-Muchas gracias, hijo –agradeció con sinceridad

Shizui cruzó sus ojos con los de su rubio progenitor, quien asintió. Naruto tenía razón, él, como el mayor de la familia, le mostraría a su padre que lograría restaurar el orgullo del clan Uchiha, esta vez compartiendo su sangre con la del Namikaze-Uzumaki.

 

~~~~~~~~~~MEMORIAS DE FAMILIA, END ~~~~~~~~~~

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Kyyaaa!! Amo a estos niños, por eso decidí darles el gusto a todas su fans y traerlos de vuelta ya más creciditos, jeje. De una vez les aviso que este fic lo actualizaré cada dos semanas. Al escribir esto tengo avanzada la historia hasta el capi 7 de un total de 12 (Kyuu: Si las cuentas no fallan). Como siempre saben que esperaré sus reviews con quejas, saludos, felicitaciones, porras, pedradas, jitomatazos, amenazas, bombas, flores, cebollazos y demás. Ya están también Be my love y Cosas de familia. Se me cuidan mucho y nos leemos en otra ocasión, bye byeeee!!


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