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Nuestro futuro por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Espero que hayan tenido un buen inicio de año XD Muchas gracias por todo su apoyo, espero seguir contando con ustedes también este 2011, jeje. Bueno, ¿recuerdan el asunto del plagio de Hacia nuestro futuro? (Kyuu: Cómo olvidarlo si casi llamas a las armas ¬¬) Pues la chica responsable ya eliminó el fic. No hubo disculpas hacia mi persona, aunque tampoco las esperaba, la verdad, pero lo que quería ya se logró, así que gracias a quienes me ayudaron!! (Kyuu: A Higa-chan lo que le molestaba era que se tomara el crédito por sus locuras -_-). Pero pasemos a otras cosas y mejor disfruten de este capítulo: ¡¡a leer!!

 

Cuadro de honor: Eminahinata, miki (no lo había pensado o.o) (Kyuu: No le metan ideas, tiene otros fics pendientes ¬¬), Sora-chan, EveUsagi (claro que sí, si quieres pásame tu correo para agregarte a mi msn XD), Saori Kamui (gracias!! Y sí, sigo en pie de guerra con ese plagio, jeje), marizu194, sayu-san, NaryMusik, Emina2040, KIRAdesu (gracias, y sí, mi lucha sigue!!), dark_sama, tsimi13, Itzel (seeh, el teme ocupa que lo maltraten de vez en cuando, jaja) y hotaru_neko_flowright

 

Disclaimer: Los personajes de la serie Naruto lamentablemente no son míos, pero todos los niños me pertenecen, ¡así que no te quieras llevar el crédito por ellos también, Kishi-sensei!

CAPÍTULO 11: DESPEDIDA DE SOLTERO… O ALGO ASÍ

 

Varios días habían pasado y muchos de los pacientes estaban siendo dados de alta. En una de las camas del hospital un pequeño rubio emitió un gemido y abrió con pesar sus ojos negros.

-Quiero ramen… -balbuceó

-¡Itachi!

Toda su familia y la familia Sabaku lo miraron con alegría. La primera en reaccionar fue Miku, quien lo abrazó con fuerza.

-Nee-chan, duele –le dijo, pero sin deshacer el abrazo

Ella se apartó para darles paso a sus padres. Naruto también lo abrazó lo más fuerte que pudo.

-Lo que hiciste fue muy arriesgado –regañó

-Tenía que hacerlo –sonrió el pequeño-. Soy su hijo, ¿no?

-Eso es cierto, dobe –dijo Sasuke con presunción y le acarició la cabeza al niño-. Estamos muy orgullosos de ti, Itachi.

-¿De verdad? ¡Gracias, Otou-san! Por algo llevo el nombre de mi genio Oji-san y cumplo años el mismo día que Ero-sennin Ojii-chan, jejeje.

-Discúlpanos, ototuto-chan –habló Shizui-, no llegamos a tiempo para ayudarte.

-Aniki tiene razón –dijo Fumiya con pesar

-No digan eso, aniki, nii-chan –se señaló con orgullo-. Yo también seré un gran shinobi, es hora de que comience a seguir mi camino.

-Si no fuera porque sacaste los feos ojos del bastardo sería como ver de nuevo a Naruto cuando niño –declaró Sai con gracia

-Estúpido –soltó el Uchiha mayor

-Pero si tú lo conociste hasta años después –le recordó Gaara a su esposo, luego miró al rubio menor-. Estamos aliviados porque ya estés bien, Itachi.

-Gracias, Gaara-san. Por cierto, entre sueños oí que también saliste herido, Yuu nii.

-El veneno ha salido totalmente de mi sistema –explicó-. Me sentía más preocupado por ti.

-Cierto –abrazó Hayate al rubio-. ¿Qué iba a ser de mí sin el más lindo de mis cuñados?

El rubio rió mientras los hermanos de ojos azules le lanzaban miradas molestas.

-Disculpe, Hokage-sama.

Todos voltearon a la puerta donde estaba un chico de cabello castaño corto y ojos amatistas que tenía el brazo derecho vendado e inmovilizado.

-¿Qué pasa, Kazuomi?

-Sakura-san me envió a informarle que acaban de dar de alta a Tsubame-san. Tanto ella como su bebé se encuentran perfectamente.

-¡Excelente! –gritó Miku con alegría

-Es una gran noticia, gracias –contestó Naruto-. Ven acá, Kazuomi.

-¿Ah? –se avergonzó porque todos los presentes lo miraban

-Claro, ahora eres parte de la familia –sonriendo, Shizui fue por él y lo sujetó de los hombros

-¿Por qué? –preguntó Gaara con curiosidad

-Es el novio de Fumiya –respondió Sasuke sonriendo al chico, lo que provocó que éste se sonrojara

-Oye, torpe –murmuró el Namikaze pelirrojo al darse cuenta de la reacción que su padre le provocaba a su pareja

-No preguntes –dijo avergonzado al verse descubierto

-Ahh, qué bien –sonreía Sai-. Como eres igual de serio que tu padre, temía que también fueras torpe en ése sentido, Fumiya-kun. No cabe duda que eres afortunado por llevar sangre Namikaze y Uzumaki.

-Estoy a punto de golpearte, Sai –advirtió Sasuke

-Qué bueno que por fin hayas despertado, Itachi-kun –le dijo su nuevo cuñado

-Muchas gracias, Kazu nii –sonrió

-¿Kazu nii? –repitió él

-Por supuesto, ahora que eres parte de la familia necesitamos una forma especial para llamarte –dijo Miku abrazándolo-, ¿no lo crees, Kazu-chan?

Fumiya arrugó el ceño al oírla terminar de hablar.

-Cámbialo, nee-san –le dijo-. Sólo yo puedo llamarlo de esa manera.

-Jajajaja, eres igual de posesivo que mi suegrito y que Shizu –reía Hayate

-¡No exageres, Bakamiya! –reclamó con la cara roja

-¡Ya sé! ¡Entonces serás Kazu-kun! –declaró la chica- ¿Mejor, Fu-chan?

El pelirrojo asintió bajo la mirada amenazante de su novio.

 

En otra parte Hiroki llevaba cargando a Tsubame bajo las miradas divertidas de Rika, Yukina, Kenta, Kyoko, Madoka y la resignada de Hiroshi.

-Hiroki –llamó su esposa-, puedo caminar sola.

-Ni hablar –contestó-. Esta vez te cuidaré a sol y a sombra al menos hasta que nuestro bebé nazca.

-Me alegra que mi nee-chan tenga un esposo tan atento –comentó Kyoko con emoción

-Sólo que ahora actuará peor que antes –suspiró el gemelo mayor

-Es comprensible –sonrió Madoka-. Hiro nii-chan estuvo muy preocupado por ella, pasó días sin dormir. Pero él confiaba en que Hiro nii-san y los demás regresarían con el antídoto.

-¡Claro! –lo abrazó Rika por la espalda- Mi Hiro-san es increíble.

El mencionado se sonrojó levemente.

-¡Kyoko-chan! –llamó Lena a varios metros- ¡Taro nii-chan acaba de informarme que Ita-chan despertó!

La niña se emocionó y se despidió de los demás.

-¡Nos vemos luego! –fue con su amigo

-¡V-Voy con ustedes! –dijo Madoka siguiéndolas

 

Desde una ventana los jóvenes eran observados por Neji, Hinata, Ino, Chouji, Kiba y Shino.

-Al menos Hiroki cuida mucho a Tsubame –habló Kiba y apretó el puño-. ¡Aunque prácticamente se haya robado a nuestra hija!

-Espero que un día se lo perdones, Kiba-kun –pidió Hinata sonriendo con pena

-Me gustaría volver a ser joven –comentó Ino melancólica-. Sería fabuloso, ¿verdad, Chouji?

-Tengo hambre.

-¡Deberías darme la razón! ¡Soy tu esposa!

-Esa actitud ni con la edad ha cambiado –dijo Shino, a lo que Neji sólo asintió

 

Las tres chicas caminaban rápidamente para llegar a la habitación del Uchiha menor. En la puerta se encontraron con Fumiya y Kazuomi quienes para no variar iban discutiendo.

-Sólo van a revisarme el brazo para ver si ya puedo dejar de tenerlo inmovilizado –se quejó intentado soltarse

-No me importa –protestó el pelirrojo, jalándolo-, ya te dije que iré contigo, Kazu-chan.

-Eres un exagerado, Bakamiya.

Sus ojos amatistas se encontraron con los blancos de la Hyuuga, la cual tenía expresión de conmoción. Lena se percató de que el pelirrojo traía al otro de la mano. Sonrió levemente, ya sabía que el joven tarde o temprano se enamoraría.

-Hola, Lena-chan, Kyoko-chan y Madoka-chan –saludó Kazuomi, incómodo

Él sabía muy bien de los sentimientos que la chica más grande tenía por su novio.

-Hola, Kazuomi-kun –saludaron las niñas

-Vamos, torpe –se lo llevó jalando el pelirrojo

-Pasen a ver a Itachi, niñas –apareció Miku sonriendo y agarró del brazo a su amiga-. Acompáñame unos momentos, Madoka.

 

Dejaron a Kyoko y Lena abalanzarse sobre Itachi. Mientras, ellas caminaron hasta un pasillo para poder hablar con total libertad.

-Lo siento mucho –se disculpó la ojinegra-. Sabes que siempre apoyé tus sentimientos, pero Fu-chan escogió a Kazu-kun y lo he aceptado sinceramente porque mi deber es pensar en la felicidad de mi otouto.

-Comprendo –agachó la cabeza-. A decir verdad desde un tiempo para acá miraba a Fumiya-kun más alegre, claro que no con todo el mundo. Incluso Midori-chan que también lo quiere tanto apoya su relación.

-Porque antes que nada ambos son sus amigos –le limpió un par de lágrimas-. Estoy segura que muy pronto encontrarás a la persona ideal para ti, Madoka. Y te va a amar como a nadie en el mundo.

-Gracias… Miku-chan.

 

Todavía faltaban tres semanas para la boda, de modo que Sai y Gaara decidieron regresar a Suna pues habían dejado la aldea en cuanto supieron del ataque y la herida de Yuuzuki. Ahora que su hijo estaba bien podían irse tranquilos, además, tenían algo muy importante que hacer.

 

Pasó una semana de eso y ahora faltaban dos semanas para la tan esperada celebración. Las cosas en la aldea estaban regresando a su calma habitual, por lo que Shizui y Hayate caminaban tranquilamente por la aldea.

-Creí que tus padres querrían que regresaras con ellos, Hayate.

-Sí, pero el trato era que podría quedarme aquí hasta la boda. Eso y les supliqué que no me llevaran.

Los aldeanos saludaban al azabache al pasar. Hayate lo miró fijamente mientras entraban en un local para beber té.

-Oye, Shizu, ya deberíamos hacerla –comentó sentándose

-¿Qué cosa?

-Tu despedida de soltero.

El ojiazul se atragantó con el té que acababan de servirle.

-¿Q-Qué? Debes estar bromeando –le tocó la frente- No pareces tener fiebre.

-¿Por qué la tendría? Es obvio que la organice yo, soy tu mejor amigo.

-Sí y también eres el hermano mayor de mi prometido. ¡Ya perdí la cuenta de cuántas veces me has atacado desde que te enteraste que somos novios! –vio al pelinegro reírse- En serio, Hayate, no es algo que me gustaría tener.

-Bueno, como quieras. Espero que Yuu-chan sí acceda a ir a la suya.

-¡Olvídalo! Antes convenzo a Otou-san de poner a todo el escuadrón Anbu tras tu cabeza –amenazó seriamente

-Eso dices ahora, pero déjamelo todo a mí, jajajajaja.

-Tengo un mal presentimiento.

 

Hayate pidió a su primo Shiro que reuniera a Kai, Hiroshi, Hiroki y Kenta. Personalmente no se llevaba muy bien con éste último, pero era amigo de Shizui y por tanto no podía excluirlo.

-¿Para qué nos mandaste llamar, Hayate? –preguntó Kai

-Quiero que el viernes vayamos a un bar para festejar la despedida de soltero de Shizu.

-¿Eh? –todos parecían sorprendidos

-Jamás esperé algo así de ti –comentó Shiro, a lo que su pareja asintió

-¡Suena genial! ¡Nunca he ido a una! –dijo Hiroki

-Sí, porque sólo una semana después de anunciar tu compromiso te casaste –le recordó Kenta

-Jajaja, por eso Kiba-san todavía no me perdona.

Hiroshi suspiró. Su hermano gemelo le tomaba tan poca seriedad a esa clase de asuntos.

-Mis cuñados, Taro-kun, Kazu-kun y Yuichi-kun todavía son menores de edad –continuó Hayate-, de modo que sólo será algo entre nosotros.

-¿Vas a decirle a Yuuzuki? –preguntó Hiroshi

-Claro que no, será sorpresa.

-Además una pareja no celebra junta su despedida de soltero –añadió Kenta sabiamente

-¡Entonces está decidido! –declaró Hiroki- ¡El viernes!

-¿Soy el único que cree que esto terminará mal? –preguntó Shiro, suspirando

-No, yo también lo hago –contestó el Hatake-. Lo mejor será asegurarnos de que no destruyan la aldea.

 

Miku, con la valiosa ayuda de Rika, Madoka, Yukina, Tsubame y Midori, estaban terminando con los preparativos para la boda que iba a realizarse en un hermoso jardín.

-¡Listo! –anunció durante la cena a su familia- Los trajes están mandados a hacer, la comida y el pastel también, hemos enviado las invitaciones, las flores han llegado y también los adornos. Faltan los anillos, pero Sai-san y Gaara-san dijeron que ellos los traerían.

-¿No deberías decirles eso a Shizui y Yuuzuki? –preguntó Sasuke

-Ellos están tan poco preocupados que parezco ser yo la que se va a casar.

-Al menos ya tendrás experiencia para tu boda, nee-chan –comentó Itachi probando su cena

Naruto trató de aguantar la risa al ver el ceño fruncido de Sasuke por las palabras del ojinegro. Claro que para el rubio pensar que un día su niña también formaría una nueva familia era una idea deprimente, pero suponía que debía apoyarla. De lo contrario la pobre sufriría con dos padres sobreprotectores.

-Por cierto –volvió a hablar Miku-, el viernes las chicas y yo pensamos reunirnos en casa de Madoka para terminar de decidir cómo arreglaremos todo para la ceremonia y el banquete, así que no vendré a dormir.

-Está bien –dijo Naruto-. Sólo no peleen si no se ponen de acuerdo. Dudo que a Neji le guste tener una pelea de furiosas kunoichi en su casa.

 

Era una hermosa mañana y Shizui caminaba hacia los campos de entrenamiento para reunirse con sus alumnos. Al pasar cerca del bosque le pareció sentir el chakra de Fumiya, de modo que decidió ir a saludarlo.

-Hola, otou…to. ¿Eh?

Se detuvo en seco y su sonrisa se borró. Y cómo no hacerlo. No todos los días te encuentras a tu hermano menor acorralando a su novio contra un árbol casi arrancándole la camisa mientras le llena el cuello de marcas.

-A-Aniki…

-¡Shizui-san! –gritó el otro quitándoselo de una patada- Yo… este… nosotros –estaba todo rojo-… M-Mejor me voy, con permiso.

-Oye, Kazu-chan…

Recibió una mirada asesina por parte del castaño, quien dio media vuelta y se alejó a toda velocidad.

-Lamento mucho haber llegado en tan mal momento –se disculpó el mayor, azorado-. Pero hay algo que debo preguntar.

-¿Qué es, aniki? –también estaba avergonzado

Jamás esperó que algún día su admirado hermano lo encontrara en una situación tan comprometedora.

-Bueno… Me he esforzado por hablarte de ciertos temas según tu edad, pero nunca te expliqué cómo deberías comportarte con un chico de una forma más… íntima –se frotó la nuca, vaya si era difícil- y dudo mucho que nuestros padres lo hayan hecho sin que les preguntaras primero. Entonces, ¿quién…?

-Shiro-san y Kai-senpai.

Shizui suspiró más tranquilo. Sí, tenía que haber sido aquél par.

 

De aquella forma llegó el tan esperado viernes. Todo parecía transcurrir con normalidad, pero Miku, quien ya conocía muy bien a Hayate (algo lamentable y escalofriante según su propia opinión) pudo captar que él parecía más emocionado de lo normal.

-¿Qué estás planeando? –lo miró con sospecha

-No pongas esa cara, Miku-chan, no es nada malo.

-Mmm… Viniendo de ti, lo dudo.

-Prometo no hacer nada de lo que después pueda arrepentirme.

 

Cayó la tarde y Fumiya se encontraba sentado en el comedor del departamento de Kazuomi con quien ya había hecho las paces luego de la escena tan comprometedora en que los encontró Shizui. El lugar era algo pequeño, pero como vivía solo no había problema.

-Eres bastante ordenado –observó con sorpresa el pelirrojo

-No realmente. Pero hasta yo llego a un punto en el que ver tanto desastre en mi habitación me desespera y cuando me pongo a limpiar no puedo detenerme hasta que quede todo impecable.

-Hum.

Kazuomi le sirvió té y se sentó frente a él. Fumiya lo miró fijamente y sonrió con burla al ver cómo las mejillas del otro se coloreaban de carmín.

-¿Por qué te sonrojas, Kazu-chan?

-¡C-Cállate, Bakamiya! E-Es que… tus ojos…

-¿Qué con ellos?

-Son… bastante bonitos. Iguales a los de Hokage-sama.

El pelirrojo sonrió por el comentario y negó levemente.

-No, los de él son todavía más brillantes y hermosos. <<Justo como los tuyos>> -pensó

De acuerdo, admitía que estaba estúpidamente enamorado de Kazuomi, pero todavía no se encontraba listo como para decir esas cosas tan cursis en voz alta. Era complicado, justo como su padre le dijo.

-¿Y ahora por qué frunces el ceño? –preguntó Kazuomi

-Me acabo de acordar –entrecerró los ojos-, ¿por qué te sonrojas frente a mi Otou-san?

El de ojos amatistas agachó la cabeza y chocó sus dedos con timidez, justo como a veces hacían Hinata y Madoka.

-Es que… esa actitud y la sonrisa… ya vi de dónde las heredaste.

Aquello fue un golpe bajo. El pelirrojo se puso de pie y jaló al chico atrayéndolo en un intenso beso donde las lenguas no tardaron en comenzar a luchar. A pasos torpes Fumiya lo guió hasta la cama y se dejó caer encima de él.

-E-Espera, Fumiya…

-¿Acabas de halagar a otro hombre y me pides que espere? Es tu culpa, Kazu-chan.

Volvió a besarlo con fuerza y luego se dirigió a su oreja. Kazuomi cerró los ojos al sentir el aliento del otro mientras tanteaba sus manos hasta entrelazarlas.

-Escúchame bien –susurró Fumiya-: en mi familia cuando escogemos a alguien como pareja es para acompañarle y protegerle toda la vida, ¿entendido? Yo nunca voy a dejarte solo.

-¿Lo prometes?

-Te lo juro.

 

Llegó la noche trayendo consigo un hermoso cielo estrellado. Shizui leía tranquilamente un libro mientras Yuuzuki pintaba un lienzo cuando oyeron que alguien tocó la puerta.

-Yo voy –ofreció el azabache

Abrió la puerta y se encontró con unos sonrientes Hayate y Hiroki. Desde ahí ya era una mala señal.

-¿Qué pasa, chicos? –les preguntó con desconfianza

-Lo siento –se disculpó Hiroki lanzándole un polvo que lo hizo dormir de inmediato

Entre ambos lo sujetaron y se fueron corriendo cuando oyeron a Yuuzuki acercarse.

-¿Shi-chan? –llamó y recogió una nota que estaba tirada en el suelo- “Te lo regresamos en un rato, no esperes despierto. Hayate”. Mmm… ¿qué habrá planeado nii-san ahora?

 

Cuando Shizui recobró el conocimiento se encontraba en un bar mientras sus amigos bebían y platicaban alegremente.

-¿Cómo llegué aquí? –preguntó, desconcertado

-No te preocupes por eso –sonrió su mejor amigo-. Mejor disfruta de tu despedida de soltero.

-Hayate, te dije que no la quería.

-No seas tan amargado –lo abrazó de lado Kenta-. En una semana estarás casado y esto no se repetirá.

-Pero si él lleva con Yuuzuki más de la mitad de su vida –murmuró Kai en voz baja, a lo que Hiroshi asintió

-Sí, es hora de beber –declaró Hiroki dándole una botella de sake al festejado

-Olvídalo, el alcohol y yo no nos llevamos.

-Ánimo, Shizui, sólo por hoy.

Dado que el azabache seguía renuente, Hayate le metió un fuerte pisotón y cuando el ojiazul abrió la boca para quejarse, el otro le metió una botella en la boca.

-Definitivamente esto terminará mal –sentenció Shiro al ver que de un sólo trago se tomó media botella.

 

En la mansión Uchiha, Sasuke y Naruto estaban bebiendo té en la sala, era una noche muy tranquila.

-Nii-chan acaba de enviar un mensaje con una de sus invocaciones –llegó avisando Itachi-. Dice que no llegará hoy a casa. Mmm… tal vez se quedó con Taro.

-Eh… gracias, hijo –dijo el rubio mayor-. Ya vete a dormir.

-Sí –bostezó-. Buenas noches, Otou-chan, Otou-san.

-Que descanses –Sasuke esperó a que se fuera y miró a su esposo-. Quita esa cara, Naruto.

-No puedo evitarlo –estaba levemente sonrojado-. Ambos sabemos con quién está y por qué no va a llegar a casa –puso expresión triste-. Mi pequeño Fu-chan ha crecido tan rápido.

-Y nosotros que creíamos que Shizui era el más espontáneo.

Sasuke sonrió y le acarició la cara en gesto consolador. Sabía que para Naruto aquello era difícil, pues a pesar de amar por igual a todos sus hijos, Fumiya siempre había sido el más apegado a él.

 

Kazuomi estaba recostado de lado mientras Fumiya lo abrazaba por detrás y le besaba el hombro. Ambos estaban bajo la sábana totalmente desnudos luego de haberse entregado a los brazos del otro.

-Oye, Fumiya.

-¿Mm?

-Me siento como un asaltacunas –confesó con vergüenza

-¿Qué? –sonrió con burla- No es para tanto, sólo me llevas un año.

-Lo sé, pero no puedo evitarlo.

-Torpe –lo sujetó del mentón para verlo a los ojos-. Olvídate de eso –y lo besó profundamente

 

Yuuzuki había salido presuroso de la casa cuando oyó unas explosiones y sintió un chakra que conocía tan bien como el suyo. Llegó al centro de la aldea donde se encontró a su prometido sin camisa, bailando y cantando mientras usaba la botella vacía de sake como micrófono. Hayate reía igual que Hiroki y Kenta, mientras Kai intentaba detener al joven bajo las resignadas miradas de Shiro y Hiroshi.

-Con que así se pone Shizui cuando bebe –comentó Kenta

-Nii-san… -llamó el pelirrojo con la cabeza gacha

-Ah, hola, Yuu-chan –le sonrió

-Tú sabes cómo se pone Shi-chan con el alcohol, ¿y aún así lo dejaste beber?

-T-Tranquilo, Yuu-chan –retrocedió nervioso-. Sólo era un experimento.

-Sí, teníamos curiosidad por ver si lo que decía Hayate era cierto –dijo Hiroki, a lo que Kenta asintió

Yuuzuki los miró con enojo y casi juran que sus ojos ya no eran color aguamarina, sino rojos. A su alrededor la arena comenzó a levantarse, además que el chico despedía un aura siniestra.

-Creo que es buen momento para correr –sugirió Kenta con temor

Se escucharon más explosiones y podía verse a aquellos tres huir de los ataques de un furioso pelirrojo.

-Ahora entiendo por qué decían que Yuuzuki tiene un lado temible –señaló Hiroshi

-Por lo general es muy tranquilo –explicó Shiro-, pero enojado, mi primo da miedo. Oye, Kai, ya detén a Shizui, tengo sueño.

-¡Eso intento, pero ni siquiera me ayudan! –miró al azabache que seguía cantando- Shizui, perdóname por esto.

Le dio un golpe en la nuca dejándolo inconsciente. Le agarró un brazo para pasárselo por los hombros y así cargar con él.

-Me siento mal, golpee a uno de los hijos de Naruto nii-san. ¡Shizui es como de mi familia!

-Ya no te mortifiques con eso.

 

La mañana llegó y Shizui despertó en su cama parpadeando con confusión y tratando de recordar la noche anterior en el bar.

-Me duele la cabeza –dijo frotándosela

Yuuzuki ingresó a la habitación y le sonrió con alegría.

-Shi-chan, qué bueno que despertaste.

-Buenos días, Yuuzuki. Mmm… ¿Sabes qué pasó ayer? No logro recordar nada.

-No te preocupes –se sentó a su lado para abrazarlo y lo besó-, seguro que fue algo sin importancia, jejeje.

-Si tú lo dices debe ser verdad –correspondió el beso

 

Claro que en el hospital, Tsunade curaba a los golpeados y maltrechos chicos luego de haberlos regañado.

-Eso y más se merecen –les dijo Miku, a lo que Tsubame asintió

Definitivo, las despedidas de soltero shinobi eran muy peligrosas.

 

 

~~~~~~~~~~ MEMORIAS DE FAMILIA ~~~~~~~~~~

 

***** MEMORIA XVIII *****

 

Shizui (16 años) sonreía con alegría. Había decidido ir a comer al Ichiraku y ahí se encontró con Fumiya (11 años) y sus tres compañeros de equipo. La razón de su expresión se debía a que sería la primera vez que lo presentarían oficialmente con el nuevo integrante del equipo de Neji: Kazuomi (12 años)

-Buenos días, Shizui-san –saludaron Midori (12 años) y Taro (12 años)

-Buenos días, chicos –miró al castaño-. Te vi el día que despedimos a Kazekage-sama y su familia, pero no nos presentaron. Soy Uchiha Shizui, hermano mayor de Fumiya –le sonrió e inclinó la cabeza con educación-. Mucho gusto.

-Ah, el gusto es mío –hizo una reverencia-. Yo soy Yamamoto Kazuomi y acabo de llegar a Konoha procedente de la aldea de la niebla.

El de ojos amatistas miraba al azabache con admiración, pues ya había escuchado grandes cosas de aquél joven. Pero nada se comparaba con tenerlo en persona.

-Espero que te sientas a gusto en Konoha. Cualquier cosa puedes preguntarme y trataré de ayudarte en lo que pueda.

Kazuomi entornó su mirada, luego vio a su pelirrojo compañero y nuevamente al mayor.

-¿De verdad eres su hermano?

-¿Lo dices por el apellido?

-No, ni por el físico, sus ojos se parecen mucho. Sino que Bakamiya es un antipático.

-¿Cómo me llamaste, torpe? –preguntó el pelirrojo con un tic en el ojo

-Bakamiya –repitió con enojo-. Es por decirme Kazu-chan.

Ambos se observaron de manera asesina. Taro sonreía y Midori lucía pensativa.

-Es la primera vez que veo a Fumiya-kun tratar a alguien de esa manera –comentó ella

-Sí –confirmó Shizui-, él no suele comportarse así con nade.

El azabache ensanchó su sonrisa. Finalmente había aparecido alguien que sacara un nuevo lado de su hermanito y se le opusiera directamente.

-<<Sólo espero que mi otouto no tarde mucho en darse cuenta>> -pensó y luego llamó al joven- Kazuomi, bienvenido a Konoha.

-Muchas gracias, Shizui-san –contestó contento, pues él tenía la misma sonrisa amable y contagiosa que ya había visto en el Hokage

Shizui estaba seguro que ese chico provocaría grandes cambios en el mundo de Fumiya. Definitivamente tenía que contárselo a Yuuzuki.

 

***** MEMORIA XIX *****

 

Shizui (20 años) y Yuuzuki (17 años) estaban terminando de arreglar la casa en el barrio Uchiha que Sasuke y Naruto les regalaron. Faltaba poco tiempo para que los jóvenes se casaran, por lo que habían decidido vivir juntos esos días que quedaban para la boda, así Yuuzuki podría irse acostumbrado al clima y ritmo de vida de Konoha.

-Al fin –suspiró Shizui dejándose caer sobre el sillón-, todo quedó acomodado.

-Jejeje, hubiéramos terminado mucho antes, pero rechazaste la ayuda de tus hermanos –le sonreía Yuuzuki-. “Quiero arreglar nuestro hogar con mis propias manos”.

-No es necesario que lo repitas –se sonrojó levemente-. La verdad es… que hoy no quería compartirte con nadie.

-Shi-chan siempre ha sido así de posesivo.

-Es mi complejo desde niño, lo sabes.

-Admito que me gusta tener un novio tan protector –lo besó

Shizui correspondió al gesto rodeándole la cintura con los brazos para atraerlo hacia sí. Cuánto amaba a aquél pelirrojo, era su razón para crear un futuro donde pudieran ser felices. No supo en qué momento lo recostó en el sillón repartiendo caricias a lo largo de todo el cuerpo del más joven.

-Lo siento –se incorporó el moreno para sentarse a su lado

-¿Qué pasa, Shi-chan? –preguntó Yuuzuki con las mejillas rojas

-Te amo y estoy seguro que ya notaste cuánto te deseo –lo vio asentir-. Si soy sincero en este momento me estoy debatiendo el llevarte a la recámara y hacerte mío.

-Pero no lo harás –sonrió sentándose también y le sujetó el rostro para verlo a los ojos-. ¿Qué te detiene, Shi-chan?

-Vas a reírte de mí –comentó con vergüenza

-Claro que no, así que confía en mí.

-Mmm… De acuerdo –tomó aire y lo miró con seriedad-. ¡Yo quiero que tengamos hijos de inmediato! ¡Pero no quiero que los encarguemos fuera del matrimonio como les ocurrió a mis padres conmigo! –un aura depresiva lo rodeó- Todavía no supero eso.

Yuuzuki lo miró con sorpresa y luego rió levemente.

-Sabía que te reirías –suspiró con tristeza

-No me burlo de ti, Shi-chan. Es que todos te ven como un ninja tan fuerte, gallardo y decidido, pero en realidad eres muy tierno.

El de ojos verdes lo atrajo hacia sí haciendo que la cabeza de su novio quedara recostada en su regazo. Con su mano le acarició el sedoso cabello azabache.

-Me siento como un gato al cual  mima su amo –dijo el moreno

-Jejeje. ¿Sabes? Siendo tan posesivo como eres, no entiendo por qué no tuviste pleitos con tus hermanos por la atención de Naruto-san.

-Supongo que será porque a ellos también los considero algo así como “parte de mi territorio” –sonrió de medio lado-. Cuando niño mi verdadero rival era Otou-san, pero tampoco me gusta ver a alguna mujer coqueteándole a sabiendas de que no les hará caso.

Yuuzuki volvió a reír, esta vez más divertido. Vaya que los genes Uchiha estaban fuertemente arraigados en su pareja. Era una suerte que Sasuke y Shizui fueran padre e hijo, de lo contrario habrían librado una batalla campal por la atención de Naruto. Sólo que el amor que cada uno le profesaba era de forma distinta.

 

~~~~~~~~~~ MEMORIAS DE FAMILIA, END ~~~~~~~~~~

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

¡Y entramos a la recta final de la historia! (Llega Sai con un violín) (Sai: ¿Ya comienzo a tocar?) Ehh... no, todavía faltan dos capítulos más, dije que comenzaba la recta, no que era el final ¬¬ (Sai: Lo siento, es que ocupo dinero X.x) (Kyuu: ¬¬0). Cofcof, perdonen si hay horrores ortográficos, no tuve tiempo de releer el capítulo, pero en estos días espero hacerlo. Como siempre saben que esperaré sus comentarios con quejas, pedradas, saludos, felicitaciones, cebollazos, bombas, flores, jitomatazos, felicitaciones, amenazas y demás XD La próxima semana nos vemos con Susurros del más allá. Se me cuidan mucho y bye byeee!!!


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