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Nuestro futuro por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Dos semanas y sin falta aquí estoy de nuevo con este querido fic XD Han pasado muchas cosas, pero no tengo ganas de hablar de ellas -_- sólo diré ¡feliz cumple atrasado, Mike! (Kyuu: Aunque nunca leerá esto, o de lo contrario le daría un infarto ¬¬) Y ando esperando a ver cómo me fue en el examen profesional, jeje, esperemos que bien n_n Ah, y otra cosa, muchas gracias a quienes dejaron reviews en mi oneshot itadei Ayer te vi, y claro, también muchas gracias  a mis hermosas lectoras que también comentan sobre este fic, jeje. Aquí tienen por fin a la parejita de la que todas me morían por leer, espero que les guste. Creo que de momento es todo, así que les dejo el cuadro de honor y enseguida a lo que vinieron: ¡¡a leer!!

 

Cuadro de honor: Anónimo (Esperamos que te haya ido bien en tu examen!!), AMATERATSU, merissa_chan_shu (claro que habrá más memorias de él y de todos también. Y te apoyo con las últimas frases, ¡sobre todo la de la plasta!), marizu194, hana-no-tenkai, dark_sama (jajaja, qué bueno que te sientas halagada, ¡todo por mis lectoras!), Sora-chan (sí hay una memoria de cuando anuncian su relación, pero saldrá en unos capis más), Emina2040, Saya_Misaki (las estancias me han tenido lejos de los fics!! Pero prometo ponerme al corriente en Promesa Eterna n_n Y no he visto ese dorama, pero cuando tenga más tiempo lo revisaré, sólo una cosa ¿es comedia?) (Kyuu: Sólo ve doramas si sabe de antemano que son de comedia, y a veces -_-), miki, eminahinata

 

Disclaimer: Los personajes de la serie Naruto lamentablemente no son míos, pero todos los niños me pertenecen, ¡así que no te quieras llevar el crédito por ellos también, Kishi-sensei!

CAPÍTULO 4: ENTRE CELOS Y PELEAS

 

Se escuchaban explosiones desde el campo de entrenamiento, pero ya a nadie le extrañaban. Todos sabían que una semana atrás había llegado el primogénito del Kazekage, quien ahora se dedicaba a entrenar con su novia, la única hija del clan Uchiha Namikaze-Uzumaki.

-¿N-No están peleando demasiado en serio? –preguntó Madoka con voz preocupada

-Puede que sí –contestó Yuuzuki. Ambos presenciaban el entrenamiento-. Pero nii-san está dando su mejor esfuerzo porque sabe qué tan importante es para Mi-chan entrar al Anbu.

-Es un chico muy atento con ella –sonrió y luego se puso nerviosa-. Eh... Y-Yuuzuki-san...

-Dime.

-Tú... ¿s-sabes si Fumiya-kun... sale con alguien?

El pelirrojo la miró fijamente. Era obvio lo que ella sentía por su cuñado, pero también, Shizui y él mismo llevaban cuatro años observando la curiosa relación que Fumiya tenía con Kazuomi.

-No –contestó con sinceridad-, no sale con nadie.

-Ahh, ya veo...

-¡Aaaay!

Voltearon al campo de entrenamiento donde Hayate tenía un kunai en el cuello de Miku, la cual estaba en el suelo respirando agitadamente.

-Suficiente por hoy –declaró él-. Tomemos un descanso.

-Aún no.

-Dije des-can-so –repitió y le extendió una mano para ayudarla a levantarse-. Está bien que entrenes duro, pero podrías enfermarte por tanta fatiga. Si eso sucede tus padres y hermanos querrán mi cabeza alegando que no te cuido, jejeje.

Ella también sonrió y sacudió su ropa.

-Tanto ejercicio me provocó hambre –comentó

-¿Quieres que te invite a comer ramen?

Sus ojos se iluminaron, gesto que fascinaba a Hayate.

-¡Sí, claro! Oigan –llamó a los otros dos-, ¡vamos a comer!

 

Fumiya había estado fuera por una misión toda la semana. Acababa de volver y caminaba por la aldea buscando a sus ex compañeros de equipo con los que de vez en cuando todavía iba a misiones.

-¿Seguro que estás bien? –era la voz de Neji

-Descuide, sensei, son sólo rasguños. Auhh.

-Tienes que tener cuidado, Kazuomi –regañaba la pelirosa-. Pudo ser más serio.

-Lo siento, Midori-chan.

-¡Kazuomi-kun sólo demuestra su espíritu con fuerza! –gritó Taro

-¿Qué le pasó a Kazu-chan?

-¡Fumiya-kun!

-¡Fumiya!

-¡Bakamiya, no me llames así!

-Bienvenido –saludó el Hyuuga-, ¿qué tal la misión?

-Sin problemas, sensei –miró las heridas que Midori curaba-. ¿Quién te dejó el brazo en ese estado, Kazu-chan?

-Te equivocas –intervino Taro-, Kazuomi-kun estaba enpgmhj –le taparon la boca

-No es algo que te incumba –desvió la cara con pena el de ojos amatistas

Fumiya arrugó el ceño con molestia por el comentario.

-Eso te pasa por torpe.

-¡Eres un...! Auuhh –se quejó

-Ya no te muevas –pidió Midori

 

Shizui y su equipo se encontraban en la aldea del arcoiris escoltando a un comerciante el cual iba platicándoles su vida a Kuon y Masaru (quienes tenían cara de fastidio).

-Esto es aburrido, sensei –se quejó Aoi

-Habrá misiones emocionantes y otras que no lo son –explicaba el ojiazul-, pero trabajo es trabajo y es parte de nuestro código cumplirlo.

-Sí, pero –bajó la voz la niña- como siga con sus historias creo que me volveré loca.

-Yo creo que la tortura se la están llevando ellos dos.

-Bueno, iré a entregar esto –dijo el hombre-. Espérenme aquí, no me tardo –se fue

-Ahora, sensei, hay que irnos –pidió Masaru

-Si lo hacemos no nos alcanzará –añadió su amigo

-Vamos, chicos, sólo un poco más. Mañana estaremos de vuelta en nuestra amada Konoha.

Los tres se deprimieron. Shizui sonrió con gracia por sus reacciones y luego suspiró mirando al cielo.

-<<Me pregunto que estará haciendo Yuuzuki>>

 

Por la noche los hermanos Sabaku fueron a cenar a la casa Uchiha.

-Suegrito Sasu-gruñón, deje de verme así –pidió Hayate con la misma sonrisa desesperante (según el Uchiha mayor) de Sai

-Hn –comía mientras lo miraba con el ceño fruncido

-Ya, teme, no seas tan celoso –regañó Naruto-. Si ni siquiera dejaste que se sentara junto a Miku.

Era verdad, Sasuke tenía a su hija a un lado y el pelinegro de Suna estaba en el otro extremo de la mesa.

 

Un rato después y luego de que Hayate saliera huyendo por haberse "atrevido" a darle un beso en la mejilla a Miku frente a sus padres, Sasuke y Naruto se encontraban en su habitación poniéndose la pijama.

-Grr, ése maldito atrevido –seguía quejándose

-Oye, entiendo cómo te sientes, ella también es mi hija, pero estoy seguro que sabe lo que hace.

-Es que no puedo remediarlo. ¡Es nuestra única niña! No quiero que alguien me la arrebate tan pronto.

Naruto sonrió con cariño y estiró los brazos para que su esposo se acurrucara a su lado.

-Quita esa cara o te saldrán arrugas muy pronto, teme –dijo con burla-. Me gustaría seguir escuchando que mi marido continúa luciendo muy guapo para su edad.

-Hum –bufó, molesto-. ¿Sabes? Yuuzuki es encantador, obvio por qué Shizui se enamoró de él; de modo que no entiendo qué rayos le vio Miku a Hayate si es igualito a la copia barata.

El rubio lo meditó unos segundos y luego sonrió.

-Podrías preguntárselo a Gaara. Seguro fue lo mismo que él le vio a Sai.

 

Era una nueva mañana en la aldea. Fumiya había ido a la oficina del Hokage para que le asignaran misión, pero en su lugar le dieron el resto de la semana libre. Como no tenía nada que hacer decidió regresar a casa.

-¡Hola, Fumiya! –apareció su mejor amigo

-Hola, Taro. ¿Tampoco tienen misión?

-No, Neji-sensei salió con otros jounin y dijo que aprovecháramos para descansar. Midori-chan iba estar con Sakura-san en el hospital y yo estoy haciendo unos encargos para mi Kaa-chan.

-Ya veo. Oye, ¿y qué hay de...? No, olvídalo.

-¿Kazuomi-kun? –adivinó- Seguro debe estar entrenando otra vez –volteó a los lados y luego lo jaló para hablarle al oído-. Ha estado practicando un jutsu muy arriesgado, dice que su padre lo hacía; por eso eran las heridas de ayer. Deberías persuadirlo para que tenga cuidado, Fumiya.

-¿Por qué yo?

-A ti es a quien más escucha –sonrió-. Y no me engañas, la verdad te preocupas por él.

-Yo no...

-¡Nos vemos! –lo interrumpió- ¡Demuestra todo tu espíritu!

El ojiazul lo vio alejarse y no pudo evitar sonreír levemente.

-¿Cuánto es lo que sabes, Taro?

 

Siguió caminando mientras intentaba captar el chakra de su amigo-rival. En el trayecto se topó con Madoka, aunque no le prestó mucha atención que digamos. En cambio ella se sintió sumamente contenta por verlo.

-B-Buenos días, Fumiya-kun –saludó, sonrojada

-Buenos -contestó mirando alrededor

-Eh... Parece que buscas algo. ¿P-Puedo acompañarte?

-Supongo –se encogió de hombros

 No quería ser grosero, la chica no se lo merecía, además de que era la mejor amiga de su hermana e hija de su respetado sensei.

 

Caminaron rumbo al bosque. Madoka quería preguntarle qué era lo que buscaba, pero se sentía sumamente nerviosa. Desde niños que el pelirrojo tenía ese efecto sobre ella. Aprovechando que no había nadie a bastante distancia, decidió armarse de valor.

-Fu-Fumiya-kun –llamó, captando su atención-, yo... Hay algo que necesito sepas -lo miró, sonrojada-. Tú... me...

No pudo continuar porque escucharon una fuerte explosión. Los ojos azules del chico se abrieron de sobremanera, porque él sabía muy bien a quién pertenecía el chakra que provocó tal estruendo.

-¡¡Kazuomi!!

 

Salió corriendo a toda velocidad internándose más en el bosque. Llegó hasta un claro donde varios árboles alrededor estaban destruidos. En la tierra se formó un enorme agujero y en medio de este se encontraba tirado el de cabello castaño, tenía bastantes rasguños y quemaduras, sobre todo en el brazo derecho.

-¡Kazuomi! –se acercó para levantarlo un poco- ¿Estás bien?

-Jeje –rió levemente-, ya pude... dominarlo...

-¡Eres un estúpido! ¡Pudiste haberte dañado gravemente!

-¿Acaso te preocupaste por mí, Bakamiya? –sonrió con burla, pero su expresión se borró al ver la mirada azul- Sí lo estabas... –afirmó sorprendido

Fumiya se sentía furioso por lo que Kazuomi había hecho, pero al mismo tiempo estaba aliviado al ver que no parecía tener nada serio. Inconscientemente comenzó a inclinar su cara hacia la del otro chico.

-Fumiya... –en vez de apartarlo entrecerró los ojos, esperando

-¡Ka-Kazuomi-kun! ¿Estás bien?

Madoka acababa de llegar e interrumpió la escena. Al verla, ambos respingaron y se alejaron sin mirarse a los ojos, dándose cuenta de lo que estuvieron a punto de hacer.

-Estoy bien, Madoka-chan –le sonrió

-Sólo un torpe llega a estos extremos, Kazu-chan.

-¡No molestes, Bakamiya!

Iba a levantarse, pero se llevó una mano al costado e hizo un leve gesto de dolor.

-¿Qué sucede? –preguntó la chica

-No... No es nada –mintió

Pero al pelirrojo no podía engañarlo. Sin previo aviso jaló a su compañero de equipo y lo subió a su espalda.

-¡¿Q-Qué crees que haces?! –preguntó con la cara completamente roja

-Llevarte al hospital. Y deja de quejarte o en lugar de cargarte te llevaré a rastras.

Kazuomi se enfurruñó, pero se sujetó a él para no caerse.

-Gracias –susurró, molesto y avergonzado

Fumiya sonrió levemente al verlo así. Cerca de ellos Madoka parecía sumamente desconcertada al ver la forma en que se trataban. Reaccionó cuando notó que comenzaban a alejarse.

-¡E-Esperen! Los acompaño.

 

Llegaron al hospital y dejaron a Kazuomi con Sakura, no sin antes permitir que Midori le diera un golpe en la cabeza.

-¡Baka! Ayer te dije que era muy peligroso y me ignoraste por completo. ¡Pudiste quemarte todo el brazo!

-Lo siento mucho, Midori-chan –se disculpó

-Hija, es un paciente, no lo trates así –le recordó Sakura

-Se lo merece, Kaa-chan. Alguien tiene que regañarlo. Y si tengo que actuar como su mamá para que sea un poco más consciente de las cosas, entonces lo haré.

 

Ella, Madoka y Fumiya salieron de la habitación para dejar que la médico revisara que el chico no tuviera más heridas. Se quedaron en el pasillo para esperarlo.

-¿Va a estar bien? –preguntó el Namikaze

-Sí, nada que un día o dos de descanso no solucionen.

-Qué alegría –dijo Madoka con alivio

-A todo esto –sus ojos verdes los miraron con suspicacia-, ¿por qué estaban juntos ustedes dos?

-Nosotros...

-Oh, Kazuomi –oyeron una voz-, ¿qué te pasó?

-Hola, Enishi. No es nada serio.

Cuando el castaño salió por la puerta se topó con su amigo. A un par de metros Fumiya apretaba los puños con fuerza; si la memoria no le fallaba, aquél era uno de los ninjas que había visto con anterioridad coquetearle al de ojos amatistas.

-Ése torpe –murmuró entre dientes y caminó hacia ellos-. Oye, Kazu-chan, vamos, te llevaré a casa.

-¡No me trates como a un niño, Bakamiya!

-Yo puedo llevarlo, Fumiya-san –ofreció el otro, pero se asustó al ver su mirada asesina

-No es necesario –dijo firme

-Toma esto –Sakura salió para darle un ungüento, el cual el pelirrojo tomó-, es para las quemaduras. Hay que atenderlas bien para que no se infecten.

-Entendido, Sakura-san. Anda, dale las gracias, Kazu-chan.

-Grr, eres odioso –luego miró a la mujer y sonrió haciendo una reverencia-. Muchas gracias por todo, Sakura-san.

-De nada, Kazuomi-kun.

 

Madoka miró toda la escena con sorpresa. Volteó con la joven pelirosa quien parecía acostumbrada a ese tipo de situaciones.

-Supongo que ya te diste cuenta, ¿verdad? –preguntó ella- Yo hace tiempo que lo entendí, y bueno –se  encogió de hombros-, es un poco deprimente porque nosotras somos mucho más lindas que Kazuomi.

-Midori-chan...

-Tengo trabajo pendiente. Nos vemos, Madoka.

La Hyuuga se quedó ahí hasta que el herido y su amigo se le acercaron de nuevo.

-Lamento que te hayas quedado esperando, Madoka-chan. ¿Te acompañamos a casa?

Ella miró al pelirrojo que cargaba la bolsa con medicinas y vendajes que utilizaría el otro, y lo entendió también. Después de todo Fumiya era atento con muy pocas personas.

-Yo... N-No, gracias, me iré por mi cuenta –intentó sonreír-. Que te mejores pronto, Kazuomi-kun –se fue rápidamente

-Mmm... Me pregunto que le habrá pasado.

-Ni idea. Vamos, Kazu-chan.

-¿Acaso también curarás mis heridas, Bakamiya? –preguntó descuidadamente

-Sólo si quieres –respondió sonriendo con burla

-Ehem, no, gracias. Por cierto –lo miró con sospecha-, ¿por qué me estabas buscando?

El ojiazul desvió la cara sin contestar. No se atrevía a decirle que fue porque estaba preocupado por él, seguro que el otro se burlaría.

 

Por la noche Fumiya se encontraba en el techo de su casa. A decir verdad pensó en ir a hablar con su hermano mayor, pero como éste acababa de volver de misión seguro querría estar con Yuuzuki a solas, y él no pensaba interrumpir su tiempo juntos.

-¿Qué haces aquí?

Se sobresaltó y volteó encontrándose con su rubio progenitor.

-Otou-chan.

-Jejeje, para que no me hayas sentido llegar significa que estabas sumamente distraído en tus pensamientos.

-Tú y Otou-san son los únicos que pueden ocultar su chakra de mí.

El mayor tomó asiento a su lado y volteó a verlo, sonriendo.

-¿Y? Puedes decirme lo que quieras, Fumiya.

-Lo sé, Otou-chan. Sólo... creo que estoy un poco contrariado. Yo... hay alguien por quien me preocupo mucho... y me molesto cuando lo veo con otras personas.

-¿No entiendes lo que sientes?

-De eso soy consciente hace tiempo, aunque me lo negara a mí mismo –volteó a verlo-. Lo que no entiendo es cómo hacérselo saber sin tener que decírselo directamente.

-Temo, hijo mío, que eso no va a ser posible –le revolvió el cabello-. Te parecerás mucho a mí y a mis padres, pero también llevas sangre Uchiha junto con su orgullo –sonrió-. Hasta tu Otou-san tuvo que tragárselo para darme una rara declaración de amor. Te dejaré para que pienses con calma, ¿sí? Que descanses, Fu-chan.

-Buenas noches, Otou-chan.

Una vez se marchó, el menor se quedó un rato más ahí contemplando el cielo estrellado mientras meditaba las palabras de su papá.

 

 

~~~~~~~~~~ MEMORIAS DE FAMILIA ~~~~~~~~~~

 

***** MEMORIA VI *****

 

-¿Quién fue su primer amor?

Los varones de la familia Uchiha Namikaze-Uzumaki detuvieron sus actividades para prestar atención a la interrogante. Miku (14 años) observaba a sus padres y hermanos con ansiedad.

-¿Es en serio? –preguntó Sasuke

-Claro que sí, Otou-san –respondió ella-. Quiero saberlo.

-Pues para mí el primero y último es Yuuzuki –contestó Shizui (17 años)-, aunque creo que eso está más que claro, jeje.

-Sí, Shi-chan aniki, casi desde que tengo memoria.

-Mmm... El mío es Naruto –volteó a verlo-. Por alguna razón siempre ha existido sólo él.

El rubio rió apenado por las palabras de su esposo y se rascó la cabeza con incomodidad.

-Jejeje, ¿debo decirlo? Bueno, pero no lo tomen a mal –los miró-. Mi primer amor fue Sakura.

-¡¿Qué?! –gritaron los tres menores

Shizui ya lo sabía, pero bufó con algo de molestia al recordar las disputas que tuvo con ella en su viaje al pasado. A la fecha seguía agradecido porque los sentimientos de su papá cambiaran y terminara enamorado de su serio padre antes de que la pelirosa también cambiara y se fijara en él. Sasuke miró mal a su esposo, odiaba aquella parte de su infancia. Luego sonrió con soberbia y regresó su atención a la pelinegra.

-Pero pregúntale quién es el único con el que se ha besado.

-Eso sí –aceptó Naruto, levemente avergonzado-. Tu Otou-san ha sido el único afortunado.

-¿El primer amor es tan importante? –preguntó Itachi (8 años) con curiosidad

Por la mente de Fumiya (12 años) pasó un par de ojos amatistas, de modo que sacudió la cabeza para alejarlo de sus pensamientos.

-Supongo que sí, Ita-chan –respondió el ojiazul mayor-. Siempre es un recuerdo especial.

-Tal vez –intervino Sasuke con enojo-, pero no siempre es el elegido para compartir tu vida.

-No seas celoso, teme –sonrió-. Además, ¿no tienes ya cuatro pruebas de que por alguna razón terminé estúpidamente enamorado de ti?

-Más te vale, usuratonkachi.

El rubio lo ignoró y miró a su hija.

-¿Por qué lo preguntaste? ¿Acaso hay alguien especial para mi niña?

Los demás la miraron esperando una respuesta, estaban contrariados.

-Mmm... Eso temo –suspiró con pesar-. Otou-chan, dicen que aunque parezco la versión femenina de Otou-san, en cuanto a carácter soy más como tú –parecía afligida-. ¡No quiero que me pase lo mismo! ¡Terminar con la segunda persona! –se jaló el cabello- ¡Él es un idiota!

Shizui y Fumiya intercambiaron miradas. Sabían que a ella solía gustarle Kai, pero entonces... ¿es que ya había alguien más en el corazón de su hermana? Naruto observó con gracia el ceño fruncido de Sasuke, comprendiendo el por qué de esa expresión. Claro que para él también era difícil pensar que algún chico había llamado la atención de su hija, pero a diferencia de su esposo, era consciente de que un día tendría que entregar la mano de ella a alguien más. Sólo esperaba que esa persona la amara mucho, la protegiera siempre y la hiciera la persona más feliz del mundo.

 

***** MEMORIA VII *****

 

Fumiya (14 años) caminaba para reunirse con su equipo. Acababa de recibir de manos de sus padres la notificación de que lo habían aceptado en el Anbu. Suponía que debía darles la noticia a sus compañeros, pues ahora se reducirían el número de misiones a las que los acompañaría.

 

En el camino al lugar de reunión se encontró con Kazuomi platicando alegremente con una chica la cual reía por sus comentarios.

-Jajaja, eres muy gracioso, Kazuomi-kun.

-Bueno, algo –contestó con pena-. ¿Y cómo has estado, Aya-chan?

-Excelente, ya sabes, entrenando duro –lo sujetó del brazo-. Aunque por eso casi no hemos podido vernos.

El pelirrojo arrugó el ceño y llegó por atrás del ojiamatista.

-Se está haciendo tarde, Kazu-chan.

-¡Bakamiya! –se sobresaltó- ¡Te he dicho que no me des esos sustos!

-Es tu culpa por no sentir mi chakra.

La chica se sintió ignorada, pero no podía decir nada: aquél chico era uno de los hijos del Hokage y además se encontraba en la élite shinobi, merecía respeto. Y sí, era muy serio, pero eso no le restaba atractivo.

-Como sea –dijo el ojiazul-, vamos.

-No necesitas darme órdenes –volteó con la joven y sonrió-. Hasta luego, Aya-chan.

-S-Sí.

Tembló ligeramente. Podría jurar que por un momento sintió una mirada asesina sobre ella.

 

-Bakamiya.

-¿Qué?

-¿Por qué estás molesto?

-No sé de qué rayos hablas.

El de cabello castaño se puso frente al otro y le puso un dedo en el entrecejo.

-Una: tienes el ceño fruncido. Y dos: traes tu Sharingan activado.

Fumiya se detuvo. No podía ser, había dejado que su molestia se saliera de control. Inhaló profundamente para poder relajarse y cerró los ojos. Al volver a abrirlos eran de nuevo de ese azul intenso. Kazuomi se sonrojó levemente, no pensaba decirle que sus ojos le gustaban, primero muerto.

-¿Y ahora por qué estás rojo, Kazu-chan?

-Por nada... ¡Oye! ¡Deja de llamarme así!

 

~~~~~~~~~~ MEMORIAS DE FAMILIA, END ~~~~~~~~~~

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Jajajaja, como muchas dijeron, esos dos son el teme y Narutito pero en otra versión XD Y siéntanse contentas, porque el capi que sigue es la continuación de la relación entre estos dos chicos. Por hoy es todo gente bonita, como siempre saben que estaré esperando sus reviews con quejas, sugerencias, saludos, felicitaciones, pedradas, jitomatazos, cebollazos, flores, bombas y demás n_n La próxima semana les traigo mi mega oneshot sasunaru y saigaara, que espero vaya a gustarles. Y en 15 días tendrán el capi 5 de esta apasionante historia. Se me cuidan mucho y nos leemos en otra ocasión. Bye byeeee!!


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