CAPÍTULO 8: LAS FLORES DE LA LUNA
Era de madrugada en Konoha. Naruto se encontraba en el hospital de la aldea ocupando una silla junto a la cama de su esposo quien estaba durmiendo. Lo tenía sujeto fuertemente de la mano.
-Deberías ir a descansar -sugirió Shikamaru desde la puerta-. Puedo quedarme, si quieres.
-No, estoy bien. Tú ve y duerme un poco. Yo me quiero quedar con ellos otro rato.
-Como desees. Rika está cuidando a Iruka-sensei y Kakashi-sensei, cualquier cosa que necesites puedes avisarme con ella.
-Muchas gracias, Shikamaru.
Su asistente se marchó. Naruto suspiró fatigado, habían sido demasiadas cosas en un solo día.
-Mgg... -oyó un leve quejido
Lentamente Sasuke abrió los ojos y parpadeó tratando de enfocarlo.
-¿Na...ruto?
-Teme -dijo aliviado-, ¡por fin! Me diste un buen susto.
-¿Qué me pasó?
-El veneno, baka. Parece que finalmente ha comenzado a correr por tu cuerpo. Gracias a que Orochimaru te inmunizó a muchos tipos de venenos lo has resistido bastante, pero Obaa-chan dice que debes permanecer en reposo para que no se expanda más.
-Maldición, este no es momento para que esté en cama -apretó el agarre de sus manos-. Se supone que yo debo ser tu guardián y apoyo en una situación tan crítica.
-Con que estés vivo me basta, Sasuke.
El Uchiha sonrió levemente. Luego su mirada se ensombreció y volteó a la cama de a lado, ahí se encontraba Itachi cubiertos tanto él como el piso de sellos que intentaban detener el veneno, por eso no podían acercársele.
-¿Cómo está? -preguntó el moreno a su esposo
-Al fin lograron contenerlo -explicó con tristeza-, pero sigue muy grave. Dijeron que de todos fue él quien recibió más agujas. Taname cree que si no se le suministra el antídoto a más tardar en cinco días podría...
No pudo continuar, se le quebró la voz y sus ojos se humedecieron. Sasuke lo sujetó del cuello para atraerlo hacia su pecho y reconfortarlo.
-Tranquilo -le dijo-, Itachi resistirá hasta que sus hermanos regresen con las flores de la luna. Recuerda que él es nuestro hijo, es muy fuerte. Además -sonrió levemente- tiene el nombre de mi hermano, y estoy seguro que su tío lo protegerá.
-Sí -sonrió también mirando al niño-, tienes razón.
En las otras habitaciones la situación era similar. En una de ellas se encontraban los Hyuuga.
-Hiroki -llamó Hinata-, ve a descansar. En un rato será tu turno de ir a hacer guardia.
Hacía rato que Kiba se había llevado a Kyoko, mientras Shino se encontraba con Neji y otros jounin patrullando la aldea.
-Pero Kaa-san...
-Tu hermana y yo nos quedaremos aquí a ayudar -le sonrió con dulzura-. Si algo llegara a pasar te avisaremos de inmediato.
-Ella tiene razón, nii-san -dijo la ojiblanca menor
-... De acuerdo -aceptó-. Se los encargo mucho.
-Madoka-chan -llamaron desde la puerta
-Ka-Kazuomi-kun -salió de la habitación para hablar con él-, ¿terminaste tu turno?
-No. Vine rápido, pero debo regresar a mi puesto. ¿Cómo sigue Tsubame-san?
-Mal -contestó con tristeza-. Parece que está utilizando su chakra para proteger al bebé, lo que la ha dejado totalmente vulnerable. Sakura-san dice que ella e Itachi-kun son quienes corren más riesgo.
-Rayos -apretó los puños el chico-. Bueno, tengo poco tiempo y le prometí a Taro que también vería a Lee-san y a Midori-chan. Gracias, Madoka-chan, nos vemos luego.
-U-Un momento -lo detuvo-. ¿Tú...?
Se quedó callada, pues no era momento para hablar de ése tipo de temas.
-M-Mejor olvídalo. ¿Eh? Kazuomi-kun, tu mano.
-Ahh, no le des importancia -la ocultó-. Comparado con lo que ellos están sufriendo, son sólo rasguños.
-Pero...
-Hasta luego, Madoka-chan.
Regresando con el Hokage, éste ayudó al azabache a sentarse en la cama.
-Naruto, ¿ya sabes por qué nos atacaron?
-Sí, fue por esto -sacó de entres sus ropas un pergamino enrollado-. Parece que durante la primera guerra Ninja, Konoha les quitó este sello prohibido. Por lo que pudimos averiguar parece que se trata de un jutsu antiguo que consume por completo el chakra del oponente. Algo así dejaría a una aldea shinobi totalmente desprotegida.
-Esos miserables... Tanto daño por esto.
-Tendré el pergamino conmigo -volvió a guardarlo-, y si lo quieren deberán arrebatármelo. No dejaré que provoquen más sufrimiento a nuestra querida aldea ni a ninguna otra.
Sasuke sonrió satisfecho por sus palabras. Aquellos renegados no sabían con quién se habían metido. Por algo Namikaze Uzumaki Naruto, Rokudaime y jinchuriki del Kyuubi, era considerado como el más célebre Hokage y el gran héroe de Konoha.
Mientras tanto, el equipo liderado por Shizui avanzaba a toda velocidad a través de un bosque, llevaban cerca de día y medio avanzando casi sin descansar. Por sus sentimientos tan agudos Fumiya junto con Hiroshi iban a la cabeza, dejando a Shiro y Kai cubrir la retaguardia.
-Parece que ya estamos fuera del país del fuego -avisó el Hyuuga
-Estén alertas -habló Shizui-. Podría haber ninjas de otras aldeas.
-La frontera con el país del viento está un poco más adelante -comentó Hayate
-¡Cuidado! -gritó el pelirrojo
Todos esquivaron los ataques de varios kunai y shuriken. Un grupo de diez hombres les salió al paso.
-Vaya, vaya, ¿a dónde con tanta prisa? -comentó uno
-Si son sólo un grupo de mocosos -dijo otro
-Deben transportar algo muy valioso.
-Será mejor que se aparten de nuestro camino -advirtió Shizui
-Qué mocosos tan valientes -dijo uno más y miró a Miku-. ¿Por qué no la dejan con nosotros?
Tales palabras molestaron a los varones, pero antes de hacer algún movimiento a gran velocidad la propia Miku le dio un puñetazo en el estómago al tiempo que su Sharingan relucía.
-¿Estás seguro de querer eso? -siseó macabramente
Los otros retrocedieron con precaución. Aquellos jóvenes eran algo serio.
-¡Maldita! -gritó el hombre al que golpeó
Antes de poder contestarle el ataque, el sujeto se vio amenazado por Fumiya con un kunai en el cuello mientras que Hayate lo sujetaba de la espalda.
-Nunca vuelvas a llamarla así -dijeron ambos
-Los niños de ahora son de temer -comentó Shiro
-Hablas como si fueras un anciano -respondió Kai-. Bueno, encarguémonos del resto, Hiroshi.
-Sí.
Entre el Hyuuga y el peligris desarmaron por completo a los bandidos.
-Se acercan más personas -alertó Fumiya
Shizui y Shiro tomaron posición de defensa cuando vieron llegar a otro pequeño grupo de ninjas que traían en su protector el símbolo de Kumogakure. Detrás de ellos apareció un hombre al que el azabache mayor conocía bien.
-Arashi-san -llamó sorprendido
-Shizui-kun -suspiró-. Quiere decir que sí atacaron Konoha, ¿verdad?
-Así es. Taname-san nos explicó lo que debíamos hacer y por eso Hokage-sama nos envió.
-Veo que atraparon a estos sujetos -habló un joven de cabellos castaños y ojos dorados-. Íbamos rumbo a la montaña Tsukikage cuando asaltaron a unos aldeanos y planeábamos detenerlos. Ah, sí, soy Mitsuhashi Kotarou.
-Uchiha Shizui -le estrechó la mano
-Rikudo, Seiya -llamó a dos de sus subordinados-, amárrenlos y llévenlos de vuelta a la aldea. Nosotros nos encargaremos de ir por las flores de la luna.
-Como diga, Kotarou-san.
Amarraron a todos los ladrones y una vez asegurados de que no pudieran escapar, ambos ninjas se fueron con ellos.
-Nuestro camino es el mismo -dijo una chica-, ¿por qué no vamos todos juntos, Kotarou-san? -le lanzó una coqueta mirada a Shiro, aunque sólo Kai lo notó
-Yo creo que es buena idea -opinó Arashi-. El recorrido que falta es bastante peligroso.
Los líderes de ambos escuadrones asintieron conformes.
-Muy bien, les presentaré al resto -dijo Kotarou-: Usui, Ryo, Teshimine y Hana.
-Qué tal -sonrió la chica
-Estos son mis hermanos Miku y Fumiya -presentó el Uchiha mayor-, ellos son Hayate, Kai, Hiroshi y Shiro.
-Es un placer -contestó Kotarou dirigiéndose a la pelinegra que prefirió no contestar
Una vez terminadas las presentaciones volvieron a ponerse en camino. Fumiya iba al frente, seguido de Shizui y Arashi.
-¿Taname está bien? -preguntó el mayor
-Sí, llegó poco después de que los enemigos se retiraron y justo a tiempo para hablarnos del antídoto -apretó el puño recordando a Yuuzuki e Itachi
-Ya veo.
-Oigan -los llamó Hiroshi-, allá atrás las cosas están demasiado problemáticas, justo como diría Shikamaru-san.
Señaló a un par de metros donde Kotarou seguía intentando platicar con Miku pese a que Hayate iba en medio de ambos, y detrás de ellos Hana seguía coqueteándole a Shiro, lo cual molestaba mucho a Kai.
-Los niños de ahora -suspiró Arashi-. Este no es momento para eso.
-¡Cuidado!
Frente a ellos salieron unas enormes serpientes que los atacaron. Todos se desplegaron para esquivarlas.
-¡Kyaaa!
Hana gritó y se pegó a Shiro porque debajo de ella salió un escarabajo gigante.
-Me recuerda al bosque de la muerte de Konoha -comentó Miku
-No podemos perder tiempo -dijo Shizui-. Háganse a un lado.
Al ver que sus compañeros y Arashi obedecieron, los ninjas de Kumogakure procedieron a hacer lo mismo.
-Kuchiyose no jutsu.
Una enorme serpiente blanca apareció y se enroscó dejando al ojiazul en medio.
-Por fin me llamaste, Shizui-kun -dijo el reptil
-Lo lamento, Noah -se disculpó sonriendo-. Sabes lo que mi Otou-san opina acerca de que invoque serpientes.
-Él nos cataloga a todas de la misma forma.
-Entonces nosotros nos encargaremos del escarabajo -habló Kai con una notoria molestia-. ¡Miku!
-¡Comprendo!
Ambos acumularon su chakra tipo rayo y al mismo tiempo golpearon al escarabajo.
-¡Chidori!
-Vamos a adelantarnos -ordenó Shiro a los demás
Todos reanudaron la carrera sobre las ramas de los árboles dejando a los otros tres combatir.
-¡Oye! ¡¿Van a estar bien?! -preguntó Usui
-Claro que sí -contestó Hiroshi-. Ellos tres están en la élite de nuestra aldea.
Durante el trayecto para subir la montaña siguieron siendo atacados por diversas criaturas de tamaños descomunales. Todos los ninjas hicieron muestra de sus distintas habilidades, y con varias heridas, unas más serias que otras, lograron llegar hasta la cima de la montaña. El campo estaba cubierto de cientos de pequeñas flores blancas que desprendían un agradable aroma.
-Son hermosas -susurró Hana
-Démonos prisa y tomémoslas -habló Kotarou-. La gente necesita el antídoto.
-¡Espera! -lo detuvo Arashi- El tallo de la flor está lleno de espinas, esas son las que tienen el veneno conocido como la garra del dragón.
-¿Y qué hacemos?
-Tardaremos más de la cuenta, pero tendremos que cortar una por una con mucho cuidado para no absorber el veneno.
-Arashi-san, no tenemos tanto tiempo.
-Hay muchas personas a punto de morir.
-Déjenmelo a mí -pidió Hayate con seriedad
Sacó un pergamino en blanco, un pincel y comenzó a dibujar sobre él decenas de ratones, los cuales cobraron vida al utilizar el jutsu aprendido de su padre.
-¿Qué está haciendo? -preguntó Teshimine
-Guarda silencio, por favor -dijo Shiro
Una vez terminó, el ojiverde colocó una mano en el suelo y la tierra bajo las flores comenzó a levantarse.
-Ahora vayan -ordenó a sus roedores
Los ninjas de Kumogakure miraban impresionados como el chico mantenía la tierra suspendida y sus creaciones se encargaban de tomar las flores y amontonarlas lejos de las espinas.
-Es increíble -murmuró Kotarou-. ¿Quién es él?
-Sabaku no Hayate -respondió Hiroshi-, el hijo mayor del Kazekage de Suna y su guardaespaldas.
-Yo en tu lugar ya no pondría a prueba su paciencia -añadió Fumiya mirando de reojo a Kotarou-. Él podrá actuar como un payaso sin remedio, pero de entre nosotros, seguramente es el Ninja de más cuidado.
Shizui, Kai y Miku finalmente los alcanzaron. Arashi miró a Miku quien asintió entendiéndolo y se acercó a su novio.
-Ya está bien, Hayate -le dijo poniéndole una mano en el hombro-. Son suficientes.
-Me alegra... -sonrió yéndose de espaldas, pero ella lo sostuvo
-Agotó su chakra -dijo Shizui yendo hacia su amigo
-Tomemos las flores y regresemos a la aldea -opinó Shiro y tocó la sangre que Kai tenía cayéndole por la frente-. ¿Estás bien?
-Fue sólo un arañazo.
-Entonces apurémonos -habló Arashi-. Tenemos el tiempo en contra.
~~~~~~~~~~ MEMORIAS DE FAMILIA ~~~~~~~~~~
***** MEMORIA XIV *****
Hayate (19 años) estaba sentado en la sala de la mansión Uchiha-Namikaze con su ya acostumbrada sonrisa desesperante (o al menos así le parecía a Sasuke) adornándole el rostro. Tenía todas las miradas encima de él. ¿La razón? Había ido de visita a Konoha y les acababa de anunciar que él y Miku (15 años) tenían una relación desde tres meses atrás.
Sasuke se frotó la sien tratando de mantener la calma y miró a su hija.
-¿Por qué él? -fue lo primero que pudo preguntarle
-Sinceramente yo tampoco lo sé, Otou-san.
-Miku-chan, eso duele -dijo Hayate con fingida tristeza
-Oye, ¿por qué no me dijiste nada? -reprochó Shizui (18 años)- ¡Soy tu mejor amigo y cuñado! ¡Y estás saliendo con mi hermana!
-Para que comprendas lo que yo sentí cuando me enteré de que estabas corrompiendo a mi adorado Yuu-chan.
Fumiya (13 años) realmente no estaba sorprendido; después de todo hacía mucho que el Sabaku proclamaba su amor hacia Miku a los cuatro vientos. En cambio Itachi (9 años) se mantenía sumamente callado. La noticia lo había tomado por sorpresa. Claro que sabía que tarde o temprano su hermana tendría novio, todos decían que era muy bonita y muchos chicos le iban detrás, pero eso no evitó que sintiera como si se la estuvieran arrebatando, ya que era con ella con quien siempre peleaba (en broma, claro).
-A mí no me parece mala su relación -comentó Naruto recibiendo las miradas asesinas de Sasuke y por una milésima de segundos de Shizui, quien inmediatamente se corrigió. Jamás le pondría esa expresión a su querido Otou-chan
-Oye, dobe, ¿es en serio? -preguntó su esposo con fastidio, luego se acercó a su oído para susurrarle- Hayate se parece mucho al idiota del pintor.
-Precisamente -aclaró el rubio, sonriendo
Por sus comentarios tan... explícitos, Sai nunca había sido del todo soportable para el azabache. En cambio Naruto, quien lo conocía bien, sabía que él también contaba con grandes cualidades como ser responsable, confiable, gran amigo, dispuesto a todo por sus seres queridos. Mismas cualidades que, junto con su carácter tan peculiar, le heredó a Hayate, quien además contaba con genes de Gaara, por lo que el Hokage era conciente que su sobrino postizo y futuro yerno en el fondo era muy serio y decidido.
-Miku -llamó su rubio progenitor-, ¿estás segura de eso? ¿Confías plenamente en Hayate?
La chica miró al pelinegro, quien le sonrió.
-Sí -admitió con algo de pena-. La verdad sigo sin tener idea de por qué, pero sí, Otou-chan.
-¿Ya ven? -volteó con su esposo e hijos- Debemos apoyar a Miku-chan, así que quiten esas caras.
-Está bien -dijeron al unísono
-Felicidades -dijo Fumiya-. Más te vale cuidarla, Hayate baka.
-Claro que sí, Fu-chan.
-Supongo que tuve mucho tiempo para hacerme a la idea de que esto algún día pasaría -murmuró Shizui suspirando
-Te doy mi palabra de ser un buen cuñado -lo golpeó
-Auch, ¿y ahora por qué?
-Que esté con Miku-chan no significa que ya te he perdonado del todo por corromper a mi Otouto-chan.
-Pues... supongo que no me queda de otra -se resignó Sasuke
-¡Gracias, Otou-san! -lo abrazó la chica
-Ita-chibi -llamó el ojiverde-, ¿tú no dirás nada?
El niño abrió la boca, pero volvió a cerrarla sin saber qué decir. Fumiya lo conocía muy bien, de modo que le acarició la cabeza en gesto consolador.
-¿Nii-chan? -lo vio asentir, de modo que Itachi miró al Sabaku- Yo también los felicito. ¡Y ya no soy chibi!
Aprovechando que Miku ahora abrazaba a Naruto, Sasuke se acercó a Hayate mirándolo con seriedad.
-Escucha bien, Hayate: atrévete a propasarte con ella y sufrirás la ira de mi Susanoo.
-Jejeje, no se preocupe, suegrito Sasu gruñón.
Un ojo le tembló al azabache y sus tres varones retrocedieron con miedo percibiendo el peligro. Naruto lo sujetó del brazo, sonriendo con nerviosismo.
-Jejeje, mejor salamos a comer. Anda, teme.
-Hum...
Shizui, Fumiya e Itachi suspiraron aliviados. Su Otou-chan intervino justo a tiempo para impedir que ahí corriera sangre.
~~~~~~~~~~ MEMORIAS DE FAMILIA, END ~~~~~~~~~~