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Cronicas de una infancia por Nirumi

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Antes de nada Gracias por leer y recuerdo que los personajes de Naruto no me pertenecen, no lucro con escribir y si la serie fuese mia sera yaoi **


Espero que les guste esta segunda entrega del fic **

Dormir, una simple palabra que se había convertido en un privilegio para nuestro rubio ¿Por qué?, pues muy simple. Desde la llegada de los pequeños al hogar no había podido dormir muy bien, ambos bebitos se la pasaban el día durmiendo mientras su Oto-chan ayudaba a la Hokage con los informes y en las noches cuando trataba de dormir, ellos estaban despiertos pidiendo atención, si no era Yokubō, el mayor, pidiendo ser cargado ó sí no era Kibō quien pedía que le dieran pecho, esta situación ya llevaba más de dos semanas y las bolsas alrededor de sus zafiros ojos se hacían cada vez más notoria, lo que empezaba a preocupar a sus amigos que no esperaron en hacérselo notar…

 

Sakura-chan ya hemos hablado de esto y sigue siendo no. –decía el Uzumaki mientras servía un poco de té en la mesa del comedor de la mansión Uchiha.

Sakura había sido la encargada de hablar con el rubio para que todos pudieran ayudarlo con respecto al cuidado pero cada vez que lo hacía era una negativa como ahora.

 

- Naru, mírate estas cada vez más ojeroso y nos preocupas. - dijo ya la muy afligida kunoichi pelirrosa. - Sí tan solo nos dejaras encargarnos un par de horas para que descanses no nos haría problema, lo sabes muy bien.

 

- Sé que no les importaría. –Respondió mientras se tallaba sus ojitos, los cuales se cerraban solos, dando señales de que estaba muy pero muy desvelado. – entiende, son mis hijos Sakura-chan y no me molesta que quieran ser parte de su crianza y en eso se los agradezco mucho -suspiro algo cansado –pero no voy a dejar que ustedes entren en algo así.

 

- ¿Como que "algo así"? No entiendo…ni yo ni nadie. - cuestionó la Haruno mientras fruncía el ceño y pasaba sus dedos por su cabellera, eso solo lo hacía cuando estaba frustrada y eso Naruto lo sabia muy bien.

 

- Algún día lo sabrás Sakura-chan pero por ahora yo me las arreglaré por mi cuenta -dijo con calma - no les pido que no se preocupen, sé que es inútil pedirlo –sonrío al decir esto –pero por favor y por ahora no traten de intervenir…

 

Luego de esa conversación Sakura se retiró sin decir más, pero era claramente visible que se encontraba enfadada con su amigo.

 

El padre soltero simplemente no quería que se involucraran en algo así, el cuidar a un bebe no era juego de niños, aunque aún él mismo siguiera siéndolo, pero había aprendido en esos nueve meses y dos semanas que no era para nada fácil y no podía "anclar" a sus amigos a la misma vida que el decidió llevar. Yokubō y Kibō eran sus hijos y cuando decidió tenerlos consigo no significaba que Sakura, Hinata, Neji ó quien fuera; también habían aceptado ese difícil camino que era el ser padre.

 

Caminando por las calles de Konoha la gente lo miraba extraño, no por ser el poseedor del Kyubbi, ya en eso la mayoría se había acostumbrado, lo extraño era ver a un niño de no más de trece años caminar con un coche con infantes mientras hacía las compras para la despensa, ¡Sí hasta parecía que jugaba a las muñecas!. Trataba de ignorarlas pero realmente era muy difícil.

 

Mientras el rubito trataba de decidir que lechuga era más grande cuando la dueña del local se le acercó saludándolo amablemente.

 

Buenos días jovencito, tan joven y teniendo tantas responsabilidades, que lindo. –sonrió la noble mujer, mientras que el Uzumaki le mostraba su zorruna sonrisa.

 

La señora Suzume era una mujer de unos treinta años aproximadamente de cabello castaño, mediana estatura y algo robusta, no en exceso. Había llegado junto a su esposo y sus hijos hace unos tres años atrás por lo que no conocía "toda" la historia referente al rubio. Lo único que sabía era que de todos los locales en esa calle a ella era a la única persona que le compraba las verduras una vez por semana desde hace un tiempo, a parte de que sabía que el pequeño era el padre de las criaturas.

 

- Arigato Suzume-san –le sonrío de vuelta tomando la bolsa y pagándole el importe.

 

- ¿Problemas en las noches? –la señora de inmediato notó las enormes ojeras del menor y no tardó en descifrar de que se trataba.

 

- Algo así dattebayoo jeje.

 

- Te daré un consejo, a mí me dio buenos resultados con mi pequeño Satochi, él tenía el sueño cambiado. –dijo refiriéndose a su hijo menor de cuatro años. –Durante dos noches seguidas acuéstalos hacia los pies de la cuna y a la tercera noche vuélvelos acostar normalmente –le indicó claramente mientras que el rubio la miraba atento. –Ya verás que eso realmente funciona –dicho esto el jinchuriki asintió y con lo necesario en la parte baja del coche volvió a su hogar.

 

Esa noche hiso lo que le sugirió Suzume y lo mismo a la noche siguiente y como se lo explicó a la tercera noche los acomodó a la manera normal y ¡plaf! Por arte de magia los bebes dormían como si nada, no pudo evitar derramar un par de lagrimas exageradas, por fin podría dormir bien. Se puso la pijama y se dispuso a dormir como hace tiempo no lo hacía.

 

Durante la noche dos días después el llanto de dos bebes se hizo escuchar por todo el desolado barrio Uchiha.

 

Después de todo…que mojen el pañal es otra historia… -suspiró cansado mientras cambiaba a Yokubō su pañal sucio…

 

 

 

Notas finales:

 

Wiiiii

Por fin la secuela del fic, que emoción **

¿Qué les pareció?

Con lo que me demore espero que si xD.

Como prometí aquí van las respuestas a los reviews del último capitulo de “Crónicas de una infancia”.

Gracias por leer a y gracias a mi one-san Analily por vetear el capitulo, ¡muchas gracias one-san **!

 


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