Lo que me pertenece
'¡Vete muy lejos de mí!' Escuché.
Esas frías y sentidas palabras, claras, resonaban en mi astuta mente conforme iba caminando lentamente por el bosque, sorprendido, extrañamente lastimado…como si hubiese sido víctima de una cruel traición, como si algo sumamente importante me hubiera sido arrebatado sin contemplación. A mí…que soy una oscura presencia, de oscuras sensaciones, de oscuros pensamientos, de oscuro corazón…me habían hecho daño y no solo a mi orgullo, si no algo más importante, pero no sé que es.
Si hubiera sido de parte de cualquiera, me habría importado poco...pero se trataba de mi Bocchan, no de cualquier persona.
'Sebastian Michaelis… ¡tú mataste a mis padres!'
Aquel corazón que pensaba dormido…lo sentía doler, ardía y molestaba. ¿Acaso era porque mi valiosa alma me fue arrebatada por un demonio de baja clase? Por una araña repugnante y nada elegante, asquerosa. Mi Bocchan…me había sido arrebatado de las manos y no podía permitirlo…me costaba aceptarlo.
Por más que fuese una orden…de mi más valioso amo, me veré en la necesidad de desobedecerla, no pienso permitir tal horror para mi amo al ser manejado por esa imitación de demonio. A este oscuro mayordomo, este malvado demonio…no le gusta perder.
Ciel Phantomhive, de entre todos los amos a los que serví a lo largo de mi vida, es el ser más valioso al que he podido prestarle mis servicios. Es un niño de apenas doce años…que sin embargo ha vivido las peores catástrofes que involucran el daño de un ser humano, ha sido secuestrado, humillado, roto en pedazos, tanto así que jamás en mi vida le he visto sonreír, pero su alma…muy a pesar que haya sufrido el quebranto, sigue intacta y pura…y eso es lo que me atrae de él, aunque solo es una pequeña razón comparada con las demás que le siguen.
¿Quieren saber cuáles son?
Bueno –bufo yo- todos los seres humanos tienen sus más íntimos y bajos instintos y un demonio claramente no es de piedra, por alguna razón salimos del infierno todos nosotros. Suelto una risa pícara…y sarcástica. Mis ojos brillan con tal intensidad, dando a conocer mi sed brusca y salvaje de venganza, mis manos sienten la necesidad de buscar lo que me pertenece, de palpar lo que sé es mío…pero no solo por el contrato que me une a mi amo, pero eso es todo lo que diré, porque…
Como mayordomo de los Phantomhive… ¿qué pasaría si no pudiese ser lo suficientemente educado al callar lo que no debo decir?
Después de todo…es mi secreto y nadie más que yo lo sabrá…a menos que mi Bocchan algún día se de cuenta.
Ahora camino hacia la casa, totalmente motivado para hacer la cena y regresar a Ciel-sama conmigo, porque por más lejos que esté, él sigue siendo mi amo…hasta el final.
Porque por mucho daño que haga esa araña estúpida en contra de mi elegante señor…él no se dejará vencer, porque después de todo…es mi valioso Bocchan y no dudaré en recuperarlo, no importa si debo adentrarme en las profundidades del cielo, luchar con aquellos hipócritas e irritantes shinigamis, yo haría cualquier cosa por mi amo, Ciel Phantomhive.
Porque, después de todo, quiero defender lo que me pertenece.