Mu parpadeó varias veces ante la monumental y para él tan conocida edificación. El observatorio silencioso, elegante, colosal dominaba la calle.
-¿Por qué me traes aquí, Kanon? Los sábados está cerrado aquí... mi abuelo nunca lo abre este día de la semana porque...
-Aquí trabajo, vamos-se limitó a decir el mayor tironeándolo hacía una de las entradas laterales.
-Por aquí no es la entra...-comenzó a decir el menor hasta que vio a un par de hombres ataviados ricamente metros delante suyo adentrarse por una de las puertas de emergencia del observatorio Kido.
-Llegare tarde, amor-habló a su oído Kanon haciendo que una corriente eléctrica lo recorriera por entero.
-¿Trabajas para mi abuelo? ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Qué es lo qué haces? ¿Eres vigilante aquí o...?
-Shhh ya veras, vamos-lo interrumpió ya irritado el griego golpeando la puerta.
Intantes después un hombre enorme y de rostro temible la abrió y recorrió divertido el rostro del menor.
-¿Invitado especial, dragón?
-Muy especial, Cassios-fue la sencilla repuesta antes de traspasar la entrada.
Mu presionó fuertemente la mano de su pareja, tenía un sentimiento horrible atrapado en su pecho y encontrarse con ese ambiente bullicioso y cargado de alcohol y humo no ayudaba a calmarlo.
-Debó avisar a mi abuelo, debó...
-Él está aquí- dijo el griego moviendo los hombros- ya lo veras, dame un minuto-pidió luego dejándolo sólo entre ese mar de personas desconocidas, o no tanto, se dijo el menor al reconocer a algunos de esos sujetos como participes de alguna fiesta de caridad, eran hombres acaudalados, dueños de poderosas empresas griegas y extranjeras. Entonces una caballera roja atrajo su atención ¿qué hacía Camus allí?-mira- soltó de pronto Kanon interponiéndose en su campo visual, cuándo quiso observar de nuevo el francés ya no se veía-él es Afrodita ¿Mu?
-¿Qué?
-Escucha, él es Afrodita, te quedaras con él mientras voy a hacer unas cosas, él te llevara a abajo.
-¿Abajo?
-Sólo sabes usar los signos de interrogación, lindo-le sonrió el joven que acompañaba a su pareja, entonces Mu reparó en él, un hombre joven, de su edad, de rasgos tan delicado que sólo su voz lo hizo notar que no era "una" sino "un"-Vamos, por un trago primero, igual nuestros lugares están reservados.
-En media hora, Afro-le recordó el griego a la vez que besaba los desconcertados labios del menor.
-Si, lo sé.
-Espera, Kanon, Ka...
Pero la mano del sueco apretó fuertemente la suya y lo guió hacia la barra.
***
Conocía a Misty, conocía muy bien su modo de trabajo y ya había arreglado que Babel le trajera una cerveza en media hora.
-Eh, Misty, acá te dejo la nueva presentación que hizo el viejo.
-Dragoncito ¿viniste a verme antes del show? lastima que te toque abrirlo, sino podríamos aprovechar un poquito el tiempo-dijo haciendo un puchero a la vez que rodeaba los hombros del irritado griego.
-Has tu trabajo y quien dice luego-concedió el griego mordisqueando los labios del rubio mientras dejaba la grabación entre sus dedos-no olvides ponerlo ¿eh?
-Si, si, sé hacer mi trabajo dragoncito.
***
Tenía preguntas, cientas de ellas, pero a todo intento de formularlas el sueco respondía con un "confía en Kanon" o" él te responderá" o "espera, sólo falta un poco" y en sus ojos celestes podía vislumbrar un dejo de pena, de lastima, de lamento que ahogaba bebiendo con animo de su vaso de whisky.
***
Se quedó parado en el umbral observando, viendo lo que él anhelaba tener y que jamás podría. A diferencia de su hermano, el no podía seguir adelante, no podía perdonar, no podía olvidar.
-No juegues, no sangres, no pierdas- el pedido de siempre mientras terminaba de ajustar la venda en el puño.
-No puedo prometer eso- una media sonrisa en los labios del griego mayor, un beso en la palma vendada y luego en la frente por parte del hindú.
Un abrazó cálido mientras se sentaba a horcajadas sobre él, un instante de paz antes de la guerra, un instante de deseo al tacto del torso desnudo.
-Si lo cansas antes del combate después no te quejes si te lo rompen, rubio.
Tras lanzarle una mirada siniestra Shaka se incorporó e irritado abandonó el gimnasio.
-¿Por qué lo molestas?
-Te distrae.
-Guardabosque-rio el mayor levantándose para hacer unos ejercicios de calentamiento.
-Cuando el viejo se entere que andas con el doctor lo echara de aquí a patadas y seré yo él que tenga que andarte juntando los pedacitos de enamorado.
-Sólo tres más, Kanon, sólo tres y seré libre.
-¿Crees que el viejo te liberara? Eres su mina de oro, Saga, nunca perdiste ¿crees que te dejara?
-Lo prometió y también que te dejaría a ti si consigo el record-respondió Saga con fastidio mientras dejaba el lugar-un poco de optimismo no te caería mal ¿sabes?
-Idiota-masculló Kanon desvistiéndose.
Para él ni la libertad era suficiente, sólo ver caer a ese hombre que poblaba sus pesadillas, verlo caer frente a todos y lo haría, estaba seguro, destruiría a ese tipo, hasta las entrañas le haría pedazos, golpearía dónde mas le duele.
***
En el palco principal los dueños de las corporaciones más importantes del mundo y los dueños de los clanes más poderosos de luchadores iban llegando.
-Luce nervioso, señor Kido- ¿Acaso teme mis estrellas puedan romper la fama de "invencibles" de la que gozan de sus titanes?
-Quizas y hasta sería conveniente considerando el monto de las apuestas, señor Hades.
-Ja, es demasiado orgulloso para perder a propósito incluso por dinero, conozco bien a los hombres de su calaña, son como libros abiertos para mi...
Hades calló al ver ingresar con presura a la mano derecha del señor Kido.
-Permiso, señor.
-¿Supiste algo, Taksumi?
-Aun no llega a casa y no responde su celular
-Porque no aviso nada, Mu siempre avisa si se queda en algún lado-caviló el anciano preocupado- manda a los guardias de la mansión a buscarlo.
-Pero...
-Es una orden.
-Enseguida me ocupo, permiso.
-¿Se le perdió algo importante, señor Kido?-inquirió el noble alemán interesado en la actitud inquieta del anciano.
***
-No hay señal-rezongó Mu tras nuevamente intentar contactar con su casa.
-Descuida y vamos debajo de una vez que es tarde, Kanon abre el show hoy ¡y con el clan Giudecca! Las apuestas están por las nubes
-¿Apuestas?-inquirió el menor mientras entraba al ascensor.
***
Sudados se dejaron caer al frió suelo de cerámica, había sido peligroso, pero Milo al saber que había asistido al show se había aparecido frente a él dispuesto a no desaprovechar la ocasión.
-Hace tiempo que no asistías- comentó el griego acariciando los mechones rojos.
-Es incomodo estar en el mismo palco que el señor Kido, aun quiere matarme- habló el francés acariciando el perfil griego- Mu es su nieto favorito, el hijo de su fallecido hijo Hakurei, al señor Kido le afectó mucho la muerte de su hijo mayor, su nieto se volvió el relleno del hueco que le dejó esa perdida.
-Yo pensé que era porque te hacia sufrir ver a tu amor chorreando sangre en un ring-hizo un puchero el rubio.
-Eso también me disgusta-admitió apenado Camus ocultando su rostro en un abrazo- debo dejar que pase mas tiempo para que no sospeche, pero ya veras, te comprare y ya nunca más tendrás que sangrar.
-Te amo- susurró Milo con animo de aprovechar los minutos anteriores a la primer pelea.
***
El bullicio era insoportable y combinado con el humo emanado desde todas las gradas el ambiente se volvía denso e intolerable, un coliseo inentendible ¿qué significaba ese circulo de arena en medio del estadio circular? Se preguntaba a la vez que era conducido por Afrodita las gradas de la primera fila hasta sus asientos. De pronto las luces se apagaron y un alarido de excitación recorrió las tribunas, luego, de los parlantes una voz grave comenzó a hablar, una voz que el joven de cabellos lilas reconoció de inmediato. "Abuelo" murmuró entre labios.
"Bienvenidos a todos a un nuevo duelo de gladiadores. Como saben la liga de la titano maquia se encarga de ofrecer el espectáculo real más apasionante de todos los tiempos, con la presencia de los guerreros más poderosos de los tiempos modernos, guerreros que con puños desnudos y sin protección pelean sin reglas. Me complace ver esta noche las tribunas repletas, y no es para menos, el duelo de esta noche es trascendental, se cuanto han ansiado este enfrentamiento, el clan Giudecca y el clan Santuario peleando con sus estrellas máximas ¿Quién vencerá? ¿Los afamados titanes griegos o los temibles jueces del averno? aun quedan unos minutos para hacer sus apuestas. Ahora sí, sin más preámbulos, den sus aplausos a sus feroces gladiadores"
El coliseo estalló en silbidos y gritos de excitación, un hombre rubio de cejas prominentes entró a las arenas, instantes después lo hizo el mismo Kanon, ambos sin mas que sencillas calzas cubriendo sus piernas. Confuso con la situación Mu se levantó de su asiento pese al forcejeo de Afrodita.
"Que comience la presentación"
Las últimas luces se apagaron, entonces por varias pantallas gigantes del estadio comenzó a proyectarse un video.
"Radamanthys de Wynber, la bestia de la furia, 60 triunfos en la Titano maquia, el de ataque más bestial de los jueces de Giudecca, dicen que con un solo puño puede dejar en kanock out a su oponente" las palabras eran acompañadas por cruentas imágenes del gladiador rubio destrozando salvajemente a sus adversarios, buscando la humillación del enemigo.
"Frente a él, Kanon de Geminun, el letal dragón marino, con...Ahhhh...hmmm... nooo"
El estadio enmudeció de pronto. En la pantalla ya no se veía un combate sino un joven desnudo, o más bien la intimidad excitada de un joven desnudo.
-¿Te gusta, amor?
La pregunta fue acompañada por la aparición de los cabellos azules del griego en la pantalla. Dedos gruesos que recorrieron el excitado miembro provocando gemidos de placer en el otro, que estremecían la nacarada piel, que recorrían sin pudores, que junto a una risa cínica exponían la totalidad de su intimidad.
-Máaaaaasssssssss
***
-¿Qué rayos es eso, Taksumi? ¿Qué saquen eso ya?
-Si señor, sólo... es que... Misty no responde, ya me ocupo personalmente-agregó el hombre calvo saliendo velozmente del palco principal.
-¡YA!-gritó furioso el anciano mientras veía el cuerpo pálido de la pantalla correrse en los labios del griego.
***
-Suena el comunicador
-Shhhhh no hagas caso, lindo- respondió Misty acomodado en el suelo sobre Babel, ese barman siempre le había resultado tan excitante.
***
-¿Me amas?-sonó en los altavoces.
Dos lagrimas heladas cayeron por las mejillas de Mu al ver el rostro de fastidio con que Kanon le había mentido el "si" esa tarde ¿sólo esa tarde? Una pregunta en su cabeza que lo hacía temblar.
-¿Y tu?
El griego lo había ayudado a sentarse en la cama, recostarse en su pecho, mostrar su rostro.
***
Kido tropezó con su asiento al retroceder aterrado, sus manos y sus labios temblaron a ver el rostro en pantalla, ese rostro que tanto amaba...adoraba. Oyó los comentarios vulgares sobre su nieto a sus espaldas y superó el pánico, comprendió.
Estalló.
***
Una mano lo quitó de la abstracción.
-Ven aquí belleza, yo también quiero.
-Suelteme...
-Idiota- empujó Afrodita al hombre a la vez que sujetaba la mano de Mu- acabó el show, vámonos.
-No
-Vámonos de aquí.
-¡No!- dijo el pelilila a la vez que se soltaba del agarre del sueco. Repentinamente fuera de si, repentinamente aterrado, confuso, destrozado... sólo podía pensar en hacer una cosa.
***
-Hijo de puta ¿Dónde está?
La gente comenzó a salir despavorida del lugar aterrada al ver el arma con que el anciano apuntaba al griego. Todo fue pánico, gritos, locura en las arenas y las gradas.
-No me lo creerías.
-Infeliz, te juro que si...
-Abuelo
-¿Mu, qué haces acá? ¿Cómo...?
-Te dije que no me lo ibas a creer-comenzó a reír con cinismo el griego- jajajaja salió mejor de lo que esperaba, creí que el nene se iba a ir llorando a casa a mitad de la película
-¿Te hizo algo?-inquirió el anciano estrujando al más joven entre sus brazos
-Él...
Entonces de pronto Mu se liberó del abrazo, lo empujó, tembló, comenzó a abrazarse a si mismo. Confuso el anciano se giró y lo vio, o más bien, se vio.
En la pantalla ahora estaba él mismo, conocía esas imágenes, las guardaba celosamente.
"Vamos, abre la boca" ordenaba al niño.
Mu comenzó a vomitar ante la imagen del menor haciendo... de su abuelo obligándolo a...
-¡TE VOY A MATAR HIJO DE...!
Luego todo fue caos. Saga trató de arrebatarle el arma, los guardaespaldas de Kido de defender a su señor. Gladiadores y guardias lucharon, cuando por fin el anciano se liberó encontró al griego abrazando a su nieto bruscamente, forzándolo a mirar sujetándole el mentón para que no pierda de vista la pantalla, insultándolo para que no cierre los ojos.
La rabia lo cegó, se lanzó como una fiera sobre el griego que con su brazo trato de impedir gatillara. Todo fue muy rápido, muy violento. Hubo disparos perdidos, afortunados, y uno que finalmente encontró un blanco. Entonces el cuerpo cayó.