Abrió los ojos débilmente, la luz que golpeaba sobre sus parpados se sentían como afiladas puntas de dagas. Un techo blanco, un aire límpido, un rostro hermoso ¿un ángel? ambientaban su visión.
-¿Es el cielo?-el rostro de iris azul esbozó una pequeña sonrisa mientras retiraba de su frente la mano.
-Lamento desilusionarte, sólo es un hospital.
-Ahhh ¿Cuánto tiempo?
-Seis días, pero recién hoy pareces cien por ciento consiente.
-Tengo sueño.
-Si, los calmantes son fuertes, pero es mejor el sueño que el dolor ¿no crees?
-Supongo.
-¿Sabes tu nombre?-preguntó el rubio retirando una lapicera del bolsillo de su guardapolvo.
-Si... Mu... Mu Kido
-El mío es Shaka, Shaka Spi...
El rubio guardó silencio al voltear y hallarlo nuevamente dormido. Apuntó unos datos más en el diagnostico, colocó una inyección en el suero y finalmente dejó la habitación.
***
Kanon observaba sin ánimo la cena que había puesto Milo delante suyo, finalmente se incorporó y salió al balcón a fumar un cigarrillo. La calle se veía tranquila, era un barrio de muchos edificios viejos, una zona poca habitada de la capital, "un lugar seguro" le había dicho el escorpión. Soltó una pitada de humo y volvió a repasar en su mente, tal como lo había hecho cada uno de los últimos días, esa noche trágica. La confusión, el error, la sangre incontenible que brotaba del pecho del menor, los gritos de Kido, la llegada de Shaka a socorrerlo, su propia voz turbia preguntando si había muerto, el tirón en su mano por parte de Milo, la sangre de su hermano que luchaba con los guardas para abrirles paso, la salida, la fuga, el desconcierto.
-Paris.
La voz de Milo saliendo al balcón con una cerveza lo sacó de sus cavilaciones.
-¿Qué?
-Camus me dijo que toda su fortuna está allí, seguro que él nos puede sacar del país y llevar allí, en su mansión estaremos a salvo y...
-Es un blue warrior
-Exacto. Es un blue warrior, tiene poder, el puede protegernos de Kido.
-Milo...
-No podemos quedarnos aquí, Kanon, ya te dije que tu cabeza vale más que...
-¿Y qué crees que haga ese tipo cuándo sepa que fuiste tú el que arruinó su compromiso con Mu? cuando descubra que lo usaste...
-Eso no es cierto... bueno, al principio... pero ahora no y además no va saberlo, no puede saberlo. Él nos ayudara, ya veras, en un rato me encontrare con él, déjamelo a mí.
Kanon sólo soltó un desconfiado anillo de humo.
***
Sólo ver el rostro de ese hombre lo hicieron gritar de desesperación, su pulso se fue a las nubes, su respiración comenzó a agitarse. Shaka debió empujar al señor Kido fuera del cuarto antes de que los progresos en la salud de Mu se estropearan.
***
"¿Despertó?" repitió temeroso de creerlo el griego en la bocina"ya veo... ¿pero está bien? Si, ya sé que Kido nos matara se muera o no el pendejo pero... ¿está bien? Si, si, entiendo... ya sé, Saga, no me moveré de aquí ¿Paris? ¿ya te lo dijo, Milo? ¿Cómo que no iras?... no es hora de estar pensando en eso, lo dejas y ya, ya te buscaras otro rubio, está lleno de rubios en... Saga, no, ni lo pienses, no me iré sin ti. Está bien, está bien, después hablamos. Si Shaka sabe algo más llámame. Adiós"
***
-Te ves triste.
Shaka alzó la vista por un instante y vio la fijeza con la que lo observaba las jades verdes.
-No es nada-se limitó a responder la vez que limpiaba la herida, cambiaba la venda.
-Te recuerdo... esa noche
-¿Eh?
-Tú estabas allí, en ese lugar, por eso me salve... estabas ahí, me abriste la camisa, tomaste mi pulso...
-Sí, lo hice, cuando la ambulancia te trajo yo...
-Estabas ahí, Shaka, en ese lugar ¿por qué estabas allí?
El rubio mordió su labio inferior dubitativo.
-Trabajo allí.
-¿Por qué?
-Porque a la persona que más me interesa sanar, siempre es herida en ese lugar.
-Comprendo, eso te tiene triste ¿cierto?-inquirió el de ojos verdes recostándose en la cama nuevamente.
-Tu abuelo lo matara- se dejó quebrar finalmente por la impotencia.
***
Milo encontró los pasajes de avión sobre la mesa de su amante. Con una sonrisa trazó el camino hacia la habitación en que el francés lo aguardaba desnudó y con una copa de Champagne jugando entre sus dedos. Una mirada azul extraña, turbia, inescrutable, que olvidó en cuanto sintió el sabor de sus labios.
Se tocaron, se reconocieron, se saborearon por horas.
Jugaron.
Era amor, Milo estaba seguro que con él era amor.
***
Mu jugó con la cabellera pelirroja de su hermano menor. Kiki sonreía feliz al mismo tiempo que lagrimeaba de la emoción. Habían sido días duros para ellos. Cuando los más pequeños de la familia se retiraron Shion aprovechó a hablar con su primo de lo que realmente le preocupaba.
-Mu, el abuelo... él... ¿por qué no quieres verlo? El no se anima a entrar pero no se ha movido de aquí, está tan preocupado por ti... no se qué pasó entre ustedes pero...
-No te preocupes, Shion-le sonrió el menor- dile que quiero verlo.
-¿En serio?-se ilusionó el rubio
-Si, por favor, díselo.
Shion le dejó un beso sonoro en la frente antes de salir de la habitación. Entonces, a solas, la sonrisa del pelilila se oscureció.
***
Despertó fatigado y dolorido, cuando sintió la muñeca entumecida pensó que debería haberse quitado las esposas después de jugar. Suspiró y buscó por la llave, no tuvo éxito, finalmente, llamó a gritos a Camus. Cuando la desesperación comenzó a apoderarse de él descubrió sobre las sabanas los pasajes de avión: hechos trizas.
***
El señor Kido iba a ingresar al cuarto de su nieto cuando Taksumi lo interceptó apresurado.
-Señor, nos han informado el paradero del escorpión.
-Vayan por él y encuentren al otro infeliz
-Sí, señor
Finalmente entró. Mu le daba la espalda, comprendió que no debió haberse ilusionado con las palabras de Shion, que era una mera fachada para su primo.
-Mu, puedo explicarlo, debes entender que...
-Abusaste de ese hombre, abusaste de un niño.
-Por favor, Mu, eso no... eso
-Lo amo
-¿Qué?
-Amo a ese hombre, no quiero que sufra, no quiero que lo lastimen, no quiero que lo busques.
-Ese hombre se atrevió a...
-Si a ese hombre le pasara algo yo ya no querría vivir, si a ese hombre o a cualquiera que lo haya ayudado le pasara algo no solo perderías mi afecto, además...-agregó el menor acercándose a la ventana- el amor es un sentimiento extremista ¿no le parece?-inquirió hiriéndolo con las palabras primero y luego con el gesto al girarse y mostrarle su rostro vacío, afligido, devastado.
-Como desees- accedió el anciano acercando su mano al rostro del joven que retrocedió de inmediato- descansa, por favor- se limitó a decir dejando el cuarto.
***
El teléfono comenzó a sonar, desesperado, intentó sin éxito alcanzarlo, finalmente el contestador tomó la llamada:
-Hola Milo ¿despertaste? Imagino que si remolón, espero hayas disfrutado tanto como yo la noche. Lamentó haber tenido que irme sin despedirme, pero mi vuelo salía hoy. Lastima que no podamos ir juntos, me hubiera gustado pasar una noche como la de ayer en la torre Eiffel, hubiese sido... no importa. Lo olvidaba, hace unos días visite a Mu ¿lo recuerdas, no? Si, un chico muy lindo, mi novio por casi siete años, más que un novio un gran amigo ¿sabías? No, creo que no, y claro, gracias a ti dejó de serlo. Cuando terminó el compromiso no le pedí una explicación ¿sabes? Hasta me sentí aliviado, libre, pensé que él también se había dado cuenta que lo nuestro era pura amistad y bueno... yo te tenia a ti... ya no tendría que sentirme culpable. ¡Que idiota! Nunca imagine que él me dejó por mi culpa... porque supo que habías aparecido en mi vida ¿y cómo no iba a saberlo? Al parecer las fotos con "el chico rubio" no dejaban lugar a dudas. Luego hablamos de lo ocurrido, me contó lo de tu amigo, si ese justamente que tu me pediste lleve a Paris ¿qué coincidencia, no? Lastima que yo no crea en las coincidencias, que pude fácilmente atar los clavos... comprender. Afortunadamente no soy un hombre vengativo, lo de los gladiadores es cosa de familia, un ritual que detesto. Pero si soy un hombre justo y creo que lo que le hiciste a mi amigo merece justicia. Además la recompensa del señor Kido por tu cabeza es bastante... jugosa, espero disfrutes el trato que el hombre te de. Au revoir!mon amour"
Camus cortó la llamada con la mirada cristalizada. Odiaba tener ese tipo de debilidades, por eso, limpió su rostro y siguió firme su camino.
***
Milo llegó entrada la noche al departamento, su cara era irreconocible y ofrecía un abanico de colores donde predominaba el morado.
-¿Qué demonios...?-empezó a hablar Kanon mientras lo cargaba en su hombro.
-Kido
-¡Maldito infeliz! ¿Cómo huiste? ¿Cómo...?
-Después de hacerme a ver a San Pedro con la paliza me dijo o más bien me pidió que te dijera que por ahora corres con suerte, pero que él no olvida.
-¿Y eso qué carajo quiere decir?
-No se, pero estoy vivo y quiero emborracharme hasta olvidarme de que tengo rota una costilla para celebrarlo.
-Será mejor que llame a Shaka para que te revise, así que la cerveza deberá esperar.
***
Desde el ventanal del último piso podía ver la radiante ciudad, la torre Eiffel, su propio reflejo insoportablemente abatido.
-¿Sirvo, señor?
Como respuesta Camus extendió la copa que sostenía.
-Unity ¿supiste algo?
-Salió como lo esperaba, señor.
Los labios del pelirrojo temblaron.
-¿Entonces él está...?
-Si, fue asesinado está misma mañana por el señor Kido, ya lo he confirmado ¿se encuentra bien, señor?
-Si, perfectamente.
-Entonces me retiro.
***
Finalmente el calmante surtió efecto y el golpeado griego se quedó dormido. En silencio Saga, Shaka y Kanon abandonaron la habitación.
-No puedo creer que Kido no lo haya matado-comentó por fin, Saga-el sabe que Milo fue el que te sacó del Coliseo.
-Kido no le hará nada, ni a él, ni a Kanon ni a ti- intervino repentinamente Shaka.
-¿De qué hablas?
-Hable con Mu.
-¿Qué?
-Hable con Mu y le pedí que intercediera por Saga... por todos.
-Jajaja ¿y qué te hace creer que el pendejo haría algo por mi?- lo increpó irritado el gemelo menor.
-Ya lo hizo, por eso no lastimaron a Milo, él le pidió que no los dañara.
-¿Y Kido le haría caso, no?-ironizó Kanon molesto.
-Ese hombre adora a ese chico, seguro que Mu encontró el modo de... ¿qué haces?
-Me voy-respondió Kanon ajustándose la chaqueta.
-¿Estas loco? ni se te ocurra salir-advirtió su hermano sujetándole el brazo.
-Si tu novio tiene razón no me pasara nada ¿no?-soltó el griego a la vez que empujaba al mayor para liberarse del agarre- ¡y ya no aguanto mas otro segundo encerrado!
-Kanon, Kanon ven aquí, Kanon...
***
El joven retiró la coleta y sus finos hilos dorados hondearon sobre su espalda- Luego se quitó los lentes de montura y abatido pulió el cristal, hastiado por sus sentimientos alzó su rostro y recorrió su reflejo en el cristal del mueble ¡por qué a él no lo miraba como a ese imbécil? furioso golpeó con su puño la superficie de Madera.
-¿Para que me llamaste, Unity?-Preguntó un pelirrojo entrando sin reparos a la habitación del concejero de Camus- vaya, debes necesitar quien te la ponga con urgencia con esa cara.
-Respeta tu rango, Alverich y levántate de mi cama.
-¡Que carácter!-se rió el pelirrojo recostando su rostro en su palma.
-Necesito que vuelvas a Grecia, necesito que te ocupes personalmente de una persona por mí.
-¿Ocuparme?
-Quiero que el tipo que se atrevió a engañar a nuestro señor pague, quiero que encuentres ese hombre y lo destruyas.
***
La cortina de la ventana se agitó, Mu parpadeó soñoliento tratando de enfocar sus pupilas, entonces, en la oscuridad, lo vio, los profundos ojos verdes de su enemigo frente a él
-Kanon... -murmuró.