-Deja de disculparte conmigo- decía un decaído Kiba Inuzuka a un terco Naruto Uzumaki del otro lado de la línea –ya te dije que mientras estés con esos no podemos ni hablarnos-
-En primera eres tu el que dicto esa regla, ya que yo he hablado con el resto de la manada, segundo no me estoy disculpando por eso, ni lo hare ya que de hecho te lo mereces por tu culpa me castigaron de menos era que cargaras con parte de la culpa y tercero te hablo por que quiero que sigamos siendo amigos-
-Ya te dije yo que eso…-
-Incluso Gaara será mi amigo luego de que me convierta, ya les explique que es tanto para prevenir un mal mayor como el hecho de que yo ya lo había decidido y por ambos me dijeron que no lo veían mal siempre y cuando fuera mi decisión-
-Traidores…-
-Kiba vamos, ¿no puedes solo ser mi amigo y aceptarme como lo que seré? Te prometo que saldré a cazar contigo-
-¿Y si no te reconociera y te atacara?-
-Se que si me puedes reconocer, ya que no me atacaste en el claro y además ten por seguro que como mínimo tendrás una pierna rota- oyó como del otro lado de la línea trataban de no reírse –Anda búrlate pero veras que seré mas fuerte que ahora-
-No lo dudo, si no vomitas por andar entre lobos y vampiros-
Hubo un silencio, lo próximo a decir seria lo definitorio.
-Naruto yo te amo, se que tu no, pero tengo mi pequeña ventaja en que te atraigo, así que hare todo lo posible para conquistarte y salvarte, que de eso no te quepa duda- luego de esta declaración colgaron.
Naruto suspiro y también colgó el teléfono, hacia 2 meses que no lo dejaban salir y en 2 meses mas saldría de la escuela he iría a la universidad, o mas bien se convertiría en vampiro. El caso es que Kiba ha estado castigado el mismo tiempo y que el ha tratado de comunicarse para hablar con el y conservar su amistad. Solo con el ya que el resto de los chicos lo entendió y le seguirían hablando aun después de su conversión.
Tenia que admitir que Kiba no estaba equivocado en lo de que le gustara, era verdad que ese aferramiento que tubo en la época en que Sasuke se fue se convirtió en atracción, pero no al mismo grado que la que sentía por el emo bandido.
En eso se oye la puerta de la casa abrirse, seguramente seria su papa ya que era la hora en la que usualmente llegaba, ya Naru ponía la mesa y algo de comer para ambos.
-Hola papa- saludo antes de que el otro rubio llegara
-¿Cómo estas hijo?- saludo un poco desanimado el mayor
-¿Qué ha pasado?-
-Una ola de asesinatos han ocurrido en Tsuna, me alegra que ya no vivas haya pero me preocupa que pueda estar acercándose hacia acá-
-¿Tú crees que pueda estar cerca?-
-Realmente espero que no hijo-
El horno sonó anunciando que la cena estaba lista.
Cenaron en silencio pero con la preocupación en el aire de aquella matanza.
-Hijo quisiera hablar contigo-
-¿Qué sucede papa?-
-Te has portado bien y creo que es hora de que levante el castigo. Se que extrañas ver a tus amigos y es por eso que lo hago-
-No entiendo…- Minato se levanto e interrumpió a su hijo al abrazarlo
-Soy policía, y estoy en peligro de morir en cualquier momento, solo quiero que tengas un recuerdo agradable mío-
Tanto padre como hijo no dijeron nada y se abrazaron lo más fuerte que podían. Afuera alguien veía la escena, si hubiese podido llorar lo hubiera hecho.
Continuara...
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