6. ADIÓS GALATEA
Draco se levantó con pesadez al siguiente día, teniendo ganas de seguir durmiendo, por siempre, sin tener ganas de despertar y ver la gris realidad.
“vive el presente, vívelo con toda la intensidad que te permita tu corazón”
Las palabras de Pansy resonaron en su cabeza, por lo que se levantó y se vistió con uno de los vestidos más bonitos que tenía, se puso un prendedor en el cabello que Pansy le había regalado y bajo a desayunar con calma y mejor humor, minutos después llego Harry por ella, el camino fue tranquilo, platicaban con calma, Harry era atento y dulce como siempre, ofreciéndole su brazo al caminar.
- Te noto algo seria
- Eh? Oh, no te preocupes – dijo con una sonrisa
- Está bien- dijo Harry, no del todo convencido, llegaron entonces a la pequeña obra de teatro, esta fue una pequeña historia romántica y dulce, con algunos toques cómicos que hacían reír al público, y es que los actores eran también muy buenos en lo suyo, Harry y Galatea disfrutaron esos momentos, al salir comentaban animados la obra, y después Galatea sonrió de una manera algo triste
- Gracias Harry, por todo, por estos días, han sido maravillosos
- Eh? Suena como si nunca nos fuéramos a volver a ver- Harry le tomó de las manos y se puso frente a ella- y yo no quiero eso… quiero seguirte viendo
- Harry…
- Se que por la escuela será difícil… pero realmente no quiero que esto se quede así- le acaricio el rostro- quiero saber más de ti… aunque sea a través de cartas- dijo con una sonrisa - ¿podría escribirte? Me gustaría mucho el poder escribirte
- Bueno- Galatea sonrió, tratando de contener lágrimas de culpa- puedes escribirme, y yo te contestaré por supuesto- sabia que mentía que era muy probable que las cartas no le llegaran, pero tampoco podía desilusionar al otro
- Excelente- dijo con una amplia sonrisa, caminando de la mano con la rubia y sintiéndose en las nubes por eso, se aseguraría de escribirle seguido, de escribirle incluso poemas, ya que realmente no quería perder a la hermosa rubia, y menos quería que la distancia les separara o les hiciera perder la emoción del momento, la plática continuo sobre la escuela, aunque era Harry el que más hablaba, conforme se acercaban a la casa de la chica, Galatea discretamente caminaba más y más lento, queriendo prolongar eso lo más posible, pero el final llega, por más que queramos posponerlo
- Bueno, llegamos- dijo con una sonrisa suave
- Si… te escribiré en cuanto llegue alla ¿no hay problema?
- Claro que no Harry… que te vaya bien- dijo acercándose a darle un beso en la mejilla a modo de despedida, pero el otro se anticipo y la abrazó, aún sorprendida Galatea respondió el abrazo, tratando de guardar el calor y el aroma del otro en su memoria
- Nos vemos- dijo Harry, soltándola lentamente, arrastrando su mano por el brazo de la otra, enganchando sus dedos a los dedos de ella, que poco a poco, renuentes se fueron soltando hasta que Harry tuvo que voltear la mirada y seguir su camino
- … Adiós Harry…- dijo Galatea casi en un susurro, entrando a la casa y yendo directamente a su cuarto, donde se sentó en una de las ventanas, mirando a Harry caminar hasta la casa vecina y poco después vio más movimiento y como cada uno recogía sus cosas y revisaba que no faltara nada, les siguió con la mirada al irse, hasta que no pudo verlos más, cuando sus ojos, cristalinos de lágrimas le impidieron ver a las figuras alejándose, se metió a la cama y se quedó ahí, abrazando una almohada, y con ella los recuerdos y momentos pasados, aferrándolos a sí, para nunca olvidar…
Los días pasaron así, Pansy miraba a Galatea bajar a desayunar y subir a su cuarto donde se quedaba casi todo el dia, pero ella sabia que esa era la manera de Draco de decir Adiós, incluso cuando Voldemort lo reclutó, Draco había reaccionado del mismo modo y se había despedido así de su vida anterior, era su modo de despedirse y comenzar de nuevo, de reconstruir su mundo, poco a poco y en soledad, así llegó el día en que el hechizo acababa, Draco desde su cama vio el reloj, cuando quedaban solo dos minutos de su transformación, se levanto, desnudándose lentamente, para mirar ese cuerpo en el espejo, un cuerpo que parecía ajeno, casi como una fantasía, pero que era suyo, una ilusión que le había permitido vivir los días más felices de su vida y las mejores vacaciones que nunca había tenido, miro su rostro, su cabello largo, sus hombros, sus pechos, la cintura y el contraste que formaba con sus caderas, sus piernas blancas y largas, agradeció a cada centímetro de su piel por las sensaciones, a sus ojos, a sus oídos, a los labios que habían tocado los de Harry, admiro y se despidió de cada detalle de ese cuerpo que le había acompañado por esos días y cuando un brillo comenzaba a salir de su cuerpo pronunció
- Adios Galatea…
Y ese brillo le inundó, pudo sentir a su cuerpo cambiar, desde su estatura hasta el cómo su cabello se encogía, como sus músculos se estiraban y tonificaban, como sus pechos desaparecían y su sexo masculino regresaba, y se miró de nuevo en el espejo, medio reconociéndose y sonriendo de la manera más altiva y más Malfoy que podía, era hora de dejar todo eso atrás, esos días serían hermosos recuerdos pero nada más, se permitió unas últimas lágrimas, eso era el final…
Pero lo que Draco no sabía era que el destino, caprichoso en sus excesos le tenía pensado otro guión a esta historia y ese no era un fin, sino un inicio…
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