Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El pecado del amor por Mirelle

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen.

Notas del capitulo:

Hola, traigo un nuevo fiki, aunque juraria que ya lo colgue... Si a alguien le suena, por favor, que me lo haga saber y lo borrare...

 

 

El pecado del amor.

 

 

 

Sasuke estaba de misión en los bosques cercanos de Konoha, su villa, que se situaba en el país del fuego.

 

 

 

Él era un Ninja de dieciséis años. En cuanto a su aspecto, era de estatura media, delgado, tal vez un poco demasiado. Con un cuerpo trabajado, pero sin exagerar. El más deseado de la villa de la hoja gracias a sus preciosos ojos de color negro, unos tan preciosos como el azabache mismo. Poseía también un finísimo y delicado pelo de color negro azulado, del que le caían dos finos mechones por la cara, y finalmente acababa en punta.

 

 

 

Su misión, era echar a unos Ninja enemigos, traidores de la hoja,  que se encontraban en la frontera del país del fuego. Iba acompañado de su grupo;

 

 

 

-Naruto, un chico musculoso, rubio y con ojos azules, pero sin duda a primera vista, uno se fijaba en tres marquitas que tenía debajo de sus ojos, en las mejillas. A Sasuke no le provocaba indiferencia, precisamente. Es más, le agradaba su presencia. Siempre discuten, pero se lo pasan bien juntos y disfrutan de la compañía del otro por igual.

 

 

 

-Sakura; una chica bastante bonita, pero plana y chillona. Lo que más le molestaba a Sasuke de ella, era, sin duda, ese complejo de pulpo que tenía. En cuanto le veía, enseguida se enganchaba a él y no había quien la separase. Cabe decir, que lo peor no era eso. Lo peor era su pelo de color rosa fosforito, que se podía apreciar a tres kilómetros de distancia. Lo mejor para camuflarse en un bosque lleno de enemigos.

 

 

 

-Itachi. Su hermano mayor. Hacía tiempo había matado a la mayoría de sus familiares, pero a Sasuke ya no le importaba. Sabía sus motivos de sobra. Itachi era un atractivo chico de piel blanca como la suya. Su pelo era negro y sedoso, atado en una coleta baja. Poseía unos atrayentes ojos de color rojo, a causa de una técnica de la familia, y tenía dos perfectas marcas bajo los ojos. Sasuke y él eran casi inseparables; estaban todo el día pegados. Y en las peleas, se cubrían el uno al otro.

 

 

 

-¡Sasuke! ¡Están cerca! – alegó de pronto el rubio, gracias a su buen olfato, que le era proporcionado por un demonio que guardaba en su interior. Y no, no era Sakura, era otro demonio.

 

 

 

-¡Preparaos para luchar!  -ordenó Sasuke, ya que iba delante y era el encargado de la misión. – Ya sabéis que son unos traidores, y seguramente se querrán vengar de la villa entera. ¡Debemos impedirlo!

 

 

 

Los tres restantes asintieron con ganas, preparándose los kunai.

 

 

 

Una ráfaga de shurikens apareció de la nada, sorprendiéndolos a todos. Sasuke, a penas pudo avisarles de que se agachasen, pero por suerte no hubo heridos.

 

 

 

-Sí, sin duda, están cerca. – se rió Itachi, con su encantadora sonrisa de superioridad. Sasuke, que le estaba mirando, se sonrojó inmediatamente y giró su cara hacia otro lado. Itachi le devolvió el gesto, divertido.

 

 

 

De la oscuridad, salieron unos diez Ninja armados, preparados para destrozar a sus presas. Cada uno se movió como pudo, pero el resultado final fue que cayeron todos, y no hubo ni una baja en el equipo de la hoja.

 

 

 

-Todavía deben de quedar muchos, id con cui… – un golpe lo interrumpió. Sakura acababa de caerse. - …dado – acabó, con una gota de sudor deslizándose por su sien.

 

 

 

-Lo siento, Sasuke-kun. ¿Podrías ayudarme? – preguntó la chica ofreciéndole su mano extendida desde el suelo.

 

 

 

Sasuke suspiró cansado. Cuando le iba a ceder su mano, se interpuso Itachi, que sabía las intenciones ocultas de la chica, y la levantó de golpe, casi provocando que se volviera a caer.

 

 

 

-Como vuelvas a intentar empujar a mi hermano contra tu asqueroso cuerpo, te hago picadillo, frentona. – amenazó Itachi, con una macabra voz, sólo siendo oído por Sakura, que asustó de sobremanera. No era una broma.

 

 

 

-¡Sasuke, a tú derecha!  -gritó de pronto Naruto. Gracias a eso, Sasuke pudo esquivar a un asesino que le iba directo a matarle, con claras intenciones de hacerlo al instante. Sasuke se giró, lo esquivó, y le derrotó por la espalda.

 

 

 

-¡Poneos todos en guardia! ¡Van a atacar!  -ordenó.

 

 

 

De pronto, apareció uno detrás de Sakura, y ésta, ni cuenta se dio. Sasuke, que lo vio todo, se lanzó sobre Sakura para salvarla, recibiendo un fuerte golpe en la nuca en su lugar.

 

 

 

Rápidamente, Sakura se incorporó, sonrojada, pero Sasuke seguía en el suelo, arrodillado, ocultando su cabeza y sin dar signos de vida. Se encontraba muy mal. Le daba mil vueltas la mente y su vista estaba nublada.

 

 

 

Empezó a jadear un poco por el dolor. Itachi, al darse cuenta de que su hermano verdaderamente se encontraba mal, corrió para cubrirle con su cuerpo.

 

 

 

-¡Estad atentos! ¡Cubridnos!  -pidió Itachi a los otros dos mientras él intentaba verle la cara a Sasuke, que se resistía a causa del mareo. – Sasuke, Sasuke… - le cogió de la barbilla. – Mírame. Así… Respira… Tranquilo… - se observaron a los ojos el uno al otro.

 

 

 

Itachi, identificó que su mirada estaba perdida, por el mareo. También vio un deje de angustia en su rostro. Angustia y dolor.

 

 

 

-No sufras. Sakura y Naruto nos cubren, y…. – se vio interrumpido por un grito. Sakura había sido vencida por un Ninja bajito y rechoncho. Naruto intentaba ayudarla. – Pues eso, que estamos seguros… - acabó, con una gotita de sudor deslizándose por la sien.

 

 

 

Sasuke intentó levantarse, pero Itachi se lo impidió al instante. Antes de poder decir nada más, apareció una sombra que agarró a Sasuke por la cintura, aprovechando su estado, y desapareció con él.

 

 

 

-¡¡Sasuke!! – la desesperación se hacía presente.

 

 

 

-Este chico va a sufrir tanto como los de la hoja me hicieron sufrir a mí. – señaló una voz, que Itachi reconoció: El objetivo de la misión.

 

 

 

-¡Orochimaru! – gritó el mayor de los Uchihas.  - ¡Llévame a mí! ¡Él no tiene nada que ver! – exigió, pero al parecer, ése ser ya había desaparecido.  – Maldita serpiente rastrera….

 

 

 

Itachi dirigió su mirada angustiada hacia los dos inútiles que se encontraban callados, sin saber qué decir. Les miró de manera desaprobatoria, con odio, y se dio la vuelta para ir a buscar a su preciado ototo.

 

 

 

 

 

 

 

En otro lugar, concretamente en la entrada de un campanario abandonado, se encontraba un hombre de pelo largo, lacio y negro. Tenía una piel un tanto demasiado blanca y los ojos amarillos con el borde pintado con tonos violetas. Ése era Orochimaru. En sus brazos, traía inconsciente a Sasuke.

 

 

 

Bajó por unas escaleras que dejaban bastante que desear, hasta una habitación en el sótano, tan oscura que tuvo que encender una antorcha.

 

 

 

Dejó al menor en el suelo delicadamente, y se dispuso a observarle. Verdaderamente, ese pequeño era hermoso. Una piel demasiado suave para los humanos, blanca… Ese pelo tan delicado y esa apariencia afeminada, pero con ése carácter tan suyo… ¡Le encantaría domarle!

 

 

 

Se relamió antes de subir al piso de arriba a buscar su maletín.

 

 

 

Dejó las ideas de su hermosura de lado para centrarse en su venganza. Konoha le había separado de lo que más había querido; llevar a cabo un buen proyecto para ser admirado por el tercer Hokage, su ejemplo a seguir. ¡Pero el muy imbécil le había echado de la aldea! Ya se había vengado de él, matándole, pero todavía no tenía bastante.

 

 

 

Toda la villa pagaría su rencor, y aunque era una pena que el chico tuviese que morir, así era su venganza.

 

 

 

Sasuke, lentamente se fue despertando, aturdido. Se encontraba solo en la más absoluta oscuridad. Era desesperante, desde que era pequeño le había dado mucho miedo la oscuridad. Se incorporó, observando a su alrededor con miedo.

 

 

 

-¡¡Aniki!! ¡¡Aniki, vuelve!!  -gritó, pero el único que le respondió fue el eco. - ¡Itachi! ¡Ayúdame, por favor! ¡Ya sabes que no me gusta esto! – cerró los ojos para poder gritar, y unas transparentes lágrimas descendieron por ellos.

 

 

 

-¿No te sirvo yo, pequeño…? – preguntó una terrorífica voz.

 

 

 

-¿Orochimaru? – preguntó asustado. Sintió una presión en su hombro, que luego le tapó la boca.

 

 

 

-Si temes a la oscuridad, será más fácil hacerte sufrir, y menos sádico, chico. Celebro que no tenga que cortarte los dedos uno a uno para hacerte llorar…

 

 

 

-¡¡No!! – Sasuke empezó a derramar más lágrimas. Orochimaru le había cogido por la fuerza y le estaba empujando a una especie de tumba en la pared, aunque físicamente no veía nada. - ¡No, por favor! ¡¡Haré lo que me pidas!!

 

 

 

-Demasiado tarde… - susurró la serpiente, mientras acababa de tapiar la única salida de la tumba. – Nadie te buscará entre los muertos…

 

 

 

-¡¡¡Nooooo!!! – gritó antes de quedarse completamente solo en la oscuridad. Cerró los ojos mientras lágrimas se deslizaban por sus mejillas, y los únicos recuerdos que le vinieron a la mente, fueron los que vivieron él y su hermano juntos.

 

 

 

 

 

 

 

Itachi, mientras tanto, buscaba por todo el bosque algún signo de que Orochimaru hubiese pasado por allí. Los “dos palurdos” como le encantaba llamar a Naruto y a Sakura, habían ido a Konoha, a informar a la Hokage Tsunade.

 

 

 

Seguía buscando cuando de pronto se encontró con alguien a quién no esperaba; Kabuto, el sirviente de Orochimaru, la maldita serpiente secuestradora.

 

 

 

-¡Tú! – gritó, para luego echarse encima de él. - ¿¡Dónde está Orochimaru!?

 

 

 

-¿¡Y a mí qué me cuentas?! – preguntó el chico, cohibido. - ¿Sólo por qué sea su fiel servidor tengo que saber dónde se encuentra? ¡Injusto!

 

 

 

-¡No me engañes! – replicó Itachi, ahogándolo con sus propias manos. - ¿¡Qué le está haciendo a Sasuke?! ¿¡Dónde le tiene?! ¡¡Dímelo, maldita escoria!!

 

 

 

-Te noto perturbable, Itachi… - rió Kabuto. – Ése chaval debe de ser muy importante para ti… - le sonrió de forma cruel.  – Espero que se muera…

 

 

 

Itachi, sin más, le dio un buen puñetazo y le clavó un puñal en el corazón, matándole al instante.

 

 

 

-No digas eso ni en broma…

 

 

 

 

 

Itachi llegó hasta otra zona de bosque, donde normalmente, enterraban los cadáveres los criminales. Lo hizo, rezándole a Jashin-sama para que Sasuke no se encontrase ahí. Por suerte, tampoco estaba.

 

 

 

 

 

Sólo quedaba un sitio donde no había mirado; el campanario. Se acercó allí, y vio a Orochimaru, que se encontraba en lo alto, observando el atardecer.

 

 

 

Subió a toda prisa, encontrándose con la sorprendida serpiente. Empezaron a luchar, cuerpo a cuerpo, sangre empezaba a salir del cuerpo del traidor.

 

 

 

Finalmente, Itachi acorraló a Orochimaru.

 

 

 

-¿Dónde está mi hermano?

 

 

 

Orochimaru, sonrió sádicamente y se tiró del campanario, suicidándose. Cuando Itachi lo vio en el suelo, un charco de sangre le rodeaba.

 

 

 

-Maldito….

 

 

 

Bajó rápidamente todos los pisos, buscando alguna señal de Sasuke, pero no lo encontraba. Finalmente, se le ocurrió bajar al último piso. Al ver que sólo había oscuridad, se sintió desesperado.

 

 

 

-Maldita sea… ¡Sasuke odia la oscuridad! Debe de estar muerto de miedo… - inmediatamente, encendió un fuego. -  ¡¡Sasuke!! ¿¡Me oyes?! –no recibió respuesta.

 

 

 

Empezó a buscar por toda la habitación, esperando encontrar sangre, o lo que fuese, pero nada. Finalmente, se fijó en un grupo de piedras que se encontraban tapiando algo.

 

 

 

Rápidamente, empezó a tirar todas las piedras al suelo, dejando al descubierto el inerte cuerpo de Sasuke, pálido y frío. Dormido.

 

 

 

-¡¡¡Sasuke!!! – no respondía. Le agarró y se sentó en el suelo, con el cuerpo de su hermano encima. - ¡Abre los ojos, Sasuke! – acercó su oreja a los labios de éste, pero no respiraba.

 

 

 

-Perdóname, pero es lo único que puedo hacer para salvarte… - pidió, apenado, mientras unía sus labios para aportarle oxígeno a su cuerpo. Empezó también a abrazarle, para aportarle calor. – Vamos, estoy aquí… He llegado…

 

 

 

-I…Itachi…. – susurró débilmente.

 

 

 

-¡Sasuke! ¡Estás vivo! – lloró de la emoción, mojando al menor.

 

 

 

-¿Estás… llorando, aniki? – preguntó inocentemente. – No debes hacerlo…. Estoy bien… - alegó. Itachi le cogió en brazos.

 

 

 

-Salgamos de aquí, Sasuke.

 

 

 

-Pero… Itachi, yo… tengo que decirte algo… - dijo sonrojado. – Los últimos pensamientos que tuve…. Iban dedicados a ti… Yo te…. Te amo…

 

 

 

Itachi le acalló con un impresionante beso en los labios.

 

 

 

 

 

 

 

Una semana después, en el hospital de konoha…

 

 

 

Habitación 326:

 

 

 

-Me preocupaste mucho, Sasuke. – le explicaba Naruto, a un distraído Sasuke, que miraba la ventana sin cesar.

 

 

 

-Naruto. – interrumpió. - ¿Es normal sentir algo por tú hermano? – preguntó inocentemente, pero serio. Naruto alzó los hombros como señal de que no lo sabía.

 

 

 

Entonces, Sasuke sonrió recordando lo que habían hecho en el campanario Itachi y él cuando él le había dicho que le amaba e Itachi se le había tirado al cuello.

 

 

 

-Bueno, no sé la respuesta, pero poco me importa…

 

 

 

Por la puerta, de repente, apareció Itachi, que echó a Naruto de la habitación todo lo rápido que pudo y cerró con llave.

 

 

 

-Buenos días, ototo… Celebro que te encuentres mejor. – dijo, regalándole un beso en la frente y un ramo de rosas rojas. - ¿Cómo dormiste?

 

 

 

-Sólo. – le reprochó.

 

 

 

-Tranquilo. No pienso volver a ir de misión sólo en toda mí vida.

 

 

 

-Pues yo te encargo una misión, pero será conmigo… - ronroneó, en tono juguetón.

 

 

 

-No me digas… - Itachi empezó a besarle de forma apasionada.

 

 

 

Y el resto, ya saben como continúa. La habitación, se llenó de dulces gemidos de amor. Y es que, parece increíble que tuviesen que pasar por esa situación para poder sentir sus verdaderos sentimientos…

 

 

 

 Fin.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).