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Los beneficios del sexo por Takaita Hiwatari

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LOS BENEFICIOS DEL SEXO:

Takaita Hiwatari

Capítulo 3: "¿El motivo del estrés?":

 

-Oi, dobe, despierta -demandó por enésima vez.

-Mn...

 

Sasuke apretó los labios y afiló la mirada. Tal vez despertaría sí...

 

-Naruto... hay ramen... -habló dubitativo.

 

Casi siente deseos de sujetar a Uzumaki de una pierna y lanzarlo por la ventana al verlo abrir lentamente los ojos. Pero bueno, al menos había despertado. ¡Por fin!

 

Naruto abrió los ojos, enfocando algo borroso el techo. Se frotó los ojos con pereza.

 

-Sí, tengo hambre´ttebayo. Vamos a comer ramen en Ichiraku.

 

Nada más decir eso, frunció levemente el ceño en señal de desconcierto. ¿A quién le había hablado? Ahora que recordaba, esa no era su habitación, era la de Sasuke. Oh, claro, se había quedado dormido en la cama del teme mientras esperaba a que éste terminara de bañarse. ¿Entonces esa voz había sido un sueño?

 

Giró la cabeza a un lado, encontrando sus ropas desparramadas por el suelo. Él mismo las había lanzado ahí sin cuidado alguno antes de recostarse en la cómoda y amplia cama de Uchiha. Se sobresaltó levemente al notar unas suaves caricias superficiales en su entrada. Y ahora que recapacitaba, sus piernas y su trasero no estaban tocando las suaves sábanas, ni el colchón. ¿¡Qué demonios...!?

 

Nuevamente giró la cabeza, esta vez con una rapidez extrema, atisbando unos inexpresivos ojos negros que le observaban de vuelta. Su amigo estaba arrodillado entre sus piernas vergonzosamente separadas.

 

-¿¡Sasuke!? -gritó, sonrojándose de golpe.

-Parece que he encontrado la palabra mágica para hacerte despertar -comentó sin emoción alguna en su voz.

 

El rubio inspiró hondo, y antes siquiera de pensarlo, sus piernas que todavía estaban sobre los hombros blancos se quisieron enredar en el cuello de Sasuke para intentar ahogarlo, o como mínimo apartarlo. Pero éste se lo impidió, deteniéndole al sujetarle con cada mano una pierna y fulminándole con la mirada.

 

-Tú... ¡Sasuke teme! ¡Pervertido´ttebayo! ¿¡Se puede saber qué hacías tocándome... "ahí"!?

-No soy...

 

Se detuvo en lo que iba a decir al reflexionar en que Naruto había tenido razón al llamarle pervertido. Se había aprovechado de él cuando estaba dormido, bueno... sólo lo había manoseado, pero no debía de ser muy agradable despertar y encontrar a tu mejor amigo, rival y casi hermano arrodillado entre tus piernas y toqueteándote a su antojo mientras estás totalmente desnudo.

 

Y él pensando que el pervertido ahí era el dobe.

 

Uzumaki bajó rápidamente las piernas de los hombros de Sasuke, quedando una a cada lado de su amigo, y se incorporó un poco apoyando los codos en el colchón. Pasó por su cabeza la idea de cubrirse, pero era algo ridículo porque Sasuke ya le había visto.

 

-¡Contéstame! -demandó ante el silencio del pelinegro.

-La infusión de antes...

 

Y nuevamente hubo silencio para irritación del rubio que arrugó el ceño. Notó cómo Sasuke fruncía el ceño durante unos segundos, como si estuviera pensando algo, y después levantaba levemente la cabeza mientras alzaba una de las comisuras de sus labios en una sonrisa suficiente.

 

Estuvo por cuestionarle qué demonios tenía que ver la infusión que se tomaron antes con que ahora le estuviese metiendo mano mientras dormía, pero la pregunta murió ahogada en su garganta al sentir una blanca mano posarse en su costado derecho y ascender en una caricia hasta el pecho.

 

-¿Qué? Te he tocado antes, ¿acaso no puedo hacerlo ahora?

 

Sasuke había formulado la pregunta con una serenidad tal, que a Uzumaki le provocó un escalofrió a lo largo de la espalda y casi le hace exhalar un suspiro.

 

Satisfecho por la reacción del rubio, la leve sonrisita de Sasuke se amplió un poco, todavía manteniendo ese toque orgulloso. Antes había quedado como un tonto inocentón frente al dobe, pero ahora podía arreglar eso. Apoyó una mano en el colchón, mientras que la otra se entretuvo recorriendo el moreno pecho, el vientre y una de las piernas.

 

-E-ese no es el punto dattebayo -le discutió Naruto, intentando ignorar la atrevida mano de su amigo acariciando su muslo derecho. -Quiero saber...

-¿Te molesta? -interrumpió. Al notar el desconcierto en los ojos azules, intentó ser más específico. -¿Te desagrada lo que te hago?

-No -confesó. -Pe-pero yo quiero saber...

 

Sin esperar a que terminara de hablar, la mano que acariciaba el muslo ascendió veloz hasta ceñirse en la nuca de Uzumaki. Empuñó algunos rubios cabellos y tiró suavemente de ellos, obligándole a alzar un poco la cabeza.

 

-Entonces cállate -demandó antes de unir sus labios con los de un sorprendido Naruto.

 

Todo fue muy rápido para el gusto del chico de ojos azules. Cuando su cerebro logró procesar lo que pasaba, la lengua inquieta de su amigo ya estaba recorriendo su boca con toda la confianza del mundo. Mientras que la mano en su nuca se mantenía firme, sujetando algunos de sus rubios cabellos para que así no pudiera mover la cabeza.

 

¿Qué estaba pasando ahí? ¿En qué momento Sasuke y él habían pasado de ser los mejores amigos, a ser unos mejores amigos con derecho a roce?

 

No se le olvidaba que él había iniciado el encuentro anterior en el pasillo, y todavía no podía comprender de dónde había surgido ese valor suyo para besar a Sasuke como si fuera lo más común entre ellos. Es más... todavía le costaba un poco asimilar el que su amigo le hubiese correspondido. ¡Y ahora era él quien iniciaba un nuevo acercamiento!

 

Volvió a pensar una vez más que eso significaba entonces que Sasuke correspondía sus sentimientos... ¿no? Tal vez le quería como algo más que un amigo, y si no era así, como mínimo sentía atracción y le gustaba su cuerpo.

 

Cortó el hilo de sus enredados pensamientos al sentir falta de oxigeno. Emitió un sonido ahogado de protesta, y agradeció que al instante el pelinegro se alejara lo suficiente para dejarle respirar.

 

¿¡Qué rayos pasaba con ese pervertido de Sasuke!? No le bastaba con manosearle mientras dormía, también le metía la lengua hasta la garganta, dejándole casi sin aliento.

 

En un intento por tranquilizarse un poco, dejó de apoyarse sobre sus codos y se recostó, todavía algo jadeante.

 

Por su parte, Uchiha también regulaba su respiración sin despegar la mirada del cuerpo recostado frente a él, totalmente desnudo y a su alcance. Sentía un suave hormigueo en los labios y en la lengua, ansiando más. Naruto no había correspondido su beso, tan sólo se había dejado besar en una actitud sumisa que no le gustó mucho.

 

-¿Dónde ha quedado el usuratonkachi atrevido de hace un momento? -cuestionó con un tono de voz desapasionado, pero en sus negros ojos era apreciable un leve brillo de curiosidad.

 

Al instante Naruto alzó un brazo y señaló a su amigo de forma acusadora.

 

-¡El usuratonkachi de hace un momento quedó en shock cuando al despertar encontró a su mejor amigo metiéndole mano´ttebayo! -casi gritó.

 

Y para sorpresa de Uzumaki, vio al pelinegro alzar levemente ambas cejas y curvar de forma apenas perceptible las comisuras de los labios al tiempo que dejaba escapar el aire de forma sonora por la nariz para no reír en voz alta. ¡Sasuke sonriendo!

 

-No hagas el papel de niño inocente e indefenso, dobe. No te queda, y a mí no me gusta -con total tranquilidad apoyó ambas manos a cada lado del rubio para mirarle desde más cerca. -Eres un ninja, de los pocos que puedo decir que posee una fuerza comparable a la mía. Si no me hubieses querido sobre ti, desde el principio podías haberme atacado y alejado.

 

En otra ocasión a Naruto le habrían brillado los ojos al escuchar a Sasuke admitir que es fuerte, o habría iniciado una discusión infantil diciéndole que él era más fuerte, pero no en ese momento. Tan sólo pasó saliva de forma sonora y desvió la mirada, totalmente sonrojado al verse descubierto. Sí, había protestado porque le había sorprendido lo que encontró al despertar, pero era Sasuke quien lo hacía y en el fondo no le había molestado.

 

El silencio de Naruto sólo le confirmó a Sasuke que tenía razón. Ese dobe siempre protestaba aunque fuera para decir una estupidez, pero ahora tan sólo había silencio.

 

Ya tenía las respuestas a sus dudas de un principio, ambos cuerpos respondían aunque parecía ser que ahora lo hacían con más calma, no con esa intensidad arrolladora de antes, lo que le permitía poder controlar la situación y el ritmo con el que deseaba que ocurrieran las cosas.

 

Él quería más, y parecía ser que Naruto también, así que... ¿por qué no seguir?

 

-Naruto -cuando los ojos azules chocaron con los suyos, continuó hablando. -Si no deseas esto, aléjame ahora.

 

Si inclinó dispuesto a cazar nuevamente los labios contrarios, pero el sentir las manos de Naruto sobre sus hombros se lo impidió. De repente toda la habitación dio un giro, descubriendo que ahora era él quien estaba recostado en la cama y que Naruto le miraba desde arriba con una sonrisa divertida y triunfante.

 

-Sasuke teme, la próxima vez que me manosees mientras duermo, te juro que te patearé hasta romperme el pie dattebayo.

-Si me amenazas sonriendo de esa forma no suena nada creíble, idiota -rebatió totalmente sereno.

 

Uzumaki mantuvo su sonrisa un momento más, hasta que ésta se desvaneció paulatinamente al tiempo que sus ojos azules se entretenían en observar con detalle a Sasuke. Sin decir nada más, cortó la distancia y posó los labios sobre la marca rojiza que anteriormente había dejado en su amigo. Deslizó la lengua por todo el cuello al tiempo que dejaba caer un poco su peso para estar más cerca del otro cuerpo, apoyándose en sus antebrazos, y notó en la cintura el tacto de la toalla que Uchiha todavía llevaba.

 

Sasuke alzó las manos y las posó en la parte baja de la morena espalda, dando lentas caricias que nada tenían que ver con las que dio anteriormente cuando Uzumaki dormía. Esa postura no le agradaba mucho, el verse debajo de Naruto le hacía sentirse demasiado expuesto, a pesar de no estar completamente desnudo por ahora, pero se compensaba por el hecho de que le resultaba agradable la atención que el rubio le brindaba. Despacio cerró los ojos, concentrándose en sentir únicamente los labios contrarios recorriendo su cuello, su hombro derecho y su pecho; en sentir la húmeda lengua inquieta que de vez en cuando acariciaba sus pezones, provocándole un suave estremecimiento; y en la mano que le rozaba uno de los costados y bajaba cada vez más.

 

Sin duda era fácil acostumbrarse a eso y asegurar que nunca se cansaría. Siempre y cuando fuera Naruto quien estuviera con él. No podía, ni quería, imaginarse a sí mismo haciendo aquello con otra persona. Ni siquiera que alguien invadiera su espacio personal y le tocara con demasiada confianza.

 

No. Sólo Naruto podía hacerlo. Su rival, su amigo y casi hermano; y ahora también su amante.

 

¿Podría ser que...?

 

Lentamente abrió los ojos, encontrándose con un moreno rostro sonrojado y un par de ojos azules que le observaban fijamente con un brillo que no supo descifrar, pero que provocó que su corazón latiera algo más rápido. Las caricias sobre su cuerpo habían cesado, pero no protestó por ello, sino que continuó estudiando los ojos contrarios. A veces, cuando miraba a ese rubio tonto, escandaloso y torpe, su corazón parecía dar un brinco.

 

¿Podría ser que estaba...?

 

Se obligó a no terminar esa pregunta. Decir que estaba enamorado de alguien tan de repente no tenía sentido. Ese sentimiento no debía ser tomado a la ligera. Pero era la única respuesta posible para explicar lo que le pasaba, como por ejemplo el porqué no podía sacárselo de la cabeza por más que quisiera, dejándole totalmente frustrado. Y de hecho, desde que empezó a ser consciente de lo que le pasaba con Naruto fue cuando empezaron las noches sin dormir, su carácter se volvió más irritable y las misiones en las que participaba tenían algún que otro percance. Ahí fue cuando inició el estrés.

 

¿Naruto era el motivo de su estrés?

 

-¿Sasuke...?

-¿Mn?

-¿Estás bien´ttebayo? -preguntó algo preocupado, notaba a su amigo un poco extraño.

 

El pelinegro asintió levemente con la cabeza. Al notar la quietud de Naruto que todavía le miraba con preocupación, le tomó de un brazo para acercarlo un poco más, y alzando levemente la cabeza, estrelló de forma algo tosca pero fugaz sus labios en los contrarios.

 

-No he dicho que pares, dobe.

 

Volvió a unir sus bocas, y a pesar de que pronto tuvo permiso para invadir la boca de Uzumaki, le besó con una calma que sorprendió y estremeció a ambos. Notó a Naruto moverse un poco sin romper el beso, tal vez para acomodarse mejor. Tembló levemente al sentir una mano tantear su ingle un instante para después comenzar a estimular su miembro algo despierto. Aunque intentó retenerlo, un leve gemido se le escapó y murió entre sus labios unidos. Tan concentrado estaba en el beso que ni había notado cuando su amigo le había abierto la toalla.

 

En cuanto Naruto escuchó el gemido del pelinegro, rompió el beso con cierta prisa, ansioso por escuchar a Sasuke gemir o jadear con claridad. Supo que eso no sería posible porque en cuanto finalizó el beso, su amigo había apretado los labios levemente, como queriendo acallarse. Frunció ligeramente el ceño, frustrado. Acercó más su cadera a la contraria hasta que sus miembros se tocaron, y con unos movimientos algo torpes al principio, masajeó ambas erecciones. Dejó escapar un hondo suspiro placentero al tiempo que Sasuke jadeaba brevemente.

 

Sintió la mano de Uchiha posarse sobre la suya, instándole a que acelerara un poco los movimientos. No se hizo de rogar y obedeció a su muda demanda porque en el fondo él también lo deseaba. La habitación se llenó paulatinamente del sonido de dos respiraciones agitadas y algún que otro leve gemido.

 

Las alertas del rubio se activaron al notar la otra mano de Sasuke manosear y acariciar sus nalgas, tanteando de vez en cuando la línea que las separaba. ¿Acaso Sasuke pretendía que él fuera el pasivo otra vez? ¡Ni hablar! Él tenía otros planes. Quería ser el activo ahora, sentir lo mismo que había sentido Sasuke. Además, ¡eso era lo justo!

 

Abandonó su tarea, sacándoles un leve gruñido de insatisfacción a ambos por dejar la estimulación a medias. Con rapidez, Naruto tomó la mano que le acariciaba las nalgas y la alejó hasta que quedó contra la almohada. Notó la mirada desconcertada del pelinegro.

 

-Ni lo sueñes, Sasuke teme. Ahora... es mi turno dattebayo.

 

Uchiha estaba tan centrado pensando que su camino al clímax había sido frustrado, que tardó unos segundos en entender lo que había querido decir su amigo.

 

-Sobre mi cadáver -fue todo lo que dijo.

-¡Bastardo egoísta! ¡Es lo justo!

-Tú y tu sentido de la justicia -musitó rodando los ojos.

-Además... todavía me duele un poco el trasero´ttebayo -agregó en un murmullo, algo sonrojado y ceñudo.

 

Sasuke alzó su mano libre y se acarició la frente sin dejar de mirar los ojos azules.

 

-Esto es de risa, dobe. Has estado infinidad de veces al borde de la muerte, ¿y ahora te quejas porque te duele el trasero?

 

El rubio desvió la mirada, avergonzado por la burla de Sasuke en ese tono serio.

 

-Tsk... Maldito, ya me gustaría verte en mi lugar -dijo en voz baja, más bien para sí mismo.

-No sabía que tu cuerpo es tan delicado. Es un milagro que antes no te rompieras en el pasillo.

-¡Basta! -frunció más profundamente el ceño, fulminando a Sasuke con la mirada y con una venita palpitante en la sien. -¿¡Me estás llamando nenaza!?

-En realidad te estaba llamando débil, pero mirándolo de ese modo...

-¡Bien! -interrumpió. -Vale´ttebayo. ¡Tú ganas!

 

Sasuke disimuló una leve sonrisa de satisfacción. No sabía si él era muy listo, o Naruto muy tonto, pero era perfectamente consciente de que provocando a Uzumaki obtendría lo que quería.

 

Aunque era algo irritante que hasta en ese tipo de situación también discutieran.

 

-Tú ganas -reiteró el rubio, más tranquilo. -¡Pero sólo porque yo quiero! Y yo elijo la postura -sentenció.

-Bien -fue todo lo que dijo.

 

Después de eso, alzó las manos y tomó a Naruto de la cintura, dispuesto a intercambiar posiciones. Pero le sorprendió el que su amigo nuevamente le detuviera.

 

-Dije que yo elijo la postura. Quiero hacerlo así.

-¿Así? -reiteró tontamente, no esperando eso.

-Sí. Y como te vuelvas a comportar como un teme miedoso, acabarás mordiendo la almohada´ttebayo.

 

Sasuke notó perfectamente que en esta ocasión la amenaza de Naruto iba muy en serio. ¡Y otra vez ese cabeza hueca le llamaba cobarde! Acercó un par de dedos a sus propios labios, siendo consciente de que antes había toqueteado y acariciado la entrada del rubio precisamente con esos dedos. Titubeó un par de segundos, pero en un arranque de decisión los introdujo en su cavidad, dándose prisa por empaparlos bien de saliva, y notando cómo de repente Naruto parecía haberse quedado hipnotizado observando lo que hacía.

 

Cuando lo consideró adecuado, retiró los dedos humedecidos y los acercó al moreno trasero.

 

-No te tenses.

 

Fue todo lo que dijo antes de empezar a introducir el primer dedo. La sensación era extraña, y se preguntó cómo antes Naruto había podido recibirle a él si ahora sólo había metido un dedo y sentía cómo ese interior le apretaba levemente. Notó cómo Uzumaki agitaba levemente la cadera, pidiendo en silencio que se moviera, y así lo hizo.

 

Naruto hizo una leve mueca cuando sintió entrar el segundo dígito. La sensación no era todo gozo, pero el hecho de que Sasuke lo hiciera le encantaba. Inclinó un poco la cabeza, manteniendo a posta la cintura algo levantada, y jugueteó con el lóbulo de la oreja derecha del pelinegro, cazándolo entre sus labios, lamiéndolo o mordiéndolo con suavidad. Sonrió levemente al escuchar un pequeño gruñido de parte de Uchiha, al parecer era sensible en esa parte. Aunque emitió una leve queja cuando Sasuke retiró los dedos de su interior sin mucho cuidado. Sin pensarlo descendió hasta el pecho del pelinegro y le mordió uno de los pezones con algo de saña para después lamerlo un par de veces con una repentina suavidad.

 

-¡Usuratonkachi!

 

Vio a Naruto alzar la mirada y encararle con un brillo decidido en sus ojos azules, el mismo que había visto antes en el pasillo. No pudo seguir insultándole al ver al rubio acomodarse a la altura de su pelvis; y su expresión de enojo desapareció cuando un suave jadeo brotó de sus labios en el momento en que Uzumaki tomó su virilidad con una mano guiándola a su propia entrada.

 

Su respiración se volvió errática al sentir nuevamente el cálido y apretado interior del rubio recibirle, esta vez con menos resistencia. Naruto descendía a un ritmo desquiciantemente lento, pero seguro. Empuñó las sábanas con ambas manos para obligarse a no sujetar a Uzumaki de la cintura y forzarlo a sentarse completamente sobre él de un rápido y firme movimiento. Sentía todo el cuerpo acalorado, concentrándose especialmente en el bajo vientre. Recapacitó en que ahora podían verse a la cara, así que rápido observó la expresión que tenía el chico sobre él: Naruto mantenía los ojos cerrados y la boca levemente entreabierta, respirando algo jadeante, las morenas mejillas estaban totalmente sonrojadas. Escuchó claramente como dejaba escapar un apenas perceptible suspiro de alivio cuando estuvo completamente sentado sobre él. Y fue entonces cuando el rubio alzó los párpados y sus ojos se encontraron durante unos segundos. Ambos con el mismo brillo en la mirada.

 

En un impulso se incorporó un poco, apoyándose sobre uno de sus codos, y con la boca cazó uno de los pezones del rubio, chupándolo con intensidad. Fue recompensado con un gemido y un estremecimiento de parte de Uzumaki, lo que le dio confianza para darle el mismo trato al otro pezón.

 

-Sa-Sasuke, para´ttebayo -suplicó jadeante, apoyando una mano en los negros cabellos de su compañero. -¡Quiero empezar a moverme!

 

El mencionado tan sólo se separó unos milímetros de la porción de piel que succionaba.

 

-¿Y por qué no lo haces? -cuestionó con una voz levemente enronquecida y un tono insinuante.

 

Llevó su mano libre al final de la espalda de Naruto, y lo empujó un poco hacia su cuerpo, instándole a que se meciera hacia delante y atrás en lugar de subir y bajar. Cuando se cansó de dejar marcas rojizas que apenas eran perceptibles en la morena piel, se dejó caer recostado. Sintió la boca repentinamente seca en el momento en que Uzumaki cambió sus movimientos, empezando a subir y a bajar al tiempo que apoyaba las manos a cada lado de su cara, sobre el colchón. No sabía si era su imaginación, pero juraría que ahora penetraba a Naruto de una forma más profunda que antes. Seguramente sería por la postura en la que estaban.

 

Repentinamente desesperado por los movimientos lentos pero rítmicos de Uzumaki, colocó las manos en la morena cintura, presionando con firmeza los dedos y obligándole a bajar con más fuerza al tiempo que alzaba ligeramente la pelvis. Un fugaz brillo orgulloso apareció en sus negros ojos al ver que el rubio intentaba acallarse los gemidos, fallando miserablemente en cada intento. De repente esa postura no le desagradaba, tenía una maravillosa vista desde ahí abajo. Le parecía muy sugestivo contemplar la expresión de Naruto en ese momento y el cómo marcaba el ritmo de las embestidas. Le gustaba esa actitud del rubio que a pesar de ser el pasivo, no era nada sumiso.

 

Alejó una mano del agarre en la cintura, descubriendo la marca de sus dedos en la bronceada piel. Deslizó la palma de la mano por uno de los muslos, y pudo notar los músculos de la zona algo tensos por el esfuerzo que hacía Uzumaki al subir y bajar. Después pasó a tantear la ingle y el vientre, percibiendo que al instante el rubio volvía más lentos sus movimientos y observaba la mano que le acariciaba, como esperando impaciente que esa blanca mano abarcara cierta parte de su cuerpo.

 

Decidió obedecer a la muda súplica de los ojos azules y estimular la excitación del rubio. Pero le desesperó interiormente que Naruto se detuviera completamente, respirando jadeante.

 

-No te detengas -farfulló.

 

Naruto balbuceó algo inentendible entre sofocados jadeos, con toda su atención puesta en aquella mano que toqueteaba su miembro y de vez en cuando los testículos. Agitó ligeramente la cabeza, enfrentando los ojos del chico bajo él que le observaban con un serio reproche.

 

-Esta postura es muy... -balbuceó. -Estoy cansado, teme.

 

Sasuke pensó que se moriría de un ataque de frustración cuando Naruto se levantó y se dejó caer recostado a su lado boca arriba. ¿¡Lo iban a dejar así!? No... ¿¡Naruto le iba a dejar "así"!?

 

De repente notó que Uzumaki le miraba con el ceño levemente fruncido.

 

-Oi, Sasuke teme, ¿qué estás esperando? ¡Ven aquí dattebayo!

-¿Qué? -fue lo único que atinó a decir.

-¡No me digas "qué"! -protestó con un leve mohín de berrinche. -¿No quieres terminar lo que hemos empezado?

 

Y como si su cuerpo tuviera vida propia, nada más escuchar esa pregunta se incorporó un poco, viendo con satisfacción cómo el rubio flexionaba las piernas y las separaba de forma indecorosa en una invitación que él aceptó.

 

Después de que Uchiha se acomodara entre las piernas del chico bajo él, sus cuerpos no tardaron en volver a fundirse en uno, suspirando, jadeando y gimiendo de vez en cuando.

 

Naruto sintió un espasmo recorrerle, anunciándole que el final estaba cerca, y se maldijo por tener tan poco aguante. Tal vez era porque su cuerpo no estaba acostumbrado a aquella intensa sensación de placer. Intentó retrasar el momento, con una mano apretó firmemente las sábanas de la cama y su brazo libre lo alzó hasta cubrirse los ojos. Sus piernas, que permanecían en la cintura de Sasuke, se afirmaron un poco más, queriendo que se alejara de él lo menos posible. La fricción de sus cuerpos levemente sudados le encantaba.

 

La voz jadeante del pelinegro le llamó la atención.

 

-Mírame.

 

Segundos después, obedeció y apartó el brazo con el que se cubría los ojos, dejándolo reposando sobre la almohada.

 

-Sasuke... -le llamó con voz entrecortada y respiración acelerada. -No puedo... aguantar más´ttebayo.

 

Nada más escuchar eso, el pelinegro aceleró el ritmo de las embestidas, volviéndolas casi violentas y escuchando cómo los gemidos de Uzumaki se convertían casi en gritos de placer. Y en esta ocasión, ambos llegaron al orgasmo casi a la misma vez, primero Sasuke y después Naruto.

 

Permanecieron un momento sin moverse, intentando calmar sus respiraciones y los latidos desbocados de sus corazones, antes de que Sasuke abandonara aquel interior cálido, esta vez con cuidado.

 

Naruto dejó de rodear el cuerpo del otro con sus piernas y las dejó sobre el colchón, flexionadas. Alzó ambas manos y tomó el rostro del pelinegro, dedicándole una sonrisa que aunque reflejaba su agotamiento, no dejaba de expresar su alegría. Sasuke correspondió ese gesto con una expresión afable.

 

De repente notó la habitación casi en penumbras. Confundido llevó la mirada a la ventana, comprobando que apenas entraba luz y estaba anocheciendo.

 

Dejando escapar un suspiro de satisfacción se recostó a un lado del rubio, boca arriba.

 

-Ah... al final no he podido bañarme dattebayo -comentó el rubio para sí mismo, pero fue escuchado. -Iré ahora -no pudo ni pensar en levantarse de la cama cuando Sasuke le detuvo sujetándole de un brazo. -¿Qué?

 

Sasuke tomó la toalla que oportunamente seguía en la cama, revuelta entre las sábanas, y se la extendió a Uzumaki.

 

-Límpiate con esto. Ahora vamos a dormir.

 

El otro frunció levemente el ceño, prefiriendo darse un baño, pero finalmente aceptó lo que su amigo le daba.

 

-Como me has manchado tú, deberías limpiarme, teme -comentó sin ningún tono en particular, recordando que él tuvo que limpiar la pared del pasillo por haberla manchado.

-Bien. Pero tú me limpiarás a mí -con pereza alzó una mano, señalándose el estómago humedecido por la esencia de Uzumaki.

 

Naruto sintió el rostro arder de repente y sin más empezó a limpiarse. Cada uno se limpiaría a sí mismo y punto. Después de eso, Sasuke arrojó la toalla al suelo y se acomodó para dormir.

 

-Oe, Sasuke.

 

El aludido tan sólo giró la cabeza para encararle, dándole a entender que le escuchaba.

 

-Antes me dijiste algo sobre la infusión.

-¿Mn?

-Sí, me dijiste: "La infusión de antes...", pero no terminaste la frase. ¿Qué ibas a decirme?

 

El pelinegro giró nuevamente la cabeza, fingiendo perder interés en la conversación y observando el techo.

 

-No recuerdo haber dicho nada de eso.

-¡Sí lo dijiste! -aseveró sin gritar. -Haz memoria, teme. ¿Es algo malo? ¡Yo también bebí de esa cosa´ttebayo!

-Tsk...

 

Observó a Naruto de soslayo. ¿Qué le contestaba ahora? Fingir demencia no resultaba. Y no, no pensaba decirle que sospechaba que la infusión contenía sustancias excitantes. No se atrevía a acusar a Sakura sin pruebas, era su amiga después de todo. Aunque no olvidaba que fue después de beber aquello que ellos reaccionaron de esa manera. Primero lo hablaría con ella, y si sus sospechas se confirmaban, se lo contaría a Naruto.

 

-¡Oe, contesta dattebayo! -se impacientó.

-Mn... creo que ya recuerdo.

-¿Qué es?

-Sólo quería decirte que me siento mejor después de beber esa infusión.

-¡Ah! ¿Lo ves? -sonrió, contento por escuchar aquello. -Te dije que Sakura-chan lo había comprado expresamente para ti, era obvio que te sentirías mejor después. Y tú pensando que íbamos a morir.

-Usuratonkachi... -susurró de forma inaudible. Ese tonto ni siquiera sospechaba algo.

 

El rubio tiró de las sábanas revueltas, tapándose hasta la cintura. Se acomodó de lado, dedicándole una breve sonrisa al pelinegro antes de cerrar los ojos.

 

-Buenas noches, Sasuke.

 

Uchiha observó a Naruto con cierta envidia al pensar que pronto se quedaría dormido, mientras que él tendría que sumar otra noche de insomnio a su lista. ¡Maldito estrés!

 

Dejando escapar un breve suspiro, él también se arropó un poco y giró hasta quedar de lado, frente a frente con Uzumaki. Y sin esperarlo se sintió entretenido recorriendo con la mirada la expresión relajada que poseía su amigo al dormir.

 

Al menos esta no sería una noche en vela solitaria y aburrida.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

¡Hola a todos! ^^ ¡Muchas gracias por los reviews, favoritos y alertas!

 

Y ahora, siento no haber actualizado antes, pero estaba enfrascada haciendo un intento de fan art del capítulo anterior de este fanfic como regalo de cumpleaños para Naruto. ¡Mi hombrecito ya tiene un año más! -saca un pañuelo y se retira las lágrimas con aire dramático- Bien, pongo el link por si alguien quiere verlo. (Pega el link y elimina los espacios)

 

¡¡Si eres menor de edad, no pinches el link!!

 

http://takaita.deviantart.com/art/quot-...552?q=&qo=

Oh, otra cosa, creo que sólo lo podrán ver las personas registradas en DA y que no tengan activado el filtro de contenido maduro. Los que sí puedan verlo, si pinchan sobre la imagen, se verá más grande. Eso es todo ^^Uu

 

¡Se agradecerán reviews! ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!


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