Disclamier: Este fic esta basado en la serie televisiva "Dr House" o también llamada “House M.D” por lo tanto House, Wilson, Chase, Foreman, Taub, Trece y Cuddy no son mi creación, son creación de el Sr. David Shore ( :3 A quien estoy muy agradecida, por ello) el único personaje de mi creación es "James B. Ivanov"
Aclaraciones: La historia transcurre en la Sexta temporada de la serie, inmediatamente después de que Wilson vuelve con Samantha (1era esposa), House Continua sin consumir Vicodin por lo que sigue asistiendo a sus sesiones Terapéuticas en el Hospital Psiquiátrico MayField.
Primero agradecer mucho a quienes esperaron la actualización y me dejaron reviews y por sobre todo disculparme por la demora ¡¡Lo Siento!!
Capitulo 10
Decisiones
Wilson caminó cabizbajo y pensativo por varios sectores del amplio hospital antes de llegar a la azotea, la suave brisa de la mañana recorrió su aun meditabundo rostro al apoyarse en una de las paredes, sintiendo en ese mismo instante sus piernas flaquear por todo el peso que implicaba el descubrir que había perdido a la persona que amaba; se dejo caer apoyado aun en la pared.
Tan absorto en sus recuerdos estaba, que el castaño solo se dio cuenta de ello, cuando sus rodillas tocaron piso de concreto con un golpe seco. No supo siquiera en que momento ya por sus mejillas corrían varias lágrimas, hasta que las sintió caer por su barbilla… Pensó por un instante en lo patético que seguramente se veía en ese mismo momento, pero poco le importo.
En ese instante no era el Jefe de Oncología, no era el siempre apacible, calmado medico del Hospital y menos el sereno y razonable hombre que siempre era… en ese momento solo era James Evan Wilson, una persona cuyo corazón parecía desquebrajarse insistentemente conforme pasaban los segundos.
Había descargado parte de su frustración con House, se había comportado como un niño al que le quitaban algo que creía suyo, había estado a punto de gritarle que lo amaba, que no podía hacerle eso, que si se iba de su lado que quedaría de él… Y solo había sido capaz de callar, porque nunca seria capaz de quitarle a House la felicidad que tanto había buscado y parecía haber encontrado en compañía de ese paciente.
- …Greg… ¡¿Porque?! -Sollozo débilmente Wilson, cubriendo su rostro con una de sus manos, nunca en su vida se había comportado como lo estaba haciendo ese día… ¡Era su culpa!, si tan solo se hubiese dado cuanta con anterioridad de sus sentimientos, si tan solo no los hubiese negado insistentemente y si tan solo no hubiese decidido alejarle de él en cuanto llego Samantha, nada de esto habría sucedido.
Talvez lo mejor ahora era irse a su casa, encerrarse en su dormitorio e intentar que sus lágrimas borrasen todo el dolor que en ese momento sentía, pero sabía que era inútil… No quería escapar de House como lo había hecho cuando Amber muriese, menos ocultarse del Nefrólogo como un cobarde a la espera de que House lo busque.
No podía hacerlo y menos ahora que reconocía su amor por el Dr. Gregory House y aunque fuese aun doloroso permanecer al lado de quien amaba cuando este formaba una familia con alguien más, por lo menos ese dolor seria tolerable, ante el hecho de alejarse completamente de él.
Sin necesidad de seguir reflexionando más, Wilson seco sus lágrimas con su manga en el mismo instante que se levantaba del suelo, silenciosamente limpio cualquier rastro de polvo de su traje y volvió a internarse en el hospital.
Esa misma mañana acababa de tomar una decisión, “Permanecería a su lado”
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- A propósito oyeron lo que se dice de House – Taub inicio la conversación despreocupadamente viendo alternativamente a cada uno de sus colegas, con quienes compartía el almuerzo, desde que su jefe tomase sus supuestas vacaciones.
- ¿Que?... Lo de “Es el cretino mas grande del mundo” –Se mofo Foreman sin darle mayor importancia al asunto- ¡Pero si ya todos lo sabemos!
- Taub se refiere a lo que se dice recientemente… –Rió suavemente Hadley mirando a su ex novio- No, desde que llego al Hospital
- ¿Ustedes creen que es cierto? –Inquirió Chase, antes de llevarse un par de papas fritas a su boca, al concluir agrego- Ni siquiera puedo imaginar a House pensando en ser responsable por algo… y sinceramente no creo que sea cierto
- Es probable –Razono Trece probando un poco mas de su ensalada- Puede ser una equivocación como lo que paso con Wilson.
- Salvo el hecho de que lo que paso con Wilson, era creíble -Añadió el Neurólogo enarcando una de sus cejas y cruzándose de brazos- Lo de House es improbable… ¡Vamos!, es irresponsable, egoísta, prepotente, cínico ¡¿Quién en su sano juicio permanecería a su lado?!
- Según tengo entendido, Cameron no pensaba de la misma forma –Musito Taub, mirando de reojo la reacción del australiano- Lo que quiero decir es que no es tan improbable, como parece
- Cameron quería curarlo, solo eso –Dijo Chase, frunciendo ligeramente su ceño ante la mención que implicaba a su ex esposa - Y nunca funciono
- En todo caso, eso solo lo podremos confirmar cuando House decida volver – Concluyo Trece una vez hubo terminado su almuerzo.
Después de que todos terminaron con sus respectivos almuerzos, los cuatro doctores se levantaron tras dejar las bandejas de comida vacías sobre la mesa y se dirigieron hacia la oficina de House, aun tenían que recoger algunos de los varios expedientes sin la conclusión de reportes, que su jefe “amablemente” les había dejado como pendiente.
Grande fue su sorpresa cuando al ingresar en la oficina anexa, en el pizarrón en el que siempre anotaban los signos y síntomas de los pacientes cuando resolvían un caso; se encontraba garabateado con la característica letra del Nefrólogo un anuncio que decía así:
“¡¡Niñas se acabo el descanso!! Papá vuelve a casa, así que despídanse de sus días de ocio y chismes”
PD: Ya dejen de confabular ¡¡ Mañana conocerán a la Sra. House!!
Ante tal anuncio los cuatro doctores rodaron los ojos sin apartar la vista de aquellas palabras y la implicación que llevaba con ellas, preguntándose con las miradas ¿Cómo demonios House siempre sabia lo que pasaba por sus mentes?.
- Eso significa que deberíamos tomarnos el resto de la tarde, para prepararnos mentalmente ¿Verdad? – El cirujano platico fue el primero en romper el silencio, buscando silenciosamente la aprobación de sus compañeros, cualquiera sea la razón parecía que la nueva venida de House traería consigo varios cambios
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Pese a las recomendaciones y un par de antieméticos que le había sido recetados por House una semana atrás, esa mañana para James las nauseas del embarazo habían sido un poco mas intensas de lo normal, por lo que después de dejar literalmente todo su contenido estomacal en el lavabo y una vez se hubo lavado la boca y el rostro con cuidado, se dirigió nuevamente a su habitación, agotado termino envolviéndose completamente con el edredón dejando a la vista solo un par de mechones rubios, mientras intentaba conciliar el sueño y esperaba el regreso del dueño de su corazón.
Y ciertamente debía de admitirse a si mismo, que todo esto era demasiado nuevo para él, incluso ahora le parecía difícil de creer el hecho de estar embarazado y no es que le molestase aquello… pero llevar una vida dentro suyo parecía tan sorprendente como irreal y mas aun si a ello sumabas, que esa nueva vida la había conseguido crear con la persona que amaba.
Cuando el rubio decidió levantarse la luz ya irrumpía completamente su dormitorio, por lo que sospechó que había dormido un par de horas más de lo usual, algo nuevo a lo que debía acostumbrarse ahora además de los mareos y nauseas era el cansancio matutino, él que siempre despertase temprano para adelantar algo de su trabajo ahora veía eso, como una tortura a la que no quería ser expuesto.
- Espero que hayas dormido bien –James inquirió con suavidad bajando la vista hacia su vientre aun plano para después acariciarlo con suavidad- ¿Tu también lo extrañaste pequeño? –Una nueva caricia- Yo si… en especial sus berrinches matutinos -Rió- pero no se lo digas a tu padre o no parara de decirme cuan “niña hormonal” parezco últimamente.
Una nueva sonrisa se dibujo en sus labios, había comenzado a hablar con su bebé dos días atrás y pese a no obtener ningún tipo de respuesta, había descubierto que realizar aquello lo tranquilizaba y borraba cualquier preocupación que aquejaba su corazón. Agradecía aquello especialmente ahora que, su socio comenzaba a acosarlo con preguntas sobre sus continuas ausencias, su repentino cambio de actitud y por sobre todo por su misterioso compañero de departamento.
Y pese a que aun no le apetecía desayunar, se obligo a levantarse de la cama e ir a la cocina para recalentar un poco de comida que House le había preparado con anterioridad. Algo que le había impuesto el oji azul para que este continuase yendo a su trabajo, era el cumplir con todas sus comidas.
- ¡Bueno aquí vamos!
James se incentivo a si mismo, mirando de reojo el insípido y carente de dulce, desayuno que Greg le había preparado para ese día, consistía principalmente en galletas de agua secas troceadas sobre un tazón de avena y leche, que eran al parecer lo único que no provocaba nuevas nauseas.
Tras terminar su “apetecible” desayuno, llamo a su oficina indicando su no asistencia, disculpándose al mismo tiempo por ello, Por lo pronto decidió tomar un largo baño, ya después se pondría al corriente de alguno de sus proyectos.
Una vez dentro de la tina James sintió, que el agua caliente recorriendo su cuerpo lo relajaba por completo, dispuesto a descansar cerro sus ojos disfrutando de aquella sensación, tan relajado se encontraba el rubio que no sintió cuando la puerta del baño se abrió con cuidado y menos aun cuando esta se cerro permitiendo el paso a un hombre que con los brazos cruzados y apoyado en una de las paredes del cuarto, se dedicaba a disfrutar del espectáculo en silencio.
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Molesto aun por la ridícula discusión que tuviese con Wilson, House se encamino hacia el estacionamiento del hospital en busca de su motocicleta y aunque odiase admitirlo lo que más le molestaba en ese momento no era la discusión en si, sino el haber descubierto que había cometido un error.
Mientras el viento golpeaba su rostro apenas cubierto por unos lentes negros, parecía que su cerebro se llenaba nuevamente de aquellas molestas dudas que creía ya olvidas y como no llenarse de dudas, si solo al ver a su Boy Scout tenia un extraño sentimiento de añoranza.
Aumento la velocidad haciendo que el motor resuene un par de veces, aun inmerso en sus cavilaciones, aun tenia presente en sus pensamientos su cabello castaño, su rostro de niño bien portado, sus mejillas siempre bien afeitadas y la intensidad de sus ojos siempre apesadumbrados cuando lo miraba, sabía ahora más que nunca que el amor que profesaba por el Oncólogo era sincero. Tan sincero como lo que sentía por James.
En medio de la neblina de pensamientos que empezaba a apoderarse de su cerebro, House se detuvo y miro a su alrededor, preguntarse a quien amaba en ese momento, era inútil… incluso mucho antes de ver a Cuddy ya había tomado una decisión.
- A esta hora, Princesa debe preguntarse cual fue la decisión de Cuddy –Sonrió ladino antes de volver a encender su motocicleta-
Cuando llego al departamento que compartiese con James, el ruido proveniente del baño llamo su atención, sabia que James debía encontrase en su oficina a esta hora; a menos claro, de que este se haya sentido indispuesto, lo que era mas que seguro si aun permanecía ahí.
Con todo el sigilo que le permitió su atrofiada pierna, House se encamino hacia el baño, tras abrir la puerta e internarse en ella, lo primero que diviso fue el cuerpo de James cubierto por el agua dentro de la tina, la imagen casi etérea a sus ojos parecía trasmitir paz, paz que como siempre disipaba todas sus dudas.
- Volveré al hospital y podremos realizar los exámenes –Declaro House carraspeo la lengua dramáticamente para llamar la atención del rubio, provocando que este de un respingo nervioso por la interrupción- Se acabaron mis vacaciones “princesa” -Hizo un puchero infantil- A partir de mañana Cuddy me encerrara dentro de una FOSA para hacer horas de clínica.
James ya recuperado del susto que le dio el mayor, estaba a punto de replicar sobre el comportamiento infantil del Nefrólogo, pero advirtió un dejo de preocupación mezclado con tristeza en los ojos de House… Talvez era su imaginación pero parecía algo ¿Afligido? Callo unos segundos antes de volver a hablar.
- Greg, ¿Te encuentras bien? Y no te lo pregunto por lo triste que resulta ver una fosa en tu futuro…
James volvió a sonreírle, antes de hablar- Si tu pierna te duele, puedes meterte a la tina –Estiro su mano invitándole a acercarse al mismo tiempo en que levantaba, dejando que el agua se escurra por su cuerpo mientras envolvía su parte inferior con una toalla
- Siempre dices que eso ayuda además ya termine –Agrego el rubio, secándose parte del pelo con una toalla al mismo tiempo en que abría y cerraba los grifos para llenar nuevamente la tina con agua- Puedes comenzar a quitarte la ropa, mientras lleno la tina de nuevo
Volvieron a transcurrir solo unos segundos más antes de que House, respondiese afirmativamente sentándose aun costado de la tina para sacarse su chaqueta y camisa rápidamente.
Una vez llena la tina y cuando James se disponía a salir de la habitación, House atrajo el cuerpo del rubio hacia si sujetándolo por la cintura con ambas manos, hasta apoyar su frente contra su espalda aun húmeda.
- ¿Porque no te quedas conmigo? –El mayor llevo su diestra colocándola sobre el vientre de James y agrego de manera juguetona- Aun entramos los dos… Y mi pierna no duele tanto ahora, deberíamos aprovechar ese detalle
- Ja… Ja… -Ironizo el rubio, fingiéndose molesto- Lo tomare como un halago Greg –Enarco una de sus cejas al comprobar que efectivamente el oji azul comenzaba a relajarse y volver a ser el mismo de siempre, ya tendría tiempo después para averiguar el porque de su congoja-
Una nueva sonrisa se dibujo en los labios del Ingeniero, mientras giraba su cuerpo hasta que ambos hombres quedasen uno frente al frente, llevo entonces su mano hacia el rostro de House para acariciarlo antes de que un par de dedos se posaron sobre el mentón ajeno haciendo que este levantase la vista y la fijase en la hermosa sonrisa que ahora le dedicaba él rubio.
- Pero, tienes razón deberíamos aprovechar… -La voz de James adquirió un tono melodramático- Que AUN entro en la tina
- ¡¡Ese es el espíritu princesa!! –Afirmo House divertido, mientras besaba con entera sensualidad parte del abdomen de James, sus manos que aun no habían abandonado su cuerpo, recorrían y oprimían con destreza sus firmes nalgas, provocando que un par de gemidos contenidos se escapasen de sus labios a modo de respuesta- Quiero aprovechar mi ultimo día de vacaciones…
Cuando ambos se encontraron completamente desnudos, se internaron en la tina dejando que el agua tibia recorriese por entero sus cuerpos, James maniobro su cuerpo ubicándolo de la mejor forma posible, para no lastimar la pierna derecha del Nefrólogo. Entre besos ligeros el rubio comenzó a acariciar de arriba abajo los hombros y espalda de House.
Aprovechando que se encontraba arrodillado y sus piernas se encontraban a los costados de las del oji azul, James se aproximo cuidadosamente hasta que la piel de su torso estuvo pegada a la de House, momento en el cual ambos se fusionaban en un nuevo y apasionado beso, que solo termino cuando la necesidad de respirar fue verdadera.
Pese a conocer plenamente el cuerpo de James… House no pudo apartar la vista de su cuerpo, el rubor tiñendo sus mejillas, sus labios levemente hinchados resultado de sus continuos y demandantes besos, su cabello cubriendo desordenadamente parte de su rostro, eran esos los detalles que parecían incitarle a explorar continuamente las delicias que solo ese cuerpo le ofrecía.
James no pudo contener un nuevo gemido mientras se aferraba con mas fuerza a los hombros de House, cerró los ojos con fuerza no esperaba sentir la lengua húmeda del mayor en su pezón derecho, sentía como la punta le daba vueltas por su areola sonrosada para luego dar suaves succiones en la tetilla ya endurecida, haciendo contener en más de una ocasión la respiración del rubio, al mismo tiempo en que su cuerpo se arqueaba de placer, ofreciendo una mejor vista de su pecho.
Las manos del Nefrólogo recorrieron con avidez sus caderas descendiendo entonces hasta posar sus manos sobre las firmes nalgas del Ingeniero, después de llenarlas de caricias las separo, descendiendo después uno de sus dedos hacia su estrecha entrada, internándolo después con suaves movimientos circulares dentro de la calida abertura, unos minutos después, habiendo preparado por completo esa “zona” y solo cuando su excitación se hizo demasiado evidente, este se permitió rozar la entrada del rubio con su ya endurecido miembro, James dejo escapar un profundo jadeo al sentir esa contra su cuerpo, ya también demasiado excitado como esperar por mas tiempo, debido al continuo roce de su propio miembro contra el abdomen de House.
- Mmmm… Greg… Ow –Gimió bajito mordiéndose sus labios, al sentir como las manos de House elevaban su cadera, haciendo que su cuerpo descienda cuidadosamente sobre su miembro-
- James… –Susurro roncamente House cerca del oído de James, extasiado por la calidez que lo envolvía cada vez que poseía su cuerpo.
En el momento en que House se encontró completamente dentro del cuerpo del rubio, coloco nuevamente sus manos sobre las cintura de este incitándole con ello a que se moviese, con algo de dificultad al principio James obedeció elevando y descendiendo sus caderas a un ritmo lento, colocando ambas manos alrededor del cuello del oji azul como apoyo.
Cuando el dolor desapareció y fue reemplazado por placer el movimiento fue cobrando mas velocidad y un ritmo propio, guiado por las manos del Nefrólogo que en ningún momento se separaron del cuerpo ajeno.
Solo los gemidos roncos de placer de ambos hombres retumbaron en la habitación, cada uno a punto de llegar su propio clímax, las embestidas llenas de deseo fueron mas intensas. Continuaron moviéndose juntos hasta que House finalmente alcanzó el clímax y con un gemido gutural llenó a James con su semilla, él rubio alcanzó el clímax casi al mismo tiempo y sus gritos mezclados de pasión solo se vieron acallados cuando el mayor fusiono nuevamente sus labios en un último beso.
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- Quiero que confíes en mi Greg
- Aunque te extrañe a ti y a todo el mundo, INCLUYENDOME A MI –los labios de House hicieron un encantador puchero- confió en ti Princesa
House se encontraba recostado entre las piernas de James ambos aun dentro de la tina, mientras, este último esparcía Shampoo por el cabello del Nefrólogo comenzando después a masajearlo hasta crear espuma.
- Sabes a que me refiero –La voz de James era suave- Greg, ¿Qué paso realmente en el Hospital parecías afligido?
- Lo usual princesa, Cuddy siendo un dolor crónico en el hígado y dándome mas horas de las que me tocan en clínica –Alego el mayor, sonriendo sarcásticamente- Creo que perder a un buen semental como yo, fue devastador para ella ¡Ahora quiere castigarme!
- ¿Solo fue eso? –Dijo James enarcando una de sus cejas, sin creer por completo en la respuesta del oji azul-
- Si mami, solo fue eso –Afirmo House con un torno burlesco- Por otra parte mañana iras al hospital para que comencemos con los exámenes
- ¿No tendré que travestirme verdad?
- ¡No! Claro que no, ¡Eso le quitara el dramatismo al asunto! –Hizo una mueca de tristeza- Quiero ver los corazones rotos de TODAS las mujeres del hospital, cuando sepan que Gregory House ¡Ya no esta en el menú!
- Greg –Le regaño con la mirada-
- Dejemos de hablar de futuros “Corazones Rotos” y dime ¿porque no fuiste a tu oficina? ¿Tuviste alguna molestia a parte de las nauseas? O finalmente te diste cuenta de lo idiota de George
- ¡George no es un idiota!, era amigo de mi padre y me cuida
- ¡Es un completo idiota! O peor aun, es un fanático religioso moralista…
- ¡No es un fanático religioso! –Recrimino James frunciendo levemente su ceño- Es mi socio y amigo
- Por favor… cito dos oraciones de la Biblia cuando hablamos y me miro como si quisiera ¡¡Exorcizarme!!
- Es tu encanto natural, lo que le incito a ello –El rubio enarco una de sus cejas, mirando de manera acusadora al mayor- No creo que hayas citado frases del Apocalipsis solo por coincidencia ¿verdad?
- Solo quería ver cuan idiota era y ¡Supero mis expectativas!
- Y tu las de él… -Rió por lo bajo al recordar el sermón que le había dado su socio, por aceptar a groseros desconocidos en su casa al mismo tiempo en que dejaba caer agua en el rostro del mayor para acallarlo.
Ambos siguieron charlando incluso aun después de la ducha, en esta oportunidad para evitar que él Nefrólogo se agotase demasiado cocinando antes de volver a su trabajo, decidieron pedir comida para el almuerzo y cena.
A la mañana siguiente, cuando James fue al hospital ya eran las cinco de la tarde y es que la realización de los trabajos acumulados en la oficina comenzaban a cobrar mas tiempo de lo usual, por distintas razones; debía de evitar por las nauseas que insistían en aparecer cuando se juntaba con algunos colegas que usaban colonias muy fuertes, ya no podía realizar movimientos muy bruscos por los mareos, además que ya no comía en compañía de su socio, alegando que ahora tenia comida preparada para que este no viese su nuevo menú y comenzase a agobiarlo con preguntas.
Se encamino entonces hacia el hala de Medicina (Donde lo habían internado con anterioridad) pero esta casi parecía vacía y las pocas enfermeras estaban realmente inmersas en sus ocupaciones, sin querer importunarlas James decidió buscar por si mismo el departamento de diagnostico medico de House, además cuan difícil podía ser encontrarlo.
Decidido subió un par de pisos mas hasta encontrarse en una nueva sección del hospital, recorrió los pasillos un poco mas sin dejar de prestar atención a cada una de las puertas de ese lugar, pero se detuvo delante de una habitación en donde se encontraba un niño pequeño de apenas unos escasos 3 años de edad, intentando asir un pequeño peluche caído a los pies de su cama, sin meditarlo mucho James ingreso a la habitación.
- ¿Se te callo tu osito? –Inquirió con suavidad mientras recogía el pequeño peluche y se lo entregaba al niño, que al ver su preciado peluche recuperado extendía sus bracitos para sujetarlo mientras le dedicaba una sonrisita en agradecimiento-
- Gacias… Tedy se callo
El ingeniero también le sonrió amablemente acariciando su pelirroja cabecita, enternecido por las expresiones del niño.
- De nada… Pequeño
El sonido de la puerta de vidrio recorriéndose acompañada por la voz de un hombre a su espalda, llamo su atención nervioso el Ingeniero giro rápidamente provocando con ello, que los mareos escogiesen nuevamente un momento inoportuno para hacerse presentes.
- Mica, hoy recibirá solo la mitad de dosis por favor, ha tenido una buena respuesta hasta ahora… - El jefe de Ontología callo las indicaciones que le daba a una enfermera que llevaba una bandeja con una solución rojiza, al ver a alguien ajeno a su pabellón. Conocía a los padres de su paciente así que la presencia de un desconocido le resultaba extraña-
- Perdón –Espeto el Doctor un hombre castaño de mediana edad, mientras se acercaba a James y extrañado al mismo tiempo por que el rostro ajeno se le hacia conocido- ¿Es usted familiar de Micael?
Cuando el rubio intento presentarse correctamente, el miedo a caer provocado por el mareo le obligo a aferrarse rápidamente de la bata del doctor.
- Señor ¡¿Se encuentra bien?! –Al notar la palidez presente en el rostro del rubio, las manos del Doctor lo sujetaron evitando con esto que cállese, mientras el niño gimotea asustado aun sobre su camita – Por favor, tráeme ese asiento y un poco de alcohol – le indico a la enfermera.
Cuando intentaban obligarle a que se sentase, James reacciono colocando ambas manos sobre el pecho ajeno, intentando apartarse.
- Gracias pero no es necesario, ya estoy bien –Dijo James cuando finalmente logro erguirse por completo recorriendo su frente con su diestra al reincorporarse, molesto consigo mismo por dar semejante espectáculo por un simple mareo-
- Entonces ya puede decirnos, ¿Si es familiar de mi paciente y que hace aquí?
- Lo siento, en realidad estaba buscando a alguien, pero vi a… Mica –Recordó el nombre del niño- intentando recoger su peluche y solo entre para devolvérselo.
- ¡Tedy! El señod me lo dio –Corroboro el pequeño, sin comprender el problema-
- Gracias, pero este pabellón esta cerrado a personas que no son padres o parientes directos de los pacientes… – El castaño enarco una de sus cejas el rostro del sujeto frente a el le parecía conocido… ¿Pero de donde?- Por cierto a quien busca, podría ayudarlo si lo conozco
- Gracias, Estoy buscando al Dr. Gregory House, del departamento de diagnostico de este hospital
Ante la mención del oji azul, Wilson recordó donde había visto al hombre parado frente a él, sacudió muy levemente su cabeza asimilando la cruda realidad… Ese hombre era el Sr. Ivanov, el futuro padre del hijo de House.
- House… – Balbucea Wilson, mientras sus intensos ojos marrones recorren por entero al hombre parado frente a él, no podía negar que su condición de Hermafrodita le daba ciertas cualidades que lo hacían verse ligeramente etéreo, su cuerpo no era delicado, su voz así como su forma de expresarse tampoco eran femeninas
- Soy amigo suyo, puedo indicarte donde se encuentra su oficina si gustas -Se ofreció el castaño rompiendo el incomodo silencio que se había instalado en la sala mientras se dirigía a la salida seguido por el rubio que ya se había despedido del niño, obligándose a mantener su expresión usualmente cordial.
- Le estaría muy agradecido, perdóneme no presentarme antes mi nombre es...
- ¡¡¡WILSON!!! Necesito que me digas si lo que tengo en mis manos es Cáncer antes de que destruya el sistema inmunitario de mi paciente ¡¡Tienes 5 minutos!!
- ¡House! –El castaño y el rubio reaccionaron al mismo tiempo al oír la inconfundible voz del Nefrólogo
- Princesa… -House le miro con extrañeza- ¿Que haces aquí?
- Lo siento no pude encontrar tu oficina y pedía indicaciones
- Debiste llamarme –Volvió a espetar House seriamente- Podría haber enviado a una de mis “Inútil-cellas” a buscarte
- Estábamos a punto de ir a tu oficina House – Musito el Oncólogo sin querer continuar relegado de la conversación, esa misma tarde había tenido un tácito acuerdo con House para continuar con su amistad y ayudarle con el embarazo de James. Aunque verlos a ambos juntos aun era algo doloroso, sabía de antemano que aun necesitaba estar en la compañía de la persona que amaba.
- Como siempre voy un paso delante de todos –El Nefrólogo sonrió socarronamente- O debería decir un bastón adelante de todos. Y como las presentaciones no son mi fuente… -Carraspero dramáticamente- Princesa, él es Wilson Ganador del premio “Mas divorcios en un Año” Wilson, él es Princesa uno de los pocos especimenes rubios con cerebro.
Los tres hombres terminaron de salir del ala de Ontología para dirigirse después hacia la oficina del mayor… aun quedaban varias presentaciones pendientes para ese día; mientras James le dirigía una mirada reprobatoria a House, quien ya comenzaba a colocar una de sus muecas infantiles, al mismo tiempo en que Wilson movía su cabeza en forma negativa.
Continuara?...