Encuentros
Nunca se sabe exactamente lo que nos puede traer el día a día, así como nunca se sabe que caso nuevo puede llegar a las manos del departamento de Diagnostico Medico, a cargo del Dr. Gregory House.
Como era de esperar en la oficina de House ya se encontraban Trece, Foreman, Chase y Taub. La primera aun seguía leyendo algo perpleja el folder que tenia entre manos mientras los demás miraban despreocupadamente la puerta en espera de su amable jefe.
- Este caso no debería llegar a las manos de House! – Indicó Trece colocando el folder sobre la mesa, para después cruzarse de brazos y enfrentar a sus colegas
- Es interesante… - Continúo Forman, también cruzándose de brazos y retándola con la mirada
- Por lo menos para House lo será y ten por seguro que lo aceptara – Complemento Chase mirando el folder con fastidio
- ¡No! – Exclamo algo molesta - Conocemos a House… Ustedes, saben que lo único que hará será fastidiar la existencia del paciente – volvió a regañar frunciendo levemente su ceño
- Bueno si quieres que fastidie la tuya - En esta ocasión fue la voz de House, la que interrumpía la conversación de los otros médicos; acababa de ingresar a su oficina inmensa inmenza
Una vez instalado en su asiento usual, no sin antes guiñarle un ojo de manera insinuante a Trece agregó
– Solo tienes que decírmelo y comenzaremos esta noche – Carraspeo por lo bajo - Además creí que habíamos dejado abandonada a la “conciencia” del grupo en emergencias, así que díganme a quien vamos a fastidiar ahora… ups Perdón, quise decir a QUIEN vamos a curar ahora – En su rostro se dibujo una mueca burla.
- Paciente de 32 años, ingreso al servicio de emergencias con taquicardia, periodos de apnea y parálisis flácida por aproximadamente 20 minutos – Inicio Taub que hasta el momento había permanecido en silencio- Sin ninguna razón aparente; Electrocardiograma limpio, encefalograma también limpio, placas de Tórax muestran que sus pulmones limpios
- Aburrido… - Balbuceo el nefrólogo haciendo un puchero de niño pequeño - Mami Cuddy ya no se esfuerza en traerme casos interesantes
- Además el paciente tuvo una pequeña hemorragia en emergencias… - Continuo Trece, dejando que un suspiro saliese de sus labios - Hematemesis mas específicamente, se le hizo una endoscopia de emergencia y salió totalmente limpia
- Continúa siendo aburrido… Mami Trece -dijo su jefe con más sarcasmo
- Es Hermafrodita… - Concluyo Foreman mirando con el ceño fruncido hacia House -¿Ahora es divertido?
- Por eso siempre digo que los hombres de color son de lo mas divertidos – Miro socarronamente a los demás ya sonriendo - Por que no comenzaron por ese detalle
El grupo en general soltó un suspiro ya conociendo el egoísta e insensible comportamiento de su jefe.
- Por cierto como se llama nuestro “conejillo de indias” Doctor Jekyll* – Inmediatamente miro a Foreman - Apuesto 20 Dólares a que debe tener un nombre de niña
- James… James Ivanov – Dijo Chase aun hojeando el folder entre sus manos
Por un momento el silencio invadió la oficina y la mirada de House se torno seria y algo austera. El silencio incomodo, solo fue interrumpido cuando nuevamente el Nefrólogo tomo la palabra.
- Realícenle una tomografía con contraste – Indico el jefe, del departamento que ya se paraba apoyándose como siempre en su bastón - En algún lugar debe estar la causa para que nuestra “Princesa” este enferma – Concluyo con sarcasmo antes de dirigirse a su oficina, dejando a un muy confundido equipo, que esperaba que House fuese el primero en querer conocer al paciente
- Esa es la señal para esfúmense ¿verdad? – Dijo Chase después de mirar a sus colegas antes de levantarse de la silla
Por su parte el Nefrólogo ya se encontraba sentado en la silla de su oficina principal, observando como su equipo abandonaba su oficina anexa. Prefería por el momento permanecer solo e inmerso en sus propias cavilaciones que últimamente surgían ante la sola mención de algo relacionado con su entrañable y por que no decir único amigo, Wilson.
James… o Jimmy como a él le gustaba llamar al oncólogo; era como todo el Hospital sabia su único amigo o mejor dicho la única persona capaz de soportar el genio del entrañable doctor House.
Siempre desde que se conocieran habían estado juntos y ambos sabían muy bien que se complementaban. Ambos se tenían un inmenso cariño aunque nunca lo decían a voz alta; House con su humor negro y sarcasmos incluidos llenaban la ambigua vida que llevaba el Oncólogo y este siempre complementaba con buenas ideas el cerebro del Nefrólogo; claro además de ser parte de la conciencia casi inexistente de este.
Y quien diría que después de varios años de permanecer juntos e incluso de que lleguen a vivir el uno con el otro, House se habría de dar cuenta de que el sentimiento que tenía hacia Wilson era mucho mas que simple y mera amistad.
Y como era de esperar al principio lo había negado e incluso hubo desechado este sentimiento en mas de una oportunidad, pero con el transcurrir del tiempo no había nada mas que pudiese hacer para negarlo por mas tiempo… el amaba al Dr. James Wilson.
Pero como ya era una costumbre, parecía que el destino se había ensañado con su vida y ahora menos que nunca no podría revelar esos sentimientos… Porque Wilson había retomado una relación, un poco más que “amistosa” con la que fuese su primera esposa, dejando al Nefrólogo destrozado…
Y por primera vez se sumió en lo que fuese una batalla perdida; había intentado una y otra vez separarlos, antes de irse del departamento que ambos compartiesen, pero cada estrategia solo había servido para hacer que la actual pareja se llegase a solucionar sus diferencias.
Pero fiel a sus principios House no demostró nada de dolor o sufrimiento alguno por la separación de ambos, los días habían pasado sin ninguna novedad.
Por su parte House había regresado a su apartamento y manteniendo su usual comportamiento resolvía los casos que llegaban hasta su oficina, claro que el dolor aun se hacia latente en varias ocasiones y mas al ver como Wilson parecía encontrarse como en su primera luna de miel o en su caso en la cuarta.
- James Ivanov… - Susurro para si mismo cubriéndose parte de la cara con una de sus manos - Resolveré tu caso y desaparecerás de mi vida
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En los siguientes dos días, House no se había aparecido en la oficina mas que para dar un par de indicaciones y releer su pizarra en búsqueda de la solución al enigma que se había vuelto el paciente; el cual aparentemente no tenía ningún motivo para permanecer en el hospital.
Salvo claro pequeñas e insignificantes hemorragias que se presentaban, pero nadie sabia el porque de estas. Y como siempre solamente House podría averiguarlo.
Su equipo por otro lado no encontraban la razón del porque su jefe aun se abstenía de ir a ver al paciente. Bueno el nunca iba a ver a sus pacientes pero era obvio que este caso debería de parecerle demasiado tentador para él.
Su actitud se había vuelto tan sospechosa que en su equipo ya se formulaban un par de suposiciones.
- Tiene miedo – Inicio Chase que revisaba unas muestras de sangre en el laboratorio, mientras Foreman reía por lo dicho - ¡Ustedes lo vieron!, James es una persona muy andrógina, demasiado guapo… para que alguien que lo frecuente, no se enamore de el
- ¡Por favor Chase! estas hablando como las enfermeras de esa ala, creo que no le resulto tan interesante como creía y eso es todo – exclamo el Neurólogo
- Yo apoyo la noción del miedo –Dijo Taub que analizaba los resultados y los miro arqueando una ceja- Pero no sobre lo imposible que seria ver a House enamorado, sino por algo que él ve en el paciente
- Y que podría ver en él, que le causase miedo – Continuo un intenresado Chase – No creo que se hayan visto nunca… es mas es la primera vez que el paciente es internado en un hospital
- No se solamente creo eso…
- ¡¡Ya basta!! – Foreman había aumentado el tono de su voz para que ambos lo escucharan - No estamos aquí para analizar a House y no es de nuestra incumbencia si tiene miedo de enamorarse del paciente o ve algo que nosotros no
- ¿Qué tenemos? – Pregunto Trece al entrar al laboratorio
- ¡Nada! Trombocitos normales…
- O tal vez no tan normales Taub – Corto Foreman, mirando un par de resultados de las muestras obtenidas durante las hemorragias - Su nivel de plaquetas desciende en sus crisis hemorrágicas y vuelve a la normalidad en cuanto estas concluyen
- ¿Cómo puede pasar eso? – Trece que había cogido los resultados los verificaba nuevamente - Es imposible…
- Bueno por lo menos House parecerá más interesado cuando le mostremos esto – Concluyo Chase ya dispuesto a salir
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- ¿Qué es lo que planeas, House? – Pregunto Lisa Cuddy inmediatamente después de entrar a la oficina del Nefrólogo - ¿Piensas acosar al paciente cuando duerme?
- ¡No! ¿Cómo crees? – Respondió burlón - Para eso, le debe bastar con tenerte ti – Espeto sarcásticamente- ¡Oh Cuddy pequeña traviesa!, no sabia que te gustaban tener de todo un poco en la cama
- ¡Cállate! – Exigió la administradora al tiempo en que enarcaba una ceja - ¿A que le tienes miedo? ¿Por qué no has ido a ver a tu paciente?… ¡Vamos es la primera y por cierto ultima vez que te doy un caso con pase libre y ni siquiera te pasas a ver al paciente!... ¿Qué tramas?
- Me pides que vaya a torturarle – House hace una mueca de niño ofendido - Cuddy por favor es una persona y por lo tanto tiene sentimientos
- ¡Ve a verle! – Ordenó- Te ayudara a resolver el caso, ya han pasado dos días y aun nadie sabe lo que tiene
- Fría y calculadora, no sabes cuanto me excita verte así Cuddy
- Sólo habla con James y termina con esto de una vez por todas – Concluyo la Decano de medicina antes de salir de la oficina
- Eso es lo que quiero – Susurro el Nefrólogo para si mismo
Había evitado ver a toda costa al paciente, pero a causa de ello no tenia ni diagnostico ni solución y ahora también carecía de las brillantes ideas del oncólogo para tener sus comunes epifanías.
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James por su parte durante el poco tiempo que había permanecido en el hospital, se había mostrado inteligente, colaborador, amable e incluso atrayente para varias enfermeras.
Nunca había tenido más que un simple resfriado en su vida y ahora se encontraba postrado en una cama.
El día que fue a su consulta, por alguna extraña razón se había sentido peor, el dolor se había incrementado y para su sorpresa, había invitado a otras molestias mas, su corazón decidió unirse a la fiesta aumentando su ritmo hasta casi provocarle un paro, pasando después a encontrase sin poder respirar.
Desesperado por respirar, había hecho un intento sobre humano para permitir que una bocanada de aire se filtre en sus pulmones, pero en resultado, estos habían decidido expulsar sangre hasta caer en la inconsciencia.
Tras despertar se había visto rodeado de un sinfín de aparatos desconocidos y una enfermera que después de verificar sus signos vitales y dedicarle una sonrisa conciliadora lo había dejado solo.
Sentía su boca reseca y por mucho que desease pedir agua sus cuerdas vocales se negaban a responderle, decidiendo que lo mejor era descansar, así que nuevamente se dejo llevar por Morfeo a su mundo.
- James… James Ivanov, ¿Puede oírme?
Había por lo menos pasado unas cuatro horas más en el mundo de Morfeo. Antes de que una voz desconocida comenzara a llamarle para sacarlo de su sueño y en esta oportunidad sus ojos verdes se abrieron lentamente enfocando a la dueña de la voz.
Era una mujer joven, corrección por su apariencia era una doctora joven. El Ingeniero aún incapaz de hablar muy bien, asintió moviendo su cabeza de manera afirmativa.
- Bien… se encuentra en el Hospital de Princeton Plainsboro, llego a emergencias el día de ayer - Un ligero suspiro salió de los labios de Trece antes de continuar - Su estado es delicado por el momento, pero se esta haciendo todo lo posible para diagnosticarlo
- ¡Gracias! - La voz de James sonaba algo rasposa, mientras le dedicaba una amable sonrisa-
- Sr. Ivanov, Esta siendo atendido por el departamento de Diagnostico del Hospital Princeton Plainsboro
- ¡Por favor! sólo llámame James…
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Había permanecido por dos días en este sitio y por mucho que lo desease, no había logrado ver ni una sola vez al famoso Gregory House. Era la primera vez que se sentía decepcionado y si lo pensaba era casi cómico; se sentía cual quinceañera enamorada en espera de su príncipe para rescatarla.
Los doctores que le atendían eran amables no podía negar ello y aunque sabia que el que le daba las indicaciones a estos era House no perdía las esperanzas de poder llegar a verle en algún momento.
Por su parte siempre accedía de buena gana a los exámenes que le realizaban, mostrándose positivo y amable, lo que le había convertido en el paciente favorito del ala de medicina y mas específicamente de su personal que siempre estaban atentos a el.
El sonido la puerta de vidrio abriéndose lo despertó y quedo embelesado al sólo poder ver esos ojos azules que lo miraba con fijeza.
- He venido a ver el porque nuestra “Princesa” –House que había decidido encarar finalmente a su paciente, así que hablo con su usual sarcasmo - Se encuentra postrada en cama
Y James por primera vez, se hundió en ese par de océanos azules que eran los ojos de Gregory House, su amor secreto.
Había escuchado en más de una oportunidad sobre el terrible carácter que tenía éste con sus pacientes, pero era lo que menos le importaba en este momento.
- ¿Tal vez era ó soy un masoquista?... pero quiero seguir viendo esos ojos – Pensó James por fin obligándose a apartar la mirada - Y quien lo pregunta; la Bruja malvada o el Príncipe azul – Replico James sonriéndole mientras enarcaba una de sus cejas divertido y teniendo como respuesta lo que muchos interpretarían como una mueca burlona pero para él no era mas que una extraña pero sincera sonrisa.
Continuara…