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En la Profundidad del Silencio por Calyxto_77

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Notas del fanfic:

 

Este fic responde al desafío de 12tecpatl.

Notas del capitulo:

 

Shinta vuelve a Japón, después de ocho años, invitado a la boda de la hija de los dueños de unas termas donde trabajan sus abuelos.

Él había crecido en aquel hermosos lugar, pero su vida en el extranjero borraron muchos de sus recuerdos, solo recuerda que aquel fue el momento más feliz de su vida junto a su mejor amigo Touya, un delicado e introvertido niño de unos profundos ojos azules.

 

Capitulo I

 

Mis abuelos me habían enviado una carta invitándome a la boda de la hija mayor de los dueños de la pensión de termas, donde ellos habían trabajado toda su vida, obviamente acepte y mi madre no podía negarme a que fuera, por fin había encontrado una estupenda manera de escapar de mis padres y divertirme al mismo tiempo.

Había terminado el secundario, y aun no sabia a que universidad ir. En realidad no queria ir a ninguna. Pero no podía decirle eso a mi madre, me mataría, al menos ir allá me daría un tiempo. Además había vivido un tiempo allí de niño, hice casi toda la primaria en una escuela rural, antes de que mi madre volviera a casarse, y terminara dando vueltas por el extranjero, allá había tenido muchos amigos, y supuse que seria genial reencontrarme con ellos.

 

Llegué a casa de mis abuelos después de 5 horas de vuelo, 2 horas en tren, y 4 horas en autobús, pase gran parte de aquel día durmiendo, el cambio horario siempre me molestaba un poco, y de Alemania a Japón era un buen cambio.

Esa noche charle mucho con mis abuelos poniéndome al corriente de todo, y me encontré con la triste realidad que su invitación tenia un terrible y oscuro secreto oculto. Ellos me habían ofrecido para que ayude en la pensión con los preparativos de la boda, y para que trabajara allí todo el verano. Ahora entendía porque mis tíos y mi madre habían huido de allí, mis abuelos estaban encaprichados con esa maldita pensión, y si no podía casar a uno de sus hijo o nietos con alguien de allí, los harían trabajar en ese lugar hasta el día de su muerte.

 

Iba a negarme rotundamente a trabajar allí, pero me levantaron a las cinco de la mañana y medio dormido como estaba me llevaron a la pensión a trabajar. Cuando puede reaccionar ya estaba allí, el lugar no había cambiado en ocho años todo estaba tal cual lo recordaba, era de estilo tradicional, y muy cálido, ahora recordaba porque había llorado tanto cuando mi madre me saco de ese lugar para seguir a su esposo al extranjero, era hermoso.

 

─ Shinta eres tu, que sorpresa como has crecido muchacho, pensar que solo hace un par de años andabas correteando desnudo por los pasillos.

 

─ Buenos días señor Mori... ─ Solo había sucedido una vez, tenia seis años, y no fue exactamente mi culpa, sus hijos eran por lo general los culpable de todo, y esperaba que hubieran aprendido algo sobre el control de la natalidad, cuando me fui ya tenia como cinco hijos.

 

─ Gracias por tu ayuda como siempre Hajime, pero no te esfuerces, y deja el trabajo duro a los muchachos, no es si Shinta...

 

─ Si, le dije a mi abuelo que ya no tenia edad para trabajar y que debía descansar, pero no quiere entender razones. 

 

─ Si, pero supongo que así somos los hombres de campo, trabajamos hasta que llega nuestra hora, eso hicieron nuestros padres, y eso haremos nosotros también, verdad Hajime... ja ja ja...

 

─ Así es Mori, los jóvenes de ahora no saben lo que es el trabajo.

 

─ Si tienes razón, luego de la boda mi hija también se marchara, somos una especie en extinción Hajime... bueno ya estuvimos haraganeando demasiando, es hora de trabajar... Shinta tu podrías ayudar a descargar los camiones que están por llegar, hay que llevar la mercadería al deposito y la cocina, lo siento pero hoy estamos algo escaso de personal así que creo que te voy hacer trabajar duro.

 

─ No se preocupe señor Mori, mi nieto ya se esta convirtiéndose en un hombre y tiene que empezar a trabajar duro y dejarse de holgazanear.

 

Gracias abuelo, vende ni cuerpo y hazme trabajar como un esclavo. Esta será la ultima vez que vendré a visitarte.

 

Los camiones comenzaron a llegar y lo del trabajo duro no era joda, las cajas eran bastantes pesadas, aun no había podido ir a saludar a la gente de la casa, y ya me habían puesto a cargar y descargar cajones, y cajas.

El señor Mori me había dejado con tres hombre, dos eran altos y parecían de unos veinticinco años más o menos, y el otro de unos cuarenta, el mayor me saludo sin mucho entusiasmo, solo uno de los jóvenes se me acerco y me hablo, el otro parecía muy serio y me hizo un gesto con la mano, me dio algo de miedo y me puse hablar con el otro que era más agradable y menos intimidante.

 

─ Hola soy Daisuke Kino, te agradezco mucho que ayudes en mi boda y siento que tus abuelos te estén obligando a hacer esto.

 

Por fin alguien que me entendía, era genial, Daisuke era un muchacho de uno ochenta y unos veinticinco años, con cabello y ojos color miel, y muy agradable.

 

─ No hay problema, mi nombre en Shinta Izumi, tengo dieciocho años, y de niño solía vivir con mis abuelos y pasaba mucho tiempo aquí.

 

─ Que bueno, supongo que tendrás muchos recuerdos agradables aquí.

 

─ Hemm... la verdad me fui a los diez años, y mucho no recuerdo de mi estancia aquí. El esposo ve mi madre es de la parte de exportaciones, y siempre lo están trasfiriendo de un país a otro, supongo que tantos cambios me han hecho olvidar muchas cosa de las que viví en este lugar.  

 

─ Claro... pero supongo que al quedarte aquí las recordaras, me dijeron que trabajaras todo el verano ayudando al señor Mori y a tu abuelo.

 

─ Eso parece.

 

─ Eso es muy amable de tu parte, ya no quedan muchos jóvenes aquí, la verdad me da un poco de pena llevarme a Bara de las termas, porque sus otros dos hermanos están en la universidad y solo vendrán a la boda, ellos no se quedaran a trabajar aquí tampoco, solo quedan los cuatro menores y no creo que los señores Mori tengan muchas esperanzas que ellos se ocupen de las termas.

 

─ Si, supongo que es estos tiempos, esta algo pasado de moda.

 

─ Si, este lugar es hermosos, hasta tiene un lago propio, yo les sugerí volverlo más turístico, y hacer una edificación más moderna, al estilo Spa occidental, que esta muy de moda ahora.

 

─ Y que dijeron.

 

─ Casi me corren de la casa... ja ja ja...

 

─ Ja ja ja... supongo, que los señores Mori son muy tradicionales.

 

La verdad era que la estaba pasando bastante bien, trabajes casi toda la mañana con él, mientras charlábamos amenamente, y nos hicimos muy buenos amigos, y resulto que tenia veintiocho años, quien los diría, era tan agrádale. Pero mi vida jamás fue perfecta, lo bueno siempre se acaba, a media mañana cuando ya quedaban pocas cajas, llego el señor Mori y se llevo con él a Daisuke y al viejo antipático.

Y yo me quede solo con aquel tipo alto que no se había dignado ni a saludarme, aquel sujeto odioso no había hablado con nadie, e iba y venia como si la cajas no pesaran nada, mientras yo ya tenía la espalda adolorida, no me caía nada bien.

Y llego un nuevo camión, esto no se terminaba nunca?!...

Terminamos de descargarlo, el muchacho tomo tres cajas apilándolas una arriba de la otra, las levanto y se marcho dando la vuelta la casa. Yo tome una, ya no intentaba cargar el mismo peso que él era imposible. Y corrí tras él ya que no habíamos ido nunca por allí. 

 

─ Oye!... Oye tu espera!... adonde vamos!... Hey!... al menos contéstame idiota!

 

Ese imbécil por más que le gritaba no me hacia caso, ni se daba la vuelta para mirarme, yo no había hecho nada para caerle mal, aunque él ya me estaba cayendo bastante mal. Corrí hasta adelantarlo, y me pare frente a él, enfrentándolo cara a cara. Era más alto de lo que esperaba, media más de uno ochenta, y no estaba seguro que llegara al metro noventa, tenia el cabello negro como la noche y unos intensos ojos azules y tez blanca, el impacto de tenerlo tan cerca y de frente me hizo temblar las piernas, era muy atractivo pero también muy imponente. Pero no tenia que distraerme, ni amedrentarme ante ese sujeto, iba a decirle un par de cosas a la cara, no era quien para ignorarme de esa manera.  

 

─ Oye tu imbécil!... Quien te crees!... vengo gritándote desde la entrada, al menos podrías dignarte a reponerme no!...

 

El tipo me miraba fijamente en silencio, y ahora si que me temblaron las pierna, ese tipo iba a darme una paliza y terminaría las vacaciones en el hospital. Yo no era muy bajo pero media uno setenta y cinco, no era muy alto tampoco, era delgado, y parecía algo más joven de lo que era, mi cabello era de color castaño, y mis ojos verdes como los de mi abuela.

El sujeto me miro un rato, luego bajo las cajas, y yo ya me esperaba un golpe por bocón, el cerró el puño a la altura de su cara, y cuando pensé que seria mi fin, levanto el dedo meñique, y con el puño cerrado, se toco la frente con el dedo y después me señalo con el mismo dedo, repitió ese gesto tres veces, luego levanto las cajas, y se fue riendo en silencio, mientras yo seguía paralizado.

Conocía esa seña, de hecho era la única seña que conocía y recordaba, sabia perfectamente su significado, “Tonto”.

No era posible que ese imbécil fuera Touya!!.

Touya era el cuarto hijo de los Mori, y tenia mi misma edad!!!... No podía ser que ese niño tímido, dulce, delicado, e introvertido se convirtiera en esa bestia, pero esa era la única explicación, y yo como un idiota gritándole todo el tiempo, como rayos me iba a contestarme si Touya era sordo de nacimiento.

 

─ Hey!... Touya!... Eres tu!... Espérame!... AHHH!!!!... porque rayos te sigo gritando pedazo de idiota, si eres sordo!

 

─ En ese caso el idiota no serás tu.

 

─ Que?.

 

Un muchacho de unos catorce años venia caminando tras de mi con una caja, el también tenia el cabello negro, pero sus ojos eran de color marrones, como el resto de los Mori, a excepción de Touya.

El chico me sonrió bajo la caja, tomo una piedra del suelo, y sin el menor miramiento se la arrojo a su hermano, golpeándolo en la espalda, cuando este se giro enojado el muchacho hizo una seña y señalo en mi dirección.

 

─ Que?!... Yo no arroje la piedra...

 

─ Ja ja ja... tu eres Shinta, verdad?.

 

─ Si, tu debes ser Tsubari, has crecido mucho la ultima vez que te vi eras un niño apenas. 

 

─ Si, creo que tenia cinco años o algo así, cuando te fuiste... Oye Touya es algo cabeza dura, pero creo que gritarle no te va a servir de nada... rómpele la cabeza con un cascote y así te hará caso... sabes lenguaje de señas no?

 

─ No.

 

─ Pero entonces como es que eran amigos de chicos?.

 

─ Hemm... conocías algunas señas creo, pero siempre nos llevamos bien no... Ahhh!!

 

Me di la vuelta y choque contra su pecho... En que momento había llegado hasta aquí, y parado a mi lado. Touya me miro y luego le hizo unas señas a su hermano y me sonrió.

 

─ Dice que él al menos tiene la excusa de ser sordo, cual es la tuya para ser tan torpe.

 

─ Bestia estúpida al menos podrías haberme dicho que eras tu!... y como rayos a hecho para crecer tanto, eso no es saludable para un muchacho de dieciocho años... dile que no sabia que era él.

 

─ Puede leerte los labios, y también rompértelos... ja ja ja...

 

El morocho miro otra vez intensamente, y le hizo un montón de señas lapidas a su hermano, levanto mi caja del suelo la llevo con las suyas y levanto todas juntas, y las llevo al deposito que había al final del camino.

 

─ Dijo que si él hablara te lo hubiera dicho, te hizo un para de señas, pero como tu no le prestante atención, y te quedaste hablando con Daisuke, y ...

 

─ Y... que?

 

─ Y como no hay tanto oxigeno al ras del suelo, él se ocupara de llevar tus cosas, haber si no se te funde el cerebro con tanto esfuerzo... ja ja ja... te juro que yo no lo invente...

 

─ No te creo...

 

─ Pregúntale.

 

─ Como?... no sé lenguaje de señas.

 

─ Solo háblale de frente para que lea tus labios, si esta de espaldas tócalo para que se de cuenta que le estas hablando... Ah! y ya no le grites te vez más idiota que a simple vista...

 

─ Tsubaki antes eras un niño lindo... y ya estoy empezando a pensar que en tu familia entre más creen más desagradable se vuelven.

 

─ Ja ja ja... y eso es un insulto... ja ja ja

 

Ok esa familia ya empezaba a desagradarme. Primero me convierten en su esclavo, y ahora en su bufón.

Fui hasta la entrada a buscar otra caja, por suerte ya quedaban pocas, y esta charla al menos me sirvió para descansar un poco.

 

Levante otra caja y me dispuse a ir al deposito, cuando Touya justamente regresa por el camino, lo tenia de frente, y no podía creer que aquel muchacho tan atractivo fuera mi mejor amigo de la infancia, no podía recordar como me comunicaba con él, yo no sabía señas antes y menos ahora. Pero al menos en este momento lo tenia de frente le podía hablar.

 

─ Así que aquí abajo no llega el oxigeno?...

 

Me miro, sonrió ampliamente, mostrando una hermosa dentadura, y río en silencio, me daba cuenta que se reía porque su pecho vibraba, pero ningún sonido salía de él, y eso me hizo sentir un nudo en la garganta, y sentí una gran pena que me envolvía.

 

─ Lo siento, no sabía que eras tu, me hubiesen golpeado y dicho tonto, así te reconocía...

 

Volvió a sonreír e hizo un par de señas, yo no podía entender lo que me decía, y me sentía enojado conmigo mismo.

 

─ Lo siento... no te entiendo, no se... no recuerdo ninguna de las señas...

 

Otra vez me sonrió pero note que estaba vez había algo de tristeza en esa sonrisa ella.

Camino hasta las cajas dándome la espalda, algo me dolía dentro pero no entendí que...

 

─ Touya... lo siento... pero no recuerdo las...

 

─ Cuantas veces te voy a tener que decir que no le hables cuando este de espaldas...

 

Me dijo Tsubaki y se acerco a su hermano y se puso pegado a su ancha espalda.

 

─ Si no te ve no sabe que le hablas... No estúpido mastodonte, gorila descerebrado, idiota cabeza de puerco, creído, imbécil de mierda...

 

Creo que su demostración se estaba yendo de tema, yo ya había entendido eso, lo que pasa es que no me acostumbraba.

Iba a decirle al mocoso que dejara de insultar a su hermano, cuando esté se dio la vuelta, y lo tomo del cuello la camiseta y lo acerco a él amenazadoramente, y hasta a mi me asusto.

Me miro, señalo a su hermano y luego se señalo a si mismo, eso si entendía. Me acerque frente a él y le hable.

 

─ Si te estaba insultando, y la verdad no recuerdo todo lo que te dijo, pero la mayoría sonaron muy feos.

 

El mocoso me las iba a pagar por haberse burlado de mi. Touya lo soltó, le hizo varias señas, su hermano hizo otras, y al final en mocoso puso mala cara y lo mando al diablo, en voz alta.

Touya se acerco a mi me saco la caja de las manos y la puso en el suelo, y me hizo una seña para que lo siguiera.

Vi a Tsubaki pateando el suelo y levantando dos cajas y yéndose hacia el deposito. No necesitaba ser un genio para saber de lo que habían discutido.

Touya me llevo dentro de la casa, y fuimos por los pasillos, hasta llegar a su habitación. Entramos, cerro la puerta, tomo unas hojas del escritorio y una lapicera, escribió rápidamente en el papel y me lo mostró.

 

«Como rayos terminaste metido aquí?»

 

─ Fui engañado vilmente por mis abuelos, ellos me invitaron a la boda de tu hermana, y pese que vendría a disfrutar de una fiesta, y unas tranquilas vacaciones en una termas, pero cuando llegue me entere que me habían vendieron, como un esclavo a tu familia.

 

«Idiota, No te lo advirtieron tus tíos?»

 

─ Si, pero pensé que exageraban.

 

Se volvió a reír en silencio.

 

«Cuando volviste del extranjero?»

 

─ Ayer.

 

Sus ojos se abrieron de la sorpresa, era hermoso de un azul profundo, desde niño me habían impresionado sus ojos.

 

« Donde estabas? »

 

─ En Berlín, Alemania.

 

«Como es?»

 

─ No sé, igual que cualquier otro ciudad, hay edificios, autos, gente, lo mismo, solo cambia el idioma, y el color de la piel y el cabello, pero es siempre lo mismo.

 

Volvió a reírse en silencio. Su pecho se agitaba, se veía hermosos, pero era triste no poder escuchar su risa, y me sentía impotente al no poder comunicarme con él, apenas si recordaba cuando éramos chicos. Baje la cabeza porque me daba tristeza que él no pudiera comunicarse, y no quería que notara que me daba lastima, y ofenderlo.

 

─ Bueno no soy un guía turístico...

 

Sujeto mi barbilla y levanto mi rostro, hasta ponerlo frente al suyo, verlo tan hermosos, tan cerca, y tan solos los dos en la habitación, hizo que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo, y me subieran los colores.

El me miro y me puso el papel en la cara.

 

« No bajes la cabeza que no puedo ver lo que dices »

 

Eso ya lo sabia, pero tenia que estar tan cerca?... me ponía nervioso. Era consiente que debía tener el rostro colorado, y volví a bajarlo inconscientemente, tratando de calmarme. Otra vez me sujeto del rostro y lo levanto, se acerco a mi quedando solo a unos centímetros y mirándome fijamente. Yo me quede viendo sus labios, tiernos y generosos, y el calor volvió a invadir mi cuerpo.

 

─ Ya quieres dejar de hacer eso!!!... Soy gay sabes lo torturante que es tener un chico atractivo tan cerca!!!...  No he tenido un cita en meses no te me acerques así!!!  

 

Le grite de frente... sabia que el viaje, el cambio horario, y el trabajo duro iban a afectarme, y aquí estaban los resultado, termine gritando que era homosexual el primer día que llegue, cuando le prometí a mi madre que nunca dejaría que nadie se entere de mi terrible problema, en lo que le reste de vida. Bueno su problema, para mi no era ningún problema ser lo que era.

Touya se quedo un momento parado frente a mi, con los ojos bien abierto, y luego empezó a convulsionarse de la risa, eran tan violentos sus espasmos, que cayo sentado en la cama, con los brazos cruzados en su estomago.

No todos reaccionaban igual al enterarse que un conocido era homosexual, pero morirse de risa, no es una de las reacciones más comunes, ni la que más me agradaba.

Lo tome del cabello y le levante la cabeza para que me viera.

 

─ Espero que estés muriendo de ataque de epilepsia sordo idiota a que te estés burlando de mi.

 

El me sujeto la mano he hizo que lo soltara, tomo el papel del piso, y escribió con la letra movida, ya que seguía riendo.

 

«Te deben quedar muy bien los vestidos, y una peluca rubia combinaría bien con tus ojos»

 

─ No soy travestí idiota!!

 

Volvió a soltar el papel y se tiro en la cama y continuo riendo.

Ya estaba cansado, y si a él le parecía algo tan graciosos, bien por él. Me senté en el suelo, y trate de relajarme. El piso era de tatami, era tan cálido y suave, me recosté y cerré los ojos.

Creo que me quede dormido, porque desperté cuando alguien me sacudió del brazo y al abrir los ojos tenia un papel frente a la cara.

 

«Como te diste cuenta que eras gay?»

«Tuviste novio?»

«Saliste realmente con otro hombre?»

«Besaste a un hombre?»

«Hasta donde llegaste?»

«Me da algo de impresión preguntar, pero lo hiciste con un hombre?»

«Y tu o él lo...

« terminaste ya la secundaria?»

«A que universidad iras?»

«Que estudiaras?»

«Nunca estuviste nunca con alguna mujer?»

«Besaste alguna vez a una mujer?»

« Hasta donde llegaste con una mujer?»

«Eres virgen o ...

«Que clima hace en Alemania?»

«Vas quedarte todo el verano?»

« Que países visitaste?»

« Cuantos idiomas hablas?»

 

─ Es una encuesta o que?

 

El estaba sentado cruzado de piernas a mi lado, y me miraba expectante, me senté frente a él, tome el papel y fui leyendo las preguntas de a una, y respondiéndole.

 

─ Como te diste cuenta que eras gay?...

 

Lo mire y el asintió, trate de hablar sin bajar la mirada, ya que cuando lo hacia él se inclinaba para verme a la cara y eso no mejoraba la situación. 

 

─ Supongo que me di cuenta cuando descubrí que me gustaban más los hombres que las mujeres, a eso de los doce años, y a los trece ya era obvio que me gustaban los hombre.

 

Él me miraba serio y yo le sonreí, empezaba a pensar que me gustaron los chicos desde mucho antes, ya que el siempre me había fascinado.

 

─ Tuviste novio?, Si varios, tenia catorce cuando estaba en Italia, y salí con uno de mis compañeros Paulo, también salí con un chico español que estaba viviendo allí, Matías, a los quince salí con Stefan pero mi madre se entero y casi lo mete preso, porque él tenia veintitrés, iba a la universidad en Roma, estuve castigado bastante tiempo. Recién a los diecisiete, volví a salir con otro chico, ya estaba en Alemania y era un chico mestizo, Fushita, al menos nos entendíamos ya que hablaba japonés, pero no duro mucho no éramos muy compatibles, al final el año pasado conocí a Natanahel, pero tampoco funciono, rompimos hace cuatro meses.        

 

De repente levanto la mano, me señalo, puso la palma frente a mi, diciendo me parara, se llevo la palma al pecho, y respiro fuerte, inhalando y exhalando, y me señalo, y se rió. Yo respire hondo, y me reí, había hablado tanto que ya me había quedado sin aire, pero siempre hacia lo mismo, era muy charlatán.

 

─ Saliste realmente con otro hombre?, si salí con todos ellos... Besaste a un hombre? Si también bese a todos ellos... y otro casuales que no vienen al caso... Hasta donde llegaste? y... Me da algo de impresión preguntar, pero lo hiciste con un hombre?... Si te da impresión para que preguntas... pero si me acosté con un hombre... quieres saber más detalles al respecto?...

 

El negó con la cabeza, y se sonrojo, Mierda estaba precioso y este tema me ponía peor de lo que estaba.

 

─ Terminaste ya la secundaria?... si la termine este año... A que universidad iras? y Que estudiaras? ... ni idea, la verdad huí de mi madre y vine aquí principalmente por eso, la verdad no sé que estudiar, y no quiero ir a la universidad, estaba pensando en venir a Japón y tomar trabajos de medio tiempo y vagar un par de años, hasta saber que hacer de mi vida, pero si mi madre se entera de esto me mata.

 

El asintió con la cabeza y me sonrió. Ellos conocían a mi madre, y sabían como era.

 

─ Con respecto a... Nunca estuviste nunca con alguna mujer?, Besaste alguna vez a una mujer?, y... Hasta donde llegaste con una mujer? ... nunca estuve ni cerca de una mujer, soy completamente gay, y no de los mariposones que usan vestido, ni de los que arrojan plumas, así que no te rías.  

 

Ya se estaba riendo otra vez.

 

─ Que clima hace en Alemania?... Eres estúpido, que clase de pregusta es esa, hace mucho frió... Vas quedarte todo el verano?... supongo que si, si vuelvo mi madre me obligara a inscribirme en una universidad, así que me quedare trabajando aquí, mi madre no se opondrá a la decisión de mis abuelos si yo acepto quedarme... Que países visitaste?... primero Perú, luego Italia, finalmente Alemania, y creo que el año que viene seremos trasferidos a Estados Unido, donde mi madre quiere que estudie... Cuantos idiomas hablas?... hablo algo de español, italiano, alemán, y un poco de Ingles... el español y italiano son algo complicados pero me defiendo, pero soy malísimo con el alemán, con el ingles zafo bastante... Ahora es mi turno de preguntar.

 

Saque un pilón de hojas blancas que tenia al lado de la computadora y se las tendí, el tomo la lapicera del suelo y comencé a preguntarle.

 

─ Con cuantas mujeres saliste?

 

«Técnicamente con ninguna»

 

─ Que quieres decir que técnicamente con ninguna?

 

«Me acosté con varias mujeres, pero no salí con ninguna, solo fue sexo.»

 

─ Pues no me das lastima con eso... porque no has salido, acaso no eran lindas?

 

«Si todas eran hermosas, no voy a costarme con una mujer que no me guste, pero nunca me enamore, y no me gusta involúcrame mucho con la gente, no tengo buen carácter y no me puedo comunicar bien, además de ser sordomudo.»

 

─ Ninguna sabia el lenguaje de señas.

 

«Si muchas sabían bastante, pero creo que ese no era problema, sino soy yo el malhumorado antipático»

 

─ No creo que sea eso, creo que tu nunca te has enamorado, cuando uno se enamora no hay barreras que impidan comunicarse el uno con el otro, con la mayoría de los chicos con los que salí no nos entendíamos nada al principio, paradójicamente recién cuando terminaba nuestra relación sabia algo del idioma.

 

«Nos has pensado que tal vez te dejaron cuando empezaron a entender las estupideces que decías»

 

─ Al menos mantenía una relación y no una erección como otros!!!

 

Otra vez comenzó a reír, yo le toque la pierna para que me mirara, y la hable.

 

─ Que hay de tus estudios?... terminaste la secundaria?

 

«Si, pero yo tampoco quiero ir a la universidad, hable con mis padres y me quedare a trabajar aquí»

 

─ Aquí en las termas... hasta cuando?

 

«Siempre»

 

─ Que divertido.

 

«Al menos no me la pasare de vago en trabajos de medio tiempo»

 

─ No dije que haría eso toda mi vida.

 

«Hace calor vamos a nadar al lago a ti te gustaba mucho nadar allí»

 

─ Pero no hay mucho trabajo que hacer.

 

«Si, por eso huyamos, antes de que se den cuenta, aunque cuando deje el lápiz y el papel no vamos a poder seguir hablando»

 

─ Ya veremos como nos comunicaremos después, de chico nos entendíamos bastante bien y yo no me sabia las señas, si no te molesta ser amigo de un homosexual, charlatán, huyamos de aquí.

 

« Si, si no te molesta ser amigo de un sordomudo, atractivo y de mal carácter.»

 

─ Vete al cuerno! Y quien dijo que eras atractivo?!.

 

«Tu»

 

Tome los papeles de sus manos y los arroye lejos, los papel se dispersaron y volaros por toda la habitación desparramándose.

 

Él se levanto me tomo del brazo, y me ayudo a ponerme de pie, y me hizo un gesto para que lo siguiera. Pero no hacia falta yo recodaba perfectamente el camino hacia el lago. Ya que ese era mi lugar favorito.    

 

Notas finales:

 

Espero que les haya gustado ente fic, es la primera vez que respondo a un desafío, y quisiera conocer su opinión.


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