"Ahora, no hay vuelta atras, lo hecho, hecho ESTA"
Edward Elric, nacido en Rizembool, Amestris en 1990, hijo de una maravillosa, amorosa y guapa madre y un padre maestro de la alquimia conocido en todo el pueblo de Rizembool, Ed. tiene un hermano menor de 14 años llamado Alphonse Elric. A la edad de 9 años y Alphonse 7 años, quedaron huérfanos de madre ya que ella padecía una extraña enfermedad, y, su padre, los abandono cuando Alphonse tenía solo era un bebe y Edward tenía 2 años de edad. Al morir su madre, Edward se hizo cargo de su pequeño hermano, tomo el cargo de ser el ejemplo mayor del padre que según Ed., “nunca tuvieron”, vivieron con una niña llamada Winry Rockbell , junto con una anciana llamada Pinako, a la que ellos cariñosamente le decían Tía y esta era abuela materna de Winry.
Al pasar los años, el Pequeño Edward de 9 años, se transformo en un muchacho de 16 años muy apuesto, hecho y derecho, su cuerpo my bien formado, sus orbes doradas, como el oro puro, su cabello largo en un tono color rayos del sol, muy hermoso, caballero y muy hábil con la alquimia. Maduro, Listo, Edward tenía un sueño, y era estar listo para entrar a la milicia y ser, tal vez, el próximo gran alquimista para poder mejorar sus tácticas. Dejando a la tía Pinako, Winry y a Alphonse, Edward partió listo hacia la estación de trenes de Rizembool, con dirección a Central City.
-Edward, por favor cuidate mucho ¿Si?- decía llorosa Winry
-Claro que si, estaré bien, no te preocupes- decía Edward
-Hermano… ¡Mucha Suerte!- decía demasiado entusiasmado Alphonse
Con una sonrisa, Ed. y Al, marcaron su promesa de hermanos. Subió al tren rumbo a su destino.
Al llegar al cuartel, Edward Nunca imagino que al llegar… se encontraría con su peor pesadilla, con pasos firmes se topo con aquel que nunca hubiera querido conocer en su vida, se topo con aquel que decían que era el más cotizado por todas las mujeres de Central, aquel tipo era alto, más que Edward, tez blanca, cabello color azabache, ojos azules oscuros, penetrantes, profundos y muy melancólicos, mas sin embargo, era muy atractivo. Por azares del destino, por accidente se golpean, este codiciado tipejo se tenía como nombre Roy Mustang.
-Awn! Disculpa … me-Roy se quedo atónito al ver esas enormes y atractivas, demasiado para su gusto, orbes doradas color oro puro, observo detenidamente su cabello perfectamente peinado a una trenza, unos pantalones de cuero negro que sin duda se le veían demasiado bien, camisa negra, chaleco negro, y una gabardina roja con el símbolo de la alquimia, sus manos cubiertas por guantes blancos y botas, sin duda ese ser era el más perfecto que él había visto, sin duda el seria el blanco perfecto de sus bromas, ya que también se dio cuenta de su estatura, baja, para la edad que aparentaba.
-No, discúlpeme usted a mí… ¿Coronel?- decía confundido Edward
-Ahh, si no te preocupes, también fue culpa mía… ¿Coronel? Aah lo dices por mi uniforme, Soy el Mayor Coronel Roy Mustang es un placer- extendiéndole la mano en señal de saludo.
-Ah, sí, es un placer, mi nombre es Edward Elric, Coronel Mustang.-
-Elric… dime ¿Qué hace un Niño en un cuartel General? …. Que yo tenga entendido los niños no deben de estar aquí, es un área restringida… P.E.Q.U.E.Ñ.O- deletreando las últimas palabras, en modo sarcástico.
Esas palabras que hacían reventar a un Edward que solo Winry, Alphonse y Tía Pinako conocían si le decían algo sobre su estatura… ya que para su edad medir un poco debajo de 1.50 no es un poco normal, Cada que alguien dice eso con respecto a su altura hace que el mayor de los Elric tenga sus típicos humorcitos, exagerados, deliberados y muy graciosos.
Una vena de enojo se salto de la frente de Edward, eso y su típico ceño fruncido…
-¡A QUIEN LE DICES NIÑO QUE NO PUEDE PASAR SIN QUE NADIE LO PISE PORQUE ES UNA HORMIGA MICROOSCOPICA!- decía un exaltado Edward
-Yo no eh dicho nada de eso… enano Jajajajaja- decía a grandes carcajadas Roy
-Que molesto eres-decía para sí Edward
-¿Qué?- pregunto Roy
-No, nada, es solo que ya me tengo que ir, tengo que presentar el examen de alquimista- dijo Edward aun enojado
-Ah, con que a eso vienes... ¿No eres muy joven aun?- pregunto preocupado, porque se sabía que esos exámenes eran muy duros.
-Si, a eso vengo y si me disculpa Coronel, me tengo que ir, se me hace tarde-Diciendo esto Edward ya se había alejado un poco de Roy, con camino hacia la sala de conferencias, donde tenía que presentar su examen.
-¡Buena Suerte… ENANO! Jajajajajajaja- decía muy divertido Roy
Paso el tiempo, con el examen de alquimista aprobado y con honores, Edward Elric dejo de ser un niño de 16 años para convertirse en un hombre, ya que cuando decides entrar no vuelves a ser el mismo jamás. Con el simbólico reloj de plata, y el simbólico subnombre “The Full metal Alchemist” que el Jefe le había otorgado, Edward, junto con su pequeño hermano Alphonse, realizaban viajes por todo el Amestris, ayudando y cumpliendo con las misiones que le encomendaba, para su mala suerte, según Edward, el Coronel Mustang, aquel tipo que no dejaba de molestarlo desde ese día de su terrible encuentro en el pasillo. Ya hacía tres años que se había convertido en el mas “Grande” y Joven alquimista de toda la historia, además de su altura, su semblante y su valentía le hacían ganar el cariño y respeto de la gente que lo conocía por el gran alquimista de acero, Edward no trabajaba solo con Roy, también tenía, como Mustang, gente a su cargo, en pocas palabras sus “Subordinados” mas no contaba con una secretaria que era más ruda que los dos juntos. Y así se concreto la historia de Forbidden Lover.