Saki se encontraba recargado en la fría pared de un callejón desconocido por el, apenas conciente y los ojos hinchados de haber llorado y a causa de narcóticos
-He perdido la noción del tiempo, a causa del efecto de las drogas- se dijo a si mismo tratando de visualizar el reloj de su muñeca- Lo ultimo que recuerdo... haber discutido de nuevo con mi tío, reprochándome que el me daba un techo y yo le pagaba de esta manera.
Le hablaba al viento, el único que había sido su amigo en todo este tiempo, lo escuchaba sin reproches y no pedía nada a cambio, Saki así lo sentía, como si en realidad algún día le fuera a "soplar" una respuesta, literalmente. Sentía como si el que lo hubiera acompañado todos estos años era por algún motivo, el viento y la soledad eran sus fieles amigos.
A sus 20 años no había llegado a confiar en nadie, el amor le repugnaba y sentía que todo era una farsa " Para que luchar si al final todo terminara" era su lema, un muy estúpido lema.
- No creo que este sea un buen lugar para dormir - sonrió a su muy obvio comentario y trato de ponerse en pie- bien amigo, es hora de irnos.
Parecía que el viento era su amigo imaginario, era como un niño pequeño al que le falto infancia, cariño, aprecio y muchas otras cosas mas que normalmente se le dan a una persona cuando es pequeña. Cuidados, abrazos, uno que otro regaño, Saki no recibió nada de eso por parte de las personas con las que vivía.
Desde que tiene uso de memoria solo había conocido a su madre, su padre los abandono en un acto desesperado al no saber que hacer cuando supo que pronto iba a tener un hijo, una persona de la cual ser responsable. Apenas tenía 17 años y podía con su propia carga, no podría con otras 2 mas, así que sin mas los abandono apenas supo la noticia. La madre de Saki cayó en depresión, y cuando él nació fue odiado y aborrecido por la misma, quien creía que por culpa de Saki, el padre la había abandonado, que si no fuera por él aun seguirían juntos amándose como siempre lo habían hecho, cuando en realidad la culpable de todo era ella por no haberse cuidado.
Saki recordaba aquellas ultimas palabras de su madre como si estuviera pasando en ese momento y el fuera aquel pequeño niño indefenso...
~ Flash Back ~
- Te odio! no quiero verte! MUERETE! - esta ultima frase aun taladra el corazón del pequeño
- P-pero m-mama, soy tu hijo - estaba cegado por las lagrimas que invadían sus ojos y el nudo en su garganta apenas lo dejaba hablar.
-No me importa! por tu culpa me dejo, por tu culpa no soy feliz, si no fuera por ti yo seguiría viviendo en aquella bella casa, en lugar de este departamento
-N-no eres feliz m-mami? - apenas tenia 7 años y aun así comprendió que su madre no lo quería en lo mas mínimo
- cállate cállate, tu no eres mi hijo, tu no eres mi hijo - repetía la madre sentada de cuclillas y con las manos en los oídos
-S-si, si lo s-soy - Saki se acerco inocentemente para tocar el rostro de su ahora, desquiciada madre
-No me toques!
Después de eso, su madre lo tomo por el brazo y lo encerró en el baño, Saki tocaba desesperadamente la puerta mientras afuera de ese lugar se escuchaba que cosas volaban estrellándose en el suelo y las paredes, pudo escuchar claramente un ruido de sartenes proveniente de la cocina, como azotaban fuertemente y era demás obvio que la culpable de todo era su madre.
Pasaron unos cuantos minutos y después de todo el escándalo hubo un silencio absoluto, eso hizo que Saki se preocupara más y tratara con mas ganas salir de ese lugar, aun puede recordar el aroma a sucio, la textura de la puerta de la habitación que era golpeada febrilmente por sus pequeñas y delgadas manos tan fuerte que llego al punto de comenzar a sangrar. Desarmo la cortina que cubría la ducha, y con el frío tubo de metal consigo al fin abrir la puerta...
~ Fin del Flash Back ~
- Que ironía no? mi propia madre me odiaba - le hablaba de nuevo a su amigo el viento mientras caminaba por ese extenso callejón que parecía no tener salida- si mi madre no me quería, quien podría quererme entonces? sabes, siempre he pensado eso. No quiero ser una carga ni una molestia para los demás, por eso siempre me alejo de las personas, para que no me tengan lastima, es lo menos que quiero provocar.
Saki le había hablado de ese tema incontables veces, pero acaso su amigo le reprocharía por eso? claro que no, por eso Kanon era feliz hablando con el, era feliz probando nuevas drogas para ver cual hacia durar mas su felicidad. Esa era su definición de felicidad, desaparecer de este mundo, lejos de su tío que lo golpeaba, de sus primos que lo odiaban, de su tía que no hacia mas que mirar cuando era victima de cualquier otra persona que habitaba esa casa.
- Sabes, una vez soñé con hacer un viaje, fue un sueño hermoso, era como si el cielo fuese uno diferente, como si fuese querido por alguien, en ese lugar estaba una persona. Esa persona era muy hermosa, no pude ver su rostro pero estoy seguro que así lo era, solo pude ver su sonrisa y me extendió su mano, era calida y delicada...
Desde el día que Saki tuvo ese sueño se indicio en las drogas, quería ver el final y saber quien era esa persona que por primera vez había estirado su mano para tomar la suya, aunque solo fuese un sueño se sintió muy bien, ese calor que le transmitió nunca lo había sentido antes, era casi mágico, y aun después de 3 años seguía esperando el final, y esperaba que fuera uno bello.
-creo que me perdí -miró a su alrededor y nada le parecía familiar - si no llego a dormir, seguro mi tío me castigara de nuevo - sonrío amargamente- ya que, ya es una costumbre diaria, una golpiza mas, una menos ya que mas da, al fin y al cabos encontraría alguna manera de regañarme por cualquier otra cosa
Se encontraba frente a un parque de diversiones que parecía haber estado abandonado hace ya algún tiempo. De algunos juegos ya solo quedaban ruinas, y algunos otros se podían distinguir que eran, no muy claramente pero nada imposible.
Brinco la reja para adentrarse mas y mirar mas detalladamente aquel parque, tomo una pastilla, esa droga que lo hacia tele transportarse a su mundo diferente, su mundo perfecto, donde era invencible e inmensamente feliz. Comenzó a imaginar como si estuviera jugando con esa persona de su sueño en el carrusel, sentado junto a esa persona bella, mas no miraba mas que un bulto oscuro y su clara sonrisa.
- Di algo... - dijo Saki casi en un susurro.
-Debo irme - contesto esa persona hermosa
- Olvídate del tiempo, déjame ver tu rostro, conocerte y perderme en ese mundo en el que vives, estoy seguro que solo contigo puedo ser feliz
-Corre hacia la realidad...
Esas fueron las últimas palabras, Saki conoció de nuevo el fin de su sueño, solo esas palabras le dijo su persona hermosa, su voz era algo indescriptible, un poco distorsionada y no se sabia bien si era un hombre o mujer, siguió sin ver su rostro, siguió sin saber su nombre, nada, solo sabia que era hermosa, solo sabia que la quería ver de nuevo, y que esta vez no dejaría que se fuera.
Se recostó sobre la arena en el suelo, no le importo ya nada, no aguantaba los parpados pues ya pasaban de las 4:00 y ni el sabe cuanto había caminado, se recostó como si fuera una deliciosa cama esperando su llegada, sentía frío pero no le tomo mucha importancia, estaba demasiado cansado, demasiado agotado, demasiado deprimido y desolado ...
- Buenas noches, amigo mío - cerro sus ojos y el viento lo acompaño en su sueño.