Cap. 1010… extraños relatos para dormir…XD
Todos se encontraban sentados en el jardín, la noche despejada permitía disfrutar de la luz de la luna llena… todos se encontraban sentados en circulo alrededor de una peculiar fogata que bailaba variando de colores…
-Erase una vez… hace muchísimo tiempo en un país lejano…- comenzaba a relatar la mayor de las chicas ahí presentes, todos a su alrededor se mantenían atentos (incluso los mayores XD)- vivía una familia en las orillas de un poblado, la familia era de humilde posición mas sin embargo era conocida la familia por que sus integrantes eran de una belleza increíble con una sonrisa tan resplandeciente que era capaz de conquistar el corazón mas frio…
##Aquí inicia la imaginación de todos sigue narrando Sasukitsu ##
>> La humilde familia tenia 3 hijos de gran belleza… el mayor era un joven rubio de ojos azul profundo como el zafiro oscuro su piel era tan blanca y tersa que invitaba a rosar las mejillas que tomaban un hermoso carmín con el beso del sol, después un hermoso y tierno chico que al igual que su hermano mayor poseía un cabello cual rayos de sol y ojos tan azules como el despejado cielo de una mañana, su piel ligeramente tostada por el sol que arrancaba cierto brillo casi celestial de su piel y en sus mejillas algunas marcas a forma de curiosos bigotitos le hacían parecer un cachorrillo de alguna especie silvestre, algo así como un lindo Kitsune (^^U) y la menos de ellos una chica de oscura cabellera de ojos de color verde intenso…
Así pues un día soleado en que todos se encontraban jugando cercas del bosque, la pelota con que jugaban se adentro en el bosque y fue el hermoso rubito quien se ofreció a ir por ella… el chico caminaba temeroso por el bosque… pues mientras mas se adentraba mas oscuro se tornaba su alrededor…
Estando en lo profundo del bosque, por fin encontró su preciado juguete, mas cuando estaba por tomarlo escucho un extraño ruido que llamó su atención, y siendo un chico con una curiosidad tan grande comenzó a buscar de donde provenía aquel extraño ruido que se asemejaba a quejidos de dolor… no tuvo que caminar tanto para encontrar el origen de aquello que le llamara la atención…
Un gran felino de pelaje negro azulado y ojos de un extraño color rojo sangre, se encontraba atrapado en una trampa para osos, con una pata herida, a pesar de que el semblante del gran animal era amenazador el ojiazul que poseía un corazón puro se acerco para tratar de liberarlo… tras muchos intentos logro su cometido… libero a aquella bestia que parecía capaz de atacarle en cualquier momento, sin embargo lejos de hacer eso se acerco al joven chico y le dio un lengüetazo en el rostro dejando anonadado al rubito, que ahora con un poco mas de confianza trato de curar su pata herida, rompiendo un poco la camisa que portaba para hacerle un vendaje improvisado…
El día avanzo y cayó la noche, mientras sus hermanos le buscaban, el chico se había quedado entretenido haciendo mimos al gran animal que encantado se dejo hacer por aquel pequeño que había cautivado ya su solitario corazón…
Al percatarse de lo tarde que era y recordar a sus hermanos que seguramente se encontraban preocupados por el buscándole en el inmenso bosque, el chico escucho la voz de su hermano mayor que se acercaba llamándolo a gritos… un momento fue el que desvió su mirada para tratar de percibir la dirección desde la que su hermano se aproximaba, y al volver su vista hacia donde se encontraba antes el felino recostado junto a el estaba solo… la criatura había desaparecido sin dejar rastro alguno…
Al ir de regreso a casa todos los hermanos juntos, el ojiazul les relataba lo ocurrido a sus hermanos que o se burlaban de el o le decían que ya estaba enloqueciendo por la falta de alimento pues no se apareció ni para comer… los días pasaban, y cada día el rubito volvía al bosque en busca de la criatura que siempre le esperaba cercas a su hogar, pues el hogar del rubio estaba cercado por bosques alrededor…
Se le hizo costumbre al hermoso niño ir día a día tras terminar sus deberes en busca de su misterioso amigo que apenas se percataba de alguna presencia diferente a la del chico desaparecía sin dejar rastro alguno…
Con el tiempo el rubito creció, convirtiéndose en un hermoso doncel, cuya belleza solo se comparaba con la pureza de su corazón, muchos eran los hombres que pretendían su mano en matrimonio sin embargo el nunca aceptaba, pues su corazón tenia ya un dueño… El día mismo que rescatara al extraño animal de aquella trampa comenzó a sonar con un guapísimo joven de piel tan blanca cual porcelana fina y cabello negro con reflejos azulados que de alguna manera le recordaban, el pelaje de su felino amigo…
Sus hermanos habían sido comprometidos hacia escasos meses, cada uno de ellos contraerían nupcias con poderosos gobernantes que gozaban de fama, fortuna y cabe decir gran atractivo, aunque ninguno de ellos se podía comparar con su príncipe azul, pensaba el pequeño joven…
El rubio había despertado temprano aquel día, pues deseaba por alguna razón ir al encuentro de su felino amigo, sin embargo para su mala suerte una tormenta se desato impidiéndole el salir… el pobre joven se encontraba deprimido, pues podía casi imaginar a aquel gato negro esperándole bajo la lluvia…
Nadie esperaba lo que aconteció en aquella tarde lluviosa, pues en la puerta sonaron tres golpes fuertísimos, como si alguien deseara tirar la puerta, de forma tal que la madre de los chicos se apresuro a abrir a quien quiera que se encontrase fuera, podría tratarse de algún viajero que necesitara refugio en aquella gran tormenta…
El pequeño rubio se había quedado dormido, tras sentir un repentino cansancio respuesta de su gran preocupación por su amigo secreto, estaba soñando que se encontraba en el bosque como comúnmente se encontraba jugando con el felino de gran tamaño… sin embargo el que se encontraba a su lado era el príncipe de sus sueños que le miró con fijeza como si estuviera estudiando su rostro… - ¿por que tienes ese semblante?- escucho de pronto que le cuestionaba algo curioso – mis padres desean que tome a alguno de mis pretendientes para matrimonio… sin embargo, no deseo desposarme con ninguno de ellos, pues mi corazón tiene dueño- respondió en forma triste y sincera – dime una cosa Naruto… ¿te gustaría… estar por siempre junto a mi?- mas ya no pudo contestar puesto que los golpes a su puerta le hicieron despertar sobresaltado…
Su madre que era quien le llamaba se encontraba totalmente pálida, muy si apenas respiraba agitada tratando no caer desmayada presa del susto, le informo a su hijo que le buscaban, el pobre chico desorientado pues recién despertaba del que bien podía ser el sueño mas loco de su vida… y que parecía no terminar, pues al bajar se encontró con la gran criatura felina que poso sus ojos de color sangre en él…
Su madre aunque se encontraba sorprendida por la forma en que su hijo se acerco a la criatura, pues mas que sorprendida su cara era de alegría, la criatura se acerco un poco al rubio e hizo una leve reverencia que imito el chico…
- He venido aquí por tu respuesta…- dijo el felino con una voz profunda y seria
- Etto… yo…- pero la puerta volvió a ser golpeada llamando la atención de todos y por la puerta apareció un hombre que era sin duda uno de los que pretendían al joven rubio… al verle el rostro del ojiazul el felino torció el gesto
- Nos vamos ahora…- y se levanto para tomar paso hacia la calle donde ahora solo lloviznaba siendo que segundos antes la tormenta era incontenible – al menos que desees desposar a ese sujeto…
Y sin más que decir el joven de ojos azules se colocó a un lado de la criatura felina que ya se encontraba en el jardín delantero, su madre y hermanos les siguieron tratando de adivinar lo que sucedería, mas nadie se esperaba que el menor se acercara a ellos para despedirse, pues había tomado la decisión de ir junto a su misterioso amigo, aunque aun tenia la duda del significado de su sueño…
El enorme felino se recostó un poco en el suelo permitiendo al rubio montar en su lomo, cosa que no era novedad para el chico puesto que varias veces antes lo había hecho en sus días de juego junto a su amigo… tras montar, emprendieron el camino hacia las montañas del norte donde se divisaba una enorme mansión…
El tiempo pasaba, y el rubio se acostumbro a vivir en aquella mansión donde nunca le falto nada, sin embargo el felino extrañamente se encontraba en casa, pues se iba temprano antes del alba y volvía ya tarde cuando todos en aquel lugar dormían, a veces lograba mantenerse despierto hasta que él llegaba…
La primera vez que le vio por la noche casi muere del susto pues no era el felino gigante quien se recostaba a su lado sino su atractivo príncipe, esa noche duraron charlando hasta el alba cuando el rubio cayó rendido y mágicamente el príncipe se vio transformado en su forma animal…
Con el paso del tiempo el rubito comenzó a extrañar a su familia pues la casa era grande pero por lo general se encontraba vacía, bueno casi, puesto que junto a el vivía un joven sirviente que era quien se encargaba del rubio… un atractivo joven de piel blanca con bellísimos ojos aguamarina y un cabello de un rojo intenso como las rosas del jardín de su casa…
En una de las noches que paso charlando junto a su prometido, le confeso su deseo de visitar a su familia, pero por alguna razón desconocida para el chico rubio, su amado que jamás le había negado nada, le prohibió determinadamente el bajar hasta su antiguo hogar… aquella noche aunque con un corazón abatido el rubio no paro de hablar y hablar con su príncipe que le escuchaba atento y le daba mimos, mas aun así y pese a todos sus esfuerzos el joven no logro convencer a su príncipe…
Al día siguiente el moreno volvió a salir por la mañana, pero antes de irse a atender sus asuntos, le encargo a su sirviente que se tomara un poco de tiempo para acompañar al chico pues se encontraba algo deprimido… el pelirrojo gustoso acato la orden de su jefe… Muy a pesar de los intentos del joven sirviente el rubio siguió deprimido durante bastante tiempo, se encontraba tan mal que la pasaba dormido, no esperaba a su compañero como era costumbre, pues muy si apenas despertaba para comer puesto que la insistencia del pelirrojo era mucha al despertarle…
Hacia una bella mañana, cuando de pronto el rubio despertó debido a un suave ronroneo que conocía bastante bien, se trataba de su prometido que en su misteriosa forma felina le esperaba recostado a su lado…
- Vamos dobe vístete… iremos de visita a tu casa…- y tras decir aquello salió de la habitación para que el chico se vistiera tranquilamente…
El rubito aun desconcertado se comenzó a vestir, mientras pensaba en que pudiera haber sido lo que le cambio de idea a su prometido… pero prefirió no comentar nada pues si algo había aprendido en el tiempo junto a el, era que su carácter no era el mas amable así que prefirió no arriesgarse…
De camino a lo que fuese su hogar tiempo atrás el rubito aprovecho para charlar por todo el tiempo que no lo hizo (vaya berrinches XD) estaba tan entretenido que no se había percatado de lo cercas que estaban cuando la voz del felino se torno un tanto seria…
- Naruto… te he traído hasta aquí, conforme tu petición… a cambio solo he de pedirte un mínimo favor – le miro serio- yo no me quedare tengo asuntos que arreglar, en determinado momento tu madre y hermana te pedirán hablar a solas… lo único que pido es que lo evites… no será bueno para nosotros que aceptes… fuera de eso, no te pido nada mas…