S-19 por Zutte_chan

S-19

by

Zutte

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"menos 10 minutos para la autodestrucción "
Informaba la voz. El rubio y el chico corrían sin mirar atrás las compuertas que comenzaban a cerrarse tras ellos, el rubio iba a lo mas que sus piernas le daban, no enetendía como que antes se hallaba firmando libros y ahora corriendo por su vida junto a un completo extraño, detuvo un poco el paso captando la atención del pelirosa.

- ¿ocurre algo amo?-
volteó el chico su mirada.

- ¿cómo demonios preguntas eso? no ves que vamos a morir solo nos quedan 10 minutos, ademas no se si me estas llevando a la salida o a mi perdición - se soltó de la mano del chico.

- mi deber es proteger y cuidar de mi amo, no haría nada que le pusiera en peligro, he sido creado para eso - dijo el chico sin inmutarse.

"menos 7 minutos "
Las compuertas se cerraron rápidamente impidiendoles escapar, estaban encerrados por ambos lados, no podían regresar ni avanzar.

- maldición - masculló el rubio golpeando la compuerta, pero esta era tan resistente que ni con toda su fuerza lograría moverla ademas su brazo herido no le ayudaba mucho, el chico le miraba desde su lugar sin hacer nada entonces el rubio le miró exahusto - está bien, si soy tu amo entonces sacame de aquí - dijo jadeante, aunque dudaba de la capacidad de aquel chico.

- orden aceptada, amo alejese de la compuerta - dijo el chico posicionandose frente a la gran pared de hierro que les impedía salir. El rubio retrocedió viendo como el cuerpo del chico comenzaba a radiar extraña luz azulina.

El chico cerró sus puños preparandose para golpear la compuerta, retrocedió un paso e impactó con un solo puño la puerta haciendo un agujero.

El escritor solo miraba asombrado la acción del chico, no era humano; el pelirosa le tomó de la mano indicandole que debían irse.

"menos 4 minutos"

- ya casi salimos amo -
avisó el chico empujando una puerta, para ver el cielo grisaceo de siempre y la inmensidad del horizonte, a lo lejos la ciudad. El escritor visualizó su automovil, aquel hombre por lo menos no se lo había llevado.

Habían salido pero el peligro de la detonación era algo real, debían irse lo mas lejos posible, corrieron hasta llegar al auto.

"menos 1 minuto "
El rubio encendió el auto, pisando el acelerador a fondo. Miró al chico de reojo sentado en el asiento de copiloto, traía un camisón largo que le cubría hasta mitad de pierna, sus cabellos rosa seguían algo mojados y sus ojos violetas inexpresivos, sus labios rosados con los que le había besado, maldición le había besado, no es que tuviera algun problema alguno pero le había besado algo que evidentemente no era humano.

- Detenga el auto amo -
anunció el chico.

Yuki le miró al chico que miraba al frente, desvió su vista al retrovisor, ya estaban algo lejos pudo ver la explosion pero supuso que la onda de la explosión era algo de que cuidarse, pisó el freno sintiendo como el auto se estremecía un poco.

- el impacto ha terminado -
Yuki respiró un poco mas tranquilo y miró nuevamente al pelirosa.

- ¿oye qué demonios eres? ¿y por qué diablos me besaste?- preguntó curioso no podía soportarlo - ¿acaso eres un CyPerson? -

- no soy un CyPerson, son tan humano como usted - explicó viendo la expresión descolocada del escritor - y le besé porque fueron las ordenes que dieron antes de dormir, la primera persona que me despertara debería reconocerla como mi amo, para sellar el contrato con mi amo debía hacer un contacto de membrana-membrana - explicó viendo ahora al rubio mas confundido, cómo se había metido en esto?

- espera explica eso de que eres humano como yo, usaste un poder sobrehumano para hacerle un agujero a la compuerta, ademas esa luz! -

- es la reacción celular que indica la sinapsis celular, puedo hacer que mi cuerpo sea tan fuerte como un luchador marcial o equiparar el poder de una máquina pero aun así sigo siendo humano, amo - explicó inexpresivamente.

El rubio meditó un momento, era humano, pero tenía habilidades que no comprendía, solo algo pasaba por su mente, acaso ese chico era el resultado de algún experimento del laboratorio?, pero experimentar con humanos estaba prohibido, solo se podría usar con fines médicos. Entonces otro pensamiento pasó por su mente, ese chico reconocería a cualquiera que le despertara como su amo, si ese sujeto le hubiera hallado entonces el chico sería una perfecta arma para causar desastres, era peligroso, aun para él.

Después de meditar no dijo mas nada y arrancó pisando el acelerador hasta llegar a la ciudad.

Llegaron a un gran y lujoso edificio de unos 20 pisos. El rubio aparcó el auto en un espacio reservado especialmente para él, se bajó viendo que el chico aun permanecía dentro.

- oye, sal - ordenó.

- si amo - el chico abrió la puerta, el rubio cerró el auto y subieron al último piso. Las vistas a traves del ascensor de cristal eran totalmente hermosas pero el chico ni se inmutaba.

- piensas quedarte fuera o qué? - el rubio se estaba hartando ya que el chico se había quedado frente a la puerta.

- no es mi intención incomodarle amo -

- pues pasa, si te ven aquí afuera se armará un escándalo - le tiró del brazo.

- entendido amo -

Ya dentro del apartamento el pelirosa sintió el ambiente frío del lugar por la baja temperatura, aún seguía con la ropa empapada, el escritor se fijó del cambio del chico, suspiró algo cansado y se dirigió a su habitación a buscarle algo cómodo aunque dudaba encontrar algo acorde con él.

El pelirosa vió como su amo desaparecía de la escena dejando tras de sí un leve rastro de sangre lo cual hizo olvidarse del frío siguiendole.

- maldición esto me pasa por ser gentil - mascullaba molesto buscando entre su ropa -quizás esto le quede aunque es un enano - se giró para llevarle la ropa encontrandose de frente con el pelirosa, le asustó un poco pero lo disimuló, Yuki Eiri nunca mostraba sus emociones y menos a un ser extraño como ese.

- ¿qué demonios haces? - preguntó con toda molestia, el chico le tomó del brazo herido causandole una leve punzada de dolor - qué..? -

- mi amo esta herido por eso debo curarle - dijo sujetando fuertemente la camisa halandola de un tirón ropiendola dejando al descubierto el brazo del escritor.

- ¿qué coño hiciste? destruiste mi camisa?!!!! - gritó enfurecido, el chico posó su mano sobre la herida del escritor volviendo a radiar esa luz nuevamente, notó entonces una extraña calidez en su brazo, el pelirosa apartó su mano dejando perplejo al escritor, su herida ya no estaba, más bien pareciera que nunca le hubieran disparado - co..mo? -

- ya le dije que debo cuidar de mi amo, por eso si mi amo resultase herido puedo curarle gracias a la reacción celular - explicó. Simplemente recibió una camisa y un pantalón de mala gana y algo de ropa interior.

- puedes bañarte si quieres, sino te resfriras - dijo quitandole importancia al asunto.

- no se preocupe mi cuerpo esta diseñado para resistir a las enfermedades, es decir, yo nunca me enfermo -

- tsk.. has lo que quieras - se largo de la habitación.

El rubio se sentó en la sala repasando lo sucedido, todo se hacia mas extraño, por qué había traido ese chico a su apartamento, simplemente lo podía dejar tirado por ahí, pero el no era tan bastardo o si?, se masajeó las sienes oyendo el sonido de la ducha abrirse, se estaría bañando, pensó en que no había podido detallar muy bien su cuerpo pero la ropa mojada que traía le daba una buena percepción, maldición en que estaba pensando, quitó esos pensamientos de su cabeza, en primer lugar no podía asegurar que fuera humano.

Al poco rato el chico salió de la habitación vestido con las ropas que le había dado, el escritor miró al chico que lucía gracioso, todo le quedaba grande, pero era lo que le podía ofrecer en ese instante, el chico caminaba hacia el tropezandose con el pantalón instintivamente el rubio corrió para ayudarle. Ambos se miraban fijamente, el chico estaba encima del rubio sin percatarse de la situación en la que se encontraban.

- disculpe la molestia amo - el chico se levantó normalmente, el rubio solo sintió una extraña sensación en su interior, esos ojos que le miraban fijamente.

Se terminó de incorporar haciendo que nada había pasado.

- amo, ocurré algo? - dijo viendo la seriedad en el rostro del rubio.

- ¿podrías simplemente dejar de decirme amo? - dijo ya harto de la palabra.

- ¿entonces ¿cómo preferiría que le llamase? -

- Yuki - dijo a secas.

- bien Yuki-san -

- simplemente preferiría Yuki, y tú no tienes ningún nombre o qué? -

- lo siento pero mis creadores dijeron que debía tratar con respeto a mi amo. Puede llamarme como desee, aunque si prefiere, el nombre que me dieron en el laboratorio fue S-19 -

S-19? nombre digno de proyecto y de muy mal gusto,iba a decir algo cuando el sonido de un gruñido proveniente de parte del pelirosa le dejó en blanco.- qué?..-

- Yuki-san al igual que los humanos también necesito obtener energía de los alimentos para tener las fuerzas necesarias para serle util -

- Shuichi...ese será tu nombre- dijo secamente marchandose a la cocina. El chico se quedó estático repasando su nuevo nombre...

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