Estaciono el auto y apago el motor, se quedo unos segundos pensando antes de hablar.
Te quedaras por un par de días, me vas a contar todo lo que te pasa quieras o no y tienes que comportarte en mi casa, tengo un hijo de cinco años y no quiero que seas una mala influencia para él, entendido? –miro a su acompañante, quien escuchaba atentamente cada una de sus palabras
Lo miro un tanto triste y asintió, aquel hombre tenía un hijo, y como no, si era guapísimo, de seguro su esposa era alguna súper modelo o algo parecido.
Ambos subieron en un incomodo silencio por el ascensor, hasta llegar al último piso, el mayor saco de su bolsillo una llave y la introdujo, abriendo paso hacia un maravilloso loft de dos pisos, el menor estaba anonadado, su cuñado Seguchi Tohma era exitoso, pero este hombre le triplicaba en dinero claramente.
¡PAPI!
Eiri pudo ver como un pequeño niño rubio corría hacia los brazos de Shuichi, para fundirse en un amoroso abraso, de la cocina una mujer de cabello azulado salía para darle la bienvenida al recién llegado, “debe ser su esposa”, y claro, como había pensado esa mujer debía ser modelo con lo hermosa que era. Shuichi saludo a la mujer con un abrazo, un tanto frio quizás, pero Eiri no se percato de ello
Papi…quién es él? –el pequeño niño apunto a Eiri, quien se encontraba parado en la entrada, al ver la mirada de los tres posicionarse sobre él agacho un poco su rostro
Él es un amigo mío, se va a quedar acá por unos días, hace tiempo que no nos veíamos y hay mucho de lo que debemos hablar –Shuichi le mintió a su pequeño hijo, quien sonrió y saludo al extraño que le habían presentado como amigo de su padre
Pero bueno, ya es bastante tarde y usted jovencito debe irse a dormir, mañana es día de colegio –regaño al pequeño quien saco la lengua y se rasco la nuca en un gesto infantil
Lo siento papi –le dio un fugaz beso en la mejilla, se despidió de los otros dos invitados y corrió hasta su habitación
Shu-chan, si quieres puedo venir mañana para llevarlo a clases –hablo la mujer de cabello azulado
Te lo agradecería enormemente Noriko –hablo Shu, quien se mostraba cada vez más cansado.
Bueno, los dejo, buenas noches –saliendo del departamento
Shu comenzó a subir las escaleras y miro a su invitado quien permanecía de pie en el mismo lugar –no piensas subir? –le preguntó mirándolo desde las escaleras. El menor asintió y lo siguió hasta llegar a la habitación del mayor.
El mayor rebusco entre su armario, hasta encontrar una polera de algodón y un pantalón de la misma tela, entregándoselo
Ahí está el baño, date una ducha y cámbiate, no intentes hacer ninguna estupidez, porque no pienso andar paseando cadáveres por mi casa –le hablo cortantemente. A lo que el menor solo asintió.
Luego de unos veinte minutos salió del baño, notando que su salvador ya estaba en la cama con su laptot en las piernas, su cabello rosa aun goteaba sobre su…su desnudo pecho. El mayor lo miro y destapo la cama, moviéndose e indicándole con la mano que se acostara….con él.
Camino lentamente hasta llegar a la gran cama matrimonial, se acostó y se arropo de inmediato. El mayor siguió mirando la pantalla de su laptot por unos minutos más hasta que lo cerro y lo dejo en su mesita de noche, se acomo en la almohada mirando al ojiambar, quien permanecia mudo observando cada detalle y movimiento de su salvador.
Habla –le dijo mientras acomodaba la almohada
s..i..osea, que quiere que hable? –lo miro con un dejo de miedo, aquel hombre pelirosa lo asustaba
Antes de entrar te dije que me tendrías que contar todo lo que te pasaba, asi que ahora habla, quiero tu nombre, edad, datos de tu familia, que te pasa, por qué te tiraste sobre mi auto, todo –si las miradas hirieran, Eiri habría muerto desde lo que lo vio
Bueno..me llamo Eiri Uesegui, tengo 14, bueno voy a cumplir 15 el otro mes, bueno..-no alcanzo a terminar porque Shuichi lo interrumpió
Deja de decir “bueno”, utiliza otra palabra quieres –le reprocho un tanto molesto
Bue…está bien –se retracto de lo que iba a decir –tengo dos hermanos, Mika es la mayor, y Tatsuha el menor. Mi madre murió hace cinco años, y mi padre, pocas veces lo veo, porque estaba viviendo con Mika y su prometido Seguchi-san –se detuvo un momento, pero algo en la mirada de aquel pelirosa gruñón le daba a entender que debía sincerarse, confiaba en su mirada, por lo que continuo –Seguchi-san contrato un profesor para que me diera clases particulares, luego de que me expulsaran del colegio, Kitazawa-sensei, él…él… -su voz se quebró completamente y las lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas –el me violo…
Shuichi abrió sus ojos de sobremanera, no se esperaba aquello, rápidamente redujo los centímetros que los separaban y lo abrazo protectoramente, Eiri se aferro al cuello del mayor, liberando asi toda su angustia
Él me drogo…y abuso de mi, nadie me cree, porque, él lo negó diciendo que yo era un drogadicto que mentia, Seguchi me llevo al hospital para que me hicieran exámenes y ahí salió positivo…las sustancias que él me dio…-su llanto era cada vez más fuerte –Mika me echo de la casa..por..por eso trate de suicidarme
Ya no daba más, por fin desahogo todo lo que llevaba guardado desde hace días, toda aquella frustración y miedo murió en los brazos de Shuichi, quien lo aferraba con fuerza hacia su pecho
No te preocupes Eiri-kun, yo voy a estar contigo –dicho esto beso su cabello
Gracias, muchas gracias –apoyo su rostro en el pecho de Shu, y lentamente sus parpados se cerraron, dándole paso a un sueño reparador, que ciertamente necesitaba.
Shuichi lo quedo mirando por largo rato, era un niño bastante hermoso, no lo podía negar, tal vez le fuera útil en ese aspecto.
Pero qué rayos estoy pensando –agito la cabeza, tratando de sacar aquellos pensamientos poco apropiados, el niño le acababa de confesar que había sido violado y el pensando en sexo, además es un menor de edad, pero claro, la falta de compañía en varios meses y tener aquel diminuto cuerpo pegado al suyo era una tentación irresistible.
Pedófilo –se dijo a sí mismo y trato de dormir