Effects of innocence
Suspiró de nueva cuenta en cuanto vio al pequeño Yoogeun extendiendo sus cortos brazos hacia él, pidiéndole con esa sonrisita juguetona e infantil que lo tomara. Jonghyun sonrió antes de mover músculo, disculpándose con Taemin en lo que se alejaba para darle espacio al pequeño y sus piernas que siempre abría cuando estaba sobre su regazo.
Yoogeun hizo burbujas con su propia saliva y se aferró a la camisa azul marino de su rubio tío. Cada vez que salía con él necesitaba estar pegado a su cuerpo, sintiendo esos constantes mimos que ya lo habían hecho popular entre sus lazos familiares. Por eso siempre le pedía a su madre que le dejase con el “Tío Jjong” cada vez que debía salir por uno u otro motivo, y porque aunque el chico estuviera ocupado siempre le recibía con los brazos abiertos.
Si, adoraba a su tío Jjong.
Pero le desagradaba ese amigo suyo de pelo naranjo.
En la mañana su madre le había levantado tempranísimo alegando que debían asistir a una urgente reunión de no sabia qué. Le ofrecieron dejarlo donde su abuela, que siempre le llenaba el estómago de dulces y chucherías, pero prefirió ir donde su tía. Mas específicamente, donde su tío Jjong. Sólo que cuando llegó no se esperaba que el rubio ya estuviera con alguien en la casa, robándole el preciado tiempo que DEBERIA darle a su sobrino.
Y luchó contra viento y marea por estar con su pariente; hasta que, ya agotado, el mismo Jonghyun le ofreció pasar la tarde con él y su amigo en el parque que estaba frente a su casa.
No le quedó más opción que aceptar. Y aprovecharía cada momento con su rubio predilecto, aun si debía compartirlo con ese muchacho de cabello extraño que tenia corazones en vez de ojos cada vez que miraba a su adoración.
Y lo peor era que Jonghyun tampoco dejaba de mirarlo. Sólo cuando extendía sus brazos o le gritaba “oppa” era cuando realmente le prestaba atención. El resto del tiempo se la pasaba escuchando a Taemin –como se llamaba ese malvado-, mirando a Taemin y/o jugando con Taemin, dejándolo invisible a sus ojos. Y como que se llamaba Yoogeun, no permitiría eso.
Se bajó del regazo de su adorado tío y se postró frente a él. Elevó sus brazos a la altura de su torso y los cruzó, mostrándose enfadado. Jonghyun le sonrió enternecido en respuesta, y el pequeño Yoogeun descubrió nuevamente que era débil ante ese gesto de su rubio favorito. Así que, sin muchas otras opciones rehizo la misma acción en dirección al amigo de cabello naranjo, quien solo mordió su labio nerviosamente. El pequeño se le acercó con renovadas energías y se detuvo en cuanto tuvo el rostro de porcelana del chico a unos cuantos pocos centímetros; Taemin abrió la boca para preguntarle algo, lo que fuera, pero el pequeño se le adelantó.
“¿Estás enamorado de mi tío Jjong?”
Jonghyun se atragantó con su propia saliva, comenzando con un ataque de tos que lo desconectó de la conversación por momentos. Los dos restantes se miraron, uno con el entrecejo fruncido y el otro con los ojos tan desorbitados que hasta pensó se le saldrían.
“¿Qué has dicho? ¿De dónde has sacado eso?”
“Te brillan los ojos cuando lo miras –observó. Taemin se enterró como pudo en el asiento- y sonríes como tonto cuando te habla”
“Yoogeun… -interrumpió Jong ya sintiendo que la conversación iba demasiado lejos, necesitando detener el incesante palpitar de su corazón. Alargó sus brazos hacia el infante que ni le prestó atención, demasiado ocupado asesinando al peli anaranjado de la manera más ruin conocida por la mente de un niño de cinco años- ven con tu tío Jjong”
“No, tú tampoco me prestas atención. Estás todo el tiempo mirando a este roba tíos”
Ambos se sonrojaron hasta las orejas, evitando todo el tiempo mirarse. Sus corazones estaban tan descontrolados que creían que podían morir en cualquier instante.
La expresión de cada uno al oír lo que decía el pequeño no tenia explicación. Estaban atónitos, y porque no decirlo, esperanzados. El pequeño sin querer había despertado ese “¿sentirá lo mismo por mi?” que resguardaba cada uno, demasiado inseguro y demasiado cobarde como para arriesgarse de alguna manera.
“Mi tío Jjong será mi novio cuando crezca, no tuyo”
“Basta, pequeño – lo tomó en brazos para silenciarlo un momento, y el pequeño se enterró en su cuerpo apenas lo hubo sentido- no es algo que importe”
“¿No lo es?”
Problemas. Era Taemin quien quería una respuesta, y no su sobrino.
Le era muchísimo mas fácil responderle al pequeño, porque podía utilizar evasivas y más preguntas para desviarlo; pero cuando su amigo de pelo anaranjado quería una respuesta, la obtenía.
Se miraron inexpresivos. Jonghyun intentando contestarle de una manera que no revelara demasiada información, y Taemin aguardando ansioso lo que fuera a decirle.
Finalmente el rubio se decidió por lo mas sano, aún inseguro de poder aceptar las consecuencias que se incluían a su decisión.
“Si lo es… -comenzó, recostando su amplia espalda sobre el respaldo del asiento- porque Taemin será mi novio dentro de poco, claro que… si él quiere”
Taemin sonrió, comprendiendo la propuesta tan sutil y avergonzada de su hasta entonces amigo. Miró al pequeño Yoogeun sobre el regazo de su rubio y recostó su cabeza sobre el hombro a su lado, entrelazando su mano con la de Jonghyun en un silencioso contacto que el infante no notó.
“Jonghyun… -se acercó a su oído mientras el pequeño se ocupaba de planear su destrucción-anti-cabellos-de-zanahoria, demasiado distraído como para notar lo que llegaran a hacer- si quiero”
Y aprovechó de darle un último y disimulado beso sobre los labios, antes de que Yoogeun comenzara a golpearle con sus pequeñas manitas por tocar a su tan adorado tío.
Finnite.