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MPREG II la revancha por vitalife

[Reviews - 75]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Gomenasai!! lamento tanto el retraso!! u.u

aki les traigo el capitulo nuevo!!! 9700 palabras!! de las cuales 2600 son lemon!!! *0*
es mi unica manera de recompensarlas n.n

arigato por todos sus lindos reviews!! me dan animos de seguir con el fic, es k aveces me da pena cuando me esmero tanto en los capitulos y resivo pocos reviews o leidas u.u

arigato!! n.n

eh implementado una nueva dinamica con los reviews, las que tengan cuenta en amor-yaoi les responderé directamente en el review, las k no, se los responderé en las notas principales de cada cap n.n
acontinuacion sus respuestas!! :D

 

luna_negra_89 (respondido n.n)

anonimo (arigato x tu review, me alegra que te guste el fic n.n)

chibialexa (chiiibiiiiiii!! arigato gosaimasu!! xD)

Anónimo (aki esta el cap, me alegra k te gustara el fic, creeo k si me dejaste review en mi aterior fic, arigato n.n)

Ferny Friki (respondido n.n)

Emina2040 (respondido n.n)

Joha (arigato siempre x tus reviews!! n.n me alegra k sigas mis fics, y si pensaste que la conclusion del cap anterior era perver, lee esta conti *-*)

ania (espero complacerte con este cap n.n, en cuanto a la pansita, no eras las primera k me lo propone, pero no puedo, es dificil para mi, gomen u.u)

AYASE89 (respondido n.n)

kitsune (arigato, arigato!! estas en lo correcto en cuanto tus sospechas ;D)

kyubi_girl (arigato x tus comentarios n.n, en cuanto al dibujo, solo dime cual kieres y te lo hago nwn)

 

sin mas les dejo el cap n.n

 

 

-Esto no es normal –dijo el rubio mientras sostenía a su hijo el cual se había desvanecido- Ryou-chan se ah estado tomando sus vitaminas, yo lo eh visto

-Quizás fue muy pronto mandarlo a misiones –el Uchiha lo ayudó a llevarlo al sofá para recostarlo-

-Entonces fue mi culpa? –entonó afligido el kitsune-

-Hokage-sama, creo que le exige mucho a sus hijos –se burló su esposo-

-Teme!! –infló las mejillas, a pesar del tiempo de vez en cuando su lado infantil florecía-

-Oto-chan –llamó su atención su hijo de cabellos castaños-

-Si, Fuji-chan?

-Me voy a la academia –sonrió y se despidió de todos con un par de panqueques en mano- espero que Nii-san se recupere pronto, esos desmayos se están volviendo muy frecuentes… -vio el reloj- aah!! Ya voy tarde!! –salió corriendo (para las que noten el pequeño detalle de los panqueques, en Japón también se va a la escuela los sábados, que flojera ¬¬)-

 

 

 

 

*.*.*Diez años y diez meses antes*.*.*

 

 

 

-Humm… -repuso su garganta volteándose, sutilmente pellizcó uno de los brazos de su dobe (que reaccionó en ese momento)- deberían irse a jugar, a la edad de ustedes mi hermano me enseñó a esconderme en el bosque y jugábamos por HORAS –recalcó la última palabra- en el que está cerca del lago…

-Si, deberían ir, oto-san y yo estamos preparando la comida –abrazó al Uchiha por detrás acariciándole con la punta de los dedos los hombros- no se preocupen, a la comida todavía le falta mucho, vayan a divertirse –sonrió de forma misteriosa mientras entrecerraba los ojos impregnados de una luz difícil de descifrar para los más pequeños-

-Ok… -dijo el hermano mayor para dedicarle una mirada a su hermanito que también se la regresaba un tanto confundido-  

 

 

Los chicos algo contrariados, salieron de casa con dirección a los campos de entrenamiento, después irían a jugar.
Escucharon las pequeñas pisadas alejarse, la puerta principal cerrarse, percibir los aun débiles chakras perderse en la lejanía, se vieron cómplices, el rubio mordió su labio inferior rojizo, estaba ansioso y su amado más que dispuesto a ayudarle a que aquello pasara de la manera más intensa que se les ocurriese, no se tocaban y el calor ya era extenuante. En un arrebato de pasión el ojiazul le saltó enzima, claro que el pelinegro lo recibió gustoso, una nube de humo apareció, en la habitación principal reaparecieron casi comiéndose las bocas, de repente el kitsune empujó a su amado haciéndolo separarse  bruscamente de él, le regaló una mirada picara, se quitó la playera con sensualidad, retrocedió hasta toparse con la cama dejándose caer en ella, abrió sus piernas aun cubiertas por sus flojos pantalones.

 

 

-Ven Sasu-nyan –susurró meloso antes de meter sus dedos índice y medio en la boca de manera insinuante-

-Naruto! –bramó ronco lanzándose como fiera sobre el-

 

 

Rosaron sus labios pausadamente mientras las blancas manos recorrían aquel cuerpo acanelado bajo el, el pecho descubierto, el torso, los muslos, los brazos, el cuello y los cabellos dorados, además de las mejillas sonrojadas, pero no era el único que tocaba, el rubio también recorría de memoria cada lugar, cada centímetro de piel clara que le volvía loco, arañándole un poco la piel dejando rojizos surcos de piel irritada por sus bruscas caricias pasionales, todo aquello bajo la camisa aun puesta del pelinegro. Los besos del Uchiha pasaron al cuello de su esposo, sin poderlo evitar dejó un par de marcas, no porque necesitara demostrarle al mundo que ese dobe le pertenecía, las naciones ninja lo tenían más que sabido, solo que le gustaba ver como lucían en aquella piel a pesar de que al día siguiente desaparecerían por la culpa del kyuubi, las respiraciones comenzaron a acelerarse levemente, los movimientos en sus caderas se hicieron presentes en busca de contacto, pero Sasuke se deslizó de manera descendiente, lamió y mordisqueó los pezones de su kitsune, su mano bajó hasta la entrepierna de este, con maestría masajeó la zona sintiendo la erección que empezaba a endurecer.

 

 

-Mmm… Sasuke… -levantó apenas la cabeza para ver todo lo que su amado le hacía, sin soportarlo mucho dejó caer la cabeza de vuelta al colchón- Sasuke… -se estremeció cerrando los ojos cuando la mano blanca se metió bajo sus pantalones- aah.. –gimió sintiendo como lo masturbaba- agh!.. –tapó con su antebrazo los ojos, con su otra mano tomó los negros cabellos-

-Levanta la cadera… -dijo lo suficientemente audible para que el ojiazul escuchara y obedeciera para así sacarle por fin los pantalones junto con la ropa interior dejándolo desnudo completamente-

-No es… no es justo teme –logró decir con el poco aire que sus pulmones alcanzaron- tu aun no… te quitas nada –frunció el seño-

-En un momento Usuratonkachi… -como si hubiera sido una orden, se hincó en la cama entre las piernas del rubio, se quitó la camisa, bajó las prendas restantes solo lo necesario-

-Quítate todo, no hagas trampa –dijo ya un poco recuperado y exigente-

-Está bien –bufó terminándose de sacar toda la ropa-

-Así está mejor… -sonrió devorándoselo con la mirada- házmelo –abrió mas sus piernas-

-Estas más vulgar que de costumbre –enarcó una ceja-

-Teme, te irás de misión casi un mes, necesito material para cuando este solito –le sonrió un tanto inocente, aun que claro, sus ojos destilaban la mera y pura lujuria-

-Usuratonkachi –sonrió de lado al sentir como una corriente eléctrica recorría su espalda ante tal revelación- ponte de puntillas

-No será mejor así?  -metió sus manos detrás de sus rodillas y las elevó lo mas que pudo, dejando más que expuesta su entrada-

-En serio que estas vulgar –parpadeó incrédulo-

-Deja de decir eso, me hace sentir… extraño –se sonrojó al no poder decir la palabra que realmente pensaba-

-No te enojes dobe

 

 

Se acercó para besarlo en los labios, un par de cortos roces de sus labios dejando a ambos con ganas de más, se vieron a los ojos por unos segundos antes de que un par de dedos blancos le acariciaran los rojizos labios al kitsune, este sacó la lengua lamiéndolos intencionalmente, los envolvió en su boca y los chupó ensalivándolos, gimió quedo aun con los dígitos en su cavidad bucal cuando este retomó la acción de besarlo en el cuello, subiendo a su oreja jugueteando con la lengua sobre la piel canela.

 

 

-Amm… ya… -dijo con algo de dificultad por los dedos en su boca-

-Bien… -los sacó de allí para meterlos en otra cavidad mucho mas abajo-

-Sasuke no seas… agh!!... –echó la cabeza para atrás arqueando un poco la espalda- bruto!!

-No es como si fueras virgen –sonrió arrogante, le había metido dos dedos de golpe-

-Cállate, solo… me sorprendió… -suspiró intentando tranquilizarse-

-Si tu lo dices…  -comenzó a mover los dedos en manera circular- te gusta? –preguntó al verlo entrecerrar la mirada-

-Solo… sigue con eso… -gimió-

 

 

Sintió los labios contrarios sobre los suyos, no es que necesitara mucha preparación, con los años su entrada se había vuelto más flexible y hasta cooperadora, después de todo, tener de dos a tres rondas casi a diario debían traer sus beneficios, no? Si bien eran una pareja muy fogosa, también estaba en cuenta el hecho de que ambos tenían misiones constantemente, a veces cortas y otras largas, así que cuando se veían de nuevo tenían hambre uno del otro, casi siempre era el rubio quien se ofrecía o como decía el mismo, seducía a su teme, pero lo que él no sabía es que sutilmente su esposo lo incitaba haciendo una que otra cosilla que sabía excitaba a su dobe. Cuando menos se lo esperó el kitsune, su amado ya había bajado a la altura de su entrepierna, besando el interior de los muslos bronceados, dando un par de lamidas en su entrepierna que le hicieron estremecer y por ultimo sacarle los dedos de su interior para ensalivar de primera mano su entrada, echó la cabeza hacia atrás ante tal acto, llevó ambas manos a la oscura cabellera para apretujarla entre sus dedos, mas aun cuando su esposo dio un largo lametón desde su esfínter hasta la punta de su miembro para metérselo a la boca y así succionarle un par de veces, eso había sido demasiado para él, aun que hubiera querido avisarle, su voz no salía más que para gemir de puro gusto y placer, sin poderlo contener, se había corrido en la cara del Uchiha.

 

 

-Aah… aah… teme… -articuló con dificultad regulando su respiración a duras penas- yo no pude… -intentó disculparse mientras se incorporaba un poco apoyándose en sus hombros- decirte que…

 

 

Pero sus palabras murieron en su boca, ahí enfrente de él estaba Sasuke quitándose con sensualidad los rastros de su esencia con sus dedos y lengua, demasiado metido en sus pensamientos o quizás en excitar más a su rubio que no se dio cuenta como el miembro del ojiazul subía de vuelta como flecha de velocidad de un auto deportivo tomando la carretera libre. El Uchiha se dio cuenta del movimiento de la cama, supuso que por el cansancio su dobe trataría de regular su respiración cambiando un poco su posición, pero no lo volteó a ver, primero terminaría de quitarse aquellas gotas blancas para después no sentir su rostro pegajoso (vanidoso ¬¬), escuchó un susurro con la forma de su nombre, levantó la vista y frente a él estaba su esposo mirándole con unos fieros ojos azules que podrían devorarlo al parpadear si quisieran, un brusco empujón lo tumbó en la cama, el rubio lo miraba altivo sentado sobre su estomago con las piernas canela a cada costado de su torso blanco, apreció una sensual sonrisa que hacía marcar aquellas líneas en las mejillas sonrojadas del kitsune, con una mirada traviesa y gestos bien ensayados (pues sabía que ponían a su amado) restregó su trasero sobre la erección ya bien necesitada del pelinegro, arrancándole en el proceso un par de jadeos, ya que simulaba leves envestidas que no llegaban a penetrarlo (a Naru), algo desesperado, Sasuke lo tomó de las caderas para pararlo y obligarlo a hacer lo que sus instintos le pedían, pero solo recibió a cambio un par de manotones sobre sus manos provocando que las quitara por mera inercia, Naruto le hizo una señal con su dedo índice en signo de negación, como si reprendiera a un niño pequeño negándole algún capricho, elevó su cadera sobre el miembro de su esposo para que este se pusiera ansioso apropósito, tomó con su mano por la parte media aquello alzado para mantenerlo quieto y no resbalara, posicionó su entrada para que apenas tocara con ella la punta aquel miembro, con su mano lo movió haciendo que rosara con su sensible agujero, al instante sintió su piel erizarse, lo necesitaba ya, pero le encantaba enfurecer a su teme, como era de esperarse, este entre enojado y desesperado, lo volvió a tomar de las caderas y de una lo bajó hasta empalarlo totalmente.

 

 

-AAAAH!! –gritó ante tal sensación del miembro golpearle violentamente en su interior, lejos de dolerle o molestarle, le encantó-

-Te lo mereces, Usuratonkachi –sonrió ante las oleadas de placer que le provocaban las paredes internas del rubio al contraerse por el ligero escozor-

-Sasuke… -se mordió el labio inferior con los ojos cerrados mientras posaba sus manos en el pecho blanco para comenzar a impulsarse, su interior le exigía movimiento-

-Ah.. –gimió muy quedo cuando el ojiazul comenzó con el sube y baja, tan lento, tan deliciosamente que veía con claridad como su miembro entraba y salía de aquel cálido lugar- Naruto… -susurró estremeciéndose ligeramente por los escalofríos que sufría desde su nuca hasta la punta de sus pies, sus manos seguían posadas en aquellas caderas, mas aun no faltaba ayudarle a subir el ritmo, pues si lo hacía, estaba seguro que se correría-

 

 

El ojiazul con paciencia aumentó la velocidad, subía haciendo su pelvis hacia adelante y bajaba haciéndola hacia atrás, el cabello rubio se mecía con su cuerpo golpeándole la frente y parte de la cara, su miembro botaba levemente, pero no por mucho tiempo pues el pelinegro no tardó en atenderlo con su hábil mano, los zafiros le vieron suplicantes cuando el ritmo se volvió demasiado rápido para mantenerlo, las piernas bronceadas comenzaban a cansarse aun a pesar de que el resto del cuerpo les exigía mas, viendo aquello el pelinegro se dio cuenta, le paró las caderas en medio del subir de estas, el kitsune jadeó un poco cansado.

 

 

-No te muevas de ahí… pase lo que pase… mantente quieto –dijo pausado por la acelerada respiración-

-Ok –asintió revolviéndose con la mano un poco el flequillo que se pegaba a su frente por el leve sudor-

-Aquí voy… -afirmó el agarre que tenía en las caderas canela, se sentó en la cama entre aquellas piernas con la punta de su miembro aun dentro de su amado y comenzó a embestirlo subiendo y bajando la pelvis-

-Aah… aah!! –le tomó de los hombros arañándolo por el mar de placer que sentía, el Uchiha le arremetía tan rápido que sus ojos se agolpaban de lagrimas, era demasiado- AAH!!... KYAA!!...  –sus piernas temblaron y colapsaron al no poder mas soportar su peso, como resultado su cuerpo calló sobre el ojinegro clavándoselo aun mas- AAAH!! –sus uñas rasgaron la piel blanca de los brazos Uchiha al sentirlo tan profundo-

-Dobe… aah… aah… -respiró con dificultad- cambiemos…

-Esta bien… -se levantó sacando la dureza de su esposo de su interior- agh… -contuvo un suspiro, se puso en cuatro-

-No, así no… -le tomó de la cintura, lo giró indicándole que se hincara y se aferrara con sus manos al respaldo de la cama- solo inclínate un poco hacia adelante –sonrió cuando este le obedeció-

-Porque te gusta tanto que te lo enseñe tan descaradamente? –dijo viéndole sobre el hombro con un sonrojo en sus mejillas acompañado de un seño fruncido-

-Usuratonkachi, es parte de mi estimulo –ayudado por su mano colocó la punta de su miembro por sobre la entrada- listo?

-Hn… -asintió, de una sola sintió la erección del Uchiha abrirse paso- AAH!! –apretó bajo sus manos el respaldo de la cama-

-Naruto… -le susurró al oído casi en un suspiro, acarició con su mejilla la de su dobe como un minino agradecido-

-Sasuke… -gira su rostro intentando juntar sus labios, pero la posición era un tanto incomoda así que no lo consiguió del todo, apenas logró rosarlos-

 

 

Las envestidas comenzaron, la velocidad pronto aumentó, una arremetida tras otra, cada una más fuerte a la anterior, el respaldo de la cama empezaba a balancearse por el fuerte agarre del rubio y las potentes estocadas del pelinegro, las patas de la cama golpeaban la pared, el colchón dejaba escapar un chirrido constante, todo aquello acompañado de el concierto de gemidos entremezclados de ambos, los del ojiazul mas sonoros que los de su esposo, el rubio en afán de sentir más profundo abrió lo máximo sus piernas hasta donde le permitían no caerse, ante aquello, el Uchiha deslizó su mano por la parte interna del muslo izquierdo de su dobe, suavemente pero  con decisión subió su la pierna canela hasta que las piernas del kitsune formaron un ángulo de unos noventaicinco grados, el rubio se sobresaltó mas sin embargo no pudo más que gemir al sentirlo más adentro además de cómo su miembro era acariciado con persistencia, la respiración de su amado chocaba en su espalda, los besos torpes, las lamidas, de su boca escuchaba en ronroneos su nombre una y otra vez, a veces cortado, otras deletreado, su teme la estaba gozando.

 

 

-Naruto… -susurró mientras su jadeo hacía erizar el cuello del ojiazul-

-Mnn!... –arqueó ligeramente la espalda cuando las sacudidas en su cuerpo se hacían cada vez mas seguidas anunciando su pronto final- Saah… suke… -gimió- ya no… ya no puedo… -negó con su cabeza, sus mejillas rojas se vieron adornadas de lagrimas por el éxtasis-

-Yo… -cerró los ojos con fuerza, sus piernas comenzaban a temblar, quizás no aguantaría a que su kitsune se corriera, aceleró el ritmo de su mano que le masturbaba y también sus envestidas-

-AAH!!.. AAH!!... –se estremeció cuando un liquido caliente lo llenó por dentro junto con una ligera mordida en su cuello- SASUKEE!! –se vino en la mano de aquel por quien gritó a los cuatro vientos sin importarle los vecinos o que se hubiera escuchado hasta la torre Hokage-

 

Un suave meneo de sus cuerpos por la inercia del movimiento constante los hizo regresar de apoco a la realidad, su mirada azulina se perdía aun medio embriagada por el reciente orgasmo, su mejilla estaba pegada a la pared que estaba a escasos centímetros del respaldo de la cama, su boca intentaba jalar aire, en su espalda sentía el peso de su esposo, la cabeza de este descansaba en su nuca, el aliento cortado de este, las piernas blancas temblar entre las suyas, no sabía cuando el pelinegro había dejado caer su otra pierna, no es que le importara tampoco, todo aquello había sido tan genial e intenso que estaba flotando en un mundo lejano, su corazón palpitaba con fuerza, sentía el de su teme golpetear en su espalda, si, seguro era una de sus mejores experiencias, estaba tan embelesado que nunca se le pasó por su mente que… no habían usado ningún tipo de protección.

Por otro lado, en un campo de entrenamiento no muy lejano al barrio Uchiha, Misaki-chan se escondía entre los arbustos temeroso, estaba solo, en el camino había perdido de vista a su aniki, alguien le buscaba con insistencia, pero sabía que si lo encontraban sería su fin, escuchó crujir las hojas secas del suelo cerca de donde estaba, se agachó un poco mas y cubrió su cabeza con sus bracitos mientras cerraba con fuerza sus ojos, de repente ya no escuchó nada, armándose de valor abrió sus ojos, había sido descubierto, ahí frente a él estaba una sombra visiblemente más grande que él, una risa siniestra escapó del sujeto.

 

 

-Te encontré Misaki-chan!! –entonó una voz infantil- te toca ir a buscar, eres el primero al que encontré –le sonrió-

-Moo… -hizo un ligero puchero- no es justo a mí siempre me encuentran primero

-Es que aun eres muy pequeño –le revuelve los cabellos-

-No hagas eso Ren!! –se intenta aplacar con sus manos el rebelde cabello rubio-

 

 

El pelirrosado rió, eventualmente encontraron a los demás, Hyuuga Aiko-chan (5 años), Hyuuga Hotaru-chan (7 años), Akimichi Yuriko-chan (4 años /sip, al final Ino se casó con Chouji xD/) y Ryou-chan, descubiertos en ese orden, tomaron un pequeño descanso antes de continuar, el más chibi de todos logró percatarse como Ren-chan fruncía el seño cuando el primogénito de los Hyuuga se acercaba a su aniki, se preguntaba el porqué, que tenía de malo que ellos se llevaran bien? Que tenía de malo que Hotaru-chan se sonrojara levemente cuando su nii-chan le sonreía? Porque Ren-chan se molestaba debido a que su hermano platicara mas con Hotaru-chan cuando este estaba cerca? Sabía que el pelirrosado era el mejor amigo de su aniki, pero eso no era un poco exagerado? Acaso temía que su amistad pasara a segundo plano? El aun era pequeño y sobreprotegido por su hermano, no comprendía muchas cosas.

 

 

-Mi-sa-ki-kun! –deletreó divertida la de muy claros cabellos castaños mientras lo abrazaba por detrás-

-Yuriko… -entrecerró sus ojos negros con desgano, a esa niña le encantaba pegársele como chicle (la maldición del acoso Uchiha se vuelve a repetir)-

-Eres tan lindo, ya muero por entrar a la academia, sería genial que nos tocara el mismo salón o el mismo equipo! Kyaa!

-Si, si, lo que digas –suspiró, su oto-chan siempre le dijo que con las mujeres no se debe ser grosero (nada que ver con lo que le dijo su oto-san ¬¬), se olvidó completamente de sus cuestiones de hace un momento-

-Ren-kun –la serena y amable Aiko-chan se acercó al chico mencionado que con semblante fastidiado se había sentado en la raíz de un árbol-  estas bien? –se sentó junto a él a una distancia prudente-

-Creo, es que no se que me pasa –suspiró desganado dejando caer un poco la cabeza hacia adelante-

-Oh… -sonrió cálidamente creyendo saber el porqué- no te preocupes, pronto pasará

-Eso espero –sonrió esperanzado, viéndola agradecido-

 

 

El corto descanso terminó, jugaron un rato mas , cuando menos se dieron cuenta empezó a vislumbrarse el atardecer, el hambre les ganó  por sobre la diversión del momento, cada quien tomó su camino a casa, el rubito miraba a su hermano que sonreía de oreja a oreja, se le veía muy feliz, la curiosidad llenó su interior y las preguntas que se hacía mientras jugaban en aquel campo de entrenamiento volvieron a surgir, llegaron al sendero que los guiaba al barrio Uchiha y se animó al fin a preguntar.

 

 

-Nii-chan –le llamó, este le vio de reojo indicándole que le escuchaba- Hotaru es muy amigo tuyo?

-Sip –su sonrisa se ensanchó un poco mas-

-Pero Ren es tu mejor amigo, verdad?

-Ajam –asintió-

-Hoy Ren se sintió triste porque lo ignoraste

-Lo ignoré? –se paró en seco confundido-

-Sii

-Mmm… -cerró los ojos frustrado- después me disculparé con él, es que me divierto mucho con Hotaru y a veces se me olvida lo demás –se encogió de hombros siguiendo su paso-

-Eso es egoísta nii-chan –suspiró derrotado-

-Dijiste algo? –levantó una ceja volteándolo a ver-

-No –desvió la mirada-

 

 

Regresando a la mansión Uchiha-Uzumaki, el pelinegro recién salido de bañar, se colocaba una camisa de cierre al frente, intentaba enganchar los pequeños dientes de la prenda cuando su dobe desde la cama (aun envuelto en las sabanas) le llamaba con los brazos abiertos.

 

 

-Que pasa Usuratonkachi? –se sienta en la cama cerca de él-

-Nada –sonríe-  solo quería darte un beso antes de meterme a la ducha –se le cuelga del cuello acercando su rostro al de su amado-

-Porque no te bañaste conmigo como siempre? –sonrió pícaro-

-Porque lo volveríamos a hacer, la cena quedó a la mitad y los niños no tardan en llegar

-tan pervertido me crees? –enarcó una ceja divertido-

-Mmm… quizás, pero no creo que yo hubiera podido resistirme –rió travieso-

-Dobe –sonrió de lado-

-Teme –entrecerró los ojos juntando sus labios con los contrarios-

 

 

 

El beso poco a poco subió de tono, ya empezaba a tornarse caliente el ambiente (si, de nuevo), aquellas manos canela se aferraron a los cabellos negros, el rubio pegó su cuerpo al otro, el Uchiha ni torpe ni perezoso captó la idea así que lo rodeó con sus brazos acariciándolo con una mano la espalda descubierta y la otra el comienzo de aquel redondo trasero, todo era perfecto hasta que sintieron aproximarse el Chakra de sus hijos y el típico “tadaima” anunciando la llegada de ambos.

 

 

 

-Tendrás que meterte a bañar –dijo el pelinegro al separarse después de aquel beso-

-Hum… -sonrió, tras la nuca de su teme con sus manos formó un sello- *Taju: kage bunshin no jutsu* -un “puff” se hizo presente junto con una réplica desnuda del kitsune- ya sabes que hacer

-Mnn –el clon asintió a regañadientes no queriéndose ir del todo y buscando que ponerse para recibir a sus “hijos”-

-Eres un goloso, Usuratonkachi

-Cállate y vamos al baño –le vio seductor (y claro, Sasuke no se hizo del rogar xD)-

 

 

 

Los niños vieron bajar a su oto-chan de lo mas sonriente, lo siguieron a la cocina para ver como terminaba de preparar la cena, a los peques se les hizo extraño, la cena estaba a medio hacer, el rubio tomó un delantal naranja que estaba tirado en medio del suelo, un sonrojo adornó las mejillas canela, se lo colocó, así prosiguió a picar lo que hacía falta, prendió la estufa para proseguir con su labor.

 

 

-Y oto-san? –preguntó el más pequeño-

-Bañándose –respondió fingiendo normalidad-

 

 

A lo lejos se escucharon unos fuertes gemidos que algo ahogados por las paredes de madera de la casa, se colaban con ligero eco debido a las baldosas del baño, el ojiazul suspiró dejando por un momento lo que hacía, estaba algo celoso aun a pesar de que se repetía una y otra vez que solo era un bunshin, la pequeña copia de su teme levantó una ceja suspicaz.

 

 

 

-Bunshin… -susurró viendo a su “oto-chan”-

-Jejeje –el clon rió nervioso al ser descubierto por el pelinegro menor-

-Que son esos ruidos? –preguntó el chibi rubio-

-Nada!! –ambos ojiazules hablaron a la par intentando que el pequeñito no perdiera su inocencia tan pronto-

 

 

La cena estuvo lista, los “ruidos extraños” cesaron, un grito de cierta voz varonil llamó al kitsune, este entendió y subió, después de ello la feliz pareja bajó, muy melosos y acaramelados por cierto, la cena se llevó a cabo, todo muy tranquilo y común, el chibi mayor escuchó una risa familiar dentro de su cabeza, por un momento dejó de comer, pero al no volver a escuchar nada siguió alimentándose restándole importancia.

A la mañana siguiente, muy temprano, un rubio se despedía en la puerta principal de su esposo, este traía su típico traje jounin, su banda en la frente bien puesta y su equipaje en la espalda, el cielo comenzaba a aclarar apenas, el ojiazul pasó sus dedos por el flequillo oscuro para luego acariciar la blanca mejilla intentando tatuar en su mente como se sentía hacerlo, su mano fue besada dándole confianza, era una misión peligrosa de medio-largo plazo, un mes o más, misión “A” que bien se podría convertir en “S”, el había querido acompañar a su teme pero no podía por dos razones: 1- no se podía mesclar los sentimientos con el deber, y 2- sus bebés, no podía dejarlos por tanto tiempo. Quizás solo se estaba preocupando demasiado, pero desde hace mucho no se presentaba una situación así, suspiró mordiéndose el labio inferior por un segundo, después bajó un poco la cabeza, no quería dejarlo ir y no sabía el porqué de esa necesidad de retenerlo, pronto sintió unos fuertes brazos abrazarle, se sorprendió un poco pero se dejó relajarse, cerró sus ojos inundando sus pulmones de aquella aroma tan conocida para él, le correspondió el contacto, se separaron un poco y sin más se besaron con dulzura.

 

 

-Si son así de casados, no quiero saber cómo eran de novios, desde ayer andan regando miel por todas partes –la voz reprocharte de su hijo mayor los sacó de su burbuja de amor, al instante separaron sus bocas y lo vieron sin poder evitar recordar un fragmento de su noviazgo, en especial el recuerdo de su primera vez juntos-

 

 

*.*.*//Flash-Back//*.*.*

 

 

 

-AAH!! –echó la cabeza hacia atrás, apretó los hombros blancos al sentir la fuerte estocada mientras se corría entre sus vientres- aah!! –dejó salir de su boca en la última envestida de su amado que dejó correr su liquido caliente dentro de él-

-Agh! –reprimió un gemido en su garganta cuando una fuerte sacudida le estremeció todo su cuerpo debido al orgasmo- Naruto… -suspiró con un hilillo de voz-

 

 

Acababan de terminar semejante noche de pasión, rosaron sus labios apenas,  el rubio no daba para más, al instante se quedó dormido, el pelinegro más que cansado tanto de músculos como de chakra, se dejó envolver en los brazos de su dobe. Los rayos del sol se colaron por la ventana, un ojiazul despertaba con un ligero dolor de cabeza, estaba boca abajo con el rostro guiado en dirección a la puerta de su habitación, se incorporó un poco apoyándose en sus codos, se tomó la cabeza soltando un quedo gemido de dolor mientras se masajeaba las sienes, se preguntaba que había pasado, el día anterior había salido con Sasuke, fueron a cenar por su “cumplemes” número seis, habían bebido un poco, pero no demasiado, se habían ido a su departamento, vieron la televisión un rato, comenzaron a besarse y…
Abrió los ojos de golpe, ahora comprendía el porqué sentía un brazo descansar en su espalda, volteó lentamente a su lado, ahí estaba dormido su teme de lo más relajado, en su acanelado rostro se apareció una mueca de profundo terror, quitó aquel brazo con brusquedad de su cuerpo, se enrolló en las sabanas como una oruga, su cuerpo empezó a temblar sin dejar de ver al pelinegro que por tanto movimiento se despertaba.

 

 

-Buenos días Naruto –bostezó sentándose en la cama, sintiendo el frío de su piel desnuda sin ningún cobijo-

-No me digas que pasó lo que creo que pasó… -la voz de su dobe sonaba de ultratumba, sus ojos estaban tapados por el dorado flequillo-

-Pues sí, nos acostamos, te estrené, te quité las orejitas (Sasuke miraba loveless todos los domingos xD), te desvirgué, tuvimos sexo, te hice el amor, como quieras llamarlo –sonrió de lado orgulloso-

-SASUKEEEEEEEE!! –gritó empezando a tirarle con lo que tenía más serca de su alcance, el primer objeto fue un vaso que descansaba en la mesita de noche- 

-Naruto!! –esquivó el objeto, pero no venía solo, rápidamente otro le siguió, esta vez un bote de ramen vacío- no fue algo que no quisieras! –pero su sonrisa no se borraba por nada-

-Utilizaste tu sharingan!! Lo hiciste!! Eso no vale!! Me utilizaste!! –esta vez le tiró con la lámpara de noche-

-Era la única forma dobe –logra moverse a tiempo para que los objetos no le alcanzaran-

-Me has quitado mi virginidad!! –estruja las sabanas que le cubrían- y en mi contra!!

-También fue mi primera vez, no seas dramático, no eres una niñita –suspiró- y a lo que respecta a “quitártela en tu contra” –hizo un ademan con sus manos simulando las comillas- lo dudo, bien que pedías que te diera mas fuerte –ensanchó su sonrisa-

-Eres un malnacido hijo de puta!!!! –enfureció, parándose de la cama (que fuera un dobe no significaba que el niño no supiera palabras malsonantes xD)-

-La tuya –le regresó el insulto encogiéndose de hombros, aun que bien le había ofendido aquella oración-

-Hey mas respeto a mi madre que está muerta!! –le miró rencoroso dirigiéndose decidido a él-

-La mía también!! –se defendió retándolo con la mirada-

-TEMEEEEE!! –gritó echándosele encima para golpearlo-

 

 

Así había terminado su primera velada de amor, las siguiente vez que estuvieron juntos, aun que sea difícil de creer, fue justo después de agarrarse a golpes a causa de esa discusión, Naruto no volvió a quejarse por haber sido el uke(que eso era lo que más le afectaba del asunto), al contrario, le gustó bastante hasta la fecha.

 

 

 

*.*.*//End-Flash-Back//*.*.*

 

 

 

Los esposos se vieron entre sí, el pelinegro con una gota en las sien y el kitsune con una risa nerviosa, el chibi ignoró sus expresiones, se acercó a su padre más alto, le dedicó buena suerte, así regresó a la plata alta para ducharse antes de ir a la academia. La pareja volvió a verse a los ojos, el Uchiha se sacó el guante de cuero que llevaba dejando ver su mano adornada de una sortija dorada, se la quitó lentamente, el kitsune levantó su mano izquierda en donde también descansaba la suya, dejó que su esposo juntara ambas en su acanelado dedo, ambos tenían la misma medida, sus ojos azules se entrecerraron con tristeza.

 

 

-Ya sabes por qué se hace… -el kitsune asintió- si llegara a fallar, el enemigo no debe saber que tengo familia –besó ambos anillos ante los atentos zafiros- nos vemos –dejó un último beso sobre los rosados labios antes de desaparecer-

 

 

 

Pasaron los días, las semanas, hasta llegar al mes y medio, Sasuke siempre se reportaba con una serpiente mensajera casi todos los días, lo hacía de manera aleatoria y a escondidas para que no fuera descubierto por nadie ya que podía ser peligroso, pero ya había pasado una semana y no había recibido ni un solo mensaje, comenzaba a preocuparse. Estaba sentado en el comedor, esperaba a su hijo mayor para comer, Misaki-chan dormía en el sofá, el rubio mayor estaba nervioso, intentaba tranquilizarse pensado que solo estaba paranoico, de verdad, quería pensar que era solo eso.

 

 

-Tadaima!!

-Okaeri! –se encaminó a la entrada para recibirlo, le sonrió, le abrazó-

 

 

 

Ryou-chan se quedó quieto algo confundido, recordó las palabras que siempre le decía su padre antes de partir cuando su oto-chan “esperaba” a su hermanito, le correspondió el abrazo, debía protegerlo, su rubio padre siempre se volvía algo sensible cuando su oto-san no estaba en casa debido a las misiones.

La nieve caía cubriendo todo de un blanco inmaculado, pero no toda la nieve estaba pura, había muestras de batalla y sangre por todos lados, había cuerpos, armas, pero Konoha había ganado, un ninja cubierto de sangre se apoyó con dificultad en un árbol, sus ojos no podían enfocar nada, sentía que el suelo se le movía, las nauseas le causaban un fuerte malestar, su cuerpo no aguantó mucho, se desplomó sobre la húmeda y suave nieve perdiendo el conocimiento.

Comían amenamente, el ojiazul por un momento se había olvidado de sus pensamientos, compartía la mesa con sus hijos, debía despejar su mente de cosas negativas, de repente un escalofrío le atravesó el cuerpo justo en el momento en el que tocaron la puerta principal, se sorprendió un poco, se levantó de la mesa, limpió su boca con una servilleta y se encaminó para abrir, frente a él se encontró con un serio Shikamaru, un momento, el jefe de misión que  tenía el teme era… Shikamaru.

 

 

-Tsunade-sama te necesita en su despacho

-Sasuke! Que sucedió con Sasuke?!! –soltó nervioso-

-El está mal –cerró los ojos esperando la reacción del kitsune-

-Sasuke… -se sintió devastado, pensaba lo peor, su cuerpo se tambaleó hacia atrás-

-Naruto! –Shikamaru se alteró al verlo tan afectado, le sostuvo de los hombros- estas muy pálido! Tranquilízate

-Shikamaru… no… -negó apenas antes de desmayarse-

-Oto-chan? –una cabecita negra se asomó al recibidor, viendo la escena del Nara cargando a su padre- que pasó? –frunció el seño desconfiado, ocultando a su hermanito tras él-

-Esto se volvió demasiado problemático –suspiró desganado-

 

 

 

Media hora después, los ojos azules volvieron a abrirse, su cabeza le dolía, se sentía realmente muy mareado, intentó sentarse, pero una mano lo devolvió recostándolo, con dificultad logró enfocar sus pupilas en algo rosado, suspiró volviendo a bajar sus parpados, seguro era Sakura, lo más probable es que se había desmayado, llevó un brazo a su frente para así intentar de que el malestar pasara.

 

 

-Naruto, respira tranquilo –escuchó la voz femenina-

-Sasuke… donde está? –respiró con ligera agitación, los nervios volvían a surgir-

-El está en el hospital, su estado es estable, pero un poco delicado, aun esta en estudios, tiene la fiebre muy alta

-Necesito  verlo… -trató de levantarse resistiéndose a la mano que le empujaba- me siento mal –dijo con voz quebrada recostándose de nuevo-

-Es normal después de un desmayo, pero no exageres –le reprendió-

-No… de verdad me siento muy mal –un par de lágrimas salieron de sus ojos, alertando a la chica-

-Naruto?...   –abrió sus ojos verdes con asombro, rápidamente con sus manos lo examinó, sintió como la concentración de chakra en el vientre del rubio iba en aumento- si sigue así va a colapsar, Lee ayúdame a cargarlo al hospital, Shikamaru quédate con los niños

-Qué?... –le miró algo asustado-

-Tómalo como un entrenamiento, después de todo serás padre pronto –le sonrió-

-Pero… -solo logró ver como se llevaban al kitsune- cuando creí que esto no sería más problemático –agachó la cabeza resignado-

 

 

 

Llegando al hospital Sakura pidió ser ayudada por las enfermeras, la pelirrosa ya era una de las medico ninja titulares, después de Tsunade-sama y Shizune, ella era la mejor, y por lo tanto, debido a que ellas estaban ocupadas en el gobierno de la aldea, la Haruno era la directora general en espera del Hospital Konoha, el médico que estaba pronto se jubilaría y ella tomaría el puesto. La ojiverde rápido se dio cuenta de que se trataba de una crisis de ansiedad, pero el rubio era una persona sana y no solo eso, también era alguien bastante relajado, sabía que este confiaba en su esposo, pero entonces por qué? Porque de repente todo parecía más grave de lo que aparentaba? Volvió a pasar las manos por el vientre del ojiazul, al parecer algo malo andaba con su chakra, rápidamente llamó a un medico Hyuuga, el cual pronto vino y examinó al kitsune, este parecía algo contrariado.

 

 

 

-Hay algo extraño justo debajo del sello

-Algo extraño? –preguntó la pelirrosa-

-Si, una gran concentración de Chakra, forma una especie de ovillo

-Entonces no era causado por el sello?

-No, es independiente a él

-A no ser que… -murmuró pensativa- necesito muestras de sangre!! –dijo ya con voz alta para que las enfermeras la escucharan-

 

 

 

Los minutos pasaron, le dieron prioridad a los resultados del kitsune y como ya sospechaba la Haruno, el rubio estaba en espera no solo de su esposo, si no de un pequeño regalito extra, entonces todo empeoraba, debían estabilizarlo y llevar un control del bebé hasta que la crisis pasara, parecía que el trabajo apenas empezaría. Después de una hora el ojiazul se había dormido, los nervios habían pasado junto con los malestares, por suerte la impresión no había sido tan fuerte, pero de cualquier manera estaría en observación el resto de la semana.

Después de unas cuantas escapadas a la habitación de Sasuke, el rubio por fin fue dado de alta después de estar tres días de arresto en el hospital, o así le decía, después de todo no lo dejaban ni asomarse a la ventana sin ayuda, ni que fuera un inútil (siempre se quejaba), le informaron lo del bebé en cuanto recobró su estabilidad física y emocional, estuvo tentado a decirle a su teme, pero cuando este despertó le denegaron el acceso a la habitación, aun que justamente ahora tendría una oportunidad de verlo gracias a su influencias (una ayudadita de Sakura), al parecer el pelinegro estaba aun siendo estudiado por sus raros síntomas, aun que cierta ojiverde ya sospechaba el porqué, debía descartar todas las posibles razones, después de todo, habían encontrado al Uchiha en malas condiciones, con fiebre alta, heridas por todo el cuerpo, presión arterial baja y escaso chakra, al despertar de su inconsciencia los malestares estomacales se hicieron presentes, además de la casi exagerada debilidad de este, temían que fuera algo mas grave.

El kitsune ya se encontraba frente la habitación de su esposo, tocó un par de veces y entró, logró ver al momento como este estaba sentado, al sentir su presencia, el pelinegro volteó a mirarlo, conectando sus ojos, el rubio apresuró a acercársele sonriendo, abrió sus bronceados brazos, se sentó junto a él sobre la cama y le abrazó siendo correspondido.

 

 

 

-Como te sientes Sasuke? –le quitó unos mechones oscuros que descansaban sobre la blanca frente y la besó-

-Bien, por lo menos siento que mis fuerzas están regresando –le sonrió-

-Ah… que bueno –suspiró para después sonreírle algo nervioso- necesito decirte algo…

-Que cosa? –alzó una ceja sospechando alguna dobería que pudo haber hecho su amado rubio-

-Pues, verás… recuerdas que hace como dos meses, la noche antes de que te fueras de misión y quedaras así, tuvimos la mejor de nuestras noches?  -rascó su mejilla-

-Si –frunció el seño-

-Pues… emm… también recuerdas de que no nos cuidamos? –cerró los ojos con fuerza esperando un grito o alguna exclamación, pero al no recibir ningún comentario, se animó a abrir los ojos- no estás molesto?... –pero con lo que sus zafiros se toparon fue con la cara desencajada de su esposo (una mueca de horror peor de las que deja la niña del aro o “the ring” en sus víctimas a lo largo de la película xD)-

 

 

 

Bien, Sasuke necesitó una semana más para recuperarse, en efecto, la mayoría de sus malestares fueron debido a su ya más que sabido síndrome, se maldecía de su desgracia, si bien, los que padecen de este se daban en casos específicos, raros y escasos, a él parecía perseguirle en cada embarazo, sus otros malestares eran debido a un fuerte resfriado y a la baja de chakra por agotamiento, todo por querer regresar con su dorado Usuratonkachi lo antes posible, a la próxima no se exigiría tanto.

El tercer mes fue una pesadilla para el pelinegro, el resfriado no parecía querer esfumarse, ni las novedosas y horripilantes píldoras de la Haruno le controlaban siquiera la congestión, ya hasta comenzaba a acostumbrarse, aun que lo que no toleraba del todo era el usar ese cansino “cubre bocas”, a su parecer ese pedazo de tela algodonada solo le causaba mas ahogo de lo normal, y todo porque su dobe no quería que sus nenes ni el mismo se enfermaran debido a sus virus, además de la abstinencia, la cancelación de misiones importantes, entre otras cosas, se sentía patético, aparte de todo también tenía que lidiar con las nauseas matutinas y los antojos extraños difíciles de prevenir.

 

 

-Sasuke… -le susurró en su oído-

-No! Dobe tengo sueño!! –se tapa con la almohada el rostro- me duele la cabeza y siento cortado el cuerpo, no puede ser para mañana?!

-Hoy es mañana… anda teme que va a salir el niño con cara de bombón!!

-Aun es pronto para tus antojitos, por lo general no te dan hasta el sexto o séptimo mes… déjame dormir –sorbió su nariz-

-Aah~… mi teme esta enfermito –le abrazó- solo por eso te dejaré en paz –le besa la mejilla- por lo menos no tienes fiebre –sonríe-

-Eso sería el colmo –se acomoda entre los brazos de su kitsune dejándose mimar-

-Te amo tanto… aun que me pegues tus gérmenes –rió-

-Yo también te amo… -sonrió malicioso mientras le tomaba del rostro con ambas manos y le daba un piquito en los labios- ya sabes, tu dijiste, en la salud o la enfermedad –se burló-

-No hagas eso!! Me voy a enfermar!! –se limpió rápidamente-

-No te limpies o te daré uno que no nomas te contagiaré el resfriado –le miró pícaro-

-Teme!! Ya vete a dormir! –se da la vuelta-

-Pero dobe… -le dice meloso abrazándolo por la espalda-

-No!! Suéltame teme!! –intenta zafarse-

-Anda Naruto –se le pega lo más posible-

-Date la vuelta o cuando te recuperes no habrá nada de nada y sabes a lo que me refiero –le ve feo sobre el hombro- tu sabes si puedes aguantar hasta que el niño nazca

-Malvado!! –se da vuelta rápidamente-

 

 

 

El ojiazul solo ríe quedito, su teme a veces se comportaba como un niño mimado, de vez en cuando se sorprendía de su cambio, al principio de su relación Sasuke solía ser muy frío, poco comunicativo, ni que decir en cuanto sus muestras de cariño casi nulas, al pelinegro le había costado mucho abrirse, era algo rudo, orgulloso y aun que parezca difícil de imaginar, solía ser bastante tímido, aun que claro, el rubio supo cómo combatir el problema, le mimaba, le besaba, lo abrazaba, le decía “te amo” a cada momento, no porque el kitsune fuera más relajado, sociable o haya asumido el hecho de su nueva “bisexualidad”, porque hasta que no se dio cuenta de que se sentía atraído por su mejor amigo, rival y casi hermano, nunca dudó de su heterosexualidad, irónico fue que quien inventó el “sexy no jutsu”, el ultimo y mas aplicado estudiante del sannin mas pervertido de la aldea, el héroe que traía loca a más de media aldea, fuera a caer en manos del Uchiha? Al principio para él mismo había sido algo difícil de tragar, se contuvo, se reprimió, porque pensó que eran alucinaciones, que solo estaba confundido, porque él tarde se dio cuenta que su malsana obsesión por el teme no era normal, que el traerlo de vuelta tenía un trasfondo, que cuando regresó el verlo de esa manera tan depredadora, tan hambrienta, no era de amigos, pero en una de esas tantas miradas su corazón dio un vuelco, el Uchiha se la había regresado, en ese momento supo que no solo él sentía eso, esperó a que él tuviera la iniciativa, en una de tantas misiones mientras acampaban en la misma tienda pasaron muchas cosas, besos, toques, caricias, pero a la mañana siguiente el pelinegro parecía haberlo olvidado, así que tomó cartas sobre el asunto, se le declaró, obviamente fue aceptado y correspondido, así que a la hora de “domesticar” la conducta arisca (poco cariñosa) de su amado, no dudó en tomar la batuta nuevamente, este “poder” le hizo creer que él mismo era el dominante en la relación, pero no era así, cosa que descubrió con el tiempo a la hora de entrar a la cama, el se lo había buscado, el había seducido al teme, el lo había arrastrado a su habitación, pero a la hora de decidir posiciones, él fue quien perdió.

Los meses pasaron bastante tranquilos, por lo menos los primeros, porque los siguientes verdaderamente eran otro asunto, por lo menos el pelinegro había salido del resfriado, estaba recuperado, pero ahora no tenía escusa para negarle los caprichos (bien aprovechados) del kitsune, de repente este se molestaba por su aspecto, se pasaba minutos en el espejo semidesnudo, veía su barriga y la acariciaba, se daba la vuelta para ver su trasero, el Uchiha no entendía que tanto se veía ahí, a él le parecía igual que siempre, pero este alegaba que veía diminutas líneas cruzarle desde la cadera hasta los glúteos, seguro solo alucinaba, lo veía frustrarse, lo culpaba, se veía el pecho que de nuevo se abultaba ligeramente, se tocaba la cara, los cabellos rubios (que a veces se le caían cuando se cepillaba), las piernas torneadas, los brazos que a pesar de haber cesado su entrenamiento por el embarazo se seguían marcando demostrando los años siendo ninja, lo miraba hacer pucheros como si no le gustara lo que veía.

 

 

-Estoy viejo!!! –berreó- no es justo!! No es justo!! Todo es tu culpa teme!! –le apuntó acusador con su dedo índice-

-Viejo? –levantó una ceja- yo te veo igual

-Pero mírame!! Se me arruga la frente!!

-Eso es porque tienes fruncidas las cejas –suspiró- desde cuando te importa tu apariencia?

-Es que hasta ahora me estoy dando cuenta que este año… -tembló ligeramente mientras se abrazaba a sí mismo-

-Este año?... –le animó a continuar-

-Cumpliré treinta!! Teme!! TREINTA!!! Es una enorme cifra!! Y voy por nuestro tercer hijo!! Me veo demacrado! –se veía las inexistentes arrugas en el rostro-

-En cualquier caso, yo soy quien los cumple primero, solo estas sugestionándote, no es para tanto, tu sigues igual de sexy que cuando nos casamos o quizás antes –le sonrió lujurioso-

-Nada de eso baka… -le vio mal- ya casi tengo siete meses, ni lo intentes –le amenazó-

-Con Ryounosuke lo hicimos en el octavo mes –se relamió los labios-

-Estás enfermo!! –se sonrojó hasta las orejas totalmente avergonzado-

-Lo recuerdas no? –se acercaba sigilosamente a él acorralándolo contra la pared-

-Teme… -desvió la mirada- acabo de bañarme, solo traigo la toalla, no… -pero sus torpes escusas fueron cortadas-

-Eso lo facilita… -jaló un extremo de la única tela que cubría al rubio-

-No… -tomó la mano blanca deteniendo su cometido- Sasuke, por favor… déjame ir…

-Oto…-la puerta se abrió, una cabecita negra se asomó, vio la escena y la volvió a cerrar-

-Quítate –esta vez ordenó-

-Tks.. –chasqueó la lengua fastidiado haciendo lo que le decía- siempre te pones antipático cuando alguno de los niños nos ve, como si no supiesen ya

-Me molesta que no seas lo suficientemente prudente para contener tus perversiones –frunce el ceño-  si quieres hacer algo pervertido por lo menos cierra la puerta con pestillo!!

-Que acaso no te gusta la adrenalina de ser descubiertos? –movió las cejas con picardía-

-No comparto tus gustos exhibicionistas –prosiguió a cambiarse-

-Anda dobe –le abrazó por detrás descansando su barbilla en el hombro bronceado-

-Trae mi pudin de una buena vez si no quieres un rasengan donde ya sabes!!

-Malditas hormonas tuyas… -le soltó desganado para cumplir el nuevo capricho, quien diría que unos lindos ojos azules domesticarían a su antojo al más orgulloso de los Uchiha-

 

 

 

A los pasados ocho meses, debido por obvias razones, el más pequeño de los Uchiha-Uzumaki se sentía solito, su oto-chan ya no le acariciaba la cabeza hasta dormirse, ya no correteaban en la casa, ya no era el centro de atención, su aniki le consolaba, lo sacaba a pasear, jugaba con él, pero solo cuando tenía tiempo pues estaba casi todo el día en la academia o entrenando, eso le hacía sentir triste.

 

 

 

-Come Misaki-chan –dijo la voz serena de su padre rubio-

-No tengo hambre… -bajó la cabecita-

-Come, apenas picaste tu desayuno en la mañana

-No

-Misaki, hazle caso a tu oto-chan –entonó con suave autoridad antes de llevarse un bocado de arroz a la boca-

-Hn… -pero el niño no hizo nada-

-Misaki-chan! –dejó de comer para verlo con reproche- debes comer bien

-No quiero

-Vete a tu habitación –prosiguió en alimentarse asombrando a los pelinegros presentes-

-Pero… -titubeó-

-Que te vayas!! –el peque ante el grito salió corriendo-

-Porque… -pero antes siquiera de que el ojinegro hablara, el hijo mayor azotó sus manos en la mesa-

-No seas tan cruel con él!! Aun es pequeño y no sabe lo que está pasando!! –se limpia los labios con una servilleta y se va enojado siguiendo a su hermanito-

-Se que no te sientes bien –suspiró el Uchiha- pero no debes explotar así con el niño

-Lo siento… -volteó el rostro a un costado con los ojos llorosos- no es mi culpa –el nudo en la garganta le impedía decir más-

-Ya dobe… -le limpió una lagrima que se deslizaba por las bronceadas mejillas- se que te pronosticaron bajo peso, pero no es tu culpa, el chakra del bebé consume mucha de tu energía, tu sabes que siempre habrá complicaciones, solo… -hizo una pausa para que los ojos azules se enfocaran en los suyos para asegurarse de que tenía su atención- se fuerte y… –le besó los dorados cabellos- muchas gracias por darme una familia –le sonrió-

-Teme –rió quedito endulzando un poco su rostro, se limpió los rastros de su llanto con el dorso de la mano- de verdad que no me hubiera imaginado que con el tiempo serías tan cursi –sonrió sintiéndose mejor-

-Es lo único que puedo hacer para verte sonreír de nuevo

-Waah~ -abrió los brazos colgándosele al pelinegro- eres tan lindo conmigo, me alegra haberme casado contigo

-Entonces, antes no estabas muy seguro? –enarcó una ceja-

-Etto… es que cuando te lo propones realmente puedes llegar a ser un teme

-Usuratonkachi –frunció el seño nada conforme-

 

 

 

Durante los meses restantes Ryou-chan se mostraba receloso ante su oto-chan, no le había perdonado que le hablara así a su ototo, mas porque este se sentía tan solo y no comprendía nada de la situación, no había sido justo, si bien sabía que algo malo le habían dicho a sus padres en consulta, su hermanito no tenía la culpa. Casi al término del noveno mes Ryou-chan descubrió de quien era la voz que escuchaba a veces, era el Kyuubi, por varios años se había olvidado de él, se dio cuenta de esto cuando una vez inconscientemente se metió en su rubio padre, ya le iba a reclamar unas cuantas cosas a su hermanito por nacer (porque había escuchado a su oto-san decir que el mal humor de su esposo era debido al bebé), cuando la bestia hizo su aparición queriéndolo persuadir de nuevo, por su parte el chibi ojiazul solo se limitó a ignorarlo, ya no le tenía ni una pisca de miedo, saludó como si nada a sus abuelos y ya resuelto el malentendido despertó en el sofá de la sala algo aturdido, con aquel viaje comprendió muchas cosas, otras dudas simplemente aumentaron más, pero confiaba en que sus abuelos tendrían todo bajo control, claro, y también sus padres, o eso quería creer.

 

 

 

-Sasuke por dios!! Apresúrate!! –caminaba con paso ligero, se para volteando hacia atrás-

-Dobe… -se veía mas pálido de lo normal- me siento muy mal –se apoyaba con la mano en una barda-

-Niños, cuiden a oto-san –habló con algo de prisa- yo puedo continuar desde aquí, el hospital esta a una cuadra

-Pero oto-chan –el chibi pelinegro replicó-

-Yo puedo –hizo una leve mueca de desagrado/dolor- debo irme –se giró para seguir con su recorrido-

-Ryounosuke… -susurró el ojinegro- ve con tu oto-chan, Misaki se queda conmigo, avísale a Sakura en cuanto lleguen

-Hai! –asintió para después correr atrás del kitsune-   

       

 

 

 

Las contracciones habían comenzado, Naruto estaba apurado por llegar, desde hacía horas que empezó a sentir ligeras sacudidas en su vientre, el niño pedía nacer, y vaya que le quedó claro cuando salieron a comprar los víveres, a medio camino la fuete se le había roto, por suerte el hospital quedaba de camino, si no sería otro asunto. Al llegar, casi como si nada el ojiazul habló con la recepcionista diciendo “se me acaba de romper la fuerte” la chica se sorprendió y rápidamente llamó a un sequito de enfermeras para que le atendieran, el chibi fue apartado de su padre, aun que este ya un poco más tranquilo se propuso buscar a la pelirrosa como su oto-san le había dicho, escuchó como la vocearon por todo el hospital, la vio atravesar un pasillo con paso apresurado, trotó a su lado informándole el estado del Uchiha.

 

 

-Oto-san esta mal, Misaki-chan se quedó con el

-Emm… -pensó un segundo- infórmale a la señorita de recepción, ella te asignará un par de paramédicos, seguro ya se está muriendo –suspiró riendo con nerviosismo-

-Oto-san va a morir?!! –se alteró-

-No, tranquilo –le sonrió- esto siempre le pasa, solo haz lo que digo –se paró frente una puerta- debo ayudar a tu oto-chan, nee?

-Ok –asintió-

 

 

Salió corriendo, hizo todo lo dicho y en efecto, todo pasó como la Haruno había predicho, ahora él se encargaba de guiar a los paramédicos al lugar en donde debería estar su oto-san con su hermanito, el chibi rubio hacía pucheros aguantando las lagrimas mientras sacudía el cuerpo de su padre, el pelinegro había perdido la conciencia y estaba sentado apoyando la espalda contra un poste, como profesionalismo fue revisado antes de ser cargado y llevado a la clínica, estando allá fue recostado en una cama del área de emergencias, le dejaron descansar al ver que no reaccionaba a ningún estimulo, le colocaron suero intravenoso, solo faltaba esperar. Los niños estaban sentaditos juntos en la sala de espera siendo cuidados por una enfermera que intentaba animarlos, a lo lejos Shikamaru y Temari los vieron, se acercaron a ellos junto con un bultito en los brazos de la chica (o quizás no tan chica xD), la rubia le sonrió a la enfermera dictaminando con la mirada a su esposo (si, se habían casado y no necesariamente por unir lazos entre aldeas) que se quedarían con los niños.

 

 

-A Naruto se le rompió la fuente?! –exclamó sorprendida, no había tardado nada en preguntar qué hacían ahí, sin duda la respuesta le había impresionada- pero donde esta Sasuke?

-En emergencias, al parecer se desmalló –se encogió de hombros-

-Aah –suspiró- ese Uchiha no aguanta nada, Shikamaru se puso nervioso, pero nunca se desmalló, no es verdad?

-Temari, Sasuke tiene un problema con los embarazos de Naruto, a él no le dan nervios, si no contracciones

-Eh? –esa información había confundido a  la Sabaku no-

 

 

Mientras tanto en el área de emergencias, cierto pelinegro aun inconsciente se estremecía espasmódicamente, apretaba los puños, se movía mucho y sudaba, las enfermeras junto con los médicos no sabían qué hacer, llevaba minutos así, pero nada surtía efecto, de repente para iluminación de todos llegó una rubia ojiazul, apartó a los presentes.

 

 

-Pronto pasará, Sasuke-kun solo está teniendo un “episodio”, no durará mucho así, además no hay mucho que se pueda hacer –suspiró-

 

 

De repente cualquier acción del pelinegro paró, su respiración se notaba acelerada, con dificultad  abrió los ojos topándose con unos de azul claro, intentó tranquilizar sus pulmones, llevó su antebrazo a la frente.

 

 

-Ino… donde esta Naruto?

-Descansando supongo, si ya dejaste de convulsionarte quiere decir que el bebé ya nació –sonrió-

 

 

Y en efecto, el pequeño Fuji-chan había nacido, el ojiazul había tenido una que otra complicación, pero al final todo había salido bien, su bebé era saludable y de buen peso, ahora debía cuidarse.

Un mes después, la feliz pareja estaba en la sala, el rubio arrullaba a su pequeño con ternura, Ryou-chan no tardaba en llegar de la academia, Misaki-chan jugaba con algunos muñecos sobre la mesita del café, Sasuke veía serio a su esposo.

 

 

-Hay que hacer algo con esto, ya no quiero más hijos! –dijo desesperado, esa última experiencia se sintió morir, si en cada parto el dolor era más fuerte, no quería saber que le esperaría si había un próximo-

-No que querías resurgir tu clan? –sonrió haciéndose el inocente-

-Cállate Usuratonkachi!! –frunció el ceño al verlo aguantar la risa-

-No… -suspiró intentando tranquilizarse- no hables tan fuerte o Fuji-chan se despertará

-Desde hoy compraré tres tiras por semana, tendremos contados nuestros encuentros –sentenció como si el ojiazul fuera el más afectado en el asunto-

-Como digas, aun que tres tiras se me hace demasiado, cada tira trae diez, que me quieres hacer?!! –se alteró-

-Por ahora solo reponer los meses perdidos –sonrió malicioso-

-QUE?!!

-Dobe, no hables tan fuerte o el niño se despertará

 

 

Misaki-chan solo los veía sin comprender del todo, otra vez hablando de los “chicles” de sabores que no le dejaban comer, sus padres eran egoístas, oto-san era un goloso, era raro porque sabía que no le gustaban los dulces, pero siempre los quería para el solo y nada más le compartía a su oto-chan, se encerraban en el cuarto por más de una hora, no comprendía, porque sus padres se esconderían para comer goma de mascar? Era un enigma para él. Ryou-chan (recién llegado) solo miraba la escena con pesadez, y todavía sus padres le cuestionaban porque sabía del sexo a los cinco años, estos ni siquiera ocultaban sus aficiones.  

 

  

      

 

 

 

       

           

Notas finales:

Arigato x leer!! n0n

Fuji-chan

les dejo la imagen de Fiji-chan, arigato Chibi, gomen x precionarte xD

el proximo capitulo será narrado en la actualidad, con Ryou-chan de veinte añitos, retomando los pequeños fracmentos al principio de los capitulos, oh si! y vendrán las enormes sorpresas, los traumas de ustedes y de la familia Uchiha-Uzumaki, habrá de todo niñas!! xD

dejenme sus lindos reviews k me dan animos de seguir con los capitulos, x suerte me dejaron bastantes en el anterior cap, espero k en este tambien sea así o...
no habrá fic ¬¬

jajjajaja... me encantas mis amenazas xD
k mala soy xD ¬¬U

bueno, sin mas espero sus comentarios!

espero tambien actualizar pronto, eso depende de ustedes xD

arigato, arigato a ustedes!! n.n

cuidense!!

 

cha nee~ ;D

 


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