Yesung solo tenía 23 años cuando su corazón había decidido dejarse morir del dolor.
La persona que había dicho amarlo tiempo atrás, hoy se iba.
En realidad el mismo Yesung había decidido dejarlo ir. Aquella relación no daba para mas, solo estaban en ella. Notaba como de a poco esa persona se volvía mas frío con el, pero seguía a su lado.
Hace apenas unas horas que se había despedido para siempre, pero sentía el dolor de haber pasado años sin el.
Sin querer vagar mas ni llegar a la soledad de su hogar, decidió entrar a aquel bar, solo unas copas, unas cuantas que le ayuden a olvidar.
El lugar no era muy grande, pero lo suficiente para tener un escenario donde un chico, “muy bello” pensó Yesung, tocaba el piano.
- Y muy bien – dijo.
Se sentó en un rincón, la iluminación era escasa, mejor, no quería ser visto en ese deplorable estado. Pidió su copa, jugo un poco con ella, recordando lo que le dolía. Acerco el cristal a sus labios justo antes de que el liquido le tocara escucho una voz como ninguna otra, era realmente hermosa.
Ando por un camino diferente y tú no dices nada
Siento que es porque estas harto de esperar
Lo sé
Escucho la letra, se giro a ver a esa persona, un chico muy joven, pensó, pero muy especial.
Las luces se habían enfocado en el dándole un toque casi mágico, su vestimenta negra en su totalidad contrastaba con la piel blanca, perfecto.
Tenia una mirada llena de melancolía y misterio…nunca había visto a un ser como aquel.
- Disculpe señor, su copa…- dijo una mesera, sacándolo de su hechizo odiándola por eso.
- Ah! Gracias – dijo limpiándose su chaqueta, su bebida se había derramado sobre ella.
Tú todavía quieres seguir sin esperar nada
Tu corazón se vuelve frio
Me asusta
Lo escucho de nuevo, aquella letra le era tan conocida, sin querer aquel chico estaba contándole su propia historia.
Cuando yo te vi ayer, giré y me marché; olvídame
Si te amo, entonces yo no debería decir las palabras " te amo”
Y yo te esperaría con aún más indiferencia; Lo sabes
El sentimiento que ponía en cada nota, llegaba hondo a su corazón, no podía dejar de mirarlo y aunque fuese contradictorio, dejo de pensar en aquella persona, para solo mirar, escuchar y pensar en ese chico frente a el, cantándole a una historia que había terminado, pero no el sentimiento.
Y el chico que le acompañaba con el piano era sublime también, no pudo evitar notarlo, eran perfectos juntos, pero la sola presencia de ese cantante era mas que suficiente para llenarlo.
Cuando la canción termino, se sintió caer como si hubiese estado entre nubes hacia apenas unos minutos.
Se levanto de su lugar rápidamente, tenia que hablarle, al menos saber su nombre, pero el chico se había marchado con mucha prisa, apenas lo vio perderse detrás del escenario.
Intento ir tras el, pero dos tipos le cerraron el paso, ya no actuaria mas esa noche.
Salió muy decepcionado del lugar, pero con un nuevo sentimiento también, una sensación de ansiedad y de emoción, quería verlo de nuevo, regresaría.
Al llegar a casa se acostó sin desvestirse, solo se echo a dormir, y por primera vez en mucho tiempo no soñó con su expareja, sino con aquel chico del bar.
- ¿Cómo estas hoy Yesung? – pregunto su mejor amigo.
- Estoy bien, gracias por preguntar Kibum – sonrió
- La verdad, esperaba verte peor – le dijo palmeándole la espalda, Kim Kibum era su mejor amigo desde hacia años, prácticamente habían crecido juntos, ayer le había contado sobre su rompimiento – me alegra saber que no es así.
- Ayer me paso algo y no se, tal vez sea por eso – contesto sentándose en su escritorio, ambos trabajan en una de las empresas mas importantes del país.
- ¿Qué te paso? No me digas que regresaron – le pregunto preocupado, aquella relación no era buena para Yesung.
- Nada de eso, pero mejor que lo cuento después, creo que estoy loco – sonrió dejando a su amigo confundido y preocupado.
Hoy te dejo
Olvida los días de soledad
Francamente no puedo decirte aquellas palabras:
Te amo, justo como hice la primera vez
Aquella noche se sentó un poco mas cerca del escenario, apenas para poder verlo mejor, de nuevo esa voz que lo envolvía por completo y esa misma canción que aunque hablara de su pasado, lo hacia pensar cada vez menos en el.
Pero había algo diferente esa noche, el chico se encontraba justo frente a el, mirándolo.
Yesung sintió en ese momento que todo se detenía, se perdió por completo en su voz y sus ojos, aquel ser lo miraba a el, fijamente.
Parecía que aquella noche le cantaba a el y solo para el.
El tiempo paso, de nuevo llego el final y esta vez le esperaría afuera, en la puerta que usaban los artistas que ahí se presentaban, espero largo tiempo, pero no lo vio salir, pero si al pianista que lo acompañaba.
- Disculpa – le dijo llamando su atención - ¿eres amigo del joven cantante que…
- ¿Quién es usted? – pregunto con recelo.
- Solo quiero conocerlo – sonrió – se que es extraño, pero
- El no habla con las personas que frecuentan el bar, no se que piensa usted, pero
- No, no me malentiendas yo solo…necesito saber – decía sin saber que explicarle, porque el interés en el. Al parecer el chico comprendió en algo lo que intentaba decir.
- Solo te puedo decir su nombre, Cho Kyuhyun, pero no te ilusiones mucho. – le dijo dándose la vuelta, alejándose de el –
- M-muchas gracias, mi nombre es Yesung – grito al verlo irse. No pudo evitar una sonrisa. Cho Kyuhyun, el chico del bar.
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Cada noche regresaba, solo para poder escucharlo, para poder verlo, y como cada noche sus intentos por hablarle se veían frustrados.
El chico, Kyuhyun siempre lograba escaparse de el, muchas veces solo podía verle irse en su auto, aunque trato de seguirlo mas de una vez, el menor se las ingeniaba para perderlo. Sin embargo con quien si había podido hablar e incluso formar cierta amistad era con Ryeowook, el pianista.
-¿Por qué no quiere hablarme? Le dijiste que soy un loco o algo así? – le sonrió al menor.
- claro que no – le dijo asustado, pero cuando vio la sonrisa del otro le aventó su chaqueta – es solo que no es una persona muy abierta, no hace amigos con facilidad.
- entonces eres un chico afortunado – dijo cruzándose de brazos, Yesung estaba sentado en el sofá que tenia en el camerino.
- si, la verdad Kyuhyun es alguien muy especial – dijo con tristeza en su mirada.
-¿Qué sucede? – pregunto al ver su cambio.
- nada, es que…ya estoy cansado.- le dijo con una sonrisa.
- ¿no me podrías ayudar? Encontrarte con el y “casualmente” aparecerme por ahí – le dijo poniéndose de pie, mirándolo con complicidad.
- entonces creo que ni yo volvería a hablar con el Hyung – rio ante la idea del mayor – Yesung…mañana es domingo
- aja, lo se ¿Qué hay con eso? – pregunto mirando a su alrededor.
- pues tengo un recital y me preguntaba si
- claro, dime donde y a que hora es – dijo comprendiendo lo que el otro le pedía.
- de verdad iras? – pregunto emocionado
-claro pequeño – dijo con esa sonrisa que había llamado la atención de Ryeowook desde el primer momento. – aunque no he podido hablar con Kyuhyun, tu me has ayudado a saber mas de el, gracias.
Era verdad, gracias a wookie, como ya le llamaba al chico de cariño, sabia que Kyuhyun era huérfano desde hacia diez años, sus padres habían muerto en un accidente, al igual que los de Ryeowook, pero el los había perdido cuando apenas tenia 5 años, quedando al cuidado de sus abuelos.
Mismos que se habían encargado de Kyuhyun, los chicos habían sido vecinos desde pequeños, eran como hermanos, siendo hijos únicos.
Pero se habían quedado solos hacia apenas dos años, los abuelos de wookie habían fallecido.
Solo se tenían el uno al otro.
-Te llevo a tu casa – le dijo tomando su pequeña maleta – vámonos
- muchas gracias Yesung.- sonrió sintiéndose bien por la atención del mayor, aunque sabia que era solo por el interés de este en Kyuhyun
Además de Kyuhyun , solo Yesung era su amigo, no creyó necesitar nunca a nadie mas que a su hermanito, como llamaba a Kyu, pero ahora se daba cuenta de que no era así, tanto el como Kyuhyun no podían aislarse, porque tal vez no estarían juntos siempre.
Era la tarde de un domingo calido, el recital del menor había terminado, se había ido con el a dar un paseo, el chico se veía mas triste de lo normal.
-¿me vas a contar o tendré que sacártelo a fuerzas? – le sonrió el mayor.
-no se de que hablas – dijo desviando la mirada.
- vamos, creo que hemos hablado el tiempo suficiente para saber que te pasa algo malo, ¿Kyuhyun esta enamorado de alguien y no me quieres decir?
- en realidad – lo miro – si se enamoro de alguien.
Aquello no se lo esperaba, solo bromeaba, pero ahora le decía que era eso, que no tenia oportunidad con el chico del bar que tanto lo había cautivado.
- ¿Quién es?- pregunto casi sin mover los labios.
- No importa eso, lo que tienes que entender es que el y tu no tienen futuro juntos.- le dijo deteniéndose, parándose en frente de Yesung.- por favor, olvida a kyu y no regreses al bar.
- No puedo hacer eso – dijo con desesperación – ni siquiera me ha dado una oportunidad para hablar, no me puedo rendir no me importa si el ama a alguien mas, solo quiero hablar, que sepa que existo
- Lo sabe, puedes estar seguro, ¿no has notado como canta para ti?, desde la primera vez que fuiste se dio cuenta de tu presencia, desde entonces solo canta para ti.- casi grito, el menor lo miraba con los ojos llorosos – todo es por ti.
- Entonces…- Yesung comprendió algo que le hincho el corazón de alegría, pero no quería equivocarse – dices que esa persona de la que se enamoro…
- Todos los días me pregunta por ti, cada detalle de lo que hablamos, de lo que me dices, todo- decía mirándolo con tristeza, enojo y ¿Qué mas?
- ¿Por qué me pides que deje de ir? Sabes lo que me dices? El y yo…
- No es así – grito – Yesung, solo aléjate, no regreses. – dijo dándole la espalda, dispuesto a irse.
- No lo hare, y menos ahora, lo siento, no se porque dices esto, pero no me voy a dar por vencido después de lo que me has dicho.
- Entonces, ven esta noche – le dijo – si Kyuhyun mismo te lo dice entonces no podrás negarte
- Y ¿Por qué me pediría el alejarme?
- Solo ven esta noche.- le dijo marchándose del lugar.
Aquella noche no podría ir, Kibum lo había llamado diciéndole que tenían problemas con el último proyecto y tenían que ir a la oficina pues todo debía quedar listo para el lunes temprano.
- ¿es necesario?
- De no serlo no te estaría llamando ahora Yesung,- respondio – de verdad lo siento.
- Esta bien Kibum, no es tu culpa.
Estaban en la oficina, era casi medianoche, faltaba poco para que todo terminara, las pocas personas con ellos también querían irse, pero Yesung estaba ansioso, nervioso, nos e sentía nada bien era como si tuviera que ir corriendo a donde estaba Kyuhyun. ¿Por qué cuando podía hablar con el tenia que pasar esto? Ya de nada servia lamentarse, no podía dejar solo a Kibum con eso, así que haciendo sus sentimientos a un lado, se concentro en el trabajo.
La noche siguiente había llegado mas temprano, sentándose en su lugar de siempre, esperando que Kyuhyun comenzara, pero esa noche ni el, ni Ryeowook aparecieron.
Sentía un nudo en el estomago, ¿Por qué ninguno estaba?
Al ver que ninguno llegaría, pregunto al dueño del lugar.
-¿Quién es usted?
- soy…amigo de ellos, hace tiempo que no los veía y pues…- no sabia que mas decir.
- entonces no lo sabe…- dijo haciendo un gesto de pesar.
- ¿saber que? – comenzaba a impacientarse y a asustarse.
- El joven Cho no volverá a cantar aquí y Kim tampoco volverá.
- ¿pero por que? Dígame por favor..- pregunto casi acorralando al señor.
- cálmese joven, es que el sufrió una recaída, pero ya no pudo recuperarse, Cho Kyuhyun falleció anoche.
- no es cierto…¡NO PUEDE SER!- de pronto se sintió caer en un abismo, todo a su alrededor comenzó a volverse negro.
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Dos años en los que Yesung sentía morirse y estuvo a punto de hacerlo, de no ser por Ryeowook, esa tarde se había desmayado en esa oficina, aquel hombre asustado llamo a wookie. Desde entonces que no lo ha dejado solo, recogiendo los trozos del corazón del mayor, esperando volverlos a unir en algún momento, cuidándolo para que no cometiera alguna tontería.
Yesung jamás había sentido dolor mas desgarrador, culpa mas grande por no haber ido aquella noche a hablar con el, pero también sentía odiar a Kyuhyun, ¿por que se habia negado tanto a verlo?
“El no quería que sufrieras sabiendo que no tenían futuro, estaba enfermo y sabia que no tenia mucho tiempo mas” .
Le dijo Ryeowook una noche.
¿Por qué no les dio una oportunidad? Aunque fueses solo unos días, unas horas, pero pasarlas a su lado.
- Se hacia el fuerte, era autosuficiente, no quería ser una carga, pero lo que mas le dolía no era su enfermedad o el hecho de morir, sino de saber que no podría vivir contigo ese amor que había crecido en el desde el primer momento.
- Se que también le dolía dejarte solo pequeño – dijo Yesung cuando saliera del hospital, pues había enfermado de dolor.
- Es por eso que esa noche, en su cama de hospital, me hizo hacerle una promesa.
Y hoy a dos años de todo, frente a la tumba de Cho Kyuhyun, Yesung y Ryeowook lo recordaban.
- Nunca me dijiste que era aquella promesa – hablo el mayor tomando entre sus manos las de Ryeowook.
- Nunca dejarte solo – dijo mirando los ojos del mayor
- Dejarme solo?
- El pudo ver la soledad que tenias en tu corazón- dijo mirando la tumba – y yo le prometí que eso cambiaria.
- ¿estas conmigo solo por…- preguntaba con cierto temor.
- Pero era algo innecesario, yo te habría buscado y aunque el lo sabia, creo que fue para que no me sintiera mal.- lo interrumpió
- Explícame eso Ryeowook- pidió impaciente, pero le sonreía.
- No solo Kyuhyun se enamoro del hombre que iba cada noche al bar – sonrió - creo que Kyuhyun fue un ángel – dijo.
- Tienes razón pequeño – dijo abrazándolo – uno que te cuido hasta que yo pudiera llegar a ti.
- ¿de verdad eso piensas? – pregunto aferrándose al mayor.
- Se que aquella noche no llegue ahí por casualidad, lo que paso debía pasar, sin embargo
- Lo extraño, - decía con la mirada acuosa.
- El se encargo de que no volviéramos a estar solos ninguno de los dos, a mí haciéndome regresar cada noche.
- Yo solo me enamore de ti, Yesung, te amo – dijo mirándolo a los ojos.
- También te amo Ryeowook, de no ser por ti ya no estaría aquí.
- Ni yo – dijo besándolo.
Yesung lo abrazo con mas fuerza, aunque les dolía la perdida del menor, sabían que se tenían el uno al otro para afrontar lo que fuera, se amaban y estarían juntos, así lo hubiera querido Kyuhyun, así lo quieren ellos.
Hoy te dejo
Creo en mi independencia
Mis labios no pueden pronunciar las palabras:
“Te amo” como al principio Ah ~
Justo como al principio
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