Soy feliz contigo... por Rawr

Nuevo día, me despierto sintiendo tu calor, como tus brazos se encuentran alrededor de mi cintura, como también siento tus mano moverse cariñosamente sobre mí abultado vientre, cual ya tiene 7 meses.

Me doy vuelta y miro que tienes tus ojos cerrados tranquilamente, como tus facciones se relajan, porque normalmente pareces enojado, me encanta verte en ese estado de paz y más al saber que solo te muestras así conmigo y nadie más.

Tienes tus mechones negros alborotados, y más de uno en tu rostro, los cuales yo te quitó, antes eran rubios, pero me gustas como te ves con cualquier cosa, porque es así como te amo.

Sigues con tus ojos cerrados, aunque sabes que ya me encuentro despierto.

Siento que te comienza a mover, significa que abrirás lentamente tus ojos y acierto, me miras con la misma ternura de cada día, yo te sonrío cálidamente, y me besas apasionadamente, como me gusta que lo hagas.

“Buenos días amor” me dices con una pequeña sonrisa.
“Buenos días mi amor” te respondo, para darte un corto beso en tus labios.

Te levantas de la cama, tu cuerpo se encuentra desnudo, noto una que otra marca dejada por mí, debido a lo que ocurrió ayer, o como la mayoría de las noches.

Aun me llego a sonrojar por verte desnudo, justo te das vuelta y te das cuenta de mi sonrojo, sueltas una sonrisa por eso, y yo doy vuelta mi mirada. Te me acercas, tampoco me he acostumbrado a tu cercanía de tu cuerpo desnudo, me sigo colocando nervioso por tu cercanía, aunque a veces te lo niegue, sabes que me encanta tenerte junto a mí, que tus brazos me sujeten delicadamente, sentir que tú estás ahí para protegerme, sentir que tu eres mío, solo mío como yo soy solo tuyo.

“¿Sabes que te ves lindo sonrojado? Taka” me dices con tu cara cerca de la mía, la cual solo nos separa unos pocos centímetros.
“Cállate Kyo” le digo fingiendo estar molesto.
“No te molestes amor, sabes que me encantas cuando estas así” me dices sonriéndome más aun.

Yo te sigo siendo indiferente o tratando de serlo, siento que aun no te alejas, en cambio te acercas más y más, mis nervios están a flor de piel.

“Ruki” me llamas, y yo te miro “Te amo”
“Yo igual” te sonrío esta vez y me tiro a tus brazos para besarte, pero sin hacerle daño a nuestro hijo.

Soy feliz de estar contigo, como me haces sentir y también como eres conmigo, solo yo sé cómo eres realmente, porque solo a mí me lo demuestras, y eso me encanta.

“Ven” me tomas en brazos como una princesa, y aun sigo desnudo. “vamos a bañarnos”

De nuevo me sonrojo, te diriges al baño conmigo en tus brazos, entramos y me dejas en el suelo, preparas la bañera, calientas el agua, te miro como te mueves de aquí para allá buscando lo que necesitas para poder bañarnos.

Ya todo listo para asearnos, mi amado pelinegro como todo caballero me ofreció la mano para poder entrar a la tina. El se sentó primero y yo entre sus piernas, recostando mi cabeza en su duro pero cálido pecho.

Cierro mis ojos, esperando que esta hermosa sensación de estar con la persona que amo y momento único perdure por mucho tiempo.

Comienzo a sentir tus manos acariciando mi cuerpo, desde mi cuello, bajando delicadamente hasta mis pezones, los cuales comienzas a acariciar delicadamente, suelto suspiros por las deliciosas caricias que me estás dando, ahora siento tu boca en mi cuello, lames, muerdes y succionas delicadamente, dejando una que otra marca, ya no le tomo tanta importancia como antes, ya que ahora todos saben que estamos juntos.

Tu mano baja más, la otra se quedó jugando con uno de mis pezones, llegas por fin a mi miembro, el cual comienza ya a despertar, lo comienzas a tocar lentamente, mi espalda se cuerva por el placer que me llegas a dar, sabes que me encanta.

Mi cuerpo se encuentra mucho más sensible que antes gracias a mi embarazo.

“Kyo, ahh… lo quiero ahora” te gemía para que me penetrase.
“¿Lo quieres ahí?” me pregunto con malicia acariciando mi entrada.
“Si…aahh… lo quiero ahí, ahora…” te exigía gimiendo.

Comenzó a prepararme, pero no se demoro mucho, debido a que ya estaba acostumbrado a su vigoroso miembro. Lo introdujo de un solo movimiento, siendo algo brusco pero a la vez suave, debido a mi condición, me toca de mi cintura y me ayuda con el vaivén, siento sus gruñidos, ahora sé que significa que lo está disfrutando.

El agua se salía de la tina por tanto movimiento, no nos importaba, seguíamos en lo nuestro, nuestra forma de expresarnos amor por el uno al otro.

“Amor falta… aah… poco ya voy a acabar” le decía.
“Yo mm… igual”

Me comenzó a penetrar mucho más rápido, pero sin llegar a lastimarme o al bebe, me sentía tan bien así con él, por nada lo cambiaria.

El gran clímax llego, sentí como toda su semilla me llenaba, y la mía se esparcía por el agua, el seguía dentro de mí, yo me recosté en su pecho y él me acariciaba mi cabello rubio.

“Te amo” le dije y di vuelta mi cuello para besar aquellos labios que me encantan.
“Yo igual te amo” me dijo amorosamente mirándome y de nuevo besándome.

Tú me has hecho tan feliz, me has dado todo lo que necesito como también me diste un hermoso regalo, el cual es nuestro hijo que viene en camino, lo amo por sobre todas las cosas al igual que a tí...