Otro día de escuela llegaba a su fin y cierto joven estaba mirando por la ventana abstraído en sus pensamientos.
Me llamo Phineas. Hace dos años mi madre se fue a trabajar a Inglaterra y desde entonces he estado a cargo de mis abuelos Betty Jo, Clay y mi hermana tres años mayor que yo; Candace.
Habían sido dos años muy largos pero ahora, justo al iniciar las vacaciones de verano, mi madre dijo que regresaría, trayendo una sorpresa.
-¡Ya quiero que llegue mi mamá! –Gritaba emocionado al llegar a casa de la escuela –Ay Phineas, de veras estás muy emocionado, aunque no tengas idea de qué sorpresa traiga. -¿De qué hablas? –inquirió el chico desconcertado. –Eres tan ingenuo cariño. –dijo a su hermano palmeándole la cabeza
El día de su llegada me levanté temprano, tanto, que no había amanecido, pero no me importó puesto que sólo quería volver a ver a mi mamá. Y junto con Candace, la fui a recibir al aeropuerto. Aunque era temprano, el aeropuerto estaba lleno de gente, claro, empezaban las vacaciones.
-¡De entre tanta gente va a ser difícil encontrarla! –exclamó Candace mientras que Phineas pudo distinguirla entre la multitud casi en seguida. – ¿Qué haces ahí arriba? –le decía viéndola sobre un bote de basura de la terminal.
-Waaah
Tenía la impresión de que alguien la seguía
-Phineas, Candace, me alegra mucho…verlos –dijo cortando la frase cuando Phineas se abalanzaba sobre ella gritando: “¡MAMÁ!”
-¿mamá? –inquirió Phineas temeroso
-Phineas –le reprendió su hermana
-Uhmm… lo siento mamá, pero creí que venían detrás de ti.
-Tú hermana no te ha dicho eh?..Verás Phineas, hace dos años que fui a Inglaterra y ahí conocí a alguien…-explicaba haciendo una breve pausa-con quien me casé un año después.
-¿Te… has vuelto a casar?
De algo que deben estar seguros es que no quería que mi madre se volviera a casar. Pero lo único que nunca querría de verdad era siquiera pensar en mi padre biológico. Me aterraba pensar en eso…
-Así es
…….
¿Con qué clase de persona se casaría mi madre después de un año de conocerse?
-Él es Lawrence, y viene con su hijo dos años mayor que tú Phineas.
-¡Lo siento!- se acercaba el hombre castaño – El equipaje demoró en llegar
-¿eh? –quedó impactado Phineas con el hombre tan “peculiar” que se le acercaba
-Ehm, mucho gusto, tú debes ser Phineas. Espero que su madre les haya dicho algo de mí. También espero que te lleves muy bien con Ferb.
-¿Ferb?
No me había dado cuenta de que Ferb venía detrás de su padre…
-Sí, es más corto que Ferbert Hugh Albert Fletcher
Phineas se acercó un poco al joven callado y tímido detrás de Lawrence.
-¡Hola Ferb, soy Phineas! –saludó animosamente quedándose con la interrogante en su mente de por qué ese chico no le respondía, simplemente lo miró con la mano extendida e hizo como si no estuviera ahí
¿Por qué seguía con la misma cara fría? ¿Qué no piensa hablarme? ¿Qué le sucede?
No pude dejarlo de mirar, creyendo poder averiguar lo que pensaba pero su rostro era indescifrable.
-Pues entonces no me hables… ¿En serio no me piensa hablar?
Pues no lo hizo.
Después de ir al aeropuerto fuimos a desayunar; donde Lawrence nos invitó y platicó acerca de ellos y lo que hacían en Inglaterra, pero Ferb no cambiaba su expresión ni decía nada.
Pronto se hizo de noche, el día pasó demasiado rápido pero llegamos tan cansados que lo último que queríamos era arreglar la casa.
-Perdón por no limpiar jeje ^^ -se disculpó Candace
-Ja, no te preocupes, que ahora es lo último que hay que hacer –respondió Lawrence
-Pues como ya es tarde, Phineas, tendrás que compartir tu cuarto con Ferb –anunció su madre
-¿Qué?
Todavía no me habla en todo el día…
No sabía el terror que me daba enseñarle aunque sea mi habitación, pero debía hacerlo.
-Está bien –exclamó el chico resignado –Ven Ferb, sube –indicó subiendo las escaleras mientras el otro joven le miraba y en silencio le seguía. –Esta es mi habitación, pasa –anunció algo molesto.
Ferb pasó sin decir nada, como en todo el día. Me empezaba a molestar. Le expliqué de pies a cabeza mi cuarto hasta que llego el momento… ¿Dónde dormiríamos?
Como buen anfitrión decidí cederle mi cama y yo dormir en el sofá pero para mi sorpresa… ¡Reaccionó! Con un gesto que parecía significar “NO LO HAGAS”
Ya estuvo aquí terminó mi vida. Ya morí.
Ferb me daba escalofríos, sin duda. Empecé a pensar que me mataría mientras dormía… pero intenté actuar normal. Me puse mi pijama y caí en mi cama cuando de pronto sentí a alguien más a mi lado… ¿¡CÓMO DEMONIOS SE METIÓ A MI CAMA SIN QUE YO LO VIERA!?
-Bu-bu-buenas no-noches Ferb –dijo nervioso el joven Flynn pasando un breve momento incómodo de silencio
-Buenas noches Phineas –correspondió el inglés a su oído acercándose a su cuerpo al borde de pegar ambos.
En ese momento, pasaron mil cosas por mi cabeza y comencé a pensar que no era tan malo después de todo…
Esa noche pude dormir tranquilo.
Los dos se acomodaron de diferente forma, Ferb durmió boca arriba mientras que Phineas de costado izquierdo, conciliando plácidamente el sueño hasta la mañana siguiente que sería un día lleno de sorpresas.
