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no estas solo.... estoy contigo por karlaa miichellee

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Notas del capitulo:

nee nee~ qi tienen, otro cap mas, espero les guste :D

y perdon x no actualizar el bachi me atrapa DX

CAPITULO 19

Tras aquellas palabras consoladoras el menor sonrió, Hibari tenía razón, no había motivo alguno por el cual pudiera perder al bebé, era fuerte lo sabía y tena a toda Vongola apoyándolo.

-descansa, hoy a sido un largo día- dijo el japonés mientras abrigaba a su pareja

-buenas noches Hibari-

-buenas noches Hayato – después de esto comenzó a acariciar la cabellera plateada del menor esperando a que este terminara profundamente dormido…

Una vez que el menor perdió la batalla contra Morfeo la mayor comezón a examinar la habitación en la que se encontraban, parecía bastante segura, tenía todo un equipo médico alrededor y era bastante agradable la decoración, no como la de los hospitales.

Se levanto y comenzó a acomodar toda la ropa en los cajones, a excepción la de la del bebé, esa la dejo en la maleta.

Escucho la puerta de la habitación abrirse, era Bianchi, de inmediato se acerco al cuerpo de su esposo

-gracias por avisarme Kyoya- bien, su relación con su cuñada nunca le había parecido buena y no iba a mejorar hoy al parecer

-lo siento, no te lo podía decir por teléfono ¿o sí?- se defendió el oficial, la chica solo maldijo por lo bajo, tenía razón, nadie sabe cuando espían tus llamadas telefónicas.

-¿Cómo lo tomo?-

-mal al principio, pero ya se tranquilizo-

Un silencio se formo, ninguno de los dos sabían que decir para romperlo y no sabían si en verdad querían romperlo

-ve a descansar, te ves agotado- Hibari la miro – yo me quedare cuidándolo no te preocupes- el mayor asintió y se marcho, sabía que Hayato se quedaba en buenas manos, aquella chica era fuerte, además de que por Hayato era capaz de cualquier cosa.

Salió de la habitación y se dirigió a la oficina del capo, quería confirmar que todo estaba en orden.

-Si, todo resulto un éxito, todos los guardianes deberán seguir con sus misiones para no levantar sospechas, a excepción de ti, diré que estas en una misión secreta, pero te quedaras aquí en la base-

-¿ya llego Shamal?- pregunto Hibari

-Sí, está analizando los estudios que le han hecho hasta el momento a Gokudera-kun para después realizarle unos nuevos y ver que cuidados tendrá que tener-

En verdad ese herbívoro inútil había cambiado, ahora era él un digno jefe de una de las familias más importantes y con mayor poder en el mundo.

-gracias-

-de nada Hibari-san-

El japonés salió y se dirigió a su oficina dentro de la base, se sentó y se puso a pensar, en nada y en todo a la vez…

Se sentía tan, solo, tan confundido, necesitaba alguien con quien hablar…. Alguien que él sabía lo escucharía y apoyaría, extrañaba la presencia de un padre a tu lado que te dice que está bien y que está mal, un hombre que te escucha y te aconseja, que jamás te desea un mal…

Miro su oficina y observo con atención aquellas plumas, tan caras y elegantes que le había obsequiado el potro salvaje meses atrás.

Tomo su celular y le marco, necesitaba hablar con alguien.

-Kyoya! Que gusto, ¿a qué se debe tu llamada?-

-voy a ser padre- directo al grano

-……- del otro lado de la lineo hubo unos segundos de silencio -¡muchas felicidades! Eso quiere decir que el tratamiento dio resultados, ¿Cómo se encuentra Hayato?

-presenta una amenaza de aborto… -

-Kyoya… no te desanimes, Hayato es muy fuerte, además tu bebé es un carnívoro como tú, no son alguien fácil de vencer- ese potro idiota, sus conclusiones eran tan idiotas que resultaban bastante motivadoras

-hmp, gracias-

-¿que te sucede?-

-es que…estoy confundido… hasta hace un par de días la idea de ser padre me resultaba lo más maravilloso del mundo, pero…tengo miedo de que algo le pueda ocurrir a Hayato o al bebé….-

-solo tienes miedo…es normal, cualquiera lo tiene…Pero tú eres muy fuerte Kyoya, no te derrumbes, si lo haces, ¿de dónde va a sacar fuerza Hayato para seguir adelante?

Ese idiota tenía razón, si él se derrumbaba no serviría de nada, solo sería otra carga, ahora era el momento de ser fuerte.

-gracias, después de todo no eres tan idiota – al otro lado de la línea se escucho una risa

-suerte, cualquier cosa no dudes en llamar-

-si… a  por cierto… ¿Cómo van los planes de la boda? Escuche que la novia se te a escapado-

-no le encuentro la gracia, pero ahora que me dices esto de Hayato se porque se fue de repente-

-si, llego bastante rápido-

-me puedes hacer un favor Kyoya?-

-¿Qué sucede? Acaso los encantos del decimo capo Cavallone no funcionaron con el escorpión venenoso-

-… no entiendo a las mujeres…-

-eres un idiota-

-solo dile que cualquier cosa me llame-

-yo le paso tu confesión de amor tranquilo-

-adiós, cuida al par de hermanitos-

-hmp, tenlo por seguro, si algo le pasa a alguno el otro me mata, no quiero terminar  ni rostizado ni envenenado-

-bueno, tengo unas cosas que arreglar en Japón, le diré a Tsuna que me diga cuando puedo ir sin levantar sospechas,  –

-hasta pronto-

-ya sabes, aquí me tienes cuando quieras charlar joven alumno, bueno me tengo que ir hasta pronto-

Ambos colgaron el teléfono a la ves, Kyoya dio un largo suspiro, el idiota tenía razón, tenia que se fuerte por su familia, su pequeña familia que comenzaba a crecer.

 

*

 

*

 

*

 

El tiempo se pasaba volando, es increíble la manera en que las cosas pueden mejorar cuando estás dispuesto a que así sea.

-bueno Hayato, el bebé ha pasado al segundo periodo, el periodo fetal-comento Shamal al terminar con una de las revisiones rutinarias –ya se comienza a hacer notoria la pancita Hayato- comento Shamal al ver los leves cambios en el cuerpo del italiano

-..si, creo que a partir de ahora tendré que comprarme ropa nueva- dijo sonriente al ver como poco a poco aumentaba su peso.

-¿A dónde mandaste a Hibari esta ves? – pregunto el médico, las mejillas de Gokudera se tiñeron de un lindo color rosa.

Si en algo le había afectado el embarazo al menor, es que como ya no podía fumar, tenía que volverse adicto a otra cosa.

-por fresas con chocolate- contesto, las fresas con chocolate nunca habían sido mucho de su agrado, le parecían bastante dulces, pero esta mañana se había levantado con un increíble antojo a fresas con chocolate, el problema era que… no era temporada de fresas aun.

Justo cuando Shamal iba a decir algo la puerta del consultorio se abrió dando paso a la poderosa nube, con una bolsa en mano

-¿Dónde las conseguiste? Aun no es temporada- pregunto Shamal impresionado por lo eficiente que podía llegar a ser el japonés

-fui directo al invernadero más cercano- contesto como si fuera lo más normal del mundo – ¿Cómo están? –

-bien, dentro de dos meses más podremos saber el sexo del bebé-indico Shamal, a lo cual ambos padres respondieron con una enorme sonrisa – bueno es hora de que Hayato vaya a descansar- ambos guardianes asintieron y salieron rumbo a la habitación que se les había asignado.

Primero entro el italiano seguido del japonés que cerró la puerta.

Hibari se acerco al menor, le dio la vuelta y comenzó a besarlo, su acción fue correspondida, pero en el instante que el japonés acaricio los glúteos del menor todo se detuvo en seco.

Hayato no dijo nada, simplemente se detuvo y bajo la mirada ante la atenta mirada del japonés.

Lo sabía, aun no superaba lo ocurrido aquella noche con Yamamoto, cada vez que comenzaban a besarse y el japonés lo tocaba le resultaba imposible no revivir aquellos recuerdos.

-… ¿estás bien?…- pregunto el japonés, como respuesta el menor corrió a sus brazos y se aferro a su cuerpo, Hibari lo miro y correspondió el abrazo.

Sabía que era difícil para Hayato, que el difícilmente olvidaba algo ¿Cómo olvidar lo de aquella noche si debido a eso cada semana tenían que hacerle estudios para ver cómo iba el bebé?

-será mejor que comas esas fresas o habré atravesado la ciudad y el bosque en vano – dijo Hibari para tratar de calmar al menor.

Gokudera sonrió y rio un poco ante aquel comentario,  se acerco hasta la fuente de chocolate que Hibari había instalado un par de días antes, la encendió y espero a que el chocolate se calentara.

El japonés lavo las fresas y las coloco en un frutero junto a la fuente de chocolate que ya se encontraba recorriendo la pequeña fuente, tomo una fresa, la lleno de aquel sabroso liquido color café y después se la dio en los labios a su amado.

-¿Cómo están?- pregunto curioso el japonés, el menor tardo un poco en responder pues se encontraba saboreando la fruta dentro de su boca.

-rico- respondió una ves que logro pasársela – nos consientes demasiado – dijo Hayato, el ex prefecto no podía evitar que una sonrisa se formara en sus labios cuando su amado hablaba en plural, él y el bebé

-bueno, no me gustaría que mi hijo naciera con cara de fresa- contesto mientras el también comía una

-¿Por qué debería de pasar eso?-

-es que dicen que cuando a las mamás no se les cumple un antojo, el niño nace con cara de este-

Ambos continuaron comiendo hasta haberse terminado las fresas. Después de esto el menor se acostó en la cómoda y enorme cama con el japonés a su lado, quien miraba con atención los pocos kilos que ya había aumentado su amado.

-ya quiero saber el sexo del bebé- comento Hibari mientras levantaba la camisa de su amado para poder ver su poco abultado vientre

Comenzó a recorrerlo con dos de sus dedos como si se tratara de una persona que sube por una pequeña colina.

El menor sentía las caricias en su vientre mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro y pensaba en las palabras que había hecho su esposo.

-aun faltan dos meses- contesto mientras observaba como Hibari permanecía acostado de lado con la vista enfocada en donde se encontraba su pequeño heredero. Comenzó a acariciar la cabellera negra del japonés

Sentía los delgados y delicados dedos del italiano recorrer su cabeza y despeinarlo en una agradable muestra de cariño.

-pero ya quiero comenzar a arreglar su habitación- indico el ex prefecto, el solo hecho de que tsuna les diera una habitación para que la decoraran le parecía bastante tentadora, no podía esperar para comenzar a adornarla .

-pues, no es tanto dos meses Kyoya- contesto el menor mientras se sentaba en la cama – ¿me podrías traer un par de libros? – pregunto el chico extranjero a su pareja

-claro, ¿Cuáles?- pregunto con curiosidad el japonés, sabía que la base tenía una biblioteca entera, no sabía por qué el menor le pedía mas.

-infantiles, dicen, que si les lees a tus bebés desde chiquitos ellos te escuchan – dijo con una enorme sonrisa en sus labios, la nube sonrió, se sentó y besó los labios de su esposo

-mañana voy por ellos-

*

 

*

 

*

 

-tsuna, ya paso cerca de un mes, déjame volver a Japón –pedía el guardián de la lluvia, ya que se encontraba en Italia ayudando a los varia supliendo el lugar de bel y fran, que estaban en Japón protegiendo a la tormenta

- no Yamamoto- respondió secamente el decimo capo, le dolía el hecho de haber alejado a la lluvia, pero no podía permitir que le causara más daño a su familia.

-estoy muy arrepentido de verdad – de verdad lo estaba, se sentía mal

-¿y con tu arrepentimiento solucionas algo acaso?-

No podía creer lo frio que podía llegar a ser el joven castaño cuando se trata de la familia Vongola, su pequeño amigo le negaba el derecho a regresar a Japón.

-¡yo no sabía que Hayato estaba esperando un bebé!-

-y así lo dices? Entonces, no te arrepientes del hecho de haber abusado de Gokudera aprovechando que Hibari estaba fuera del país, de lo único que te arrepientes es de haber causado daño al bebé –

-tsuna yo…-

No pudo decir más, pues el capo colgó, no podía seguir escuchándolo más, nunca creyó que la lluvia pudiera hacer algo así.

Se acomodo en su escritorio, definitivamente enviar a Yamamoto con los varias había sido una de sus mejores decisiones, si estuviera aquí es probable que Hibari y Bianchi intentaran matarlo, o con su simple presencia alteraría a su mano derecha.

Dejando eso de lado, las cosas parecían estar bien, según los informes de Shamal la amenaza de aborto ya no era tan grave, pero aun así tenían que tener mucho cuidado ya que se trataba de un embarazo muy especial, no todos los días un hombre se embaraza.

Además, había un par de cosas más… al parecer, la recuperación había sido bastante rápida, eso no era muy común, se quedo pensando seriamente en lo que Shamal le había dicho hace unos momentos.

“ese bebé será alguien muy fuerte… creo que de alguna manera su recuperación se debe a las llamas de última voluntad de sus progenitores, pero aun no me explico muy bien esto…”

No dudaba que el pequeño fuera alguien fuerte, solo bastaba con conocer a sus padres para saberlo, pero… las llamas de última voluntad… le parecía algo bastante raro, ¿como un feto de tres meses de gestación podía hacer uso de estas para recuperarse?

Aunque… también lo creía muy posible según la hipótesis del medico

Hayato domina 5 llamas, entre ellas la del sol… pero la única manera de que estas hayan incrementado tanto su poder al grado de salvar al niño… es posible que fuera gracias a las llamas de la nube de Hibari… ese niño será un gran Vongola…”

Aunque solo se tratase de una hipótesis… quizá era cierta…aunque él creía que también el niño tenía algo de relación con todo esto, pero aun no estaban seguros de nada…

Aunque…también cabía la posibilidad de que se tratara de una nena…

 

 

Notas finales:

OK RESPECTO A LO ULTIMO NI YO ME ENTENDI....

y ps..no se meti un dino x bianchi -3-

xD

bno eso es todoo

bye

espero les aya gustado!

portence mal
cuidense bn
y niegenlo todo!

besos!


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