Suzuki Akira
Presente.
Querido Reichan:
Bueno... ¿Cómo estás? principalmente uno tiende a escribir estas cosas cuando está preocupado, tómalo como que es una manera totalmente instintiva de expresarme. Realmente ya no me preocupas tanto, sé que estas bien, aunque eso suena realmente cínico de mi parte, yo te hice esto. Discúlpame, sé que a lo mejor estés esperando que me presente ante ti con la cara afligida y los ojos rojos de tanto llorar, pedirte disculpas arrodillado ante ti y todo el drama que yo siempre representé para tu vida (te habrás dado cuenta el buen actor que soy); pero no, porque a estas alturas no sé si es vergüenza de verte la cara o simple flojera la que no me ha dejado caer en tu departamento. Pero igualmente, quiero que sepas, lo siento mucho.
Nunca pienses que no te amé, de hecho lo sigo haciendo con todos los poros de mi piel. Pero es mejor dejar las cosas así, y aunque ya estas palabras no te importen, quería que lo supieras. No me tienes sufriendo, porque yo imagino tu felicidad y me da paz. Te amo, nunca lo olvides, eres el mejor amigo que pude toparme durante toda mi vida. Eres la mejor persona que he conocido.
¿Cómo está tu novia? ¿Va bien su embarazo? - No entiendo porqué me sigue doliendo tanto recordarlo - faltan pocos meses para que seas padre mi Akichan, ¿viste que era para mejor este distanciamiento? yo nunca podría darte lo que ella te ofrece ahora, una familia, y sobre todo, el amor sano que todo el mundo aprueba. No sé qué sentirás por mí en este momento y ahora que te he escrito esta carta, no sé ni cómo imaginarme tu cara ni tus sentimientos. Me pregunto, ¿me odiará? ¿Estará agradecido de mi decisión? ¿Me seguirá amando? - y ésta puede ser la más improbable de todas - pero, me siento súper feliz por ti.
Yo aún no he conocido a nadie, y es porque realmente no quiero involucrarme con nadie. Ya mi condición no la puedo cambiar, no soy como tú. Mi homosexualidad está definida y ya me convencí de que nunca tendré una familia con hijos propios. Por eso te deseo la mayor suerte del mundo. No desperdicies esta oportunidad que creo te he dado.
Te Amo, mi Akichan. Ojalá nunca olvides nuestra amistad.
Atte.
Matsumoto Takanori
-Idiota- murmuró tomando un sorbo de su café cargado, tenía las inmensas ganas de llorar. ¿Cómo podía decirle estas cosas luego de haberse separado hace tan solo 6 meses? ¿Cómo tomaba con tanta tranquilidad el hecho de que él, pronto sería padre? Qué pasa por al cabeza de ese lindo chico que conoció hace no más de tres años y que se había robado completamente su corazón. ¿Cómo odiarle? ¿Cómo no amarle? si tan solo con pensar en él y todos los momentos que habían pasado juntos. No quería ser tan cruel como para decir que esta chica había sido un error. Porque también en algún momento la amó, pero en realidad no quería que esto pasara, de hecho ni siquiera tenía planeado tener hijos todavía, con solo estar al lado de ese rubio pequeño le daba felicidad.
-¿Seguirás pegado a la computadora?- preguntó de la puerta la voz de su novia.
-Sí, tengo mucho trabajo que hacer aún. Puedes ir a dormir si quieres.
-Me encanta tu trabajo- dijo desdeñosamente- sobre todo cuando lees los mails de una tal Matsumoto. Bien cariñoso tu amigo. Más bien, un tanto gay...- comentó, como si fuera lo peor de mundo.
-No te metas con él. Es uno de mis mejores amigos.
-No sabía que los amigos se trataban de... 'Mi querido Akichan', 'Te Amo, no lo olvides'
-¿Que quieres lograr con todo esto?
-Que me digas de una vez por todas que eres un maldito bisexual.
-No, no soy bisexual.
-¿Y entonces? qué tenias con ese chico entonces...
-Era mi novio, y quiero que vuelva a serlo. No soy bisexual, porque a mí me desagradan las mujeres como tú.
-¿Entonces eres gay?
-Sí, bienvenida a la realidad.
-¡Qué asco! ¡Maldita sea y yo tratando de mantenerte a mi lado para que no te fueras! Ni siquiera este hijo es tuyo...- se tapó la boca al darse cuenta de que había revelado algo importante.
-No te preocupes, ya lo sabía...
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