Siempre lo veía, era difícil no mirarlo esa aura de perfección, esos movimientos que se perdían en aquella mezcla de sonidos, era tan embriagante verlo, a pesar de ser tan pequeño, se destacaba de los demás.
Un sonido de aplausos los saco de sus pensamientos, ahí estaba el menor recibiendo una ovación, el sonrió hizo una reverencia y volvió a su lugar, el instrumento fue retirado
-Oh que bella pieza toco
-Si, a pesar de que es muy joven- ambas rieron por lo bajo
Realmente reprochaba esos comentarios, no importaba que fuera joven o menor o lo que fuera, esas piezas tenían alma y personas tan simples como ellas jamás entenderían eso
Nuevamente el concierto empezó, ahora el menor estaba mezclado con otros, no le importaba el siempre sobresalía y sus notas eran las más altas, resoplo
-¿Cómo es que tanta perfección se vea mezclada?- esto lo hacía encolerizar, pero no importaba el hablaría con su amigo tenía que escucharlo un joven, con esos dotes debía de ser el principal
Nuevamente el concierto termino con una ovación de aplausos, otra noche, otro éxito abrazador, todos los músicos fueron saliendo al igual que los asistentes, al final él fue el último en la sala.
-Siempre esperándome- sonrió
-Sabes que lo hago para remarcarte tus errores Nii- prendió un cigarrillo
-¿Fumas?- lo miro sorprendido
-Sí, le agarre el gusto, ¿Quieres uno?- le extendió la cajetilla
-Muchas Gracias Satoshi- tomo uno y lo encendió –Bien, ¿Qué hice mal esta vez?
-Aquel joven, que recito Prelude de Bach en el chelo
-¿Qué tiene?- exhalo
-Es bueno, deberías de tenerlo como el principal de las cuerdas
-No, aun es muy joven
-¡¡Pero es magnífico!!- se levanto de su asiento
-Pero muy joven, además si lo pongo como el principal se echaría a perder, y no quiero volver a repetir el mismo error- lo miro dolido
-Lo dices por mí no es así Nii- apago su cigarrillo
-¿Cómo vas con la orquesta de Francia?
-No necesito ensayar con ellos- resoplo
-¿De nuevo te corrieron?
-No, esta vez yo les di un ultimátum si no mejoraban me iría Inglaterra, así que supongo que estarán ensayando en Francia y solo esperan mi regreso- lo miro arrogantemente
-Satoshi- le toco la mejilla, aquel rastro de inocencia y pasión se habían extinguido, ahora solo se podía ver a un joven obstinado y petulante
-Deberías de superarlo, lo nuestro ya paso- se alejo del contacto
-Como siempre tan arrogante, sabes que hace mucho tiempo dejaste de interesarme, por eso terminamos- suspiro cansinamente –Por cierto no cambiare a Ryo de su posición
-¿Así se llama?
-Así es, te sugiero que no le llenes la cabeza de tus estupideces y te mantengas alejado de él- lo miro desafiante
Río por lo bajo -¿Es tu nuevo prospecto?
-No, es mi amigo y no quiero que le llenes la cabeza de tus tonterías- dio la media vuelta y se retiro
Ese comportamiento de Nii lo sorprendía y al mismo tiempo lo intrigaba, después de todo Nii era su perrito faldero, pero que esta vez le hubiera mordido la mano, era algo digno de elogiarle, no siguió pensando más en eso porque a los pocos segundos salió Nii, con aquel joven
Satoshi se extasió al verlo, incluso en persona era más hermoso, poseía un porte como ninguno y una voz muy ronca que no encajaba mucho con el
-Pero maestro ¿Por qué debo de verlo?
-Considéralo una muestra de tu aprendizaje
-Déjame decirte que no me gusta como tocas, tus piezas son tan vacías que me provocan nauseas- lo miro retadoramente
-¿Qué demonios?- Maldito mocoso ¿Qué se cree?
-¡Ryo, ya te dije que dejes ese maldito habito!- le soltó un golpe en la cabeza
-Pero maestro, es la verdad y usted lo sabe, no sé porque lo defiende, aunque haya sido su amante eso no lo perdona- se sobo la cabeza
-¡¡Que te calles!!- volvió a pegarle
Al ver esa escena Satoshi empezó a reírse, pero era una risa monótona y hueca
-Así que te portas así porque te gusta Nii, ¿No es así mocoso?- se acerco a Nii y lo beso
Ryo volteo a ver a su maestro y luego a Satoshi, se partió en risa
-¿Estas imbécil o eres retrasado? A mí no me gusta Nii, está feo, además no es mi tipo y créeme no perdería mi tiempo con él, mi única pasión es el violín y el chelo
-¡¡Mocoso imbécil!!- ambos lo golpearon
-No sé porque se enojan- los miro dolido –Pero en fin dígame para que vine
-Muy bien este Satoshi dice que deberías de ser el principal de las cuerdas, ¿Estás de acuerdo con eso?
Ryo los miro, estaba tan sorprendido, tan intrigado, todo era muy confuso para él, una persona de 20 años el principal era un honor
-No, aun no estoy listo
-¿¡Que dices tu talento es sorprendente!? ¡¡Déjate de esa estúpida simplicidad y acepta!!- lo miro confuso, ¿Por qué, había rechazado dicho compromiso? Era hábil, mucho más hábil que todos los integrantes de la orquesta
-Vamos al parque ¿Nii podrías prestarle un violín?
Ambos se sorprendieron
-¿Por qué a un parque?
-Vamos, iré por mi violín no tardo- se perdió entre los asientos
-¿Qué le sucede Nii?
-No lo sé, pero iré por lo que me pide- el también salió
No entendía porque se comportaban de esa manera, pero cualquier cosa que fuera, de seguro sería cosa de niños. A los pocos minutos Ryo salió envuelto en un abrigo y bufanda, llevaba su estuche de violín, ninguno cruzo palabra, no era necesario, fue Nii quien rompió el silencio
-Aquí tienes Satoshi- le extendió un estuche
Este lo abrió, realmente estaba complacido con Nii, conocía muy bien sus gustos, era un Stradivarius Cremonensis Faciebat anno 17, amaba esos finísimos acabados y esa madera de extrema belleza tornasolada, volvió a cerrar el estuche
-¿Nos vamos?- sonrió el menor
Los dos asintieron con la cabeza y salieron, hacia frio y ninguno hablo en todo el trayecto, por fin llegaron a un parque, había gente que caminaba pegada, pero aun así era un paisaje hermoso, cubierto de nieve y alumbrado solo por los faroles, realmente era un digno escenario
-Bien llegamos- se quito el abrigo y la bufanda, solo se quedo con un ligero suéter negro, abrió su estuche
-¿¡Estás loco!? ¡¡Ryo te vas a enfermar!!- rápidamente corrió con su alumno y trato de ponerle el abrigo, este se negó y siguió limpiando su violín
-Tú también Satoshi, que te parece si tocamos- le sonrió
-¿Aquí?
-Tiene algo de malo- volteo a ver el lugar
-No, lo que pasa- realmente no tenía ninguna queja, pero tocar aquí, con este frío las notas podían salir distorsionadas
-Vamos, ¿No me digas que tienes miedo? Considéralo un pequeño desafío- le sonrío arrogantemente
-Mocoso, si es lo que quieres eso tendrás- abrió el estuche y saco su violín –Cuando quieras
-¿No piensas quitarte tu abrigo?- termino de ajustar las cuerdas
-No será necesario, terminare pronto- sonrío arrogante
-Como desees- encogió los hombros –Nii, puedes ser el juez
-Eh si adelante- estaba muy desconcentrado, tomo el abrigo, la bufanda y los estuches y los puso en una mesa -¿Con que pieza empezaran?
-Yo empezare con una composición de Paganini, Sonata No 6
Empezó a tocar, la gente se detuvo a escuchar, era un sonido lleno de melancolía bien recitado, el arqueo era perfecto, la ejecución, el sonido era espectacular, pero a pesar de eso faltaba algo, la gente siguió de largo.
Al ver esto Satoshi resoplo, esa gente que iba a saber de música, pobres mortales, por fin termino su ejecución, aplausos pocos
-¿Qué tanto miras enano?- vio que el menor le dirigía una mirada, pero no podía leerla
-Lo siento- murmuro –Yo tocare la misma pieza Nii- rio
-¿Seguro?
-Copión
-No importa- empezó a reír –Bien empezare- exhalo y cerró los ojos
Empezó, el sonido que salía era algo bajo, conforme pasaban las notas el sonido empezaba a volverse fuerte, de nuevo ahí estaba esa nota de melancolía, pero al mismo tiempo había notas felices, el arqueo no alcanzaba la perfección del primero, pero el sonido cobraba vida, era embriagante escucharlo, la gente se detuvo todos estaban absortos al menor. Siguió tocando hasta que el sonido despareció
Una tanda de aplausos resoplo en el parque, el se inclino y agradeció el gesto, Satoshi lo miraba atónito, era la misma pieza que demonios, podía haber salió mal
-Muy bien quieres jugar- se quito el abrigo –Sígueme
-¿Cuál tocaras?
-A Tartini, Devill’s Trill- lo miro con superioridad, sabía que el menor no podía ejecutar piezas tan complejas, aun no estaba en ese nivel
-Está bien, se oye divertido
-¡Ryo, no sé qué quieres probar pero no es necesario!- lo miro molesto
-No quiero probar nada Nii, solo quiero divertirme, además quiero tocar esa pieza
-Entonces basta de charla empecemos
La pieza comenzó a sonar, el violín de Satoshi emanaba un sonido claro, en cambio Ryo había comenzado con un sonido bastante duro, Satoshi rio para sí, sabía que el seria el ganador, de nuevo ahí empezaban los arqueos, los sonidos de Satoshi empezaban a cobrar vida, pero no era algo digno de escuchar la gente pasaba de largo, en cambio Ryo trataba de sacar sus sonidos apenas eran unos gorjeos a comparación de los de Satoshi, el menor callo. Satoshi sonrío había perdido, siguió tocando
Sus sonidos no eran extraordinarios, para aquella pieza que el diablo compuso, no había nada de místico, ni nada de romanticismo, ni nada de felicidad, estaba tan vacía como el que la ejecutaba
A los pocos minutos el violín de Ryo cobro vida, era notas suaves que seguían el compas que parecía perseguir la melodía que Satoshi ejecutaba, una ejecución asombrosa, la gente volvió a detenerse a escuchar esa pieza mágica, el violín de Ryo parecía vivo, movía su cuerpo conforme las notas iban cambiando, sonreía, realmente era algo digno de escuchar, volvió el sonido, sus colores eran superiores a los de Satoshi, estos apenas lograban matizar dentro de ellos, Satoshi callo, y empezó a contemplar al menor, las notas que provenían del violín, eran estupendas, realmente parecía un sueño, parecía como si el diablo se hubiera apoderado de él, después de todo su ejecución parecía algo fuera de este mundo.
La melodía termino entre una ovación de aplausos y chiflidos, varia gente sonreía y dejaba de grabar y se oían a los niños decir
-Mama quiero tocar el violín- la gente reía y se acercaba para pedirle un autógrafo, tomarse una foto con él o simplemente estrecharle la mano y sonreír
Amaba esa sensación de un gracias sincero, se despidió de la gente y se acerco con Satoshi y Nii
-Bueno supongo que tu ganaste Ryo- sonrío
-¿Qué es lo que querías probar?- guardo el Stradivarius, no entendía como un violín de menor calidad, lo podía haber vencido
-Tu música, tú mismo lo viste es vacía, no acepto el puesto porque no quiero volverme como tú, te volviste así después de que Nii te dio ese puesto ¿Verdad? Pues bien no deseo convertirme en alguien que ejecuta sus piezas de manera monótona y muerta- sollozo
-¡¡Ven conmigo, Nii no me sigas!!- lo tomo de la mano
-¡¡Suéltame!!-
El menor forcejeaba, pero aun así no podía soltarse, en todo el trayecto fue oyendo las quejas y maldiciones del menor, Satoshi no respondía, de nuevo llegaron al auditorio, subió por unas escaleras y llego a su antiguo cuarto, lo contemplo, al parecer el idiota de Nii aun lo mantenía igual sonrío con satisfacción. Arrojo al menor a la cama, cerro y trabo con seguro la puerta, se desabrocho la camisa
-¿Qué piensas hacerme?
-Nada que no quieras, dime ¿Porqué tocas mejor que yo? ¡¡Yo que he tocado con la orquesta de Paris, Londres y muchas más!! ¿¡¡¡Por qué un imbécil como tu puede ejecutar esas piezas!!!?
-¡¡Suéltame!!
El menor forcejeaba, pero no importo, termino por despojarlo de su ropa, besaba sus labios furiosamente, quería empaparse del cuerpo de ese menor, solo podía escuchar los sollozos del joven
-No te preocupes te hare sentir bien- empezó a lamer su cuello y besarlo de forma violenta, el menor solo lograba sobresaltarse al sentir los dientes de Satoshi hundirse en su carne, bajo sus dedos hasta su entrada y los introdujo de forma violenta
-Me duele- sollozo
-Cállate- lo beso, de esa manera el menor guardo silencio, besaba de forma bestial, mordía sus labios, finalmente había abierto el labio del menor, un pequeño hilillo de sangre recorrió su barbilla, tomo el miembro de Ryo y empezó a frotarlo, el pequeño solo sollozaba, no podía decir nada, aun le dolían la boca, los jugos de Ryo recorrieron la mano de Satoshi, saco sus dedos e introdujo bruscamente su miembro. El menor grito y empezó a toser
-¡¡Sácalo, maldito bastardo, sácalo, duele!!
-¡¡Cállate!!- le soltó una bofetada, empezó a embestirlo con más fuerza, no le importaban los gemidos y el dolor que le causaba, realmente quería romperlo, una y otra vez se movía de manera brusca, Ryo lloraba y gemía al mismo tiempo, realmente no le importaba a Satoshi quería marcarlo, quería superarlo aunque fuera de esta manera
Finalmente Satoshi dio la última embestida, su semilla recorrió el interior del menor, este se desplomo encima de él, poco le importo que Ryo no se hubiera corrido, este solo sollozaba, Satoshi se levanto y empezó a ponerse la ropa
-Te amo
-¿¡Qué mierda dices!? No lo confundas- rio fríamente
-Te amo, no importa que me hayas violado- se levanto y se dirigió a la puerta
-¡¡Deja de decir estupideces ¿Entiendes que solo lo hice para humillarte?!!
-Lo sé pero a pesar de eso te amo, la primera vez que te escuche fue aquí, en este mismo auditorio- sonrío con melancolía
-¿Cuándo?
-Hace mucho tiempo, aun eras aprendiz de Nii, al escucharte tu música me robo el corazón, amaba tu simplicidad, la belleza y limpieza de tus notas y sobre todo esa pasión que ponías al tocar, sabía de tu relación con el maestro, con Nii, por eso preferí callar, aun recuerdo el día que entre al conservatorio, tú me saludaste y seguiste caminando con Nii, eso me dolió pero aunque estuvieras lejos de mí, quería mostrarte quien era, por eso practicaba y practicaba pero mientras lo hacía, tus notas, tu música iban muriendo, ya no había rastro de aquel joven de aquella música de quien me enamore, luego escuche que te marchabas que habías cortado con Nii y te ibas lejos de mí, seguí tus pasos pero era demasiado tarde, ya no había rastros de esa pasión con la que tocabas- desvió la mirada
-¿Cómo es posible, que me digas eso? ¡¡Te acabo de violar!!- aventó un florero que se encontraba ahí
-Te dije que no me importa- se acerco y beso su mejilla –Yo te amo, y te amare- tomo su ropa, libero la puerta de su seguro y salió. Dejando a un Satoshi llorando, lleno de culpa y remordimientos.
Pasaron los meses el menor había desaparecido y aunque lo buscara Satoshi no lo encontraba, por fin llego a toparse con él era verano, su piel bronceada lo hacía lucir muy sensual. Se acerco tímidamente
-Hola
-Buenos días Satoshi- contesto indiferente
Le dolió la actitud del menor
-Yo quería decirte, estuve pensando mucho y puede que tengas razón, hace mucho tiempo deje de tocar con pasión, pero
-No me interesan tus razones, me marcho
-¿¡Que dijiste!?
-Que me marcho- volteo a ver a dos hombres que se acercaban, ambos reían
-Buenas Tardes- sonrío
-¿Satoshi, que haces aquí?
-¿¡Cómo que te marchas!?- lo tomo del brazo
-Me sueltas por favor- se deshizo de su mano –Te presento a mi nuevo profesor Shuu, conocido por su gran habilidad con el violín y por sus composiciones novedosas y frescas
-Me alaga que digas eso Ryo, he escuchado de usted joven Satoshi un prodigio en el violín, pero sin alma- sonrío y le tendió la mano
-¿¡Te vas, porque!?- ignoro aquel comentario
-Quiero superarme y sé que si tengo como maestro a Shuu, podría explotar mis cualidades, además no quiero volverme obstinado, ¿Nos vamos Maestro Shuu?
-Sí, se nos hace tarde- ambos se despidieron y dejaron a un Satoshi anonadado, la única persona que se había preocupado por el ahora se iba y no podía detenerlo
-Satoshi- lo tomo del hombro
-No digas nada, quiero regresar a aprender contigo
-¿De qué hablas y la orquesta de París?
-¡¡Qué se vayan al diablo, quiero regresar, enséñame!!
Nii quedo complacido la pasión de Satoshi iba regresando justo y cuando era apenas un niño
-Está bien, pero no seré blando
-No quiero que lo seas
Así fueron pasando los años, Satoshi iba practicando, sus notas, su melodía volvía a cobrar vida, de nuevo estaban esos colores, esta vez resplandecían lucían nuevos, tan puros y esos sonidos eran únicos, vibraban con una intensidad, a pesar de ser un solo violín su sonido era amplificado, destacando siempre de los demás. Esa pasión, ese amor por las piezas que tocaba, había regresado.
-¿Estás listo?- le arreglo el corbatín
-No, sigo nervioso
-Vamos ¿De qué? Tú que has tocado con la orquesta de Francia de que tendrías miedo
-Sí, pero siempre había tocado sin vida, esta vez es distinto
-Tienes razón, anda sal y que no se te suban los humos- rio
-Lo sé-
Camino hacia el escenario, esas luces lo deslumbraban, se oyó el aplauso del público lo embriago, el cello fue puesto en su lugar, se acerco y paso una mano por encima de él, era el mismo que había tocado Ryo, se sentó, tomo el arco y lo acerco a las cuerdas, de el empezó a salir la composición, con la cual había conocido a Ryo, Prelude No1 de Bach.
Era la primera vez que tocaba con tanta pasión, esperaba que algún día, gracias a lo que tocaba pudiera volver a verlo.