No poseo derechos sobre nada, es decir nada me pertenece, que no sea mi colección de peluches, mis mangas, algunos libros, una pequeña netbook y un diábolo que aun no se usar.
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Destino
-01-
Sombras es lo único que podía verse en el lugar, sombras creadas por unas cuantas velas en un candelabro, se distinguen tres sombra en especial, parecen ser humanas dos de ellas están recostadas sobre un par de camastros, la otra, más pequeña, esta sobre una de ellas, la más oscura, sus manos desprenden un leve brillo mientras pasa sus manos sobre esta, sobre la otra se encuentra un resplandor de un verde intenso, la luz permite ver sus ropas en azul y rojo.
Fijémonos en esa sombra oscura, parece que despertara en cualquier momento...
Desorientación...confusión...
Despierta...
Su primer pensamiento al despertar no fue muy alentador... Mierda...
Afortunadamente el segundo fue un poco más útil... ¿cuánto tiempo llevo aquí?
Siendo el hombre, joven aun, mas conciente de su entorno noto un detalle... ¿qué carajo? ¡!...
Alguien lo estaba tocando, no solo tocando alguien lo estaba... Sobando...
Ante eso el hombre no pudo detenerse en abrir los ojos y no pudo evitar sorprenderse... ¡¡.un niño!!... no podía tener más de doce…
Al abrir los ojos no deja de notar su entorno...las sombras, no le asustan vive en ellas... Las velas, un punto de referencia... su compañero de habitación, su amigo, el hermano junto al que ha peleado tantas veces...el lugar, ¿una mazmorra?
Al final se decide, el niño parece no haber notado su despertar.
-¿Que hace un niño aquí?- susurra el hombre notando lo difícil que es hablar
-¡vaya! ¿Despertaste, o te desperté? Lo siento- después de la sorpresa, se apresura a contestar el niño, a la vez que deja caer en la boca del otro líquido desde un pequeño frasco, y aleja sus manos del cuerpo del hombre al ver que este lucha por sentarse
-¿Que hace un niño aquí?- repite la pregunta frunciendo el ceño al verse ignorado, aunque se sorprende de lo fácil que resulta hablar esta vez.
-¡no soy un niño! Tengo más de 15- contesta comenzando a recoger cosas que el otro no había notado, pomadas, vendas, mas líquidos en frascos
-¿quien eres?-el hombre comienza a recordar, no, no a recordar, a aceptar... Magia...hechizos... Pociones... Por ilógico que le hubiera sonado hace meses...Capturados
-¿un mago?- parece burlarse de su propia respuesta
-Creo que eso es obvio... No creo que estuvieras aquí-"vivo" parecía querer decir- de otra forma.-termina con un punto de recelo
-Cierto...-parece meditarlo- soy Harry Potter ¿y tú?- mientras se aleja comenzando a examinar a la sombra de azul- Soy Batman- el niño, Harry le observa asombrado y gira su vista al otro- entonces el...- ...Superman- su única reacción- wow- parece más un susurro que el otro alcanza a oír.
Sacude la cabeza mientras sigue revisando las heridas del otro
- ¿y tu verdadero nombre es...?- parece reamente curioso de saberlo, sin embargo el de negro se tensa de inmediato y pregunta con gran acidez
-¿acaso tu amo te envió a averiguarlo?- la ira es evidente en su voz
-¡Mi amo!- miedo, mas parece que le hubiera golpeado, la angustia y el reproche son visible ahora en su cara, después...resignación, es lo que el mayor ve en los ojos del niño antes de que desvía los ojos para concentrar la mirada en el durmiente.
- A Voldemort no podría importarle menos lo que yo haga ya-el resentimiento, la ira, el dolor es soltado en cada letra que pronuncia. El escepticismo es claro en el rostro del murciélago.
Siempre que somos heridos buscamos herir a aquel que nos hirió, es una verdad, por eso no sorprende cuando el chico pregunta con la misma acidez y desprecio que el otro utilizo- a estas alturas, no creo que importe quien seas, después de todo la ciudad que protegías ya no existe-
-¡Gotham! ¡No!- contesto aturdido y bastante impresionado... ¿Cuanto tiempo llevo aquí? ...al oír la angustia en la voz del murciélago, el chico parece arrepentirse de inmediato
- Lo siento, Creí que ya sabias- al ver la pregunta en los ojos del hombre continua- llevan aquí dentro casi tres semanas-¡No! -La exclamación no fue más que un susurro
-desde que llegaron han estado inconscientes, aunque él- señalando a su amigo- ha despertado un par de veces, pero no por mucho tiempo.
-¿Tú nos has atendido?
-lo poco que puedo hacer
-¿Por qué?- la desconfianza y la duda no son ocultados. Harry solo lo ve a los ojos y el puede ver el dolor al responder- ¿Porqué asumes que estoy aquí por gusto?- señalando el lugar, aunque es obvio que va mas allá... Su encierro va más allá de las paredes de la mazmorra...