HBD to me. GG.G
Poca gente sabe lo qué quiere, claro que cuando deseas varias cosas no todas se cumplen, ¿qué preferiría un adolescente?
El Uchiha menor cumplirá quince y ya se arrepiente de algo toda su vida.
-No, no puede ser.
-Me encanta que lo niegues.
-Cállate, Itachi. Sólo cállate.
-Está bien, pero tú no estabas muy callado anoche. Recuerdo ese gemido tuyo contra mi oreja…
-Pues borra esa cinta, porque en lo que a mí concierne, eso jamás pasó.
¿Tan malo pudo haber sido? No creo, Sasuke. Quiero decir, debe ser horrible acostarte con tu propio hermano estando ebrio, y siendo virgen, pero si tu hermano es Itachi Uchiha, Dios, creo que ya no necesitas un deseo de cumpleaños.
-¡Sal de la habitación!
-Lo que sea por el cumpleañero.
Sasuke no podía creer que dos copas de champan le hubieran hecho caer a los brazos de su hermano mayor. Pero eso no es todo ¿o sí, Sasuke? Claro que no. En primer lugar, es obvio que la gente no recuerda que peca hasta que la culpa le mata. Y es obvio que no recuerda al pecador hasta que lo ve amanecer desnudo a un lado suyo. Pero no nos desviemos del tema:
¿Por qué tan deprimido, Sasuke?
Hay que aclarar: “dos champañas” no son lo único que bebió un adolescente la noche pasada en un bar de mala muerte en NY. No, no, no cariño, creo que tu sangre pudo haber embriagado incluso a un vampiro, de tal letal cantidad de alcohol. Pero ¿qué hace que un chico que tiene todo – excepto la virginidad, eso ya no se recupera- se embriagara de tal modo, que le rogara a su hermano mayor hacerle el amor?
Y, la respuesta es-redoble de tambores, por favor-: tu novio.
Sasuke, ¿es una lágrima lo que veo rodar por tu mejilla? ¿Quieres rememorar esa pelea?
¿Quieres que todos se enteren de eso?
Pues tal vez no todos se enteren, pero si despiertas en la cama con otro, creo que es suficiente para que se corra la voz.
-¡Y no se te ocurra abrir la boca!
¿Por qué tan amable, Sasuke?
-Deberías beber, hermanito, el alcohol te hace más lindo.
-Itachi, te doy cinco segundos para que salgas de aquí.
-Dicen que cuando amas algo debes dejarlo ir…
-Dicen que cuando odias algo debes cerrarle la puerta en la cara.
-Me encanta cuando hablas sucio. Y me encanta más cuando actúas sucio.
Y así empieza un veintidós de julio, con el golpe sonoro de una puerta en la suite de un hotel de lujo.
Agenda de hoy:
Llorar. Arrepentirse. Llorar.
Pero ustedes no se han enterado. No. Nadie sabe, de hecho, a pesar de la linda pareja (¿o quiero decir ex?) y el hermano mayor de uno de los dos.
And i’m telling you i’m not going.
-Naruto, por favor, contesta… sólo quiero decirte que… yo… lo lamento.
En los tiempos de antes, sabías que cuando dejaras un mensaje en la contestadora de alguien, la persona recibiría el mensaje. Pero en estos tiempos, cuando una persona no responde ni al séptimo mensaje que le dejas, quiere decir que no quiere que la encuentres.
¿Un chico se rinde tan fácil? La buena noticia es que no.
¿Qué les parece si rememoramos? Retrocedamos unas diez horas y vayamos al lugar, sí, señor, enfrente de un bar en la quinta, ¿cuánto es?
El precio no se mide cuando eres de una familia acomodada. Y algunos se lamentan tanto de eso.
-Pensé que todo estaba bien entre nosotros.
El error de muchos: sacar conclusiones anticipadas.
-Lo estaba- y viene un gran “pero”-, hasta que me enteré que te acostaste con otro.
O a veces viene algo que te come la lengua. ¿Por qué tan mudo, Naruto?
Pero el show debe continuar. Y las rondas gratis para un corazón roto también. En especial cuando quien te las invita es confiable. Tan confiable como tu hermano mayor, pero no tanto como para no aprovecharse de una embriaguez.
Y no tan confiable para no disfrutar de una resaca de tu parte.
Lo misterioso de cada cosa. Disfrutar con el dolor de alguien nunca está tan bien como cuando lo desvirgas.
-Nadie disfruta su primera vez.
-Excepto tú.
Hablando de pecados, ¿cómo fue que Naruto terminó siendo el que debería esperar una disculpa de su novio? Ah, claro, uno no debe besar y hablar, no es una buena combinación- tal como el sexo y el alcohol-, y menos si el que se entera es tu novio, ¿cierto Sasuke?
-Necesitamos hablar.
-Yo preferiría que no.
-Estás ebrio.
-Y tú no, ¿eso es todo?
-Sasuke… creo que deberíamos terminar.
-No puedo estar más de acuerdo.
Naruto ¿por qué te quedaste mudo, no era lo que esperabas, cierto?
Y tú, Sasuke, tampoco te esperabas sentirte tan mal después de haber perdido tu virginidad, y recordar la noche pasada, un día antes de tu cumpleaños. La gente sabe lo que quiere cuando está ebria, ese dicho le agradaba a Itachi, lo suficiente como para complacer a su hermano menor.
¿Pero por qué me sorprendería el mal comportamiento de Itachi Uchiha? Un hermano sólo sirve para molestarte, entrometerse en tus cosas, hacerte reír de vez en cuando, darte buenos regalos de cumpleaños, etc. Pero parece que Sasuke ya encontró un nuevo significado a la palabrita “hermano”.
-No fue tu culpa.
-¿Tú me amas?-La temida palabra, pronunciada fuera del edificio de Bendel’s en la sexta, un chico pelinegro espera la respuesta; y un taxi en la acera también espera al chico con el corazón roto.
¿Por qué no respondes, Naruto?
Un rotundo silencio mata el amor, y una sola señal para que el conductor arranque. Bueno, alguien tiene que romper el silencio.
-Ve con él, te necesita. ¿Y sabes qué? Yo no.
Ocultar los sentimientos de la persona que te hirió es bueno cuando estás frente a la sociedad, pero tarde o temprano, tiene que salir. Mejor tarde, ¿no chicos?
-Sé que no quieres hablar de lo que pasó…
-Alivio-interrumpió Sasuke a Itachi antes de que la verdad saliera-, siento alivio.
¿Y tan aliviado estabas para hacerlo con tu hermano mayor? Digo, al menos no te ves muy bien esta mañana.
-¿Podrías bajarle a la música, Itachi?
-Mira quién decide aparecerse, y lo más extraño aún, a hablarme después de lo de anoche.
-Te pedí que bajaras el volumen, y ¿sabes qué?, ahora también te pido que te calles.
La prohibición nunca tuvo oportunidad contra la exhibición, y Sasuke no podía estar más de acuerdo la noche anterior, cuando subió a la barra del bar y se despojó de su camiseta, además de su cordura.
Es naturaleza humana ser libres ¿no? Por más que trates de ser bueno, nunca podrás contener a un chico malo.
Pero no hay que preocuparse, todo pecado tiene un remedio- incluso la resaca más potente-. Y según la iglesia católica un pecado se absuelve por la confesión, y parece que cierto chico ateo siente una necesidad por ello.
Lo bueno de las iglesias es que jamás verás a la gente que conoces en ellas, y lo bueno de un confesionario, es que el padre detrás de él no te conoce- y por tu bien, no te conocerá-, así que, a hablar y a arrepentirse. O lo que venga primero, Sasuke.
-¿Qué te preocupa, hijo mío?
Por la mente del menor revolotearon las escenas de aquel revolcón con su hermano mayor; aún ebrio, los errores son los que mejor se recuerdan y por más que digas que no pasó, hay garantías que lo prueban. Garantías que no se recuperan, y la virginidad es una de ellas.
-Después de terminar con mi novio, exactamente diez minutos después, sucumbí ante el alcohol, me exhibí en un cabaret, y entregué mi virginidad a un ególatra idiota.
¡Amén! Palabras muy duras sólo pueden ser soltadas en un sitio como este…
-Normalmente no me arrepentiría, bueno no tanto, pero lo peor es que con quien lo hice es mi hermano mayor. Soy un idiota, y sé que jamás podré siquiera mirar a mi novio a los ojos.
El sacerdote carraspeó, sorprendido por todo lo que acababa de decir un adolescente.
-Lo siento, la verdad es que no soy católico- agregó Sasuke, como para emanciparse de la responsabilidad que eso conllevaba.
-No me digas…
-¿Pero perder mi virginidad con Itachi, mi hermano mayor?-Hay momentos en los que la gente empieza a adentrarse en cosas que en realidad no quiere decir-, ni siquiera yo lo entiendo…- ¿qué no puedes entender? Te pusiste caliente y necesitabas sexo, ¿eso es muy difícil? Un largo suspiro al recordar es buena señal-. Supongo que ya hablé demasiado- y la gente recupera la cordura cuando se encuentra a sí misma hablando en círculos-, estoy listo para el “castigo”. Lo que usted y “Dios” consideren justo. Flagelación, ayuno, lo que me haga olvidar que perdí mi virginidad con mi hermano.
Como he dicho, aunque te mueras de hambre, hay algunas cosas que nunca mueren, como los recuerdos de la primera vez.
Pero al parecer los cumpleaños hacen que ocurran cosas maravillosas, e ir a un confesionario es una de ellas. Podría decir que lo único que pudo escuchar el menor del consejo fue “No bebas, mantén tu ropa puesta y aléjate de las malas influencias”. Era un buen consejo, pero no era fácil de seguir en una ciudad como Nueva York…. Y menos con un hermano como Itachi.
Y aquí vemos que la gente no se arrepiente de verdad. Prueba de eso es la sonrisa de Sasuke al salir de aquella iglesia y bajar por las escalinatas como si los últimos ocho minutos nunca hubieran pasado. Y la sonrisa se borra.
-Te juro que este es el único lugar en el que se me ocurriría verte.
-No me hables, Itachi. Recibí ordenes de prácticamente Dios en persona de evitarte.
-¿Quieres evitarme con un desayuno?
-Me encantaría, pero estoy ocupado buscando a…
-¿Naruto? Yo no creo que él te cante el “Feliz cumpleaños” este año.
Ya somos dos.
-Nadie sabe que Naruto y yo terminamos, y se quedará así para poder arreglarlo.
-¿Y no quieres arreglar lo que rompí ayer…?
-Escúchame, a partir de ahora lo que pasó anoche no se volverá a mencionar, ¿está claro?
-Mmmm… no tan claro como el recuerdo de tus gritos mientras lo hacíamos, hermanito.
-Pues más vale que los borres de tu mente.
-Te veré en tu fiesta esta noche.
-Quedas oficialmente desinvitado.
-¿Y? Soy tu hermano, no puedes hacerlo.
-¿Y? Eres mi hermano. ¿Y puedes hacer el amor conmigo?
-Creí que lo que había pasado estaba en el olvido. Pero es cierto, puedo hacerte el amor.
Y la limusina siguió su camino. Mientras que la victoria se queda en el mayor de los dos.
Nunca un celular en vibración sonó mejor para Sasuke, y su rostro se iluminó al saber qué número era. ¿Cierto novio rubio quiere una reconciliación?
-Hola, ¿estás bien? Te he buscado todo el día.- Sí, claro, todo el día a partir de ahora.
-Sí, bien, gracias. He estado ocupado…
-Sólo quería saberlo… después de lo de anoche… ¿Necesitas algo?
-Sí… Sasuke, de hecho.
El menor se quedó en silencio, esperando impacientemente una disculpa por parte de su novio.
-¿Sasuke, no crees que nos aceleramos un poco con el rompimiento?
La sonrisa se expandió por los labios de Sasuke: victoria antes de medianoche. Alguien si recibirá un “Feliz cumpleaños”.
-No lo sé, Naruto. Fue una decisión muy difícil- el disimulo no está mal, y por teléfono no hay pruebas de que en realidad estás saltando de gusto en tu cama, supongo que por eso las líneas sexuales tienen tanto éxito.
-Sí, creo que lo entiendo. Lo siento. No debí haberlo mencionado.
-Pero sí tenemos mucha historia juntos… Fue una reacción de momento…
-Sí, sí, claro. ¿Qué tal si vamos despacio y vemos qué sale?
¿Qué acaso nunca ha sido así? Por favor, años siendo amigos con derecho, ¿y ahora ven lo qué sale?
Total, estuvieron saliendo dos meses, ¿cuánto creen durar esta vez? Apaga las velas, Sasuke.
-Y tengo un regalo de cumpleaños para ti. Es algo muy especial.
No sólo un “Feliz cumpleaños”, Sasuke. Parece que tu día va mejorando.
-¿Qué tienes en mente?
-¿Qué te parece perder la virginidad?
“Virginidad”, ¡esa palabra era un fastidio desde esa mañana! Para quienes la perdieron- y la extrañan- no se puede más…
-Yo… claro, sería… un sueño; fantástico, Naruto…
-Te veo luego.
El tono de una llamada al colgar nunca se escuchó peor para Sasuke. Y la palabra “virginidad” nunca le había provocado tantas nauseas como ahora. Espero que guardes apetito para el pastel.
Y así sería, pero toda la tarde de ese día se la pasó como drogado. ¿Por qué la virginidad? Amaba a Naruto, era perfecto para él. Pero… no podía creer en que Itachi no le diría; hablando de él, ¿dónde estaba? Cada vez la ansiedad crecía más en Sasuke.
Pero no porque tu novio te haya dicho que deberían volver, estaba seguro de que era tuyo. Yo me preocuparía por él también, Sasuke.
Visto por ahí:
¿Es éste cierto hermano mayor comprando algo en la Quinta Avenida, viéndose maravilloso, como siempre…? La respuesta es sí; la pregunta es ¿para quién es? ¿Qué es? Tic-tac, tic-tac, medianoche nunca me pareció tan lejana.
Por fin, una calurosa tarde le da el paso a una escandalosa noche, lo que le dará el paso a una madrugada sexual y gritos de adolescentes ebrios, teniendo uno que otro faje.
Y para los que creen que las fiestas de cumpleaños se hacen sólo cuando cumples menos de diez, no tienen idea de cómo son los bares de NY, ¿están invitados? ¿No? Pues no importa, una fiesta no es una fiesta hasta que alguien se cuela, ¿cierto Itachi?: las mejores fiestas son aquellas a las que no estás invitado- o mejor aún: a las que te desinvitan-, así puedes decidir si ir para joder a la gente o no, ¿y a quién no le gusta divertirse con eso?
Así pues, el invitado de honor puede darse el lujo de llegar a la hora que se le plazca, y el menor, que había estado en cama toda la tarde- no, no estaba drogado, ¿adolorido quizás?-, intentando desaparecer la resaca, ahora se mostraba mejor que nunca al llegar. Unos pantalones de cuero entallado pueden hacer maravillas, no sé por qué, pero esos pantalones hacen creer que ya se tiene experiencia, y sí lo es, ¿cierto?
-Feliz cumpleaños.
-Aún no es media noche.
-¿Y esperas a alguien?
-…Itachi, no sé por qué esto no me sorprende.
-¿Listo para tu regalo?
Sasuke, molesto, lo empujó, imaginando a que regalo se refería; beban alcohol y veamos cómo se tratan…
-Si te gusta jugar rudo, sólo tienes que decirlo. Todo ese drama que tienes que estar con Naruto o el mundo se acaba me está molestando. Acéptalo, se acabó.
-¿Terminas conmigo por él? Me das nauseas. Pareces novio celoso.
-Sí, claro. Quisieras.
Sasuke sonrió, miró de reojo a Itachi y vio algo en sus ojos; si Itachi podía fastidiarlo cuánto quisiera, él también podía. Claro qué sí, sólo hace falta encontrar el punto débil.
-No, tú quisieras.
Itachi lo miró con desprecio.
-Por favor, te olvidas con quién hablas.
-También tú- Sasuke contuvo una sonrisa, suspiró y habló-: ¿Yo te gusto?
-Define “gustar”.
-Tienes que estar bromeando. No puedo creer esto.
-¿Cómo crees que me siento? No he dormido, no me da la misma satisfacción fastidiarte, y ¿sabes qué?, no sé ni siquiera por qué no le he dicho a tu novio que te robé la virginidad.
-No, no, no. Esto no está pasando.
-Sólo para que quede claro, tú fuiste el que comenzó, ¿recuerdas? “Itachi, hazme el amor”, o cómo empezaste a bailar sobre la barra, sin camisa y…
-De acuerdo, cállate, ¿puedes omitir esa parte?
-Créeme, nadie está más sorprendido o avergonzado como yo.
Así es cómo se dice aquí “Me gustas”, lindo, ¿no?
-Vaya… Supongo que los cumpleaños son oportunidades perfectas para el escepticismo, y por Dios, ¿es en serio esto?
-Claro que no.
-Gracias.
Y así es cómo se dice “Me gustas, pero me da pena admitirlo”, ¡aún más lindo!
Y aún espero a ver qué efectos les proporcionaría el alcohol, ¿gusta una copa, sr?, espero que sí, porque nuestra especialidad de hoy es la mentira y el sexo, cométase el que se cometa.
Por cierto, Sasuke, ¿dónde está tu novio?, quiero decir, ya casi son las 11:30, el sueño de cenicienta tiene un límite ¿no? Más vale que te des prisa, Naruto, si no quieres que por segunda vez consecutiva, Sasuke se embriagué y termine en brazos de otro… y crucemos los dedos por que sea Itachi.
Mientras tanto, aunque Sasuke estaba preocupado, no se iba a pasar la noche esperando un maldito mensaje o una llamada a las doce- al menos no hasta que faltaran cinco minutos para dicha hora-, así que, suban el volumen, quítense la camisa, agarren ese trasero y a disfrutar.
-¿Qué sigues haciendo aquí solo?
Sasuke levantó la vista del teléfono, Itachi rápidamente notó que había cambiado algo en su semblante, Sasuke desvió la vista y suspiró con tristeza.
-No sé dónde está Naruto y siempre me llama a medianoche el día de mi cumpleaños.
-Bueno, yo no lo esperaría hoy. ¿No se te hace mucha coincidencia el momento en que te llama?
-¿De qué hablas?
-Bueno… Naruto de repente quiere volver… momentos después de que se enterara que te fuiste con “alguien” la noche anterior, no creo que quiera que le cuentes con detalles.
-¿Cómo que se enteró? Espera ¿Estás diciendo que Naruto sólo finge quererme y que sólo está usándome porque cree que ya no soy virgen?
-Simplemente te quiere por sexo, quiere saber si aun eres virgen, y si es el caso, joderte.
-Él no haría eso.
-Sí, lo haría. Pero no, espera, no lo hará, porque no eres virgen.
-Naruto me ama…
Itachi sonrió. Bueno, creo que yo también reiría, Sasuke, quiero decir, esta es la ciudad de Nueva York, no Camelot, mi príncipe.
-Haga lo que haga, esté donde esté, llamará a medianoche, ya verás.
-¿Quieres apostar?, si él llama, te dejaré en paz y comenzaré a tomar en cuenta lo que dijiste de “Eso no pasó”. Y si no, pasarás la noche conmigo.
-No lo haré.
-Creí que estabas seguro.
-Vas a perder.
Cuidado, Sasuke, no hay apuesta segura… podrías perder la camisa, y la ropa interior…
¿Se dan cuenta de que, de las dos formas, aquí, en NY, el final siempre es el sexo? ¡Viva mi nación!
Mirar un reloj durante veinte minutos nunca fue más doloroso para alguien. Sasuke sintió un roce en el hombro, se giró y sólo pudo quedarse en silencio.
-Las 12:01. Lo siento.
-No, estás muy feliz. Hay una diferencia. Si vienes a cobrar, puedes olvidarlo.
Itachi sonrió ante eso, miró por sobre el hombro de Sasuke.
-Date la vuelta.
-Eres más asqueroso cada segundo.
Itachi rio y señaló detrás de él.
-Y tú más viejo, mira.
-¡Feliz cumpleaños!- Exclamaron varias voces al unísono.
Un pastel de chocolate, coronado con quince velas, se erguía frente a Sasuke. Que al contrario de sonreír, se tapó el rostro con las mano y se limpió las lágrimas; lástima que no eran de alegría.
-Vamos, apaga las velas. Anda, pide un deseo, Sasuke.
-Ya no se cumplió.
¿Tan ocupado estaría su novio para una simple llamada, un simple “Feliz cumpleaños”? y, aunque la autocompasión no es buena, Sasuke quería saber qué estaba haciendo el rubio en cuestión, o, quiero decir, con quién está.
Pero ten cuidado, Sasuke, lo que deseas se puede volver realidad, y más rápido de lo que piensas…
“¡Feliz cumpleaños, S!”, el titulo del mensaje que fue enviado masivamente; y Sasuke al abrir el mensaje sólo pudo dar la cara. Una foto contaba más que un chisme o rumor, y esta foto no era la excepción: Naruto abrazando a un chico pelirrojo en las escalinatas del MET después de medianoche, de lo único que estamos seguros es que no era Sasuke…
Varias voces cuchichearon incesantemente.
-Dios, lo siento tanto, Sasuke. Espero que él se muera de herpes.
-¿Quién es el pelirrojo?
-No puedo creer que sea infiel, el día del cumpleaños de su novio.
-¿Estás bien?
Tantas cosas revoloteándole en la cabeza alcoholizada, no pudo contenerse más: el show debe continuar. Sasuke por fin se dio la vuelta y encaró a todos.
-No estaba siendo infiel…-una lágrima rodó por la mejilla de Sasuke-Terminamos, ¿está bien? Él iba a volver conmigo sólo para desvirgarme, ¿sí?-miró a Itachi, se enjugó las lágrimas con la mayor dignidad que pudo, suspiró y con la voz aún más quebrada, murmuró-: ¿Estás satisfecho?
Itachi por primera vez vio que su hermano menor estaba realmente dolido. Sasuke bajó la mirada y se dio la vuelta.
Itachi sólo contempló cómo el menor cerraba con fuerza la puerta de un pequeño cubículo del bar. Una furia interna se apoderó de él, pero no por querer herir a Sasuke, no, sino por quien había herido a su hermano menor. ¡La cenicienta ha encontrado a su príncipe antes de las doce!, sólo hace falta hacérselo saber.
Itachi entreabrió la puerta. Sasuke estaba recostado en un sofá forrado de cuero negro, mientras sollozaba, alzó la vista y volvió a recostarse.
-No estoy de humor, Itachi. Debe ser el peor cumpleaños de mi vida, no hace falta que lo empeores…
-Tal vez pueda arreglarlo.
Itachi se sacó una caja de detrás de la espalda.
-Lo dudo. ¿Qué es eso, nuestro video porno?
Itachi sonrió y abrió la caja, dentro había una delgada cadena con un pequeño y brillante corazón pendiendo de ésta…
-Qué lindo… Itachi, pero, no puedo…
-Sí, claro que sí.
Itachi sacó la cadena, se acercó a Sasuke y le pasó los brazos por el cuello, mientras le ponía con delicadeza el regalo de cumpleaños…
Sasuke sollozó cuando el corazón frio y brillante tocó la piel de su clavícula y abrazó a Itachi.
-De verdad lo siento-dijo Itachi contra el oído de Sasuke, acariciándole la espalda, le dio un leve roce con los labios al cuello de Sasuke y el menor lo abrazó más fuerte…
-Gracias.
Bien está la frase “Quien lo rompe, lo paga” y quien “arruina” tu cumpleaños, debe mejorarlo. E Itachi haría algo mejor que eso.
-Sasuke, hazme un favor.
Sasuke rio y se enjugó las lágrimas con el dorso de la mano.
-Sabía que había algo detrás del “lo siento”.
-Cállate, tonto. Préstame tu celular.
Sasuke, extrañado, lo hizo. Itachi tecleó algo rápidamente y se lo devolvió. ¿A quién le envías un mensaje? ¿Pudiera ser que quieras que alguien se entere de lo que vas a hacer con tu hermano?, lo dicho ya, no importa cuán bien te portes, siempre sale a relucir la maldad en algo. Pero eso sólo lo dirá el tiempo.
-Ven.
-¿Qué…? Espera, ¿qué hiciste?
Itachi lo jaló de la mano y se abrieron paso entre la multitud; por una pequeña puerta, subieron todos los escalones; Itachi le puso las manos sobre los ojos, lo guió lentamente, le besó el cuello suavemente y le destapó los ojos a la vez que susurraba contra su oído-: Oficialmente, feliz cumpleaños, hermanito.
Un millón de luces aparecieron entre la oscuridad frente a las pupilas del menor, y el aire frio le provocó un leve escalofrío a Sasuke, que se abrazó de Itachi y sonrió.
-Nunca creí cumplir los años suficientes para ver esto: Itachi Uchiha es romántico, supongo que el cielo se vendrá sobre nosotros.
-Un mal momento para haberte traído a la azotea del bar, ¿no?
-Más bien, un mal momento para que haga frio. Quiero recordar: “Hazme el amor, Itachi”, ¿recuerdas?
-Música para mis oídos, repítelo.
Sasuke se abrazó más fuerte a Itachi, se puso de puntillas, a la vez que se tocaba con la yemas el cuello, palpando el collar, y susurró contra los labios de Itachi las palabras mágicas-: Hazme el amor- una vez más-, hermano…
Y un deseo no se puede negar a un cumpleañero. Apaga las velas, Sasuke, eso quedará mejor en la oscuridad.
Xoxo U know u love me
GG.G
The end for now.