RELACIONES DE UNA NOCHE
Ese era el intento de mercadotecnia de aquel lugar en que los homosexuales iban a trasnochar.
"It's all rigth"
Ese era el nombre. Cosa irónica en todos los sentidos; por que, en aquel lugar, nada estaba realmente bien, y al parecer, si era que el amor existía, era algo muy lejano a aquel lugar. Puesto que no era la primera vez que veía a esas personas salir del bar; y cada noche, era con alguien distinto.
"RELACIONES DE UNA NOCHE"
Le quedaba perfecto a un lugar como aquel que, ciertamente no estaba tan cerca de su "hogar". Se encontraba a una calle de ahí, mirando desde la esquina hacia las luces de colores de aquel lugar…Si, discutiendo consigo mismo, sobre entrar o quedarse ahí parado hasta que llegara la madrugada, como todas las noches desde hacia una semana.
Si…se había admitido a si mismo, que las mujeres no llamaban en lo mas mínimo su desinteresada atención. Se había admitido, o estaba cerca de hacerlo, que era…
No, no, no y no. No podía decir nada hasta que estuviera total y completamente seguro. Era por eso…que se encontraba ahí. Por que una vez que…Podía luchar consigo mismo, pero no podría hacerlo contra la inminente verdad.
Hacia precisamente, una semana y media, que había decidido que era hora de dejar de ser…"virgen".
Y el momento oportuno se presentó.
Sakura llevaba insinuándosele hacia mas de un mes. Era una chica linda; no de proporciones exageradas, cabello rosa, ojos verdes. No estaba nada mal en realidad. Y no era para él un problema el hecho de que fuera su alumna; puesto que era mayor de edad, una mujer independiente. Quizá varios años menor que él, pero ella sabia lo que hacia.
Una chica con un futuro por delante, que tan sólo buscaba una noche de diversión, con algo de "sexo seguro".
Y qué mejor, que con su profesor de matemática financiera…
Treinta años…y si, él aun era virgen; cosa que seguramente, Sakura no.
Pero no era virgen por falta de oportunidades o pretendientes. Era virgen por que consideraba el sexo…un tanto estúpido, y una perdida de tiempo.
Si, quizá fuese la persona más rara del mundo por tener aquellos pensamientos. Pero en realidad ninguna chica, nunca, había llamado su atención. Ninguna de ellas le hacia sentir lo que se supone que uno debe sentir cunado quiere meter a una mujer a su cama…Así que, para él, el sexo no tenía sentido.
Sin embargo, sakura le había pedido una tutoría extraescolar que, obviamente no necesitaba. Pero él no se negó.
Aquel jueves no pudo asistir a su sesión en la biblioteca a la hora acordada. Entonces ella lo citó en el departamento que estaba rentando mientras concluía la licenciatura.
Y fue.
Con su rostro carente de emociones; como si no supiera o no le importara lo que, estaba seguro que sucedería.
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