Ante la expectante mirada de la diosa de las tinieblas, yacía sollozante la hibrida criatura sobre el helado terreno sepulcral… un impulso de furia incontrolable lo obligaba a destrozar… su procedencia animal se desquitaba con rabia contra su entorno, sus garras afiladas se enterraban en la tierra fuertemente y pequeños rastros escarlata corrían inclemente por sus muñecas; Cerró sus ojos con fuerza tratando de consolar el dolor desgarrador que causaba aquella imagen en su mente… aquel doloroso recuerdo que divagaba en sus pensamientos…aquel rostro neutral y perfecto... aquella voz profunda…aquella presencia alarmante… Trataba de alejarse… lo había intentado…mas el destino parecía estar en su contra...
-“entre llanto y desespero…pena y angustia sufrí tu ausencia… ahora llorando mis penas y hundiéndome el odio que tu mismo clavaste en mi, celebro tu regreso..”
Yuu Shiroyama… maldito ser de la noche… tu nombre prohibido maldice a todo aquel que se condena al pronunciarlo… vienes a mi una vez mas…y llevaste contigo al único ser que me acompaño y amó en tu ausencia al marcharte… porque te empeñas en hacerme sufrir?...
“porque…? ”
Aferrado a su torso, acurrucado en su ropaje yacía el pequeño niño dormido profundamente en sus brazos, sentía el latir vivo y constante de su corazón y el calido roce de sus desnudos hombros contra su pecho… La tormenta seguía en pie… y las heladas ventiscas de la noche congelaban el alma del pequeño… titiritando entre sueños empapado por la lluvia…
Que haría con el?... era la gran incógnita… había algo muy dentro suyo que lo no lo dejaría apartarse demasiado… era como si un hechizo hubiera encadenado su conciencia…aquel castaño de tierno rostro le resultaba tan familiar… sentía sed de su sangre… ver aquel cuerpecito siendo drenado poco a poco de su liquido vital seria algo extaciante y sabroso… sin embargo… su conciencia no se lo permitía, esta vez aquella vaga presencia en su interior llamada “corazón” parecía reanimarse una vez mas…
“Quien eres... ? ”
Se abrió paso entre las tinieblas, quedando frente a frente con los barrotes oxidados de aquel portón imponente de cementerio… lo abrió lentamente, escuchando el chirrido de las bisagras y el crujido de las hojas secas bajo sus pies… ingresó al camposanto avanzando entre lapidas y flores secas, los fríos crucifijos de metal colgando por doquier, se movían con el viento despertando las almas de aquellos que reposaban bajo tierra…
Buscaba con la mirada un punto en las lapidas, aquel ángel de la muerte tallado en piedra que protegía la entrada hacia una tumba subterránea… se acerco a ella y levanto con cuidado la pesada piedra que sellaba la difanada cripta…pero, en lugar de un cadáver putrefacto… encontró infragante el túnel que lo llevaría a su tétrico aposento…
“Hogar…dulce…hogar?...”
Puso en sus manos la lámpara de aceite que colgaba a la esquina de la sepultura…bajando las gradas que bajaban en espiral por el húmedo túnel de catacumbas… a unos metros bajo tierra pudo encontrar aquella tétrica habitación, apenas iluminada por la parpadeante flama de una débil vela en el candelabro de hierro que colgaba a las alturas del resinto… justo en el centro de la habitación se levantaba féretro de aspecto rústico, con paneles de hierro y finas cedas con encaje en las sabanas… poso al niño aun adormecido en ella…
-despierta…- susurró en su oído dulcemente
El pequeño Shima abrió sus ojos lentamente… frotándolos somnoliento acostumbrándolos a la decadente luz de aquella morada; aun estaba un poco aturdido, su pequeña mente no era capaz de asimilar tanto en una sola noche…mas, ya lo le temía… al contrario su aspecto vampírico y felino causaba en el un efecto sedante… como si su mirada carmín fuese la mas hermosa tonada y su rostro el cántico divino…
-tu ropa…estas mojado…cámbiate – dijo el mayor acercando a sus manos algunas prendas secas…- déjame ayudarte pequeño…
Posó sus manos en el termino de su pequeña camisa, sucia y remendada, el castaño reaccionó ante el contacto de su piel con las frías articulación del pelinegro… alzó sus bracitos para facilitarle el despoje de sus húmedos ropajes… el pelinegro miraba sin perder detalle de aquel joven cuerpecito…tierno y delicado. Puso en su lugar las nuevas prendas y lo arropo a la cama, cubriéndolo con las finas telas de pana, seda y terciopelo.
Lo dejo allí y retrocedió hacia la entrada del túnel… se detuvo y miró de nuevo aquel panorama infantil que entre pequeños bostezos lo veía esperando alguna reacción por parte del mayor….
-señor…me abandonará en este sombrío lugar?... me dejara aquí?...a mi merced?- entonaba el pequeño kouyou refinado..temiendo al verlo alejarse- acaso no teme que escape?...
Yuu ase acerco a el…sentándose a su lado en la orilla de la cama, una vez mas acaricio su cara obligándolo a observarlo fijamente… y como si hablara con la mirada, Shima comprendió que pasaría solo aquella velada…. El pelinegro se acerco y como señal de un adiós rozo sus labios con los del pequeño suavemente…
-te abandono…mas tu eres incapaz de abandonarme…duerme pequeño, y cuando el sol acaricie tu rostro estaré a tu lado…
El Vampiro desapareció entre las tiniebla del túnel dejando en la soledad de aquella habitación al niño quien obediente se acurrucó entre las sabanas y durmió placidamente... Un quedaba un asunto pendiente en aquella iglesia milenaria, podía sentir la presencia del hombre lobo esperando en el campanario a lo alto de la catedral…
Allí estaba… arrescostado a la pared observando aquella extraña gigante que lo obligaba a convertirse en bestia cada vez que llegaba a su punto más alto… lo miro desde lo lejos… y por la espalda lo tomo fuertemente abrazando su torso, besando su cuello…besando el lóbulo de su oreja con lujuria....
-5 años de no verte… y siempre vuelves a mis brazos…uke…