Me ignoro. Que fácil era para él. Que simple. Idiota. Me aleje de él, molesto para ver su reacción, no le importo. Tras de mi salió Nnoitora con gesto aburrido, los efectos de los embrujos de Szayel estaban disipándose, se cayó camino a la casa, lo deje tirado ¿quién querría levantar basura?
Aun no terminaban las clases pero sin el naranjita para entretenerme no valía la pena quedarse. Se marcho a la enfermería, saltándose clases con el cuatrojos. Por eso me largué. Se cuando no requieren de mi.
Antes no me importaba la reacción de los demás cuando hacia algo que no era de su agrado. Al diablo con todo eso ¿Por qué debería ser amable con los demás? Nunca lo fui y no lo seré, así he sido siempre desde que me adoptaron y forme parte de un grupo elitista conocida como Los Espadas. Soy en demasía caprichoso y cuando algo quiero lo tengo eso me fomento Aizen la persona que se encargo de criarme y adoptarme, nunca me reprimía nada por muy malo que haya hecho.
Esto debe explicar el por qué quiero poseer a ese chico, me destruye verlo…tan indefenso, provocativo…altera mi mente, mi cuerpo, me pongo celoso con facilidad cuando le veo con otra persona. Causa en mi un revoltijo de sensaciones, emociones que no logro controlar. Como no tenía idea de saber controlarme cuando esta cerca de él, me preste a ser indiferente. Jugar con su mente haciéndole pasar vergüenzas. No puedo.
Kurosaki Ichigo. Todo lo que se es su nombre y me conformo escuchándolo de otros labios que no son míos, que cobarde. Creo que a este sentimiento se le llama amor, aun cuando tengo familia-si se le puede llamar de esa forma-no me comporto como si fuera feliz. No lo soy. Cada uno de nosotros somos diferentes, nos creemos superiores a todos, somos frívolos, egoístas y demás.
¿Una persona te puede cambiar? Ridículo, innecesario, inimaginable, absurdo. Ya no estoy tan seguro. Cuando me integre me otorgaron el número seis. Y no porque fuera el sexto en integrarme, no era eso. Era el que tenia potencial para servir a Aizen ¿no podía conseguirse unos guaruras? dinero no le falta.
Supe de que el cuarto-prefiero no mencionar su nombre-tuvo un amorío con un tipin que era de clase media, la diferencia entre clases está muy bien marcada entre nosotros, de inmediato lo que pensé fue:-Ha de ser un crio muy estúpido que necesitara dinero rápido, audaz de su parte para seducir a un zombie aparente sin sentimientos. Por supuesto que sabía que era para entretenerse. Hubo jaleo cuando cortaron pero no paso de una mala broma a algo trascendental. Al menos no para mí. No le veía el chiste a estar prendado con una persona ¿parecer lapa?
-Por fin en un lugar tranquilo-pase a mi cuarto, todavía desordenado y me tumbe-me hubiera dado una vuelta por el parque- estoy incómodo. Planeaba dormir, no obstante el alma del chico visual surgió de la nada.
-Vete-no era una sugerencia
-¿Dónde dejaste a Ichigo ayer al anochecer? ¿Qué le hiciste? Bajo muy temprano desde tú cuarto, apresurado, mantuve una pequeña plática antes de que partiera.
-No interesa, demasiado trivial
-Dímelo-estaba tratando de manipularme con esa cara de “habrá grandes consecuencias si no lo haces”
-Estuvimos follando-ganas de burlarme no me faltaban, ver su rostro alterado, inmóvil y a punto de llorar era un excelente espectáculo.
-¡Falso! Ichigo no es…
-Da lo mismo, ¿Qué hay para cenar?, no te angusties puedes encontrar mejor dicho, obligar a cualquiera a tener relaciones contigo por ejemplo…
-Con él ha sido con que he tenido, es único.
-¿Eh?- entonces…todo concuerda-explícate-ya sabía el resultado pero debía de confirmarlo
-Solíamos salir juntos, antes de despedirnos mmm este –inmaduro, se apena por tratar de decir sexo…-hicimos eso…de verdad me sigue gustando pero no tuve elección Aizen-sama me ordeno cortar en contra de mi voluntad…
-Ahora arrepentido, quieres volver pero después de un distanciamiento tan largo, ya no te perdona y no quiere comprender la situación, es por eso que trataste de mejorar su intimidad cuando lo echaron de casa, invitándolo a dormir, aprovechando que los empataron para la tarea y luego regresarían ¿tengo razón?
-S-si…
-Me sorprende que te dejes llevar por la afectividad que no seas tú y tú.
-Jamás comprenderías, sexta lo arrepentido que estoy, asimismo no tenias fundamento para volverlo tuyo.
-Umm enseguida de la demostración de la noche pasada, ya tengo evidencias para confirmar que lo tendré a mi merced todo lo que quiera.
-No lo puedes obligar, no tienes concepto sobre nosotros ¿te has encaprichado con otro ser humano?
-Lárgate y de paso llévate al güerillo recostado en el pasillo, me causa nauseas-creído, claro que siento afecto por…precisamente Ichigo…si le suelto de nuevo el asunto…me alejara o buscara cualquier medio para no acercármele.
-Rétame, no lo daré tan sencillamente no mereces contar con nadie a tu lado.
-Si ese “nadie” fuera Kurosaki Ichigo, serías incapaz de tocarme.
-Nada pierdo con intentar, pero tu si perderías absolutamente todo.
Lo que pretendía era quitarle confianza contrariamente de lo que logre, lo odio el más consentido de todos, el preferido y especial de papaíto.
Dije su nombre, sin percatarme ¿acaso mis hormonas comienzan a reaccionar?
Me gusta, eso no puede ocultarse, deduzco que cree soy pervertido por forzarle a algo que le traía sin cuidado, o un maniático que se escapo del manicomio. Ansío hablar con…Ichigo Kurosaki. Verlo, estar cerca de él.
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