La fiesta en casa de Madoka
La mañana se nota muy tranquila, obviamente los domingos son los días de descanso. La violinista toma su té pensando que podría estar haciendo Shido. Se sentía media sola pero intentó de no importarle mucho, ya que esta noche tiene planes. Le prometió a Ginji hacer una fiesta, como recompensa de llevar 1 año de amistad con los Get Backers, pero necesitaría la ayuda de unos buenos maestros de la decoración: Natsumi, Rena, Kazuki y Sakura.
Al terminar el desayuno, se levanta y camina hacia el teléfono con la ayuda de Mozart. Aún no les dijo a que hora deben venir a la gran mansión. Sinceramente, ya ansia poder estar con sus amigos. Hace semanas que no los escucha debido a que se mantuvo ocupada practicando por un recital que tiene en Kyoto, y con la nueva noticia de que Ginji tiene novia, más aún quiere juntarse.
A las 12 del mediodía llega Kazuki junto con Sakura. Siempre puntual, como si un reloj maneja la mente del hilandero. Con un saludo breve y habladuría, los minutos pasan rápido, hasta que llegan Natsumi y Rena a la mansión con una enorme sonrisa de oreja a oreja.
- Gracias por haber venido, estaba preocupada de que no vinieran – sonríe calidamente
- Ah, ¿Cómo desperdiciar una gran oportunidad como esta? – dijo Natsumi
- ¡Claro! Vamos a ayudarte al máximo – Rena le guiña el ojo
- ¿Y que tienes planeado para decorar el lugar? – pregunta Kazuki
- Pues, quiero decorar solamente el salón grande, el patio trasero y las escaleras
- Vaya, es mucho – dijo Rena con una ceja arriba y con una mano en la cintura
- Si, lo sé – baja un poco la cabeza
- No te preocupes, te ayudaremos – Sakura le regala una sonrisa
- ¿En serio? Muchas gracias, Señorita Sakura – contenta la abraza
- Hehehe por cierto ¿tienes la lista de lo que vamos a comprar? – pregunta Sakura
- Si, la tengo aquí – saca de su bolsillo escondido en el vestido un papel – Podemos ir en mi auto, así se nos hará más fácil llevar las cosas
- Entonces vamos – dijo con tranquilidad el pelilargo
- ¡Si! – Rena y Natsumi se emocionan con ir de compras, asíque son las primeras en salir corriendo del lugar
Después de pasar en varias tiendas del lugar, satisfechos con las compras vuelven a la casa. Kazuki, caballerosamente, lleva la mayoría de las bolsas. Madoka le indica a cada uno que tienen que hacer. Kazuki junto con Rena se encargan del patio, Sakura y Madoka en la sala, y Natsumi decora las escaleras.
Pasando las 6, toda la mansión se ve esplendida con todas las guirnaldas, globos y bocadillos. A las 7 y 30 pm, los invitados llegan uno por uno. La única pareja que vino era Ginji y Yukiko. Ban aún no venia.
- Hola, Madoka – el rubio saluda a la ciega con esa sonrisa alegre
- Hola, Señor Ginji. Gracias por venir – sonríe
- Hahaha es que no quería perdérmelo – mira a su novia – Nee, te presento a Yukiko, mi novia
- Mucho gusto, Señorita Yukiko, escuche mucho de usted – le da la mano a la chica de pelo rubio y mechas rosas
- El gusto es mío – da una pequeña risita, en eso admira el lugar – Tienes una casa enorme… - mira por todas partes como si estuviera en un mundo diferente
- Gracias, lo herede de mis padres
- Me entere de que tocas muy bien el violín, me encantaría escucharte
- Hehehe dentro de unos días me tengo que presentar en un recital, si quieres puedes ir
- ¿En serio? Gracias – ambas chicas sonríe con calidez, Ginji mira a la rubia
- Señor Ginji ¿Y Ban? – pregunta la ciega
- Ah, dijo que no venia porque se siente mal del estómago
- Oh, que lastima, déle mis saludos
- Esta bien, yo se lo digo – sonríe entre diente pero a lo lejos ve una mesa llena de comida – Ah ¡Hay bocadillos! – sale corriendo hacia la mesa donde están Shido y Emishi hablando
- Es como un niño – ambas chicas ríen un poco
- Eso es lo que me divierte y agrada de él, es una persona tan buena
- Si, pero…
- ¿Pero? – mira a la chica, guiada por la voz de Yukiko
- No pensé que fuera tan niño, es un chico de 16 años – baja un poco la cabeza – Pensé que era más maduro, pero no importa, Ginji es una persona agradable hehehe
- … - Madoka se calló, y mira hacia delante
En el patio, Natsumi habla con Kazuki acerca del tema de la novia de Ginji. Al pelilargo no le convence la idea de que Gin este enamorado de ella. Conoce perfectamente como es desde las puntas de los pies hasta la cabeza. Natsumi le dice que es una pareja adorable, además que ambos son rubios y tienen casi los mismo gustos.
Era un tema muy hablado sobre la pareja dorada. Como si fuera la novedad del año, si se habla sobre ellos dos, no podía faltar hablar sobre el hombre del jagan. El que más sabia del tema era Kazuki, el que Ban le doliera el estómago era una excusa barata para estar lejos de Ginji y Yukiko por unas horas.
En el Honky Tonk, Ban mira con tranquilidad la cama de su compañero. No sentía ganas de ir a una fiesta, su corazón aún sentía ese dolor. Agarra una almohada y hunde su cara en ella. Recuerda lo que le sucedió hace dos días atrás. Aquel accidente en el auto.
- Maldición, aún puedo sentir sus labios en mí – se acuesta aún con la almohada en la cara – Y sus… gemidos… - aprieta sus manos con temblor – Ginji… Ginji… - una de sus manos baja hacia su pantalón y se toquetea un poco – Mmh… - con un poco de desesperación se desabrocha el pantalón, su mano se esconde debajo del boxer y el calzoncillo – Ahh… - gime un poco, el movimiento se hace más rápido mientras se imagina como su amante secreto esta en varias poses para darle con todo – Más… vamos… - abre los ojos y le sale una que otra lagrima, con su mano izquierda se tapa los ojos – Soy patetico – con su otra mano que esta ocupada suelta el miembro – ¿Y si…? - una idea le vino a la cabeza y se sienta – Espero que… lo tome bien…
Ya eran las 11 de la noche. Ginji llega justo a tiempo al Honky Tonk antes de que cierre. Paul le indica que Ban está durmiendo arriba. El rubio le agradece y apaga las luces del local, sube las escaleras y abre la puerta cuidadosamente, pero para la sorpresa del rubio, Ban no esta en la cama. Escucha como el agua corre en el baño recién inaugurado, se acerca y llama a su amigo.
- ¿Ban, te estas bañando? – dice Ginji apoyandose contra la pared
- Si, saldre dentro de unos minutos – dice con un tono agradable mientras mira el suelo mojado con la cabeza agachada
- Ah… esta bien… - camina hacia su cama y se saca la ropa de a poco – Che, Madoka, Kazuki, Natsumi, Rena y Himiko te mandaron saludos, dijeron que te mejores de tu dolor de estómago
- Gracias…
- Mmh, de nada… - mira triste la puerta del baño apenas abierta, sabia que el ambiente entre ellos dos cambio por lo que sucedido, aún el joven no podía aceptar que el castaño lo toque - … [p e n s a n d o: ¿Por qué no me quiere decir la verdad? ¿Qué oculta?] – de repente, se da cuenta que se sacó toda la ropa excepto los boxer que lleva puesto, siente como el frío recorre su espalda y brazos, la noche se puso congelada porque pronto iba a venir Diciembre junto con la nieve – Por lo menos… la remera – agarra la única prenda que cubre el tronco de su cuerpo y se la coloca, agarra las sabanas y la almohada para acomodarla pero cae una carta en el piso - ¿Eh?
Al salir del baño, llevando puesto solamente un boxer con un dibujo de un osito llamado Rama en el borde de la prenda. Fresco y con una sonrisa grande mira al rubio. Se ve que esta muy acurrucado y respirando agitosamente. Eso sorprende un poco al castaño pero sabía que tenía algo que ver con la carta que escribió para él. Saca un largo suspiro y se encamina hacia su cama recién instalada hace unos días atrás. El cuarto se veía mejor que antes, ya que Paul terminó de pintarla y al fin pudo instalar un par de camas junto con muebles.
- Ahh, nada mejor que un baño para sacar lo sucio ¿eh, Gin? – lo mira sonriendo entre dientes pero no contestó – Mmh, debe de estar durmiendo
- … - tapado hasta la cabeza, no se podía ver su cara, sus ojos los tiene rojos, la carta se arruga entre esas manos entrelazadas, todo su cuerpo tiembla – Ban… - dice en voz baja
- ¿Mhh? – mira hacia atrás pero detenidamente ve un poco de movimiento en las sabanas, siente una necesidad de querer hablar con él pero no le pareció una buena idea, quería que su amigo reflexionara sobre aquel papel y después hablaran tranquilamente sobre el tema – Ahh, tengo mucho sueño – se acuesta y se tapa con las sabanas, mirando a la cama de Ginji
CONTINUARA…-