Capítulo 2: La belleza de la luna
Estaba anocheciendo en el reino. Las brillantes estrellas irradiaban el inmenso cielo oscuro al mismo tiempo en que la luna mostraba sus rayos bajo todo Shin Makoku.
El joven rey estaba ya agotado por el entrenamiento con aquel castaño de rostro fino, por lo que se dejó caer en el bello césped dando un fuerte suspiro.
- Aah~ … Conrad, estoy exhausto…
- Bueno, el entrenamiento ha finalizado, Heika…
- Es Yuuri… - dice un poco enfadado pues no le gustaba tanta formalidad por parte del mayor.
- Sí, Yuuri… - repitió sonriendo – También he terminado sus estudios por el día de hoy… deberías ir a descansar un poco.
- Sí, supongo que lo haré – exclama levantándose lentamente para estirarse y sonreír – ¿Tienes tiempo libre, Conrad?
- Lo lamento, Hei… Yuuri, pero debo reunir a mis soldados para un asunto… - se acercó a él y le revolvió el cabello – podremos salir para la próxima.
Yuuri hizo una expresión de resignación y suspiró.
- Está bien, creo que iré a dormir… Hasta mañana, Conrad! – expresó para después echarse a correr en dirección opuesta al castaño
- Descansa… Yuuri… - susurró al mirar cómo se alejaba cada vez más del lugar.
Mientras el Maou caminaba por los pasillos se cuestionaba dónde se había metido Saralegi, hacía unas cuantas horas que lo había visto en el palacio y después de ese instante no lo había encontrado a pesar de buscarlo por un tiempo recibiendo un fuerte regaño de parte de Gwendal al llegar tarde a sus otras actividades. Ese no era su día.
Comenzó a recordar aquella situación por la pasaron tanto él como su prometido…
~ Flash back ~
Sonrió levemente y le abrazó un poco más fuerte diciendo:
- No me alejaré de ti, Wolfram… jamás lo haré… - no eran simples palabras en verdad era una promesa que quería cumplir a como diese lugar.
- Yuuri…
Wolfram sintió como su corazón empezaba a latir de forma tan rápida que temía que Yuuri se diera cuenta de ello.
En cambio en el interior de yuuri iba formándose un cálido sentir que le negaba soltar a ese chico malhumorado y egoísta. Se sentía tan bien tener a Wolfram en sus brazos.
- ¿Te sientes mejor, Wolf? – el nombrado sólo afirmó con un ademán de su cabeza y se separó levemente para mirar esos ojos negros poniendo a Yuuri un poco nervioso.
El moreno miraba esos labios tan finos y a tan poca distancia que era demasiada tentación hasta que Wolfram se separó.
~ Fin Flash back ~
Al momento en que se presentaron tales imágenes en la mente de Yuuri no puedo evitar que un sonrojo cubriera sus mejillas.
- ¿Qué rayos me está pasando? Nunca había sentido algo parecido hacia Wolfram… o eso creo – dijo un tanto inseguro mientras caminaba hasta su alcoba. Realmente estaba confundido, por más que rebuscaba no encontraba respuestas a todas sus interrogativas – ¡Esto no está bien! ¡¿Por qué diablos quería besar a Wolfram?! No tiene sentido si…
Se detuvo en seco mostrando en sus orbes la sorpresa que le causaba la persona que tenía frente a él, mirándolo de la misma forma y con un marcado sonrojo en sus mejillas. A tan sólo unos cuantos metros se encontraba aquel chico rubio que había salido a buscar a su prometido pues ya era tarde.
Ambos quedaron atónitos, Yuuri por la presencia de su prometido y Wolfram por aquellas palabras que creía había imaginado.
No era posible que Yuuri quisiera besarlo… ¿Acaso se trataba de un sueño?
El silencio no desaparecía del lugar pues ninguno de los dos sabía qué decir exactamente.
Yuuri intentaba hacer trabajar a su cerebro para articular alguna palabra y cuando por fin iba a hacerlo una dulce niñita llegó para abrazarlo por detrás.
- ¡Yuuri! … ¡Mira lo que el tío Gwendal me regaló! – dijo alegremente la infanta mostrándole un canguro de peluche graciosamente cosido.
- Ah… ¡Greta! – exclamó saliendo de sus pensamientos para prestar atención a su hija – ¡Qué bien! Otro más…
- ¡Sí! Esta noche dormiré con él… ¡Mira Wolfram! – dijo corriendo hacia su otro padre para presentarle el peluche con una enorme sonrisa.
Wolfram tardó un momento en procesar sus palabras para sonreírle levemente mientras la tomaba en brazos.
- ¡Qué lindo es!... – dijo un poco indeciso en las palabras a utilizar. Greta pudo notar su actitud tan extraña y no sólo era Wolfram sino también Yuuri.
- ¿Qué pasó? – preguntó curiosa la pequeña mientras los miraba un tanto inocente. Hubo silencio unos cuantos segundos.
- N-nada Greta… - rió el moreno de forma nerviosa - Bueno será mejor ir a dormir ya es tarde.
Greta no estaba muy convencida de esa respuesta pero al fin y al cabo era todavía una niña y decidió dejarlo de lado para comenzarles a narrar todo lo que había hecho en el día.
Ambos padres decidieron comportarse frente a la pequeña pues no iban a preocuparla por algo como eso.
Mientras convivían con ella Wolfram estaba haciéndose a la idea de lo que seguramente había sido un error. Sentía como su corazón dolía al recordar todas aquellas ocasiones en las que Yuuri lo ignoraba, lo rechazaba o por lo menos así parecía. Era imposible que sintiera algo hacia su persona. No iba a hacerse falsas ilusiones por lo que decidió no volver a tratar el tema.
En cambio Yuuri estaba tan avergonzado que ni siquiera quería toparse con las bellas esmeraldas del chico.
- “¿Por qué había sucedido algo así? Ahora se confundirá y creerá que siento algo por él… ¿Acaso es así?... No-no-no-no… ¿En qué estoy pensando si es por eso que me metí en este problema…”
Mientras Greta se alistaba para ya dormir, Yuuri se giró lentamente hasta Wolfram quien parecía deprimido. Eso fue por demás extraño, en lugar de que estuviera feliz por sus palabras había reaccionado al contrario.
En poco tiempo la niña terminó y los tres se acostaron. Pasaron unos momentos cuando Yuuri no podía acomodarse en la cama. No dejaba de pensar en aquella situación tan escandalosa. Se levantó con el ceño fruncido hasta que no vio a Wolfram en la cama. Sintió un gran temor pero al girar su rostro en dirección contraria pudo observarlo sentado en la ventana. Apresiaba la belleza de la luna y, en cierta parte, la luna admiraba la belleza del Mazoku.
El joven rey ya no aguantaba más. Se levantó decidido aunque con sus mejillas coloradas hasta quedar a su lado, eligió que debía comenzar la conversación si quería enterarse de lo que le ocurría a Wolfram. No se le ocurría mucho hasta que…
- Qué linda luna ¿no crees? – dijo sentándose a su lado mientras el rubio se sorprendía por esa voz tan familiar que se había hecho presente en la habitación.
- Y-Yuuri… ¿Qué haces despierto?
- Lo mismo que tú… No puedo dormir – afirmó con una ligera sonrisa sintiendo como poco a poco se controlaba era más fácil hablar. Ese comportamiento tan extraño en Wolfram lo preocupaba demasiado, extrañaba que lo regañase cada minuto. – Wolfram… ¿Qué sucede?
El nombrado le miró algo sorprendido. Yuuri se había percatado de que algo no estaba bien. No quería preocuparlo…
- Escucha Yuuri, no tienes por qué preocuparte ¿De acuerdo? Sólo…
- Wolfram… - le miró de forma seria. El rubio pudo leerla de inmediato. Suspiró resignado y comenzó a hablar.
- Bueno, cuando entraste a la reunión…
~ Flash back ~
Wolfram se acercaba de forma molesta a aquel chico odioso que a su perspectiva no estaba ahí para otra cosa que no fuera coquetear con su prometido y hacerlo enojar. Ese siempre había sido su objetivo.
Saralegi le miraba con una sonrisa burlona mientras se cruzaba de brazos.
- ¿Dónde está Yuuri? ¿Huyó de ti otra vez? – preguntó retadoramente sin ninguna inmutación en su fino rostro. Ese comentario le dolió un poco pero no lo demostró, nunca le daría ese privilegio a una persona tan despreciable.
- ¡Cierra la boca! Esa debería ser mi pregunta – dijo sonriendo recordando cuando se encontraron hacía un tiempo – ¿Qué es lo que haces aquí? ¿Sabes? Yuuri está demasiado ocupado para ti.
Al parecer el príncipe había dado en el blanco pues Sara mostró un rostro más serio
- Jum… Ya habrá tiempo para hablar con él, después de todo siempre me ha preferido antes que a ti… Ahora debo irme… - dijo comenzando a caminar en dirección contraria.
Wolfram sintió tal ira que empuñó su espada y cuando estuvo a punto de darle con ella, Saralegi giró su rostro meintras un color violeta iluminaba sus ojos y una sonrisa se formaba en su rostro provocando que Wolfram permaneciera inmóvil como una estatua humana.
Saralegi se acercó a él un poco más para hablar con una sonrisa más burlona.
- ¿No lo comprendes verdad? Yuuri va a ser mío quieras o no…
- ¡Eso nunca lo permitiré! ¡¡Yuuri es mi prometido!! – se defendió intentando luchar contra la habilidad que tenía el rey quien rió al escuchar tales palabras.
- ¿Tu prometido? En verdad que eres un tonto… ¿No te has dado cuenta que no le importas? No eres nada para Yuuri ¿O alguna vez te lo ha dicho? ¿Te lo ha demostrado?... - Wolfram iba a responderle pero decidió callar mientras intentaba recordar alguna de esas ocasiones pero nada venía a su mente. Provocando satisfacción en su oponente – Es más su mismo compromiso no fue un accidente ¿No es así? ¿Y tienes el descaro de decir que son prometidos? Me das lástima… Sólo eres un niño mimado que no tiene a nadie, estás solo Wolfram…
El rubio se sentía destrozado, no dejaba de pensar en alguna vez que haya vivido un momento romántico con Yuuri. La única vez que podía recordar era aquella en la que se habían besado en la máquina para medir su amor, sin embargo, esa vez lo había obligado como muchas otras veces.
Saralegi quitó su hechizo al ver que su objetivo había sido alcanzado y comenzó a caminar sin borrar esa odiosa sonrisa.
- No te preocupes, Yuuri no sufrirá más porque en poco tiempo me elegirá y se alejará de ti para siempre… - dicho esto último salió del lugar. Sabía que estaría demasiado dolido para seguirle y averiguar lo que tramaba.
~ Fin Flash Back ~
Yuuri no podía creer tal historia ¿En verdad Saralegi podía ser tan malvado y decir ese tipo de cosas? No sabía si sentirse molesto, decepcionado, triste o … si, injusto. El corazón de Wolfram estaba destrozado por su culpa.
Wolfram permanecía en silencio conservando un semblante serio intentando mostrar una fortaleza e indiferencia ante el recuerdo.
El corazón de Yuuri latía con fuerza. No iba a dejar que eso siguiera así por lo que una de sus manos se elevó para rosar una de las mejillas del noble quien al sentir el contacto se sonrojó de inmediato mirándolo con sorpresa.
- Wolfram, ya te lo dije antes… no voy a irme de tu lado… No entiendo qué demonios planea Sara, pero no dejaré que te haga ningún daño.. Puedes confiar en mí.
Sentía una fuerte necedidad de decirle… “Te quiero” pero esas palabras tan complicadas no salían de sus labios.
A Wolfram en verdad le conmovieron las palabras del chico y pudo sonreír levemente.
- Lo sé… No dejaremos que suceda ¿Verdad, Yuu…
El moreno no le dio tiempo de contestar pues no había podido contenerse y sus labios se habían colocado sobre los contrarios en un cálido y suave beso.
FIN CAP 2