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KANDI HOLIC por AkiraMtsumto

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Notas del capitulo:

La verdad no estaba segura de subirlo.

Ne, ne pero como yo siempre digo ''el que no arriesga no gana'' lo sé por experiencia, y hasta ahora ah salido bien...

Bueno...

 

¡Enjoy!

Episode One; ‘’Un beso travieso’’


 





 


 


 


 


 


 


Mucho antes que el sol saliera, él rubio ya tenía sus cosas listas… Al cabo que sonó el despertador fue a detenerlo de inmediato.


 


—      Adiós… Akiya-senpai cuídese… — dijo al aire.


 


Tomó sus maletas y al salir se encontró con una enorme sorpresa.


 


—      Y-Yuu… ¿Qué haces aquí? —


—      ¡Hola! A mi también me alegra verte — dijo irónico.


—      A no baka… No es qué me disguste verte… Sólo, ¿Qué haces aquí? —


—      ¡Trátame con respeto! Soy mayor y… —


—      Sí. Sí lo que digas… — dijo cansado.


—      No ahí caso contigo. Já, yo me voy contigo —


—      ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? —


—      Cállate y vámonos —


 


Y así el pelinegro se llevo arrastrando al rubio por toda la escuela hasta la salida dónde los esperaban una hermosa mujer de cabellos dorados y enternecedora sonrisa. Subieron a la camioneta de color rojo y emprendieron su camino.


 


—      Tía ¿Falta mucho? — decía exhausto Yuu.


—      No, no querido… en un momento llegaremos —


—      ¡Mamá! ¿Por qué Yuu también se fue? —


—      ¡Oye! Enano, no me quieras demasiado… —


—      ¡Mamá! —


—      Jeje, Cariño Yuu no sé podía quedar allí por qué ya sabes que su mamá esta en Estados Unidos y no puedo ocuparme de ambos tú aquí y el allá… Además ¡Adorare tenerlos en casa a ambos! —


—      Mamá… — repitió algo cohibido.


 


Luego de dos horas de silencio y una llegada a su hogar… Ambos jóvenes tomaron un baño y se dirigieron al centro comercial, claro no antes de ordenar sus cosas, en este caso, cómo no especificaron como debían ordenarlo él pelinegro lo metió todo bajo su cama.


 


—      Vaya… me sorprendió qué lo ordenaras todo tan rápido… —


—      Jeje, sí… ordenar. —


—      Lo metiste todo bajo la cama ¿Cierto? —


—      E-Etto… jeje —


—      Olvídalo, eres un caso —


—      Ah. Vamos, diviértete estar allá encerrados no era divertido —


—      Já. Encerrados o no, estar allá de por si no era divertido — dijo de mala gana.


—      Al menos aún eres puro enano… ¡Gracias a mi! Soy Dios — dijo haciendo una pose de ‘’súper héroe’’.


—      Ya cállate — se limito a responder.


—      Tú no me respetas — le habló desganado — Oh… ¿Y qué vamos a hacer. Ah? —


 


La mirada en el rubio se hizo profunda y hasta asustaba, algo no saldría bien de eso pensó el pelinegro, y en un dos por tres ambos se encontraban frente a un local… ‘’Salón de Belleza Miseinen’’… Al entrar el pelinegro quería salir corriendo…es decir un montón de ancianas y una que otra chica linda — Según él — ¿Qué pensarían de él si lo viesen arreglándose allí? Sería clasificado cómo Marica instantáneamente…


 


—      Alto ahí Shiroyama… tú no te vas a ningún lado — habló serio el rubio al notar que su primo intentaba escabullirse.


—      ¡Ahh! No me jodas, mira que pensaran estas señoras. No quiero ser clasificado cómo Marica —


—      Yuu… eres una Marica —


—      Él echo que me allá acostado con uno que otro iluso, no me hace marica… — le susurro.


—      Claro que sí. Ahora cállate y ven — le jaló hasta dónde se encontraba la recepcionista.


 


 Allí el rubio ordenó específicamente lo que querían él y su primo, claro que sí no… quizá se abría echo un loco Afro Judío o hasta un arco iris en la cabeza es decir ¿Quién en su sano juicio andaría así por la calle? — Miyavi — fue lo que pensó el rubio. En todo el proceso de pintar, lavar, cortar, secar y plancharse sus cabellos, Yuu estuvo ocupado cubriéndose el rostro a pesar que no eran conocidos por nadie ¿Sí alguien de su nueva escuela los veían? cuando llegaran dirían algo como… ‘’Oh. Miren los maricas’’ o algo peor — No gracias — dijo para sí mismo. Mientras su pequeño primo pensaba entusiasmado como quedaría…


 


—      Listo — dijeron al mismo tiempo las chicas que les atendían.


—      ¡Gracias! Mira, mírame Yuu soy hermoso — dijo el rubio con ahora pequeños mechones naranja.


—      Cállate y salgamos de aquí… — le dijo tomándole del brazo y huyendo de aquel lugar.


—      ¡Ya! ¿Estas feliz? Mh. Casi me despeinas con la corrida… estúpido —


—      Oh por dios… — dijo el ahora castaño mientras se miraba frente a una vitrina.


—      ¿Qué? ¿Qué te pasa? —


—      ¡No puede ser! Sí antes era hermoso ahora soy un Dios, te digo Taka un Dios… mi súper sexy ser fue complementado, aunque… extrañare el negro — decía posando aun frente a la vitrina.


—      Oye ‘’Dios’’ qué las luces del cabello no se te suban más a la cabeza — allí Takanori observo como las chicas dentro de la tienda se reían de su primo — Y ya vámonos, la gente te mira y cómo yo estoy cuidándote bebé grande sin mamila, conmigo también lo hacen — se lo llevo de la oreja.


—      Ahh… duele, duele… —


 


Luego de eso, Yuu tuvo que sacar cargando a Taka por qué casi mata a una vendedora altanera, la mitad del dinero del castaño se fue en los video juegos, el rubio compro muchas cosas entre, cinco pares de lentes de sol, un par de CD’s, y algo más de ropa que verdaderamente no le falta. Al regresar a su hogar, Yuu termino subiendo todas las bolsas de su primo y casi se cae escaleras abajo por llevarlas todas de una vez. La mañana llego rápidamente y mientras la madre y tía de los jóvenes preparaba el desayuno, ambos corrían de un lado a otro vistiéndose.


 


—      ¡Yuu, Takanori! Bajen se les hará tarde… — gritó.


—      Vaya, estos muchachos de hoy en día tardan demasiado… van a la escuela no a un desfile de moda o algo así — decía un anciano sentado a la mesa tomando su té.


—      Jeje, así son todos ahora papá — le contestó sonriente la mujer de los cabellos dorados.


—      Ya estamos listos madre — dijo Takanori mientras se sentaba a la mesa seguido de Yuu.


—      Aquí tienen — les sirvió su desayuno — Coman o desaparecerán, están muy flacos —


—      Mh. — refuto el anciano, mientras miraba cohibido a los dos jóvenes — Parecen un par de chicas —


—      ¡¿Qué?! — dijeron los dos.


—      Qué parecen un par de chicas… maquillaje, tintura de cabello ¡Cabello largo! Los hombres hechos y derechos llevan el cabello corto y no se maquillan… Mis nietos son un par de maricas — bajo la cabeza negando.


—      ¡Abuelo! No somos maricas… — refutó el rubio — sólo… soy hermoso —


—      ¡Yo soy hermoso! Mírame nada más hasta podría ser modelo… — decía haciendo extrañas poses.


—      Qué lindo, soy muy, muy lindo — cantaba el rubio con un brillo en sus ojos mirándose al espejo.


 


Su abuelo los veía y una enorme gota bajaba por su sien… mientras que la madre del rubio los miraba divertida, sobre todo por que ya se les hacía tarde. Espero un poco y les dijo que si no se apresuraban llegarían tarde, y así salieron disparados como rayos, más, inevitablemente llegaron tarde sobre todo por qué no sabían a dónde iban… Se separaron cada uno a su salón después de todo Yuu le llevaba un año a su primo, este abrió la puerta de golpe y entró agitado a su salón.


 


—      P-Perdone… la demora-a — decía recargado en sus rodillas y recuperando el aliento.


—      Tú debes ser… — leyó la lista — ¿Matsumoto? —


—      … — asintió.


—      Bien, no te preocupes la clase aún no comienza… etto — miro hacía el frente — puedes sentarte al lado de… Sakamoto —


 


La mujer le señalo el lugar y él siguió… Se sentó y se presento ante su compañero el cual le devolvió amable el gesto, más, al voltear la mirada a su derecha no pudo evitar sentir como sus mejillas ardían, había una hermosa rubia con un mechón negro en la parte de atrás de su largo cabello y no logró evitar perderse en su profundos ojos oscuros. Ella se percató de esto y le sonrío, esa bella sonrisa le dejo claro que debía conocerla, su corazón latía a mil por hora con solo ver como su cabello se movía dejando ver ese hermoso mechón negro…


 


La hora del descanso y había llegado, y todos salieron disparados de aquel salón, hasta su princesa había desaparecido… suspiro pesadamente y salió también. Miro a los alrededores y se recargo a la pared cerrando los ojos, poco después sintió como alguien se paraba enfrente de él y abrió los ojos.


 


—      ¿Uhm? —


—      Hola — dijo sonriente.


—      ¡Ahh! — se sorprendió llevándose las manos a la cara.


—      Oh. Oh, lo siento ¿Te asuste? No sabía que era tan fea… —


—      ¡No, no! Todo lo contrario… eres muy hermosa — le dijo perdiéndose en sus ojos de nuevo.


—      ¿De verdad? Jeje… gracias —


—      ¡Ah! E-Etto… y-yo… —


—      Ne, ne, noté que me mirabas mucho en clase ¿Tenía algo en el rostro? — le dijo graciosa.


—      ¡No! Para nada… es sólo, que… —


—      Señorita, la esperan en el salón de música — dijo un chico de traje llegando.


—      ¿Eh? — pregunto curioso.


—      Oh… el es Uke, mi sirviente — dijo sonriente.


—      Señorita… — protesto.


—      Jeje, no le gusta que su nombre delate lo que es… — habló colocando su dedo índice en el mentón del pelinegro levantándolo — Es Kai. Puedes llamarle así —


—       H-Hola… Kai-san, soy Takanori Matsumoto — le ofreció la mano y este la estrechó.


—      Mucho Gusto — luego miro a la rubia — Señorita se le hace tardé —


—      Sí, sí… nos vemos luego — le dijo acercándose y dejando un beso en la mejilla del rubio — Taka-chan… —


 


Los colores se le subieron de golpe, tal vez se encontraba más rojo que un tomate en ese momento… la linda chica del mechón negro ¡Lo había besado! De verdad… aunque fuera sólo en la mejilla… su linda… — No le pregunte su nombre… — pensó — ¡Takanori, estúpido! — se reprochaba. Luego que comenzó a caminar se encontró con su primo y su mirada perdida en qué sabe dónde.


 


—      ¿Yuu? — le llamó.


—      … —


—      Yuu… —


—      … —


—      ¡Estúpido! —


—      ¿Qué, qué? — reaccionó.


—      ¿qué miras tanto? —


—      ¡Ey! El estúpido aquí eres tú —


—      Lo que digas… Ahora dime ¿Qué miras? —


—      Eso. — señalo.


—      A no baka Yuu… ‘’eso’’ no es una cosa es un chica —


—      Bien, a ella entonces ¿No es linda? —


—      Supongo, pero piénsalo… Alguien como ella nunca se fijaría en alguien como tú… mira esas piernas —


—      Uhm… tienes razón… — dijo perdido — ¿Eh? ¡Ey! ¡Enano idiota! —


—      Jaja… qué estúpido eres —


—      No tiene caso… — suspiro mientras bajaba la mirada y negaba.


—      ¡Tú eres un caso! —


 


Se podría decir que el resto de la mañana se la pasaron — Ambos — observando a tan hermosas criaturas que les cautivaron el corazón, al finalizar la jornada escolar Takanori intento buscar a su rubia… más, no tuvo excito, al igual que Yuu a penas y le había hablado a su castaña en la mañana por qué estaban sentados uno al lado del otro… Caminaron en silencio hasta su hogar y se fueron a sus habitaciones.


Más tarde la puerta del rubio comenzó a sonar…


 


—      Adelante… — dijo desde su cama.


—      ¿Tampoco puedes dormir? — le dijo el castaño entrando.


—      Esa chica me dejo algo… absorto de la realidad, era tan linda —


—      ¿Tú también? Después de todos no somos tan maricas como dice el abuelo —


—      Já. Supongo, estoy logrando mi cometido Yuu… creo que sí podré —


—      Claro, ya podrás superar al estúpido de… —


—      Shh, ni lo menciones, ni lo menciones —


—      De acuerdo, ¿Y cómo se llama? —


—      Etto… ahhm —


—      ¿Olvidaste preguntárselo cierto? —


—      ¡Cállate! Seguro que tampoco le preguntaste… —


—      Sí, lo hice es muy hermoso su nombre, igual que ella —


—      Si serás… Pareces quinceañera —


—      Tú no te quedas atrás enano —


—      ¡Ya basta, estúpido! — se levanto y comenzó a empujar al castaño fuera de su habitación — ¡Largo, Largo! — lo echo y le cerró la puerta. Regresó a envolverse en sus sabanas… — Mañana, mañana sabré tú nombre… — se dijo así mismo cerrando los ojos.


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


To be continue…

Notas finales:

Bueno ¿Qué tal?

Espero sus criticas constructivas... y no desperdicien sus tomates en mi, comancelos. Para que crescan... ¿Por qué creen que Rukito no crece?

... Baka

Jeje, gomen ne. Todas te queremos, Ruu-chan.

— ... mirada despectiva.

Ah... no ahí caso, en fin.

Akira ラブ

Matte ne!

 


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