Episode Two; ’’Dulce Dolor’’.
Dos hermosas jóvenes yacían placidamente sentadas en una banca bajo uno de los árboles de Sakura plantados en la parte trasera del patio de su escuela.
— ¿Qué pasa con tú cara, ah? — le habló la rubia.
— ¿Eh? Nada… ¿Qué podría pasar…? —
— No estas aquí… ¿Qué piensas? O, ¿En quien? —
— Ahí un chico en mi clase… hace que se me suban los colores —
— Já. Que irónico —
— ¿Por qué? —
— Mhrr… — hizo un sonido con la garganta el pelinegro — Les recuerdo que Uds… —
— Cállate Kai, lo sabemos bien — dijo con fastidio la rubia.
— Jeje, bien ya basta vamos a ponernos el uniforme… — habló la castaña.
— Sí… —
Y así se levantaron dirigiéndose a la oficina del director. Mientras dos agitados chicos llegaban a su escuela y se encaminaban a la recepción.
— Buenos días — dijo el rubio.
— Buenos días ¿En que puedo ayudarles jóvenes? — contesto amable la secretaria.
— Etto… mi madre me dio esto para el director, creo que es la carta de no sé qué de mi antigua escuela —
— Jeje, cariño, adelante déjalo en su escritorio, el director aún no llega… es por allá — señalo una puerta detrás de ella.
— Esta bien… vamos Yuu — le habló a su primo.
Ambos se propusieron a ir a la oficina del director, el rubio que iba caminando delante giro la perilla y abrió la puerta… encontrándose a la castaña qué ayer tenía a Yuu babeando sentada dando vueltas en la silla del director, y algo qué lo dejó pasmado…
— ¡AAAAHH! — gritó con los ojos abiertos de sobre manera y salió corriendo de allí.
— ¿Taka? ¿Qué…? — dijo Yuu al percatarse qué salió corriendo y dejo los papeles en el piso, se inclino para recogerlos y vio a su linda castaña frente a él… más, al voltear la mirada se encontró con algo perturbador — ¿Qué…? ¿Qué demonios? —
— H-Hola Yuu… jeje, no es lo qué parece — dijo la castaña.
— ¿No? ¿Y qué e-es…? —
— Mierda… — dijo ‘’la rubia’’
— Verás… te lo explicare ¿Sí? —
— Escuchó —
— Pues… — tomó al castaño del brazo y cerro la puerta.
— ¿Eres un travestí? —
— ¡No! No soy un maldito travestí… — dijo con fastidio.
— ¿Y…? —
— Oh. Basta apresúrate Kai — le habló el rubio — Ahhh Kai no tan fuerte —
— Cálmese mi señor, un par de costillas rotas no le hacen mal — término de colocarle el corsé.
— ¡Takashima! Exijo una explicación… — le dijo el castaño mientras el rubio salía de allí.
— Bien… mira, yo también soy chico —
— ¿Qué? ¿Son travestí ambos? ¿Por qué? —
— No, y no creas que nos gusta andar así… —
— ¿Por qué lo hacen? —
— Ah… verás, él, y yo somos primos, y nuestra familia necesita asociarse con otra familia de mucho dinero, para poder prevalecer como estamos ahora, y la escuela también. Lástima que para eso debemos casarnos con sus hijos, y como no somos mujeres debemos aparentar que sí, esa fue la condición… Lo odio… Yuu, realmente detesto tener que vivir así… — dijo cabizbajo.
— Oh… Shima… L-Lo siento de verdad — se acercó a abrazarle.
— Yuu… por favor, no le digas esto a nadie… sí, no nos expulsaran… y todo se irá a la mierda —
— Te lo prometo, su secreto esta salvo conmigo —
— Gracias… —
No obstando en el baño de los chicos un rubio de baja estura estaba tirado en el suelo algo cohibido y pensando en muchas cosas… cuando la puerta se abrió dejando ver dos figuras conocidas para él.
— Ne, ne ¿Qué te pasa, Taka-chan? — dijo una sonriente rubia.
— T-Tú… — tartamudeaba, se levanto y se acerco a ella y metió su mano bajo su falda — ¡Ahhh! ¡Tú no eres una chica! — se alejo rápidamente quedando pegado a la pared.
— Que estupidez acabas de hacer… — dijo él.
— ¡Eres un Travestí! —
— No, no soy un travestí sólo me visto como chica — dijo ya usando su voz masculina, sexy a oídos del rubio con mechones naranja.
— ¿P-Porqué…? —
— Já. No tengo por qué explicarte nada —
— ¿A, no? ¡Le diré al director y te expulsaran… y…! —
— Jaja… — se acerco a él — No me hagas reír ¿Sabes lo que te va a pasar si le dices a alguien sobre esto? — coloco su mano en el cuello del más bajo.
— ¿Qué…? —
— Te la voy a meter hasta que llores, y no te podrás levantar en semanas ¿Me estas escuchando? —
— … — Los ojos del rubio se abrieron de sobre manera — S-Sí… no, no voy a decir nada… —
— ¿De verdad? — apretó más su cuello.
— ¡Te lo juro! — allí el mayor soltó el cuello del rubio y este callo de rodillas al suelo.
— Más y por tu bien vale, enano —
Muchos recuerdos llegaron a la cabeza del rubio y no logró evitar ponerse a llorar allí, tenía miedo… quería correr y ocultarse bajo las faldas de su madre o bajo su cama, se sentía demasiado vulnerable y a la vez decepcionado su amada rubia… no era nada más que un hombre con vestido ¿Qué sería de él? Quizá su abuelo tenía razón y tan sólo era una marica, pero… prefería ser una marica sólo y no volver a vivir malas experiencias.
— ¿Taka…? ¿Estas aquí? — dijo una voz entrando, y pasos de varias personas.
— Y-Yuu… — dijo en un hilo de voz.
— ¡Taka! — se acerco y se coloco a su altura — ¿Qué te pasa? —
— Él… ella… ¡Soy un imbécil! Jamás lo superare… soy una marica —
— ¡No! No eres una marica Taka… sólo sigues a tú corazón, deja de llorar… —
— Entonces, mi corazón es un estúpido sólo me hace sufrir ¿Qué hago? ¡Dime! No quiero volver a lo mismo… se que siempre será lo mismo —
— Shh… cálmate, tranquilo… — le decía mientras lo recostaba a su pecho.
— Mh… —
— Shima, si quieres puedes irte a clases no quiero que te molesten por mi culpa —
— No, yo me quedó… pobre ¿Qué le sucedió Yuu? —
— Verás… —
Flashbacks…
En la escuela Shidou, internado de sólo hombres… las relaciones entre ellos mismo era bastante frecuente, y uno de los más afectos ante los gustos de los demás era un pequeño rubio.
Recibía cantidad de propuestas indecentes día a día, no podía estar sólo en el baño, en un salón vacío, ni en su propia habitación. Luego de unos meses de eso, Takanori actuaba de manera extraña, esa actitud prevaleció algún tiempo hasta que un día le habó a su primo…
— ¡Tengo Novio! —
— ¿Qué? ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeé? —
Aquella confesión lo dejo helado, más, si el era feliz… se supone que todo estaría bien. Él continuaba con su vida normal, idas a la dirección, sexo con ilusos, más idas a la dirección, dos meses desde que su primo salía con ese tal Kyo de nuevo se comportaba raro…
Una noche debía ir al depósito a preparar los balones de la mañana siguiente, al entrar se encontró con el sonido de sonoros sollozos.
— ¡No! ¡Noo, no quiero! ¡Suéltame Kyo! —
— ¡Cállate de una buna vez! Tú eres mi novio, y yo, tengo necesidades! —
— ¡NOOOO! ¡DEJAMEEE! —
— Suéltalo de una puta vez… — dijo apareciendo tras ambos.
— ¡Yuu! —
— Lárgate de aquí, esto no tiene que ver contigo estúpido —
— ¡Claro que sí! Intentas violar a mi primo, desgraciado —
Allí se acerco a ambos jalando al rubio y dándole de lleno en el estomago al otro, ambos salieron hacia el dormitorio del rubio dónde pasaron juntos la noche.
Flashbacks End…
— Oh. ¡Por dios! — dijo el castaño lanzándose a abrazar al rubio.
— Mh… — se despertó — E-Etto… —
— ¡Pobre Takanori! Dinos por qué llorabas ¿Qué te hizo el animal de Akira? —
— ¿A-Akira? ¿Así se llama? —
— Sí. No me digas, se te olvido preguntárselo —
— En efecto — contestó Yuu.
— ¡Ya dejen de reprocharme por eso! — les dijo haciendo un puchero.
— ¡Que adorable! Ne, ne ¿Qué te hizo Akira? —
— E-El… bueno, digamos que recibí una amenaza si le delataba —
— Jeje, no le hagas caso, esta loquito… Pero, ¿No dirás nada? ¿Verdad? —
— No. Yo guardare su secreto —
— ¡Ahhh! ¡Eres un amor! — lo volvió a abrazar — ¡Serás mi hijo! —
— ¿Qu-Qué…? —
— Serás mi hijo, y aquel que ose tocarte un pelo… — hizo una extraña mueca que asusto a los dos restantes — Jeje, bueno ya saben… ¡Ah! Y eso incluye a Akira —
— S-Supongo… — algo en su interior le decía que no era buena idea llevarle la contraria a ese chico.
— Oigan… debemos ir a clases —
— ¡AAAHHH! ¡ES CIERTO! —
El castaño con vestido los tomó a ambos de las manos y se fueron corriendo hasta sus salones, obviamente al rubio lo dejaron primero. Temeroso de entrar, dudo por un segundo pero luego entró, más, no se encontraba nadie allí, se dirigió a su lugar y se recostó sobre la misma.
— Torimidasu hishatai no kage zouo to kyoufu wa sakebi atte… Hagare ochita aijou ni naze kono karada made kuchihateru — cantaba para sí.
— ¿Así que cantas? — tembló.
— Mh… —
— ¿Qué haces allí? —
— ¿Me vez haciendo algo en particular? No. —
— Vaya, pero que carácter… igual no me importa, ven —
— ¿Eh? No, no quiero ir a ningún lugar contigo —
— Pues o vienes o ya sabes lo que te pasa — dijo sonriendo.
— ¿Qué? ¡Yo no voy a delatarte travestí! —
— ¡No me digas así enano! Y no confió en ti. Así que deberás estar conmigo siempre, al menos los tres años que nos quedan de escuela —
— P-Pero… —
— Nada, ahora muévete —
Con desgano siguió al rubio con falda. Cada paso que daba su corazón se aceleraba, y sinceramente no sabía si era por el miedo que le tenía o qué a pesar de que no era una rubia ‘’su rubia’’ le atraía mucho. Llegaron a un salón, vacío.
— Entra ¿Qué esperas? —
— ¿P-Para qué…? — decía algo nervioso.
— ¿Qué? ¿Piensas que te haré algo? No seas tonto — lo empujo adentro.
Cerro la puerta y fue a sentarse frente a unas partituras, tomo un bajo y comenzó a tocar… El rubio estaba al otro extremo del salón observándolo… Tocaba maravillosamente, Eso le hacía recordar buenos tiempos con su Kyo… — Kyo… — murmuro. En el internado ellos se escapan al salón de música y como ambos tenían buena voz cantaban juntos, debes en cuando Die, Kaoru, Toshiya y Shinya los amigos de Kyo los acompañaban tocando, hasta Yuu a veces estaba allí con su guitarra.
Pasaron unos minutos y el bajista seguía allí concentrado, entonces entendió que no tenía intenciones de hacerla nada… y bueno, a decir verdad ya estaba aburrido sentado sin hacer nada. Se levanto y tomó una guitarra rápidamente afino las cuerdas y comenzó a tocar una melodía que le vino a la cabeza justo la noche que conoció a ‘’él’’ supuesto rubia.
De un instante a otro sintió una presión sobre su cuerpo y subió la mirada.
— ¿Qué h-ace-es…? — dijo al ver a ‘’ella’’ sobre sí.
— … — no articulo palabra y sólo se quedo viendo a los ojos del más bajo.
— Mh. —
To be conitue…