¿Hace cuanto tiempo que mi alma no sentía tanta tristeza y dolor?
¿Hace cuento tiempo fue mi ultimo debate interno?
¿Hace cuanto tiempo fue que tome esa horrible decisión que partió mi alma por completo?
¿Hace cuanto tiempo jugué a ser Dios con la vida de alguien más?
¿Hace cuanto tiempo fue la última vez que llore con tanta desesperación?
¿Hace cuanto tiempo fue la última vez que añore algo con todo mí ser....?
Ah sí....
Ahora lo recuerdo.....
Pareciese como si hubiera sido hace toda una vida, cuando en realidad sólo han pasado algunos años. Sin embargo esa imagen jamás será borrada de mi mente, así como también toda esa maraña de asquerosos sentimientos.
Desde ese momento mi alma se empezó a deteriorar.
Desde que la perdí a ella.
En aquel fugaz momento en que tú no hiciste nada por ella, y no me dejaste hacer nada a mí. Dejaste que muriera, que sufriera. ¿¡Cómo te atreviste a no hacer nada!? Simplemente te quedaste parado....observando.....
Ahí fue cuando empecé a ver al horrible humano que tenia como padre. Un ser sin sentimientos, sin misericordia, sin una pizca de compasión. Nunca veías por los demás, jamás lo hiciste y jamás lo harás. No importaba quien te estuviera gritando auxilio en tus narices, si no tenia que ver con tus sucios negocios no existía para ti; y si te perjudicaba era mucho peor, tú eras el provocador de aquellos gritos de dolor, de aquellos huesos rotos y esa sangre esparcida en el suelo.
Todo lo que mis ojos veían o escuchaban sólo respaldaban lo que ya conocía.
Nunca me importo lo que hacías con tus negocios turbios, no tenia derecho a quejarme. Tú nos mantenías, nos alimentabas, dependíamos de ti y de aquel sucio dinero. Pero desde que me la arrebataste, a ella que tanto amaba, aquella persona que era el centro de mi universo, todo se hundió lentamente. Caíste de mi gracia, ya no podía soportar tú asquerosa presencia. No quería nada que estuviera relacionado contigo.
Todo esto te causo muchos problemas. Tal vez por eso tomaste esa decisión.
Cada vez que veía tu asqueroso rostro no podía evitar mirarte con asco, con desprecio. Si antes casi no nos dirigíamos la palabra ahora mucho menos, sumándole que si había desacuerdo de opiniones los gritos se hacían presentes, y mas los míos. Gritaba con todo lo que mi garganta pudiera dar, que mas daba si decía unas cuantas groserías, peladeses o si te embarraba tus verdades en la cara. Pero por supuesto, esto no te agradaba y los golpes tampoco podían faltar en esas reuniones.
Por cada discusión tú paciencia disminuía. Tanto fue tu enojo una vez que hasta los vecinos tuvieron que llamar a la policía y era más que obvio que yo era la victima ahí. Un muchacho tirado en el piso, siendo golpeado en el rostro sin misericordia por un señor ya entrado en sus cuarentas. Esa vez pegaste el grito en el cielo, a ti te llevaron bajo arresto en la patrulla mientras que a mi sólo me preguntaban por lo ocurrido mientras los paramédicos curaban mis heridas. Por lo visto la gente puede mitificar muchas cosas.
Sin embargo la escena me duro poco. Cuando te dejaron salir de la cárcel después de unos días llegaste como una fiera, pero no eras tonto, actuaste con normalidad aunque aquella rabia se te veía en los ojos cada vez que me mirabas. Supongo que el tiempo que estuviste encerrado ahí te dio tiempo de pensar en muchas cosas.
Pasaron los días y todo seguía igual, los golpes se iban desvaneciendo poco a poco de mi rostro hasta desaparecer como si nunca hubieran estado presentes. Tú seguías siendo aquel señor que se hacia llamar mi padre, un padre muy frío. Yo tomaría el parentesco solamente de palabra, porque ninguno de los dos sentía afecto por el otro.
Pero dejaste de ser mi padre cuando vendiste a tu propio hijo a un prostíbulo. ¡Me vendiste para poder conservar tu vida y pagar tus deudas! En ese momento comprendí el porque de tu irritabilidad a cada momento, pero que mejor forma de arreglar las cosas y deshacerte de otras para seguir teniendo una vida "feliz."
¡Cómo desee que estuvieras muerto! ¡Qué te hubieras muerto hace mucho tiempo! Todo sentimiento de humanidad que puede llegar a sentir en algún momento hacia ti desapareció en ese preciso momento, si antes eras solamente mi padre por el lazo sanguíneo, sólo porque tu habías sido uno de los que me engendro, ahora no eras nada para mi. ¡Quería que murieras!
No.....
Más bien deseaba matarte con mis propias manos. Arrancarte aquellos ojos azules por los que sentía tanta pena, desgarraste aquella boca que mostraba esa sonrisa victoriosa. Quería desmembrarte completamente, hacerte saber todo lo que me hiciste pasar por cada acción tuya.
¡Tú me arrebataste mi felicidad! ¡Tú me privaste de la única persona que quería!
Pero...¿Qué podía hacer en esos instantes?
Dos hombres me sujetaban mientras una señora examinaba cada milímetro de mi cuerpo; me habían abierta la camisa y los pantalones, querían ver cuanto valía, que tanto podría sacar por mi cuerpo y cara. Nose que tanto hablaste con ella, pero te veías feliz ¿Cuánto abras sacado por haber vendido a tu propio hijo? ¿Cuánto valía mi vida para ti?
De repente todo se puso negro, me sentía cansado. Mi cuerpo perdía sus fuerzas mientras un ardor en el cuello aparecía. Me hundía en un mar de oscuridad mientras sentía como mi cuerpo era arrastrado....¿Adonde me llevaban? ¿Me venderían a mí, a mis órganos o simplemente se desharían de mí?
Supongo que lo sabría cuando despertara, si es que lo hacia.
Let's stay awake and listen to the dark.
Before the birds, before they all wake up.
It's the ending of the play and soon begins another.
Hear the leaves applaud the wind.