Salió corriendo de verdad odiaba a esa gente que no entendía el concepto “tiempo”, odiaba eso por su culpa tenía que estar así, corriendo, suspiro lo único bueno fue que llego “él”, podía ser un bastardo callado pero podía poner en su lugar a cualquiera
Por fin llego a su casa, el mismo rió de ese pensamiento, no se le podía llamar casa era un…no ni el mismo podía decir que era. Entro a toda prisa tenía que estar en menos de 20 minutos. Se ahorro las ganas de discutir cuando oyó
-Yo que tú me apresuraba, si no esta vez yo podría divertirme- rió entre dientes
Realmente ese imbécil podía ser molesto, rápidamente entro a su habitación, se quito la ropa, se baño el agua limpiaba cada parte sucia de él, salió y se arreglo se maquillo, se vio en el espejo
No estaba tan mal tenía color, un techo y comida suspiro después de todo no tenía que estar en la calle sufriendo y dejando que se la metieran gratis
–Si- pensó le iba bien…el mismo trataba de convencerse de esa vida, tomo una pequeña caja negra de su tocador y bajo, miro la hora, suspiro aliviado aun tenía 5 minutos, fue a la cocina agarro una manzana, se sentó esperando que él llegara. No tuvo que esperar más de esos 5 minutos cuando oyó el sindecar de una moto, termino su manzana y salió
-Como siempre tan puntual- sonrió
-Si no lo fuera no ganaríamos tanto dinero- le arrojo el casco
-Gracias- trato de acomodárselo para que no arruinara su peinado, subió a la moto
El conductor vio como subía y lentamente arranco, aun estaban con tiempo no había necesidad de conducir tan rápido
-¿¡Y bien como te fue!?- grito
-¡No logro escucharte!- tenía razón el ruido de los coches y el casco no hacían una buena combinación
-¿¡Qué cómo te fue!?- alzó mas su voz
-¡Sigo sin escucharte!
El conductor suspiro era caso perdido, decidió acelerar podían hablar con calma después de llegar, aminoro la velocidad, se detuvo en un gran edificio blanco, sonrió irónicamente, a veces no entendía a la gente, se quito el casco, vio como su pasajero se bajaba y hacia lo mismo
-¿Cómo me veo Tetsuya?- sonreía mientras de una bolsa sacaba un espejo y se acomodaba el cabello
-Te ves muy linda Hyde- rió le acomodo un mechón de cabello que le caía
-Muy gracioso Tetsuya – golpeo suavemente la mano de su amigo -¿Y que querías decirme?
-¿Cómo te fue? He estado escuchando rumores de que te han entretenido sin pagarte
Resoplo furioso -¡No es mi culpa esa gente de mierda que creen que les pertenezco!
-Tranquilo, tranquilo- empezó a mover las manos –Se que no es tu culpa, por eso mismo tendremos que cambiarte de clientes
-¿¡Cómo!?- estaba asustado, si lo cambiaban tal vez ya nunca más vería a esa persona -¿¡Y qué sucede con este cliente!?
-Oh no a él te lo dejaremos, después de todo paga muy bien por ti además creo que eres el indicado para él
Hyde se ruborizo al escuchar eso, tal vez este cliente sentía lo mismo que él
-Creo que ya es hora, ya sabes el te espera en la habitación 669
-Sí, siempre voy ahí- dio un respingo
-Esta vez vendré por ti
-¿Por qué lo miro extrañado?
-Por qué te pidió toda esta noche- sonrió antes de ponerse su casco, encendió la moto y arranco
Hyde vio como su amigo se perdía entre los coches, vio el hotel se sentía incomodo, por lo regular siempre era citado en hoteles de paso, pero esta vez Tetsuya le había dicho que se arreglara con lo mejor que tenía, se miro a si mismo había escogido mal, su pelo lacio yacía sujeto por una media cola de caballo y se había dejado algunos mechones que caían con gracia sobre su frente, había elegido una túnica de color blanco, suspiro resignado y entro al hotel
-Como siempre tan puntual- le susurraron al oído
¿Cómo?- volteo sorprendido y suspiro ahí estaba el con un traje blanco –Me asusto
-Vamos ya llevamos tres años haciendo lo mismo
-Si perdóname- rio quedamente –Lamento la tardanza
-No, yo llegue antes- sonrió y le tendió la mano
Sujeto su mano y ambos se dirigieron hacia el jardín
-Pero las habitaciones están arriba- susurro
-¿Acaso tienes prisa?- rió
-No bueno yo…
-¿Es mi dinero no es así?
Tenía razón era su dinero y ya le habían pagado se resigno y siguieron con su camino. Llegaron al jardín en este había una mesa repleta de comida, bebida y dos sillas, lentamente le extendió una de esas y el se sentó, su acompañante hizo lo mismo
-¿Y esto a que se debe?- rió quedamente
-Ya llevamos 3 años y bueno se me ocurrió hacer esto- se encogió de hombros
-No sabía que eras de este tipo Ken
-Bueno no lo soy, solo quise sorprenderte- se sirvió un poco de champagne e hizo lo mismo con su acompañante
-¡Brindemos por estos tres años!
-Salud- ambos chocaron las copas y bebieron, un celular los interrumpió
-Me permites- se levanto y se alejo, hyde aprovecho la ocasión para arreglarse un poco, se sentía emocionado después de todo el sentía lo mismo
Volteo hacia atrás, ya se había alejado lo suficiente por fin contesto
-Dime
-¿Dónde andas?
-Ya te dije una reunión de trabajo
-¿A estas horas?
-Si
-¡No soy estúpida y lo sabes!
-Vaya que digas eso es sorprendente- se rasco la cabeza
-¿¡Dónde estás!?
-¿Para qué lo quieres saber?
-Por qué- un llanto interrumpió la queja
-Cariño vete a dormir, si no tardara- escucho del otro lado de la línea
-No te diré donde estoy confórmate con saber que estoy bien- colgó y apago su celular, era molesta por eso había salido esta noche siempre era bueno encontrarse con él, volvió con su acompañante que se estaba sirviendo otro poco de champagne
-¿Te gusto?
-Sabe bien- sonrió, se sentía mareado
-Entonces sigamos- lleno la copa de Hyde y la de él, volvieron a brindar
Abrió de golpe la habitación, le había costado trabajo después de todo estaba cargando a Hyde mientras lo besaba de modo violento, cerró la puerta, Hyde rápidamente empezó a quitarle el saco y desabrocharle la camisa
-Hyde- susurro
-Ken- atrapo su boca, ambos luchaban por mantener el ritmo, Ken soltó la botella de champan sobre el sillón y arrojo a Hyde sobre la cama, este tenía el cabello revuelto y su túnica se resbalaba por su hombro, empezó a quitarle la ropa lentamente con su boca empezó a jugar con los pezones de Hyde, este gimió, sabia como derretir al menor, lentamente la túnica cayó al suelo
-¿A dónde vas?-
-No sean tan impaciente-
-¿¡Qué haces!?- un líquido espumoso resbalaba por su cuerpo
-No habías dicho que te gusto el champagne- rio, mientras bebía de la botella
-Si
-Entonces cual es el problema- rio y se abalanzo encima de él, empezó a lamer el cuerpo del menor el champagne le había dado otro sabor, beso y mordió su cuello, Hyde empezó a gemir su boca se dirigió a sus pezones empezó a morderlos otro gemido por parte de Hyde bajo hasta llegar a su estomago y lo beso con delicadeza
El miembro de Hyde ya estaba erecto, al ver esto Ken rio y vertió una cantidad generosa sobre el miembro de Hyde, lo introdujo a su boca, de nuevo el sabor cambio, lamio y jugó con su glande, mientras que de un solo movimiento metió la boca de la botella por la entrada de Hyde este grito
-¿¡Que haces!?
-Nada, relájate- sonrió lujuriosamente, alzo la botella, el resto de champagne se derramo dentro de Hyde, arqueo su espalda al sentir el liquido en él, no era tan desagradable, pronto sintió que su miembro era dejado
-Creo que ya estás listo- vio como salía liquido presi minal, se quito el pantalón y los bóxers que retenían su miembro, cuidadosamente saco la botella evitando que saliera liquido, de un solo movimiento introdujo su miembro dentro de él.
Hyde grito a pesar de que ya estaba acostumbrado a que sus demás clientes lo introdujeran de la misma manera, no pudo dejar de quejarse
-Cálmate- le dio un beso en la frente
-Yo- se le corto la voz, se sentía tan bien –Continua por favor- gimió
Ken sonrió y besos su labios, las embestidas empezaron, a pesar de que Hyde ya estaba mojado, la champagne también ayudo a que la fricción fuera más deliciosa, el ritmo aumento, ambos gemían el miembro de Ken resbalaba perfectamente dentro de Hyde, los horas pasaban y la posiciones también.
-Ken- creo que voy a llegar, estaba posicionado de cuatro
-Yo también- mientras masturbaba a Hyde, empezó a moverse con más fuerza, un gemido por parte de Hyde y un líquido blanco cayendo de su mano, lo ayudo a correrse, ambos se desplomaron, no espero a que terminara de reponerse cuando volvió a tomar su cuerpo.
Se levanto de la cama y le quito un mechón de cabello
-¿Qué sucede, ya te tienes que ir?- lo miro somnoliento
-Oh no lo siento, solo bueno- se sonrojo
-¿Qué paso? – lo miro atentamente
-Bueno, yo quiero darte esto – le tendió una caja de color negro
Abrió la caja su contenido le sorprendió era un anillo rojo con una estrella, no era a lo que estaba acostumbrado pero sonrió
-¿Con cuántos tuviste que acostarte para regalármelo?- sonrió de lado
-Yo no tuve que acostarme con nadie- susurro, se sentía herido –Lo tengo desde que tengo memoria- desvió la mirada
-¿Supongo que es especial?- susurro
-Si- sonrió –Muy especial
-¿Y porque me lo das, porque crees que yo quisiera tener esto?- miro con repulsión el anillo mientras se lo ponía
Sus palabras eran frías demasiado frías –Bueno yo…- volvió a sonrojarse
-¿No me digas que te has enamorado de mi?
-Yo…- acaso era tan obvio
-Olvídalo- se levanto de la cama
-¿Cómo?
-Dije que lo olvides- sin prisa empezó a vestirse
-¿Cómo, no entiendo?- su corazón latía a prisa
-¿Eres lento o qué? Te dije que lo olvides, la cena de ayer no tuvo ninguna importancia para mí
-Pero, pensé que querías celebrar, yo no entiendo
-Vaya aparte de puta resultaste idiota
Eso le dolió lo miro lastimeramente
-¿Cuántos años llevamonos acostando?
-Tres años y medio- susurro
-Bien tres grandiosos años, donde cada metida y sacada me han costado dinero ¿No es así?
-Si- no entendía cual era su punto
-Pues bien ¿No crees que si yo hubiera desarrollado algún sentimiento por ti te lo hubiera dicho?- lo miro arrogante
-Bueno…tal vez eres algo penoso- Estúpido
Su acompañante rompió en risa
-Deja de decir estupideces, si hubiera desarrollado algún sentimiento por ti te lo hubiera dicho y si fuera alguien penoso no hubiéramos hecho lo que hemos hecho estos tres años
-Tienes razón, pero tú de verdad me gustas- susurro
-No negare que eres guapo y me gustas más que mi mujer
-¿Tu mujer?- lo miro atónito, su acompañante volvió a reír
-Si mi mujer, estoy casado y con tres hijos- tomo su billetera y le arrojo una foto
Recogió la foto, ahí estaba el con una mujer de pelo negro morocha y ahí estaban dos niños una niña y un niño, se parecían a la madre pero el niño había heredado los rasgos de su padre
-Es mi familia- sin esperar alguna respuesta le arrebato la foto –Mi esposa es algo tonta no me agrada pero me case por negocios y bueno mis hijos me agradan pero no son lo mío
-¿Estas casado?
-Te acabo de decir que si, no me digas que eres una puta con sentimientos
-Yo
-Diablos- cogió su celular y marco
-¿Bueno?...Si quiero cambiar…Lo que escuchaste este ya no me sirve se rompió…no no me interesa hablarlo, te dije que quería al mejor puto sin sentimientos…- vio al menor que lo veía lastimeramente
-No, ya te dije que no quiero negociarlo….si han sido tres años, no, no niego que es bueno pero no quiero a alguien que me diga te amo, está bien, si lo espero mañana en esta misma habitación- colgó
-¿Qué hiciste?
-Eres imbécil verdad te diré algo ¿Quién crees que pueda amarte siendo un puto? Yo no, no pienso dejar mi vida por alguien insignificante como tu
-¿Qué quieres decir?
-Vaya- prendió un cigarrillo –Que ya no me eres útil, como dije hace un momento admito que eres increíble en la cama- le acaricio la mejilla –Pero no quiero a alguien que este enamorado de mi
-¿Ya no te soy útil?
-Es lo más listo que has dicho en esta noche- exhalo el humo del cigarrillo –Así es cuando llegaste a mi por primera vez, le pedí a Tetsuya que no quería a un puto con sentimientos y me dijo que tú eras el mejor, pero resulto ser falso y bien como te dije ya no me sirves, recoge tus cosas y vete
Ahora entendía porque Tetsuya le había dicho que él era el mejor, para ese cliente se había sentido estúpidamente orgulloso y ahora. Se sentía herido, como un animal que lo corrían de casa, fue recogiendo sus prendas esparcidas por el suelo quería llorar, pero su orgullo se lo prohibió, se metió a la ducha empezó a llorar amargamente tenía razón quien podría amarlo en su condición, las lagrimas desaparecían con el agua, termino y se vistió salió
Ahí estaba a él mirando la ventana
-Con su permiso me retiro
-Espera
Se detuvo, su lastimado corazón empezó a latir
-Se te olvido la paga de esta noche- le tendió un fajo de billetes
No podía sentirse más humillado ¿o sí?
-Cuéntalo
Se mordió el labio y comenzó con su labor, cinco mil lo vio aterrorizado
-Esto no es lo que
-Es un bono de despedida, cómprate algo que te guste- prendió otro cigarrillo
-No lo necesito- su orgullo había sido pisoteado
-No actúes estúpidamente y acéptalo después de todo se que era tu mejor cliente- exhalo el humo
Tenía razón, se guardo el dinero en su bolsa
-Por cierto toma- extendió su mano y dejo caer la caja –No lo necesito, no me gusta- salió de la habitación
Recogió la caja, las lagrimas salían de golpe, se sentía tan humillado tan estúpido, tenía razón nadie lo iba a amar, solo era un puto mas, un juguete que podía ser remplazado en cualquier momento y él ya había sido remplazado.