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Y Quien dijo que la primera vez no es especial??? por sasket17

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Notas del fanfic:

 

Bueno

pues sobre el fic , lo hice pq alguien me dijo q yo no sabia de lemons y mi orgullo quedo herido asi q decidi hacer un fic corto con lemon y espero q esa persona ( jaja el sabe quien es ) tenga un tenedor en la mano para q se coma sus palabras :P

 

asi q dejando a un lado mi blah blah blah

 

enjoy it

Notas del capitulo:

 

un tema algo controversial, para mi , una primera vez debe ser especial, y es q a muchos no les importa su virginidad :<

 

jaja una vez debatí con alguien sobre como debe ser una primera vez y me parecio un buen tema para hacer un one-short

 

 

 

 

 – No puedo creerlo, mira cuantos has crecido

 – y que esperabas, pero esto es un milagro, ven entra.

 

Los ojos de Frederick no se mantuvieron quietos, al contrario, examinaban cuidadosamente a la persona que estaba frente a sus ojos negros, es que definitivamente ese no podía ser el Leonard que él recordaba, el muchacho de 19 que estaba frente a él ni siquiera se parecía al rubio cabeza hueca con el que había pasado casi toda su vida más que con cualquier otra persona excepto de su madre. Analizo dos veces de pies a cabeza al muchacho de enfrente, podía apreciar claramente cuanto había cambiado, de 1.80 de alto,  tenia el cabello más rubio, sus facciones lo delataban, ya no era un niño, su rostro con facciones angulosas, el mentón sobresaliente, con sus claras mejillas alargadas y con su piel blanca y lisa, unos músculos claramente marcados bajo la camisa que llevaba puesta, ancho el pecho y unas caderas fuertes  en resumen Leonard había cambiado a tanto que ya no era un niño, era una persona crecida y arrebatadoramente sexy.

Su vista se alzo y observo aquello que estaba temiendo ver, sus ojos se quedaron viendo directamente a los ojos de Leo, su corazón latía a un ritmo anormal, esos ojos color miel lo observaban tan fijamente a el que sentía claramente como lo exploraban a profundidad.

 - Como pasa el tiempo no? , ya tienes dieciocho, valla….

 - S s si

- ….Sabes….- Leo acorto la distancia entre ambos – te he echado mucho de menos

- Si, me hubiera gustado que llegaras a tiempo a la fiesta, pero como vez es algo tarde

- Lo se, pero quería darte una sorpresa, por cierto y tu madre?

- Mamá? – Fred soltó una ligera risa-  se durmió después de que mi tía se fue, hace dos horas

- A bueno quería saludarla pero será después

Y un silencio reino entre ambos por varios minutos, algo tonto para Leo, había esperado 4 años este momento, la hora de hacer lo que su corazón siempre le dijo, tenia planearlo decírselo a Fred, pero como cualquier persona, sentía nervios, estaba asustado, pero por nada se acobardaría, por nada dejaría pasar este momento la hora de hacer lo que sentía se acercaba y es que estaba a su favor, era la hora de cumplir su vieja promesa.

- Leo, y porque viniste exactamente hoy?, digo no es que me disguste que vengas al contrario estoy muy feliz, pero a que se debe la visita?

- Ahh pues – las mejillas de Leo se tiñeron de rojo – una vieja promesa que debo cumplirle a alguien especial para mí

- A…. ya veo – Fred no lo pudo evitar, pero se sintió muy triste y decepcionado con esa respuesta, por alguna razón esperaba que el rubio hubiera vuelto por él, pero a quien engañaba, era igual que antes, se sintió vacio, el no era importante para Leo, al menos como el desearía, pero a quien engañaba, Leo era alguien sensacional, siempre fue el mejor en todo, destacaba como buen estudiante, era el mejor en deportes, siempre fue un chico popular, aquel que todo el mundo quería ser  amigo de el, era muy famoso entre la gente. Y esa pregunta que alguna vez se hizo llego a su mente de golpe cargada de sentimientos y sensaciones asfixiantes  pero era una realidad, ¿Por qué habiendo tantas personas, él era su amigo, habiendo mejores personas con quienes estar, entonces porque leo se juntaba con el?

 - Fred – Leo estaba en frente de él con el rostro más que preocupado, estaba triste, pero que pasaba, solo se puso a pensar un momento – Fred – repitió dulcemente – ¿Por que lloras?

Frederick se llevo las manos al rostro en seguida para comprobar las palabras que había escuchado, ¿llorando?, por que, acaso le dolía algo y que el no sabia? .Se hizo esa pregunta una y otra vez, por que lloraba, acaso le dolía recordar, no, ni el mismo encontró una respuesta para lo que sucedía.

- Y y-y yo – no lograba articular nada, la mirada dorada que tenia enfrente lo ponía demasiado nervioso

- Ven – y lo siguiente fue una escena que nunca olvidarían ambos, Leo abrazo a Fred muy tiernamente y susurro a sus labios – No llores, me rompe el corazón verte así, es mi culpa cierto? – un segundo después Fred iba a decir algo pero fue inevitable, no pudo decir nada, la sensación de calidez que Fred sentía en ese momento le impidió siquiera protestar, se sentía tan seguro  y tan protegido en ese momento, la emoción y paz eran indescriptible, se aferro con más fuerza a Leo, tenia miedo debía admitirlo, se sentía tan bien de nuevo estar con su gran amigo que no aguantaría si se iba de nuevo.

Cerro los ojos y por un momento olvido todo, se mantuvo aferrado al abrazo que recibió repentinamente de su amigo.

“Es ahora o nunca”- pensó Leo y deshizo el abrazo que mantenía con el pelinegro.

- Fred, a…hay algo que necesit…- no termino ni si quiera la frase, abro sus ojos completamente como platos, su mejor amigo, aquel a quien había amado desde siempre en secreto, lo besaba. Sorprendido el rubio estaba, pero aun así respondió al acto gustosamente y comenzó a demandar más espacio e introdujo su lengua en esa deliciosa boca. Fred no pudo evitar soltar un pequeño gemido que se ahogo en sus bocas cuando sus lenguas se encontraron y comenzaron un suave vaivén.

Ambos se separaron, uno con la mirada perdida en un punto fijo y el otro observando fijamente y esperando alguna palabra u acción que le explicara lo sucedido.

- Y bien? – logro apenas decir Leo, después tocio suavemente para despejar su garganta – ¿que fue eso?

- Eh…yo…lo siento, perdona lo que hice – y comenzó a llorar, Fred estaba triste, las había embarrado, ahora si leo se iría, perdería esta vez a su amigo, y tal vez...para siempre.

- Fred – el mencionado alzo la vista y recibió la más hermosa visión que vio, su amor estaba con el rostro frente a él y soltando lagrimas silenciosas, sus mejillas estaban rojas – No llores, me rompe el corazón verte así – sus labios se volvieron a juntar, pero esta vez de manera suave, el beso parecía sumiso, pero ambos estaban llenos de alegría por dentro.

- Yo te amo Fred y mucho – susurro Leo a los labios de este  y se besaron de nuevo, con una desbordante felicidad.

 

Ambos comenzaron a moverse torpemente por la casa mientras se besaban, las manos de ambos se recorrían sus cuerpos con desesperos, quizás no querían creer que todo lo que estuviesen viviendo en ese momento no era un sueño, había una necesidad desesperada por demostrar eso.

- Todo esto, dime es verdad? – pregunto un Fred con miedo, deseaba que sus palabras estuvieran correctas, y quien mejor para decirlo que aquel que le generaba mucha felicidad y alegría en ese momento, aquel, aquel al que amaba, si amaba, se cuestiono eso unos segundos, pero en medio de los besos su corazón le decía eso, su cuerpo lo demostraba y su persona estaba complacida.

- Créelo, es muy cierto – su rostro estaba bañado ligeramente con las lagrimas anteriormente regadas y un rubor fuerte, esa fue una imagen demasiado hermosa para Fred.- Creo… que es hora de que te de tu regalo – dicho eso leo lo volvió a besar.

Leo  devoraba la boca de Fred con ansiedad, y lo fue moviendo suavemente hasta el sofá de la sala donde lo empujo ligeramente. El cumpleañero cayo de espalda en el sofá y se sentía a morir, Leo se acomodaba encima de él mientras lo besaba totalmente extasiado, por lo que tuvo que aferrarse al cuello de el rubio para no flaquear.

Leo introdujo la lengua en la boca de Fred, se sentía muy caliente, el exploraba cada rincón de esa boca memorizándolos en su cabeza, al rato junto su lengua con la de su acompañante y empezaron un vaivén desesperado entre ellas. Desafortunadamente la falta de aire los separo, el calor era palpable, ninguno de los dos dejaba de observarse, sus rostros ruborizados y de agitadas respiraciones solo se fijaban en el otro, no decían nada, pero no era necesario, con solo mirar al otro sabían exactamente lo que sentían en ese momento, deseo y amor.

No pudiendo aguantar sus deseos más, Leo se lanzo de nuevo a ese mar de sentimientos besando los labios de Fred como si se fueran a derretir, él se había dado cuenta, de hay en adelante seria adicto a esa boca. La temperatura fue subiendo para ambos, el beso se volvió muy demandante y los jadeos no tardaron en inundar toda la sala debido al éxtasis que estaban sintiendo.

Las manos del rubio se adentraron en la camisa de Fred y este se estremeció al instante sintiendo un cosquilleo por el contacto de Leo con su torso. Esas cálidas manos comenzaron a explorarlo y lo sobaban suavemente como si con un simple roce memorizara cada parte de él.

Se detuvieron para retirar la prenda que estorbaba, Leo le levanto la camisa y la arrojo al suelo dejando a Fred semidesnudo. Leo se posiciono encima de él y comenzó a besarlo por todo el rostro, sus labios le brindaban unas caricias a Fred que no tenían comparación, suavemente le beso los parpados, en la frente, las mejillas y termino en los labios. Siguió descendiendo y en su camino de besos se encontró con el suave y pálido cuello de Fred, hay se entretuvo un buen rato besando, dando chupones y succionando por todo ese espacio. Él chupaba y besaba esa piel que tanto le gustaba. Y en lado izquierdo chupo fuertemente en una zona.

- Ahh – gimió Fred al sentir como estrujaban fuerte su piel– Tonto, dejaras marca

Leo subió hasta su  oreja y mordió su lóbulo causándole un suspiro de placer – Eso quiero hacer – le daba ligeros mordisco en la oreja – Que sepan que tienes dueño.

Fred intento decir algo, pero ni siquiera pudo, pues los labios del rubio le cazaron los suyos.

Leo volvió a su tarea de besar el cuello de Fred por un rato más. Pero luego se detuvo y observo a la persona que tenia debajo de él.

- Fred – el mencionado alzo la vista y observaba el rostro de leo

- Sucede algo – pregunto un poco nervioso

- Tu me quieres? – dijo de repente el rubio mientras apaciguaba su mirada en espera de la deseada respuesta

- Tu eres tonto o que? – dijo Fred mientras se medio levantaba y besaba a Leo en los labios – Por supuesto que si – susurro cerca a su rostro – O creías que me dejaría tocar y besar así de ti? – dijo con burla

- La verdad si – dijo riéndose mientras se ganaba un golpe en el brazo por el comentario dicho

- Veo que no cambias, sigues siendo un tonto – decía Fred con algo de ironía

- Tal vez sea un tonto – y se puso encima de Fred mientras el susodicho se acostaba en el sofá – pero aun así te gusto – dijo con una media sonrisa  y lo volvió a besar.

Las manos del rubio seguían tocando al cuerpo que tenían debajo, pasó sus manos por las caderas, los muslos, mientras sus labios llegaron a los pezones de Fred que en esos momentos estaban siendo chupados y mordidos ligeramente, que finalmente terminaron duros.

Sus manos llegaron a uno de sus mayores obstáculos del momento, los pantalones de Fred, aquellos se interponían. Paso sus manos por el bulto de Fred y lo pudo notar, el estaba duro. Fred se retorció y ahogo varios suspiros, pues la mano del rubio acariciaba y apretaba su hombría descaradamente.

Los ojos miel de Leo lo miraban fijamente como pidiendo permiso para retirar la prenda, Fred solo sonrió, eso fue obvio… un SI.

El rubio comenzó a desvestirse bajo una mirada fija y deseosa de Fred.  Se quito la camisa con todo y camisilla,  desabrocho los botones del pantalón y se los bajo quedando en sus bóxers negros. Esbozó una sonrisa, su chico estaba con la mirada perdida encima de él. Y es que como no perderse observando ese cuerpo, estaba demasiado bueno, su torso desnudo con abdominales muy marcados, unas caderas que asemejaban muy bien a su forma, esa imagen no lo ayudaba para nada al “problemita” que tenia entre sus piernas.

 

 

 

Leo comenzó a sobar la erección de Fred por debajo de la tela que la cubría, el susodicho se retorcía y ahogaba sus gemidos entre sus manos. Pronto los bóxers de ambos terminaron en algún lugar de sala.

Frederick nunca había experimentado nunca un placer tal en su vida, y sabía que aun faltaba más, por eso cuando sintió su hombría al aire y en las manos de Leonard no pudo evitar lanzar un gemido de sumo placer causando en el rubio una corriente de satisfacción y deseo.

La masturbación comenzó suave al principio pero se fue tornando ruda, después, ambos se sintieron desfallecer, el uno se introdujo el miembro del otro en su boca y la chupaba, y el otro se aferro a uno de los cojines por el inminente placer que sentía y sabía que no era capaz de aguantar por mucho más esa situación.

Lamer, chupar, subir y bajar, saborear la esencia que salía, eran las acciones que leo repetía una y otra vez.

Con sus dientes mordía suavemente el pene del otro causándole pequeños espasmos. Se mantuvo

- Leo yo…yo no aguanto más – enredo sus dedos en el cabello de aquel que le estaba haciendo una felación increíble, y comenzó a marcar el ritmo que necesitaba y aumentando por acción de ambos.

- Hm – fue el gemido que se ahogo en la boca de Fred pues mordió sus labios para evitar que el estrepitoso sonido saliera de su boca. Alzo un poco su vista y lo que vio jamás lo había imaginado, el muchacho al que amaba haciendo el mejor sexo oral. Solo esa imagen basto para que el orgasmo llegara sin previo aviso más que con ligeras corrientes eléctricas de placer en la espalda.

Su pecho subía y bajaba, producto de la respiración agitada, sus mejillas cubiertas de un fuerte rubor, su cuerpo bañado en sudor con un aspecto perlado y con rastros de semen entre sus piernas. Sin duda una imagen muy erótica y que no ayudaba a su necesitado amigo. Aun en el estado en el que estaba espero a que Fred consiguiera calmarse un poco, estaba agitado, así q apenas q su respiración de normalizo alzo las piernas de este y las ubico en sus hombros. El otro se altero de manera pero al alzar la vista se encontró con una mirada que lo congelo por completo, esos ojos color miel lo miraban con un deseo y con un amor que sintió como su sangre comenzaba a bombear de manera rápida y prácticamente sintió un enorme deseo en todo su ser por lo que se relajo y le brindo una gran sonrisa a Leonard.

El mayor le devolvió su sonrisa y posiciono su muy hinchado miembro frente a la entrada del menor, el cual se tenso un poco, pero se relajo después de las frases amorosas de Leo. Lentamente comenzó a penetrarlo, estreches, calor, placer, eran algunas de las sensaciones que sentía mientras se adentraba en el cuerpo que yacía bajo él. Escuchar como gemía Fred y como se retorcía bajo el hacia crecer el enorme deseo que tenia de comérselo vivo. Espero dos minutos a que se acostumbrara y cuando sintió que este movió sus caderas en sinónimo de permiso comenzó suavemente los movimientos, que a medida que los segundos avanzaban se iban haciendo mas fuertes y rudos

- Ahh…Leo…s-sigue así por favor…ahh

- Fred…Fred – el mencionado solo lo observaba sin articular nada, estaba totalmente sumergido en el placer y jadeando

- Te amoo…- soltó de sopetón mientras daba una ruda embestida y se salía del interior, Fred.

- Hice algo malo Leo? – más que pregunta, era una afirmación

 El rubio solo sonrió al oír eso, se acerco y beso con mucha ternura los labios de Fred, ambos cerraron los ojos y se dejaron llevar por el momento

- Ponte en cuatro  – le susurro al oído causando escalofríos en todo su cuerpo, nervios era lo que Fred sentía, pero las ganas fueron mas fuertes. Quito a Leo de encima de él suavemente, y aun con sus temblorosas acciones logro darse la vuelta y sus extremidades superiores en una brazo del sofá mientras alzaba sus glúteos y dejaba expuesto su cuerpo bronceado y cálido.

- Ahh- se mordió los labios Leo mientras se acerco a uno de sus glúteos y lo mordisquea – Con esa pose me das mucho ha que desear sabes – susurro mientras volvía a su labor de morderle el glúteo a Fred

- Por favor – decía sensualmente el joven – Leo no juegues más, te quiero adentro

El mencionado estaba tan excitado que sin previo aviso abrió con sus manos las nalgas del otro y lo penetro sin previo aviso y de una manera salvaje y desenfrenada.

- Ahh…ahh – ambos comenzaron a gemir sin descontrol

Leonard siguió penetrando con un descontrol irracional prácticamente, mientras Fred hacia acopio de la poca cordura que le quedaba y comenzaba a mover sus caderas al mismo ritmo que las penetraciones.

- Leo…yo…n-no puedo más

- Ni yo – pasó su mano derecha por su frente quitándose el sudor que estaba en su frente y dando las últimas estocadas

- Ahh eres tan es-estrecho, y-ya no aguanto

- ¡Leooo!

Sintiendo la última estocada, Frederick se corrió al instante encima del sofá y Leonard  en el interior de este. Regularon sus respiraciones unos instantes para después leo acostarse del lado contrario del sofá llevándose el cuerpo de Fred que le daba la espalda.

- No sabes lo realmente contento que estoy

- Me alegra que hayas vuelto, aunque sea para desvirgarme – susurro esto último Fred con las mejillas totalmente rojas y con su tono de vergüenza

- Jajaja no seas tontuelo – apoyo su cabeza en el hombre de este – vine por que era hora de cumplir la promesa que te hice el día que me marche, la olvidaste

- Promesa? A que promesa te refieres

“No llores, te prometo que volveré por ti y podremos estar juntos Fred”

Las lágrimas brotaban de su rostro de manera involuntaria, pero al contrario de dolor, esta era de felicidad, una que lo embargaba en todo su ser, por que su amigo, lo amaba igual que el, se dio cuenta que aquel sentimiento de aprecio y cariño que sintió siempre era muy fuerte, y que iba mas haya del afecto normal, le asusto, pero el ser correspondido por el otro hizo que ignorara sus miedos y dejo que la felicidad y la paz que siempre quiso lo embargara.

Leo se paro a buscar  la ropa interior y la camisa de ambos para más o menos vestirse y tratar de conciliar sueño pues estaba totalmente agotado después de haberle hecho el amor a su ahora nuevo…

- Frederick – llamo Leonard

- Si?

- Quieres ser mi novio

Definitivamente esa frase fue aun más fuerte y se lanzo hacia Leo besando con desespero y anhelo sus labios

- Eso es un si?

- Más bien, un tal vez

- ah, ya veo entonces creo que debo convencerte – decía mientras apretaba descaradamente un glúteo con su mano y le mordía el lóbulo de su oreja izquierda arrancando un sonoro gemido de Frederick

- Shh, las 5:00 am, despertaremos a mi madre – decía totalmente avergonzado el causante el emisor del ruido

- jajaja tardamos 4 horas? Como pasa el tiempo, y con respecto a tu madre- Leonard esbozo una sonrisa- yo no me preocuparía

- por que lo dices?

- por que tu madre sabia que vendría hoy, yo planee nuestro encuentro con ella y además ella siempre se ha mantenido en contacto conmigo informándome siempre de ti.

Fred no supo que decir, simplemente beso a Leonard, pero esta vez transmitiéndole todos sus sentimientos, y estaba sumamente agradecido con la vida por traerle a la persona más importante y dueña de su corazón a su lado, y ahora no solo tenia a su mejor amigo de vuelta, sino que este se había vuelto su novio, y al fin tenia alguien especial que lo quisiera y lo amara de una manera en la que un ser necesita para justificar los sentimientos de amor y deseo que existen dentro de una persona. Al fin seria feliz con quien él sabia que era dueño de su corazón, y amor de toda la vida para siempre.

 

FIN

Notas finales:

 

 

Pues espero que les haya gustado :D , lo hice con cariño 

y desde hacia un mes q lo tenia en proceso pero hasta ahora pude completarlo

 

jaja

 

byee


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