Sus manos temblaban, sentía un gran vacío en el estomago que sabía que no era provocado por falta de alimento era algo más, esa maldita sensación la conocía como a un amante, no era amor lo sabía muy bien. De nuevo había ganado un pase para el tren de los recuerdos fallidos.
-Hola-
-Hola
La plática había iniciado normalmente un hola, que es lo que te gusta y demás trivialidades absurdas que si bien siempre eran buenas para iniciar una conversación que terminaría en algo más, después de todo cuando vas a un bar no es necesariamente a tomar y a disfrutar, una puedes ir a buscar sexo ocasional o dos buscar pareja o simplemente si vas a divertirte y lo que ocurra.
-Es que la verdad me gustas demasiado
-Tú también me gustas, ¿Quisieras ser mi novio?
-Si
Ahí estaba esa maldita pregunta que le había jodido la existencia por dos malditos años, originalmente había sido un año pero el sufrimiento y la pena se llevaron otro año así que fueron dos miserables años en los que la felicidad siempre se veía opacado por pequeñas tonterías
-¿Es que no entiendes?
-¿Por qué te enojas por algo insignificante?
-Para mí no lo es
-Es que es estúpido que digas eso
-Sabes que no quiero seguir discutiendo del tema
Y ahí estaba el idiota complaciente que quería el perdón de algo que no merecía una disculpa
-Lo siento ¿Te enojaste?
-No, no estoy enojado
-¿De verdad?- lo abrazo
-Si ya te dije que no estoy enojado- repelió su contacto
-Si lo estas, ¿¡Por qué te enojas por una tontería!?
-Olvídalo, sabes que es difícil hablar contigo
Siempre era difícil hablar con él, en esa jodida y putrefacta relación el problema siempre era él
-¿Qué es lo que te pasa
-Otra vez me pelee con Satoshi- lloraba
-Pequeño- lo abrazo -¿Por qué sigues con él?
-Lo amo- su llanto se hacía más fuerte
-Pero el siempre te hace llorar Ryo
-Lo se Nii pero todo es por mi culpa
Aquella relación siempre transcurrían en llanto, aquella felicidad innata que el menor irradiaba, ahora era opacada por un aura de tristeza y soledad. Que todos se la hacían notar, pero que importaba después de todo lo amaba
-¿Qué te paso?
-Nada
-Otra vez te peleaste con Satoshi ¿Verdad?
Si la relación iba mal era por culpa de Ryo aquel joven inmaduro que aun no conocía el concepto amor, después de todo Satoshi al ser una persona de mayor edad y mas experimentada, le hacía el favor (si el favor después de todo entendió que era un favor) de demostrarle lo que es el amor
-Lo que pasa es que nunca he tenido sexo con alguien- el menor se sonrojo
-No te preocupes yo te enseñare todo lo que tienes que hacer- le tomo de la mano
-Te amo- susurro entre jadeos
-Eres tan lindo- una embestida mientras que el menor jadeaba
-Te amo, nunca pensé sentir esto por otra persona- el miembro de Satoshi golpeaba un punto que lo hacía enloquecer
-Ah Ryo creo que me coy a correr- Un liquido blanquecino inundo al menor
-Te amo- susurraba mientras se desplomaba en la cama
-Vas mejorando, pero aun te falta- rió
No sentía ningún vacio, después de todo era verdad, solo le faltaba mejorar para complacer a su amante (que imbécil había sido)
-Te amo
-Te quiero
-Te estoy diciendo que te amo ¿Por qué me respondes con eso?
-Porque yo no te puedo decir que te amo, aun no nos conocemos del todo y me siento atado en una relación como la nuestra
-¿Atado?
-Así es atado, no es lo mismo
-¿Entonces qué haces perdiendo el tiempo conmigo?
-No te enojes amor
Fácil, todo ese maldito orgullo y rabia podía desaparecer tan fácil, al escucharle decir esas palabras, era estúpidamente fácil
-¿Qué sucede Ryo?- lo abrazo
-Lo amo pero él no me ama como yo Nii
-Ryo ya te dije que termines con él, solo te hace llorar ya no eres el mismo de antes
-No puedo sabes que lo amo ¿Por qué no me entiendes?- se alejo dejando a un Nii cabizbajo
Así era poco a poco se iba destruyendo, pero los humanos tienen esa facilidad de ignorar a la gente que los quiere sin darse cuenta de que solo siguen un comportamiento de auto destrucción
-¿Y qué tal te fue hoy?
-Bien, sabes hoy me encontré a mi ex
-¿Oh ya veo?- susurro incomodo
-Sí, sabes al verlo recordé como era estar con él, siempre salíamos y nos divertíamos era genial estar con él
-Pues si tanto te gusta puedes regresar con él- la sangre le hervía quería llorar pero no podía
-No seas tontito- lo abrazo -¿Con quién estoy?
-Conmigo- dijo quedamente
-Entonces Ryo- deposito un pequeño beso en sus labios -¿No crees que si hubiera querido regresar con él, lo hubiera hecho?
-Tienes razón lo siento, además yo sé que me quieres- sonrió (imbécil, así era de imbécil)
En cada ocasión por absurda que fuera siempre era comparado con el EX o simplemente el EX era llamado sin necesidad alguna, pero cuando amas a esa persona te ciegas, no importa lo mal que te hiciera sentir, la estupidez te ciega y actúas como un niño el cual necesita amor y cariño.
-Sabes hoy me quede con un amigo a dormir- sonrió, quería darle una cuchara de su propia medicina
-Oh ya veo que divertido- dijo sin alguna importancia
-Si- le tendió su celular –Mira es él
-Tu amigo está muy guapo- rió
-¿Y no te sientes celoso?- inflo los cachetes, se sentía más estúpido
-¿Por qué debería de estarlo Ryo?- soltó una carcajada
-No lo sé pude haberte engañado- lo miro expectante
Satoshi lentamente se levanto y lo sujeto de la cadera, Ryo cerró los ojos
-Se que no es verdad, después de todo estás conmigo- beso su mejilla y lo soltó
Lo observo de nuevo había sido un estúpido un gran, gran estúpido, poniéndolo a prueba ¿Qué ganaba? La estúpida necesidad de sentirse querido o tal vez quería demostrar algo, nunca lo llego a saber
-¿Cómo estas amigo?
-¿Cómo?- lo miro extrañado
-Sí, ¿Como estas amigo?- rió
-Espera, tu y yo éramos novios ¿No es así?
-¿Novios? Me di cuenta de que nuestra relación no servía, después de la pelea de ayer me di cuenta de que aun te falta experiencia y bueno te quiero, pero no deseo perder tu amistad
Aquellas palabras destruyeron su corazón
-¿Tu lo elegiste?
-Así es pero podemos seguir siendo amigos
-Sabes que ya me voy- no quería que él lo viera llorar
-Ok luego nos vemos- sonrió
Y ahí estaba él llorando, llorando por un imbécil que solo jugó con él, Ah que hermoso hubiera sido que le hubiera hecho caso a sus amigos y hubiera terminado con él antes de que su pobre corazón hubiera terminado hecho pedazos. Esas palabras las recordaría por siempre
-¿Buenas tardes estará Satoshi?- el corazón le latía furiosamente
-No ¿Quién le habla?
-Ryo
-No, no está salió, pero cuando llegue le diré que te hable
-Ah muchas gracias- colgó
Una y otra vez, no podía perder a esa persona que tanto amaba, llamadas sin contestar y sin regresar, sentía que se iba a volver loco, entre tanta desesperación
-Ya no tomes Ryo
-Déjame en paz Nii- siseo
-¿Qué tienes Ryo?
-Nada Shuu, solo corte con mi novio- el novio de Nii parecía buena gente y entre borrachos las cosas se entienden mejor
-¡Y después de un año de relación me corto!- dio un trago al vaso de tequila, que sostenía
-Te entiendo, yo estuve en una situación igual pero conocí a Nii y todo cambio
-Que envidia
-Espero que pronto encuentres a alguien más Ryo
-Gracias Shuu- ambos chocaron sus vasos y brindaron
-No alto ya estas, borracho Ryo- lo sujeto de la cadera
-Calla Satochi- empezó a besarle la cara
-No, de verdad detente- lo soltó
-¿Ryo estas bien?- toco la puerta del baño
-Sí, estoy bien- se agacho, vomitar le hacía bien
-Ya llegamos a tu casa Ryo
-Gracias Nii, ¿Ustedes si se pueden ir?
-Sí, ni Shuu ni yo estamos tan borrachos, cuídate- vio que el menor con trabajo metía las llaves a la cerradura -¿Te ayudo?
-No yo puedo, no estoy tan borracho- se despidió de sus amigos y entro
Y así fueron pasando los meses entre fiestas, bebida, encuentros ocasionales y todo para olvidar a esa persona. Y entre mas trataba de olvidarlo más se alejaba de esas personas llamados amigos
-Ya Ryo ¿Qué tienes? Perdóname por no acompañarte a ese lugar pero Shuu ya me había pedido salir con él- le sujeto la mano
-No estoy enojado por una tontería así- se separo de su amigo
-¿Entonces?
-Por nada
-A veces no entiendo qué te pasa Ryo, ¿Se supone que somos amigos?
-Ni yo sé que me pasa si somos amigos, pero estos son mis problemas
-Se supone que los amigos están para ayudar, sabes que olvídalo Ryo si quieres hablar de eso conmigo te estaré esperando- se alejo
Suspiro, después de todo se había enterado que un amigo recién conocido estaba iniciando una relación con Satoshi, que podía hacer se sentía tan mal y que podían saber ellos, su dolor no era algo para estar comentando, de nuevo se enterraba en la soledad
-Hola
-Hola
De nuevo otra conversación trivial y absurda, pero sirvió para olvidarlo un poco, entre besos, caricias y sexo, fue olvidando un poco de esa persona. Pero no sirvió mucho
-¿Qué sucede porque ya no sales con él?
-No lo sé aparte de que tiene pareja, ya me dio asco estar con él- rompió en risa
-Estúpido no cambias- ambos rieron
Poco a poco volvía a ser el de antes, no en eso estaba equivocado ya no podía volver a ser la misma persona de antes, Satoshi había llegado para cambiar cada fragmento de Ryo y convertirlo en una persona totalmente distinta y con una realidad bastante retorcida
El tiempo como buen consejero y gran medico, fueron sanando poco a poco esas heridas ya no tenía caso esperar una llamada de él, un mensaje, un e-mail sabía que nunca iban a llegar, después de todo las únicas veces que llegaron a verse fueron por compromiso
-¿Y aun lo extrañas?
-No te niego que fue una persona muy importante para mí y cambio muchas cosas, lo quiero pero ya no como antes- sonrió, volvía a hacerlo
-¿Y cuando tendrás novio?
-No lo sé- esa pregunta le aterraba no tenía deseos de pasar por otra cosa así
El transcurso del tiempo siguió su camino, poco a poco fue creciendo para bien o para mal aquella relación lo había cambiado, demostrándole que a veces la soledad es la mejor compañera, que no hace falta tener a alguien “especial”, para sentirse amado después de todo las experiencias pasajeras podían resultar ser algo interesantes. Ningún compromiso y mucho placer
Y de nuevo ahí estaba el temblando al ver su nombre, no tal vez era un paranoico ese nombre era común…no solo se estaba haciendo idiota ese nombre no tenía nada de común sabía a quién le pertenecía empezó a leer tenía la absurda esperanza de que fuera alguien más…una hojeada le basto para descubrir que tenía razón era él, ahora ahí estaba recordando esa jodida sensación que le provocaba al recordarlo, suspiro tenía que ser fuerte
-Por eso odio este pequeño y miserable mundo- suspiro, tratando de mostrar su mejor sonrisa, en ese momento pensó que había sido una mala idea haberse dejado su nombre
-Déjeme decirle que su libro me pareció excelente es algo lindo por decir así
Lo miro con detenimiento, de verdad no entendía la profundidad de algo tan complejo pero a pesar de eso esa maldita sensación lo molestaba, termino por firmarle el libro y se lo regreso
-Gracias, ¿Sabes me recuerdas a alguien?- agarro el libro
-No está equivocado, tal vez me confundes con alguien más- esa jodida sensación estaba creciendo, el maldito rencor poco a poco iba saliendo a la superficie, rogo por que se largara
-Tienes razón, bueno gracias- se alejo
Suspiro aliviado, la sensación seguía pero sabía que poco a poco iba a desaparecer como esa persona, después de todo recordar cosas pasadas ya no iban con su nueva vida. Había cambiado y eso tenía que recordarlo. Después de todo hacía mucho tiempo que no lo recordaba ¿Por qué pensar ahora en él? No tenía caso ya lo había dicho pero tenía que volvérselo a repetir. Muy pronto su recuerdo se iría así como él.