tenia una apariencia…que no era humana. -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡No!!!!!!!!!!- para mí el verme con unas orejas y cola de gato además de que se me sobresalían los colmillos y mis ojos a pesar de tener el mismo color de siempre tenían el aspecto de ser los de un gato era un impacto tan grande que grité tan fuerte que no dudo que se hubiera escuchado por toda la academia ya que solo me dio tiempo de irme a esconder debajo de las cobijas de mi cama porque el director y Yuki ya estaban en el cuarto preguntando el porque de mi grito. Mientras ella estaba parada enfrente de mí el director estaba recargado en el marco de mi puerta lloriqueando y diciendo lo que para mí de seguro significarían tonterías. Al instante yo grite un “váyanse” pero al parecer desperté más la curiosidad de Yuki ya que hizo lo contrario y se acerco más a mí. Ella intentó jalar de las sabanas que yo tenía encima para taparme por completo pero claro que no pudo, porque yo le ganaba en fuerza. Después de ver que su intento de destaparme falló empezó a decir “si no me muestras lo que te paso te haré ir a clases y te perseguiré si intentas escapar además de que te haré que hagas las guardias como un prefecto mientras yo tomo un merecido descanso durante una semana” y lo demás fue un bla, bla, bla ya que no le estaba poniendo demasiada atención que se diga.
Después de que ella terminara de decir su largo discurso yo le respondí-hagas lo que hagas no podrás obligarme a nada- dije para luego ella me respondiera con un bufido y de seguro un puchero y se volteara para el lado contrario, que aunque no lo pudiera ver ella siempre lo hacía cuando no lograba conseguir todo lo que ella deseara. Pero por fin me hizo reaccionar cuando dijo “¿me tienes miedo Zero?” eso me hizo enfadar tanto que me levante justo cuando me quitaba las sabanas de encima y le gritaba -¡es por esto!- pero al verme el director dio una cara de sorpresa que al verla Yuki se volteó lo mas rápido que pudo y al verme puso la misma tonta cara que la del director. Parecería que lo único que me faltaría seria decir “miau” para que gritaran ya que con las caras que me hicieron me sonroje de sobremanera, pero al parecer no fue necesario ya que después de unos segundos salieron del shock de la sorpresa y enseguida gritaran al unísono un “¡¡¡¡¡que lindo!!!!!” que tal vez fue hasta más estruendoso que mi grito de horror, pero luego de gritar Yuki me dijo –Zero te vez tan…tan…tan… ¡lindo!- luego después de eso ella empezó a gritar corriendo por la habitación un “lindo” a lo que el director Cross se le unió, ambos con corazones en los ojos. “ah (suspiro) este va a ser un di muy largo” dije con una gotita de sudor frio en mi nuca. La verdad nunca pensé que esto me pasaría a mí, ni siquiera lo pensé en ninguna otra forma. Pero se puso peor cuando Yuki agarro una de mis orejas gatunas y el director Cross agarro mi cola, al parecer creían que era una clase de juego ya que trataron de quitármelas, a verdad ya no aguante a ese par de locos y grite - ¡ya déjenme en paz! ¡Yo nunca me disfrazaría así no creen que sería un poco fuera de lo normal! ¡No estoy jugando! ¡Ustedes a veces me desquician! ¡Par de lunáticos!– después de gritarles los saque de mi habitación casi a patadas y cerré la puerta con seguro para que no volvieran a entrar.
Después de todo lo que pasó me dirigí otra vez a mi baño y me miré al espejo – hay que resolver este problema los mas rápido posible- dije para mi mismo. Pasó un tiempo del cual no despegue mis ojos del espejo pero después de un rato me cansé y me eché en mi cama para pensar un poco. Pero después de un rato me percaté de algo “esto debe ser culpa de Shisuka y las cualidades o para mi desgracias que da a los que muerde” después de pensarlo agache la cabeza y volví a observar el cascabel que tenía atado con un listón en mi muñeca – Ichiru- susurre casi automáticamente.- debo de llamar a Yagari-sensei- pero no ahora ya que apenas había amanecido y no había dormido nada anoche y mas por la culpa que me carcomía el alma. “Será mejor descansar un poco más” pensé.
Al poco tiempo me quedé dormido ya que en verdad con todo esto me estaba poniendo un poco irritado, bueno mas de lo normal, y me daban nauseas . Mi sueño se trataba de un pequeño recuerdo de mi infancia que esta vez si estaba seguro que era mío. Se trataba de un día cualquiera en casa cuando mi familia todavía estaba viva y yo le ayudaba a entrenar a Ichiru que como era de cuerpo frágil eran pocas las ocasiones en la que entrenábamos juntos con Yagari-sensei. El me dijo “ya no puedo más” y al segundo se había desmayado, tome velocidad y lo alcancé a agarrar justo antes de que se callera al piso, a lo que Yagari-sensei hiso una mueca de disconformidad al débil cuerpo de mi hermano. “llévatelo” fue lo único que escuché antes de que se diera media vuelta y se fuera. A la hora ya Ichiru estaba en su habitación, en su cama, y yo estaba recargado en el borde de su cama cuando por fin había despertado. “¿que paso Zero?” me dijo mientras se sentaba en su cama. “te desmayaste Ichiru, será mejor que descanses o si no volverá a pasar” le dije empujándolo suavemente para que se volviera a acostar. Pero el se volvió a levantar y empezó a murmurar “mi cuerpo es tan débil…si tan solo ni-san me hubiera absorbido estaríamos juntos y no sería un estorbo” después de eso se escucho un sollozo que provenía de él. “no es cierto Ichiru yo jamás me perdonaría si me hubieran dejado escoger y hubiera escogido estar de esa manera, tu eres tu y yo soy yo. No necesitamos más. Toma” le dije y le di uno de mis dos brazaletes de plata que tenían escrito el apellido de la familia y en el interior estaba escrito “cazador”. “Zero ¿es para mí?...no lo puedo aceptar es un regalo de la familia para el primogénito” dijo tratando de devolvérmelo pero me negué y dije “nosotros somos gemelos nacimos casi al mismo tiempo, además tu eres mi hermano eres mas importante que un brazalete” después Ichiru se acercó a su mesita de noche y saco un listón color rojo sangre y un cascabel que era de oro que aunque fuera de ese material si emitía un sonido y era hermoso. Después me lo pus en la muñeca en la que me faltaba uno de los brazaletes y me dijo “toma es para la buena suerte” y fue la ultime noche que pude ver a Ichiru ya que la siguiente fue en la que paso la matanza de mi familia.
(Desde aquí termina el Zero pov´s y narra una persona independiente a la historia)
En la oficina del director Cross.
¿Qué hare?-decía Cross con una cara seria, era las pocas veces que la tenía. –¡¡ya se!!...llamaré a Yagari el sabrá que hacer-decía volviendo a su cara de siempre. Después de que el director Cross hiciera la dichosa llamada y que al fin Yagari aceptara, aunque de mala gana, ir al instituto para ver que le pasaba a Zero y el porque de tan raras señales y que además se quedara como un profesor mas de la clase nocturna, lo que no seria para nada agradable para el siendo cazador y que al ultimo tratara de matar a los estudiantes.
¡Listo! Espero que llegue en unas horas ya que no se de que sea capaz mi querido Zero…pero ya pensándolo… ¡que lindo se ve!- decía corriendo por todo lugar en su oficina.
De lo que no de daba cuenta el director Cross era de que le estaban espiando desde hace un rato porque había dejado la puerta entrecerrada y no era n mas ni menos que la niña de cabello chocolate y ojos color vino, que al verlo le salió una gota de sudor en la nuca y después de un rato se retiro.
Yuki pov´s
En la mañana después de ver la grata, para mi claro que para el no, sorpresa que me dejo en verdad impactada me dirigí a hacer el desayuno de todos ya que el director cuando trate de ir a hablar a su oficina estaba gritando y saltando por toda su oficina y preferí no molestarle ya que de seguro me arrepentiría de eso. Ya estaba preparando el desayuno que sería unos huevos revueltos para el director, unos huevos estrellados con tocino para Zero y para mí un rico pedazo de pastel tan solo pensarlo hiso que se me escapara una pequeña risita, pero debería de recordar de que sería cuando todos se fueran ya que era la ultima rebanada.
Cuando termine de hacer el desayuno de Zero lo puse en una charola ya que de seguro no se atrevería a aparecer con esa apariencia y era mejor llevársela, así podría volverlo a ver con esa linda forma que tenía “¡kíe! ¡Que lindo se veía!” grité mentalmente al recordar el como estaba con su pijama que le quedaba floja y ese sonrojo que lo hacia verse como un niño pequeño cuando estaba apenado, claro sin olvidar sus orejas, cola y ojos de gato, pero la verdad me pareció ver unos lindos colmillos escondidos. “Tan pronto como llegue le tomaré una foto”. Y con esa idea me divertí por un rato hasta que termine de hacer el desayuno y ya me disponía a subir cuando escuche que se aproximaban unos pasos tranquilos por el corredor pero al acercarse un poco mas trataron de retroceder. “debe de ser Zero” tan pronto como lo escuche volví a ponerme delante de la estufa y disimule estar cocinando algo para después no hacer nada y gritar para que no se fuera y sentarlo en la silla enfrente de la mesa –¡ni creas que te dejaré que te vallas con el estomago vacio y así no más!, ¡me escuchaste Zero?- pero luego de eso se planeaba ir y para que no se fuera le abracé por detrás y le dije –por favor Zero ¿si?- y luego le mostré una sonrisa, a lo que el me correspondió con otra sonrisa claro de las pocas que daba y dijo “esta bien pero después tengo que ir a hacer algo importante, ¿entendiste?- Y después lo senté en la silla que tenia enfrente y de inmediato intenté ponerle su desayuno enfrente de él para que comiera algo, aunque el resistía mucho sin comer tal como lo entrenaron, se ponía de muy mal humor y era muy peligroso cuando se enojaba mas de la cuenta. La última vez que se salió de sus casillas casi le rompe un brazo a un estudiante de la clase nocturna por burlarse un gran rato de él y de sus amenazas, tuve que calmarlo antes de que en verdad se lo rompiera. –toma Zero hice huevos estrellados con tocino- le dije y al verlo comer de repente sentí que debía de tomarle la foto justo ahora ya que se veía sumamente lindo así, porque además de cómo estaba en la mañana ahora su cola no se dejaba de mover de un lado a otro y aún tenía ese lindo sonrojo, pero lo que más me impacto fue la manera de comer que tenía ya que no tenía metido por completo un trozo de su desayuno y en verdad era lindo.
Rápidamente me di media vuelta dándole la espalda y saqué mi celular de mi bolsillo y antes de que se diera cuenta le tome una foto después de llamarle por su nombre y decirle “queso”. De inmediato se paro y trato de seguirme pero al instante antes de dar el segundo paso se detuvo y escuché que dijo “me desharé de esa foto más tarde” pero ni loca iba a dejar que borrara la foto que le había acabado de tomar, ya que le sacaría varias copias. Y después de pensar eso me dirigí a mi habitación para empezar a hacer las copias.