Llegaron al centro comercial, se encontraba lleno de personas que al igual que ellos realizaban las compras para año nuevo, Gokudera observaba todo fascinado con sus orbes verdes sin perder detalle alguno, había vivido tanto tiempo encerrado, encarcelado que le emocionaba estar libre de nuevo, y el mundo parecía inmenso para el, parecía no tener ni principio ni fin.
Su primera parada fue el supermercado, donde realizaron las compras necesarias, estas estuvieron a cargo del menor, después de todo el era el encargado de la cocina.
Al terminar las compras necesarias, que en realidad no eran muchas ya que el japonés tenía bastante equipada su casa, se dirigieron a comprar ropa para el menor, este ante uno que otro reproche accedió y comenzó a comprarse ropa, no quería comprar demasiada, no quería ser una carga para el mayor, pero este tenia razón no podía vivir con solo un cambio de ropa hasta que su hermana le mandara dinero.
-en cuanto tenga dinero, te lo pagare todo – dijo el de cabellos platas tras salir de la tienda con unas cuantas bolsas de ropa, y según el no quería comprar mucho, solo lo necesario, el japonés rio ante el comentario y ver la gran cantidad de bolsas que entre los dos cargaban.
Se dirigieron al estacionamiento a guardar todo el auto del mayor.
El japonés no despejaba su mirada del menor, como veía todo fascinado, vivir tanto tiempo encerrado había echo que olvidara como era estar en el alrededor, había olvidado lo azul que el cielo podía ser, los miles de aroma que su olfato podía percibir al caminar por la calles del centro de la ciudad y la cantidad de colores que con sus ojos podía apreciar, sonrió para si mismo al poder ver de nuevo al menor, al verlo libre y…¿feliz? ¿hayato estaba feliz?... una sonrisa adornaba su rostro mientras veía la nieve caer… es cierto.. hayato nunca había visto que nevara, esta era su primera visita oficial a Japón.
-ven sígueme – pidió el oficial tras cerrar el auto, el italiano lo miro incrédulo, pero después acato la orden y siguio al mayor que caminaba por las calles repletas de personas de la ciudad.
Llegaron hasta una escuela, una secundaria.
-para que vinimos aquí?- pregunto el de ojos verdes mientras observaba la escuela cubierta de nieve y uno arboles sin hojas adornándola por el invierno…
“esta escuela…yo… ya la e visto…”
-vamos – le dijo el mayor mientras lo tomaba del brazo y entraban en la escuela, el menor no dio nada, solo se limito a observarlo todo..
“no jamás e estado aquí… tal ves.. me confundí”
Subieron por los pasillos hasta llegar a la azotea del edificio, el de ojos azules abrió la puerta y hay se encontraban , en el techo… desde hay se veía todo, la ciudad, la nieve caer, el sol comenzando a ocultarse y una que otra estrella que comenzaba a salir… todo era silencio, una vista perfecta… un lugar en el que solo se encontraban ellos…un momento perfecto…
-desde aquí…todo se ve hermoso…- dijo el menor mientras se acercaba a la cerca que rodeaba la azotea y lo observaba todo
-me gusta venir aquí cuando los alumnos se han ido- confeso el mayor mientras se acercaba al de cabellos platas
-…- no contesto solo continuo contemplando todo a su alrededor, una sonrisa se dibujo en su rostro mientras sus ojos se llenaban de ilusión…
-hayato…- susurro el mayor, el aludido volteo y se topo de nuevo con ese par de ojos azules que le traían tantos recuerdos…que lo hacían volver dos años atrás y recordar aquella noche en la que se entrego a un desconocido…
“son iguales…tal ves….puede ser…”
Lentamente, dudoso y avergonzado el italiano se fue acercando al japonés hasta quedar frente de el,
“ es posible que tu y el sean la misma persona?”
-….kyoya…- el menor se a armo de valor y a besado al oficial, este, se sorprende, pero después al sentir esos labios rosas carmín sobre los suyos de nuevo… al sentir esa agradable sensación recorrerle el cuerpo como hace dos años… se olvida de todo, de todo y de todos, se entrega al beso y toma al menor de la cintura, lo atrae a su cuerpo y lo abraza, lo abraza con fuerza para jamás dejarlo ir… - eres tu…- susurro el menor mientras termina el beso y baja la mirada - ¡eres tu! – le reprocha al oficial mientras su voz se comienza a quebrar por el llanto
-hayato…tranquilízate – pidió el oficial al notar como este se comenzaba a alterar
- no! ¿Por qué no me dijiste nada?-reclamaba el menor mientras se aferraba a la camisa del oficial y en sus ojos comenzaban a acumularse las lagrimas
-que esperabas que te dijera, ni siquiera estaba seguro de que tu me recordaras – respondió el japonés mientras se comenzaba a sujetar con mas fuerza del menor, por que el miedo comenzaba a apoderarse de nuevo en el, tenia miedo de perderlo de nuevo como dos años atrás, no quería que la historia se volviera a repetir.
-…como podría haberte olvidado… como olvidar a alguien de quien en verdad me enamore y me entregue en tan solo una noche…- dijo el de ojos verdes mientras bajaba la mirada para que el mayor no pudiera ver el sonrojo en su rostro y como una lagrima había escapado de sus ojos– porque… no me buscaste después de aquella noche? ¿Por qué te olvidaste de mi? – pregunto el de ojos verdes con la mirada aun clavada en el piso
-hayato...lo siento, yo en verdad te busque, quise hablar contigo después de aquel dia, pero mukuro me dijo que habías decidido irte con el… y por alguna razón…termine creyéndole… y…después me ofrecieron venirme a trabajar aquí en Japón…acepte…pensé que quizás de esa manera me podría olvidar de ti...
-….yo jamás te olvide…después de esa noche…tuve la esperanza de que me volvieras a buscar, pero eso jamás sucedió! Durante mi cautiverio al lado de mukuro cada noche soñaba por que me rescataras, pero los días pasaban y eso jamás sucedia…
-lo siento…- se disculpo el de ojos azules mientras bajaba la mirada y buscaba refugio en el cuello del menor – desde que me entere que estabas desaparecido no pare de buscarte y me arrepentí de no haberme esforzado mas para volver a verte, me culpe por lo sucedido
-no sabes la falta que me hiciste hibari-
No dijeron nada mas durante el resto de su estancia en la azotea de la escuela, solo se sentaron el el piso mientras seguían viendo la nieve caer y el sol ocultarse, las estrellas aparecer y la luna iluminando la noche… hasta que… el menor termino por quedarse dormido entre los brazos del japonés.
-hayato….lo siento…- después cargo al italiano entre sus brazos hasta llegar al auto y después a su casa donde entro y deposito el cuerpo dormido del extranjero sobre las sabanas blancas de su cama – descansa…- le susurro y después deposito un beso en la frente del de ojos verdes… y sin hacer o decir mas salió de la habitación.
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Ya había pasado cerca de una ora que llevaba acostado en aquel sofá… era definitivo era demasiado incomodo, ya había tratado de mil maneras distintas dormir pero ninguna había logrado, fue entonces que mientras escuchaba las manecillas del reloj marcar los segundos y el viento entrar por la ventana agitando las cortinas escucho el ruido de la puerta de su habitación abrirse
-hibari- escucho la voz de hayato, inmediatamente volteo topándose con el menor parado en el marco de la puerta - ….duerme conmigo…- el oficial solo pudo verlo con incredulidad -…tengo…tengo miedo..- confeso el menor mientras bajaba la mirada y una lagrima caia de sus mejillas, había tenido otra pesadilla, los recuerdos de aquel hombre y la manera en que tantas veces lo había violado regresaban a su memoria llenándolo de miedo y pánico, ahuyentando su sueño y asustándolo
Hibari ni pudo negarse, solo se levanto de aquel incomodo sofá y camino hasta quedar frente del menor
-siempre te protegeré herbívoro- le susurro en su oído y después ambos entraron a la habitación y se metieron bajo las sabanas para disponerse a dormir
-gracias-murmuro el de ojos verdes mientras se acurrucaba entre los brazos del japonés y se aferraba al pecho de este -…durante aquellos dos años….siempre tuve la esperanza de volver a verte…-
-…me amas- pregunto el mayor mientras miraba fijamente aquellas orbes verdes esperando una respuesta
-yo…..jamas deje de hacerlo – confeso el italiano y después sintió unos cálidos labios sobre los uyos, rodeo el cuello ajeno con sus brazos atrayéndolo mas a su persona, sintió las manos del mayor apoderarse de su cintura –nhhh…- solto un leve gemido al sentir como la lengua del mayor exploraba su boca y aquellas manos acariciar sus caderas y recorrer su cintura
Fue entonces que se detuvo y alejo al mayor de su cuerpo - ..no…no aun… - pidió el menor mientras trataba de normalizar su respiración, aun no estaba listo para entregarse a hibari, aunque el le había quitado su virginidad dos años atrás no estaba seguro de hacerlo de nuevo, aquellos dos años fueron un tormento y tenia miedo..tenia miedo de que lo lastimaran de nuevo, aquellas veces que fue forzado lo seguían y le robaban el sueño por las noches…no…aun no estaba listo.
-tranquilo, jamás te obligare…- le susurro el japonés al menor – esperare a que estés listo hayato..- y después de aquellas palabras se besaron, pero sin llegar a nada mas… y después finalmente cayeron dormidos bajo el cansancio y la falta de aire
“me recuerdas, aun me amas pero…. ¿aun es tiempo?”