Finalmente todas las personas poco apoco comenzaron a marcharse del lugar, quedando solo los mas cercanos amigos del oficial Hibari Kyoya.
-bien Kyoya, esta a sido una estupenda cena- dijo Dino mientras se sentaba en uno de los sofás de la sala-mis felicitaciones al chef- comento mientras sonreía dulcemente al italiano
-gracias- contesto el chico de ojos verdes con una sonrisa sincera en su rostro, ese rubio idiota se estaba ganando su cariño
-bueno, es hora de marcharnos- comento el italiano de rubios cabellos mientras se ponía de pie seguido de sus acompañantes
-hasta luego Kyoya, Hayato- se despidió con un cordial apretón de manos del japonés
-cuídate- respondió el menor de cabellos plateados
-no te tropieces bajando los escalones- ante este comentario el chico de ojos miel no puedo evitar reír al recordar lo torpe que podía llegar a ser con un par de copas encima .
Sin decir mas, se subió a su auto y se marcho junto el resto de las personas que quedaban
En ese momento como por arte de magia, o del destino si es que creen en el, aquella canción que ambos conocían comenzó a sonar en el toca discos, la dulce melodía inundo la casa entera.
Ambos la identificaron al instante se trataba de:
…….one year of love de queen…..
Solamente un año de amor
Es mejor que una vida sola
-herbívoro… ¿me concederías el honor de bailar esta pieza? – pregunto Hibari volteando a mirar a su amado
-…claro…-respondió el menor un poco sonrojado,
Hibari coloco una de sus manos en la cintura del italiano, y con la otra tomo una de las manos del menor depositándola en su hombro
Solamente un año de amor
Es mejor que una vida sola
Ambos se tomaron la mano libre del otro, quedando en la típica posición de vals, lentamente Hibari se comenzó a balancearse al ritmo de la música, dejando que esta invadiera sus sentidos por completo
Un momento sentimental en tus brazos
Se parece a una estrella fugaz directamente a mi corazón
Gokudera se dejo llevar por los movimientos de su pareja, se dejo guiar por el, deposito toda su confianza en aquel hombre…simplemente…se olvido de todo…del pasado, dejo de pensar en el futuro y solo se enfoco en el presente
Esto es siempre un día lluvioso sin ti
Soy un preso del amor dentro de ti
-…sabes….desde aquella fiesta de disfraces, tu as sido el único dueño de mi corazón herbívoro- confeso el mayor mirando atentamente aquellas orbes verdes que lo hipnotizaban por completo
Me deshago todo alrededor de ti, si
Mi corazón grita a tu corazón
-….¿de verdad? – pregunto con ingenuidad, el mayor simplemente asintió mientras le robaba un beso de aquellos dulces labios rosas.
Estoy solo pero tú puedes salvarme
Mi mano se extiende hacia tu mano
-Hibari… ti amo…-
Susurra el menor cerca de uno de los oídos del japonés, como si le estuviera contando un secreto demasiado valiosos como para que los demás se enteren de el, un secreto que solo ellos dos conocían.
Tengo frio pero tu enciendes el fuego en mi
Mis labios buscan tus labios
Estoy hambriento por tocarte
Lentamente sin saber el como o el porque comenzaron a avanzar rumbo a la habitación, buscaron los labios del contrario y los devoraron con desesperación, como si su vida dependiera de ello, tratando de regresar el tiempo, de repetir aquella noche que ocurrió ase dos años atrás.
Las manos del menor comenzaron a descender por los fuertes brazos del mayor acariciando los músculos de este.
Hay tanto sin entender
Y todo lo que puedo hacer es rendirme en este momento
Solamente rendirme…
Dejo todo atrás, aquellos malditos recuerdos que duraron dos años los olvido por unos instantes, es como si Hibari combatiera contra esas pesadillas y miedos que habitaban en su interior.
Lentamente ambos se dejaron caer sobre el colchón, el oficial sobre el cuerpo del menor.
Hibari se aflojo el nudo de la corbata, asía que se le fuera mas rápido el aliento durante aquellos largos besos que se daba con el menor.
Gokudera sintió como Hibari paso una de sus manos por su espalda hasta llegas a la parte baja de esta, sin dudarlo y con un poco de timidez comenzó a quitarle el saco a el oficial sin despegar un solo momento sus labios de los contrarios, no quería detener aquel contacto.
Y nadie alguna vez me dijo que el amor dolería tanto
Ohh si, esto duele
Duele el hecho de recordar aquella primera ves, aquel amor que fue interrumpido por la aparición de un nuevo personaje en la historia.
Aquel hombre de ojos bicolor izo su aparición estelar y presiono la tecla de STOP en el control remoto del corazón de ellos dos.
Y así lo izo permanecer durante dos largos años, hasta que finalmente el japonés regreso y el destino fue quien coloco el play
Y el dolor esta tan cerca del placer
Y todo lo que puedo hacer es rendirme a tu amor
Solamente rendir a tu amor
Los besos comienzan a dejar a la ternura atrás y es remplazada por la pasión, las caricias comienzan a hacer su aparición estelar en aquella bella noche de luna llena.
Dejo de devorar aquellos labios y paso a saborear el cuello del menor mientras este se aferraba con fuerza a las sabanas y unos cuantos jadeos lograban escavar de sus labios.
-hi-hibari- gimió el italiano mientras trataba de recuperar el aliento, pero cada ves que comenzaba a normalizar su respiración, los labios del mayor encontraban otra forma de robárselo, como volviendo a posarse sobre sus labios o morder cuello.
Sintió como aquellas fuertes y firmes manos comenzaron a recorrer sus piernas, pidiéndoles el acceso y que estas se abrieran para el…
-no- se detuvo en seco y empujo el cuerpo del japonés –detente- pidió el menos mientras se sentaba en la cama y se abrochaba de nuevo la camisa
-….¿que sucede?...- pregunto el japonés algo sorprendido, no se esperaba aquella reacción, iban tan bien, estaba tan cerca de volver a hacer ese cuerpo suyo.
-yo…lo siento no puedo- respondió avergonzado el italiano mientras bajaba la mirada, no tenia el valor suficiente para mirar aquellas orbes azules.
Hibari no dijo nada, simplemente se acerco al menor
-mírame- pidió el mayor, pero Hayato se negaba a levantar la mirada
-Hayato por favor mírame- repitió el oficial, pero al ver poca respuesta tomo una con una de sus manos el mentón del menor y lo obligo a levantar el rostro, en un instante sus miradas chocaron, azul y verde.
-tranquilo…no te pienso presionar- dijo de manera dulce, sabia lo difícil que era para Hayato entregarse de nuevo después de todo el daño que aquel hombre de cabellos índigos le había hecho.
-…es que…. No entiendes, yo…en verdad quisiera pero al final hay algo que me lo impide- dijo al borde del llanto, sentía que en cualquier momento se derrumbaría nuevamente.
-…Hayato- llamo el japonés a su amado, lo miro por unos largos segundos sin decir nada y después beso aquellos labios rosas y suaves con delicadeza, como si besara a una muñeca de porcelana con temor a que esta se rompiera en mil pedazos.
Inconscientemente Gokudera rozo su rodilla con la entrepierna del mayor y no pudo evitar bajar la mirada al sentir el bulto que se escondía bajo aquellos pantalones oscuros.
-bueno, será mejor que me de una buena ducha de agua fría- sonrió Hibari antes de marcharse al cuarto de baño y desaparecía dentro de este.
Solamente un año de amor
Es mejor que una vida sola
Un momento sentimental en tus brazos
Se parece a una estrella fugaz directamente a mi corazón
Esto es siempre un día lluvioso sin ti
Soy un preso del amor dentro de ti
Me deshago todo alrededor de ti, si
Y todo lo que puedo hacer es rendirme en este momento
*
*
*
Cuando el japonés salió del baño después de su larga, larga ducha de agua helada encontró como su amado ya se encontraba durmiendo en su cama.
Sonrió por le hecho de tenerlo aquí a su lado de nuevo.
Se recostó en la cama junto a su amado y se cubrió con la colcha, abrazo al menor por la cintura, lo atrajo a el, este seria un buen año sin duda, algunos dicen que cuando algo empieza bien siempre puede mejorar, y definitivamente esto había empezado bien.
Aquí estaba el, con el italiano dormido a su lado.
¿Qué podría estar mal?
Y aunque algo lo estuviera, sabia que podían superarlo todo, su amor había permanecido, aquella llama nunca se apago durante esos dos años de tormenta y ahora tampoco lo aria.
*
*
*
A la mañana siguiente el joven de lacios y bellos cabellos plateados fue despertando.
Poco a poco fue abriendo sus ojos, aquellos bellos ojos color verde esmeralda, tan hermosos como su dueño y tan valiosos como un par de joyas.
Giro su cuerpo y se dio cuenta de lo sola que se encontraba la cama, pues, el era el único que yacía en esta, el oficial no estaba a su lado durmiendo.
Un rastro de tristeza y culpabilidad apareció en sus ojos.
“seguramente fue por mi, por no haber podido seguir adelante y olvidar el pasado”
Se repetía una y otra ves el italiano culpándose por lo sucedido, finalmente se levanto fue en ese instante que algo acaparo toda su atención.
En el buro descansaba una bella flor.
Pero no cualquiera, se trataba de un bello y hermoso tulipán rojo.
Como niño ilusionado por bajar al árbol de navidad en un 25 de diciembre y ver lo que Santa Claus le había traído de este año corrió hasta tomar la flor entre sus manos y la nota que había junta a esta.
“siento no estar aquí cuando despiertes, pero tengo unos asuntos que arreglar en la oficina, llego a la hora de la comida cuídate
Atte: Hibari Kyoya
PD: ti amo~ ”
Permaneció hay de pie, inmóvil como una estatua, leyendo una y otra vez aquella nota.
Finalmente en la centésima ves que le dio lectura una sonrisa se dibujo en rostro.
Dejo el papel sobre la mesa y se sentó en el borde de la cama admirando la flor
Tratando de descifrar el mensaje oculto en esta.
Entonces lo recordó, aquel libro, “eternidad” de Alyzon Noel, en la portada aparecía una chica con un par de tulipanes rojos, y si su memoria no falla en la historia la protagonista siempre recibía tulipanes rojos por parte del chico nuevo.
Pero aun no se decía el significado de aquella flor en el libro, así que corrió a la pequeña oficina del oficial, encendió la lap que había en aquella habitación y de inmediato entro a google
Escribió en el buscador “significado de los tulipanes rojos”
Entro en la primera opción y comenzó a leer.
Leyó el significado una y otra ves.
Entonces sonrió, una sonrisa sincera tan bella como el de un infante al ver llegar a sus papás de trabajar o al salir con un 10 en su examen de matemáticas
~Tulipán rojo: amor eterno~