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¡Recupera a Ginji, Ban! por Deluxe

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Notas del fanfic:

Los GB no son mios sino de Yuya Aoki y Rando Ayamine~

OJALA FUERAN MIOS!

Notas del capitulo:

PASE A SEGUNDO POLIMODAL! HAHAHAHAHA VACACIONES! Y me voy a Chile en Enero!!

 

¡Recupera a Ginji, Ban!

 

            La dulce mañana despierta a los dos chicos, Ban se levanta primero dándose un tiempo para ver al rubio dormir, se dirige al baño y se ducha mientras piensa sobre el trabajo. Ginji se despierta al recibir los rayos del sol, se levanta y espera un rato hasta que salga el castaño; mira la hora en el celular pensando que aún es temprano, suspira para sacar un poco el estrés. En eso, se abre la puerta del baño, Ban saluda agarrándolo de la cara y regalándole un dulce beso de los buenos días, Ginji mira hacia otro lado como si no le importara; al terminar entra rápido con la cabeza agachada al baño para poderse duchar, el castaño notó la rara actitud del joven pero fingió no darle mucha importancia.

 

Se cambia y baja por las escaleras llegando al local, Paul aún no venía así que estarían encerrados por un rato más. Cuando uno de los Get Backers rompían algo, tenían que pagarlo lavando platos o hacer los pedidos de los clientes, gracias a esa experiencia Ban pudo hacer su café enseguida. Escucha que alguien baja de la habitación, mira al rubio como se sienta en la barra, le pregunta si quiere café o un té pero este contesta que no. El ambiente vuelve a tornarse silencioso ¿Qué le pasa a Ginji hoy?, esa pregunta le invade la cabeza. Verlo triste es una de las cosas que le molesta, intenta de estar tranquilo, no desea gritar cuando alguien está en un estado depresivo o serio.

 

-          ¿Qué pasa, Gin? – dice con un tono agradable

-          ¿Eh? Ah, nada – contesta un poco sorprendido - ¿Por qué preguntas?

-          Hoy te levantaste raro, como si desearás estar solo

-          Oh, no es nada grave, en serio – le da una sonrisa triste

-          No me mientas, con sólo verte la cara ya se sabe de que animo estas

-          … - baja la mirada – No quiero preocuparte

-          Adivina, lo estoy ahora – muestra un poco de enojo

-          Perdón – mira hacia otro lado

-          … - se calla para tranquilizar el ambiente, en unos segundos comienza hablar – Ginji…

-          ¿Eh? – este levanta la mirada

-          Dímelo, si me cuentas tal vez puedo ayudarte

-          … - duda un poco pero piensa que necesita contárselo, después de todo es su mejor amigo - Ok… anoche, cuando dijiste que volviéramos a dormir, pensé sobre Yukiko, me sentí mal porque la verdad me gustaba mucho y casi podría decir que me había enamorado de ella pero como que sigo teniendo esa sensación y no puedo olvidarla

-          … - traga saliva, sabe bien que aún necesita tiempo para poder olvidarla pero fue un golpe duro al saber que aún la ama

-          Y … aún no somos novios oficiales porque no le dijimos a nadie que somos novio, ni nosotros mismo hablamos de serlo o no

-          Comprendo – respira hondo – Eso significa que todavía no tengo todo tu amor

-          Pero me estoy esforzando de volver a sentir lo mismo que antes, en serio – dice desesperado

-          Ginji, no te esfuerces – suspira con una ceja arriba y con la cabeza apoyada al mostrador

-          Pero…

-          Yo, Ban Midou, voy a recuperar tu corazón – comenta energético con su pulgar señalándose el pecho y con una sonrisa engreída – Prometo recuperarte, Gin – le guiña el ojo

-          … - se sorprende al escucharlo y sonríe – Gracias, Ban – ambos se quedan mirando frente a frente, separados por la barra

-          Así queeeeee...

-          ¿Eh?

-          Aún me debes un buen beso de los buenos días, la que me diste hoy fue un beso de ‘‘no me importa’’

-          Ahhhh, no es justo – retrocede un poco la cabeza al ver que Ban acerca la suya estando a solo 2 centímetros del rubio

-          No te quejes, es tu culpa haber despertado mal – frunce las cejas con una sonrisa

-          ¡Claro que no!

-          ¡Claro que si! – en eso se escucha una melodía sonar, la canción es Magnet de Vocaloid, la versión de Kaito y Gakupo - ¿Y eso?

-          No sé – ambos se quedan mirando y comienzan a buscar de donde viene, en eso el rubio lo escucha más fuerte al pasar cerca del baño, entra y encuentra un celular – Ban-chan, lo encontré – sale del baño y se lo muestra

-          A ver… - se acerca – Debe ser de Natsumi, la muy tonta se lo olvido

-          Hehehe suena genial la canción, nunca lo escuche

-          Yo tampoco – se vuelve a sentar en donde estaba

-          Me gustaría saber quien la canta – abre la tapa del celular

-          ¡Espera, idiota! Es una llamada—

-          ¿Hola? ¿Hola? – suena una voz femenina en el teléfono

-          … - se quedan paralizados, sin saber que hacer, el mayor le quita el objeto al menor y comienza hablar - ¿Hola? ¿Quién es?

-          ¿Señor Ban? ¿Es usted?

-          ¿Eh? ¿Natsumi?

-          Hahaha si, que alivio, pensé que había perdido mi celular ¿están en el Honky Tonk?

-          Ah… si…

-          Que bueno, enseguida iré a buscarlo, nos vemos – cuelga

-          … - cierra la tapa del teléfono – Y pensar… que por un segundo… me quede con la mente en blanco

-          Hahaha asusta no saber que hacer ¿verdad?

-          Si, un poco… - con una mirada picara intenta de provocar a Ginji – Y… ¿en donde nos quedamos?

-          Mmh… - sin prestarle mucha atención

-          Hey ¿Me estás escuchando?

-          Mmh…

-          Ginji ¡Ginji!

-          ¿Qué? – busca en el celular la canción que escucho como rington

-          ¡Ni siquiera me estás prestando atención! ¿Eh? – mira al rubio que tiene en sus manos el celular – [p e n s a n d o: ¿Cómo hizo…?] ¡Dame el celular! – se acerca a él

-          ¡No! Estoy buscando la canción

-          No se revisa celulares ajenos, dámelo – intenta de quitárselo mientras empuja la cara del rubio con su mano y con la otra intenta de agarrar el objeto

-          ¡Basta, Ban-chan! ¡Quiero buscar quien es el cantante de esta canción!

-          Tsk… - se le ocurre una idea penosa, demasiado penosa para él, tanto que hasta hizo sonrojar al castaño pero conseguiría atraer la atención del rubio – Yo sé quien la canta – se separa de él mirando el piso

-          … - se sorprende y voltea a ver a su amigo - ¿Quién la canta?

-          … - traga saliva – Yo… la canto

-          ¿Vos? – no podía creer algo tan semejante – Entonces cántala

-          ¿¡Qué!? ¿¡Estás loco!?

-          Vamos, Ban-chan… es sólo una canción – lo anima un poco, ya tenía deseos de escucharlo cantar

-          Tsk, está bien – el rubio se sienta en uno de los sillones del fondo y lo mira esperando el espectáculo – [p e n s a n d o: Tranquilo, tranquilo… hace tiempo que no le cantas a nadie, hubiese sido mejor haberle dicho que lo puedo tocar en el violín] – comenzó a escuchar en su cabeza el sonido de la ola rompiéndose y el sonido del piano con su dulce melodía- kabosoi higa kokoro no hashini tomoru, itsuno manika moehirogaru netsujou, watashino chou fukisokuni tobimawari, anatano teni rinpun wo tsuketa

-          … - deja caer el celular, sus ojos los tiene completamente abiertos, no podía creer que su voz fuera tan artística, además la letra de la canción le hizo temblar el corazón – Ban… - susurra

-          karamiau yubi hodoite, kuchibiru kara shitaeto, yurusarenai kotonaraba naosara moeagaruno – sus ojos suavemente

-          … - sigue admirado por la voz del castaño ¿ese es Ban?

-          dakiyosete hoshii tashikamete hoshii, machigai nado naindato omowasete, Kiss wo shite nurikaete hoshii, miwakuno tokini yoishire oborete itaino – abre los ojos, suspira y dirige la mirada a otro lado – Listo ¿contentó? – levanta una ceja aún colorado pero nota que el rubio no le contesta - ¿Ginji? – lo mira

-          Ban… Ban… - se levanta y se tira encima suyo, dándole un fuerte abrazo – ¡Cantas excelente!

-          ¿Qué? – al tener contacto con el pecho del rubio siente como le late fuerte el corazón

-          Nunca me dijiste que cantabas, me tomaste por sorpresa – sonríe dulcemente

-          Idiota, nunca preguntaste - le da un golpe suave en la cabeza – Pero… si quieres… algún día puedo cantarte algo – dice tranquilo y aliviado de que no notara la poca desafinación que tuvo en una oración

-          ¿En serio? Gracias, Ban-chan – lo abraza más fuerte, contentó siente ganas de darle un beso – Che, las frases de la canción

-          ¿Qué pasa con ellas?

-          Son muy románticas… me gustaron mucho – se sonroja levemente – ¿Me la cantarías de nuevo esta noche? – sus ojos divinos se clavaron directamente a los salvajes ojos del castaño

-          Claro que no – le estira los cachetes

-          ¡Ay! ¡Pero vos dijiste que…!

-          Lo dije por decir…

-          ¡Que malo, Ban-chan! – se toca los cachetes

-          Pero, sin embargo – sonríe – Puede que haya una minima posibilidad de que la cante

 

 

La tarde se hizo aburrida en comparación con la mañana. Al llegar la noche, los dos chicos están en el auto, uno de ellos durmiendo placenteramente mientras el otro piensa en sobre como volver a recuperar el corazón de su rubio. En un par de segundos el rubio comienza a gemir; esos dulces y excitantes gemidos que a Ban tanto le gustan, al escucharlo empieza a recordar el accidente del auto cuando Ginji aún seguía con Yukiko; oírlo es una tortura para el pobre moreno, su corazón agitado le da valor para poder aprovecharse de él, igual quien se iba a enterar, Ginji no va poder saber si le ocurrió de verdad o no. Acerca su mano a los labios de él, el pulgar abre le abre la boca pero en eso le sale una palabra.

 

-          Ban-chan… - respira con dificultad – Ámame…

-          … - se queda sorprendido, culpable por la intención de querer aprovecharse del rubio retira el pulgar y sonríe – Ginji… Ginji – mueve un poco a su amigo para que despierte

-          ¿Mmh?... – este abre los ojos mirando para todas partes - ¿Qué… qué pasa? – su rostro se veía totalmente roja

-          … - sólo se le quedó mirando, pensando en la adorable expresión

-          ¿Qué pasa, Ban? – no entiende porque no habla

-          Es que… - sigue sonríen y se acerca para darle un beso en los labios – Nada, veía que tenías un mal sueño

-          ¿Un mal sueño? – recuerda un poco y ríe incómodamente – Ah… si, un mal sueño he he he – suda un poco

-          Volvamos a dormir - se recuesta en su asiento mientras Ginji recuerda como fue el sueño - ¿Sabes? Se dice que los sueños son deseos

-          ¿A sí? Yo no sabia… - aprieta con fuerza la sabana – [p e n s a n d o: ¡Ahhhhh, soñé que Ban me hacia el amor! ¡Soy un pervertido en pensar eso!]

-          … - pasan unos segundos hasta que habla con un tono muy suave – Te amo, Ginji… - voltea la cabeza hacia donde está el rubio – Mi Ginji – lo dice con tanta felicidad pero a la vez con paz

-          Mi Ban… - se queda petrificado, que le diga ‘‘Te quiero mucho’’ es una cosa pero decir ‘‘Te Amo’’ y con tanta pasión; de repente siente un abrazo calido y amoroso de parte de su amigo

-          Puede ser que ahora demuestre mucho cariño pero ten en cuenta que te seguiré tratando mal como antes

-          Ban, mientras estés conmigo me basta

-          … - le da un beso en el cuello sacándole un pequeña risa al rubio – Idiota, eres tan cursi – con una mano le estira la mejilla

-          Ay, duele, Ban-chan – comenta en estado Chibi Ginji

-          Hehehe eso te pasa por ser tan romántico

-          Pero eso no tiene nada de malo – con unas lagrimitas en los ojos por el dolor de mejilla

-          Por supuesto que si, eso es ser afeminado

-          Mentira – voltea la cabeza con un poco de ofensa pero al final recibe un beso de parte del mayor, sus ojos quedaron brillantes y su rostro volvió al color rojo

-          Mmh… - se separa de los labios de él, su lengua permite estirar un hilo de saliva apenas visible – Eso, mi querido uke, se lo llama Beso Francés – dice engreídamente

-          Rico… - reacciona al comentario del mayor – Nunca decidimos quien es uke o seme

-          Es bastante obvio, vos sos el uke y yo el seme

-          ¡Eso se decide entre los dos! – como castigo al haber gritado al castaño, este lo besa nuevamente pero con más profundidad, sus corazones laten rápido para dar su presencia

 

CONTINUARA…-


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