Mello saltó la barda que separaba a Wammy’s House de la realidad, logró divisar rápidamente a un hombre caminando por la acera de la calle, no lo pensó dos veces y se puso frente a el tapándole el paso, así el desconocido reaccionó asustado.
-OH! Diablos! niño ¿Que estas haciendo en la calle a estas horas? ¿No ves que es peligroso?-Habló el sujeto mientras se limpiaba el sudor de la frente.
-…- Mello lo miró unos instantes, después se acercó.
-¿Niño que haces? ¿De donde eres? ¿Puedo ayudarte? Anda... te llevo a tu casa, estar a estas horas fuera es peligroso ¿Qué no le tienes miedo a los fantasmas? Jeje – Insistía cada vez mas nervioso debido al acercamiento.
-Ja… lo único peligroso aquí soy yo- Dijo Mello en tono aterrador mostrando sus afilados colmillos, causando un fallido escape por parte del asechado sujeto -¿Qué? Ya tan pronto se va! Si apenas nos estábamos conociendo… no sea tímido... venga- Mientras derribaba al hombre y le rompía el cuello.
Le resultaba indiferente de el tener tal instinto asesino y la suficiente fuerza como para llevarlo a cabo, prácticamente era su "yo sediento" de escarlata líquida.
Por inercia cargó el cuerpo llevándolo al otro lado de la barda donde terminó bebiéndolo gota a gota. Comenzaba a disfrutarlo conscientemente, todos sus problemas desaparecieron, ese momento era para el, trataba de sentir lo mas que podía.
Dando vueltas en el orfanato porque su rubio compañero no había llegado a dormir, el alvino buscó en todos los lugares posibles, excepto uno. Abrió la puerta trasera que daba al jardín, no supo percibir que era lo extraño de ahí, no podía distinguir algo claro entre ese manto lóbrego.
Caminó lento... fisgón por el jardín hasta que escuchó ruidos diferentes de lo posible, la curiosidad le ganó al miedo haciendo que siguiera. Y en un instante dio fin a su búsqueda encontrando la imagen sanguinaria.
Era indebido sentir miedo por la persona a la que mas afecto le tenia, a pesar de que el fuera el asesino. Una lágrima había resbalado por su mejilla… ¿Llanto? Sus emociones afloraron en la mas grande de las desesperaciones, la simple idea de que el podría terminar igual que aquella persona le helo la sangre… y comenzó a sollozar, haciendo que Mello lo volteara a ver encrespado.
-N…Near?? Pero que haces aquí?- Mostró sus ojos demoniacos, ensangrentado olvidadizo, dio un paso hacia el.
-No te me acerques!!
-Near…yo…
Cuando Near notó que Mello se acercaba salió corriendo con todas sus fuerzas hacia la salida principal del Wammy’s, tenia miedo y solo le importaba escapar de la persona a la que mas quería, pero su huida se vio interrumpida abruptamente. Choco contra una persona que no logro identificar rápidamente. Estaba en el piso mientras el otro hombre castaño le hablo.
-Hola pequeño, buenas noches -dijo el hombre muy tranquilo y con una sonrisa burlona.
Near pensaba en pedirle ayuda a aquel sujeto, pero al ver que en su sonrisa había unos colmillos iguales a los de Mello trato de levantarse rápidamente, este lo tomó del cuello del pijama y lo acercó a su cara para poder olfatearlo.
-Mmm… vaya niño, hueles bastante apetitoso -susurrando en su oído dijo- y con esa carita de asustado me estas gustando-rió.
-No por favor! Suélteme! -rogaba muy asustado el pobre albino -Ayuda!!- Y como era de esperarse, sus suplicas fueron escuchadas.
Mello quería ayudar a Near, pero estar cerca de el era un riesgo que debía de tomar para ayudarlo, se acerco para ver al tipo que tenia sujeto a su peliblanco compañero y fue tal su sorpresa al ver de quien se trataba.
-TU!! Eres tu el maldito que me hizo esto?? –grito enfadado señalándose a si mismo.
-Oh vaya pero si eres tu! Creí que no sobrevivirías, pero mírate, terminaste maldito jaja quien lo diría!- se burló del chico.
-Eres un bastardo! Suelta a Near!-el aludido solo podía mirarlos con incredulidad.
-Mello?? T…tu eres un…-no pudo terminar la frase porque era “ilógico” que esas criaturas existieran pero en esos momentos solo se aplicaba la de “ver para creer”, y Near comenzaba a creer.
-Si Near… lo soy, soy un despreciable asesino al que debes temerle.
-Mello… yo- fue interrumpido por el otro vampiro.
-Por favor, las despedidas sentimentales no me gustan, es mas fácil mirarse y callar- decía mientras se acercaba peligrosamente al cuello de Near.
-Espera, por favor detente… no lo hagas- hablaba mientras avanzaba hacia Near y su atacante-.
-Y por que lo haría? Acaso era tu presa?… si es así pues que lastima, se te escapó y yo tengo hambre- lamió el cuello de Near haciendo que este no pudiera ni hablar.
-Basta!!-Mello se lanzó sobre el vampiro quien dejó caer a Near al piso, comenzaron a forcejear, ambos eran fuertes pero el castaño tenia mas tiempo viviendo en esa condición, por lo cual en un momento ya tenia sometido al rubio contra el piso, Near solo miraba estupefacto lo que sucedía, no podía ayudar a Mello ni correr porque su cuerpo no le respondía.
-¿Quieres que te arranque la cabeza niño?
-Agh!!!-se quejaba el ojiazul- suéltame ya para que pueda matarte! por tu culpa estoy asi… déjame devolverte el favor idiota!!
-Ni loco crío… mmm aun hueles a chocolate, como aquella noche… anda! se bueno y dame otra probada, en fin ahora ya no morirás jajaja…-destapó el cuello de Mello y lamió de forma pervertida mientras miraba a Near- no te pongas triste pequeño. no le dolerá y cuando termine con el te tocara a ti, ya veras que te gustara jaja te pareces mucho a una persona, solo que tu eres mas adorable.
Y antes de que pudiera enterrar sus colmillos en el, una voz conocida hizo que dejara lo que iba a hacer.
-Light-kun, ya basta…-
Near y Mello se quedaron atónitos al ver quien era esa persona que los miraba con desaprobación a los tres. Avanzó y se puso del lado del vampiro llamado Light, el cual parecía muy tranquilo a su lado.
-Me pueden explicar que era lo que estaba sucediendo aquí?
Mello se levanto dispuesto a contestarle.
-…
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